Se ha abierto un interesante debate entre los economistas sobre pronósticos de inflación mundial en el mediano plazo. Algunos advierten que se vienen tiempos de altas tasas de inflación en los países industrializados mientras otros piensan que el mundo, especialmente el desarrollado, enfrentará caídas en el nivel de precios, es decir, una deflación.
¿Inflación o deflación?
Por Marc Hofstetter
Se ha abierto un interesante debate entre los economistas sobre pronósticos de inflación mundial en el mediano plazo. Algunos advierten que se vienen tiempos de altas tasas de inflación en los países industrializados mientras otros piensan que el mundo, especialmente el desarrollado, enfrentará caídas en el nivel de precios, es decir, una deflación. El centro del debate es el siguiente: en épocas normales, los Bancos Centrales determinan la inflación de mediano plazo de un país (mediano plazo entendido como un periodo de unos 2 años). Así, si de aquí a dos años un Banco Central quiere una inflación del 3% y hoy en día esta está en 5%, el Banco sube las tasas de interés, reduce la liquidez, y así contiene las presiones de demanda hasta que la inflación se acerca a la meta. Al contrario, si la inflación está por debajo de la meta de la autoridad monetaria, ésta baja las tasas de interés, la economía se reactiva y presiona los precios al alza.
Pero estos no son tiempos normales. La tasa de interés de intervención de la Reserva Federal de Estados Unidos está, para efectos prácticos, en 0%. En otras palabras, la tasa alcanzó su límite inferior y la Reserva no puede bajarla más. Con una economía en declive, con la inflación cercana a 0% y sin la munición tradicional de los Bancos Centrales en estas circunstancias (bajar las tasas) la economía estadounidense podría entrar en un círculo perverso: baja actividad económica, caída precios que acentúa el problema de la actividad, etc. Krugman, último nobel de economía, teme que este sea el futuro cercano en Estados Unidos y Europa: la deflación es el verdadero peligro según esta visión. (Ver artículo en el NY_Times).
La visión alternativa, nota que los balances de los bancos centrales de los países en crisis se han engordado en el último año. Los Bancos Centrales han comprado billones de dólares en activos tratando de evitar la quiebra del sector financiero y real (ej las automotrices). Cada compra de activos tiene como contrapartida una inyección de liquidez a la economía. Ante este aumento en el circulante, la predicción de estos economistas es que en el futuro cercano altas tasas de inflación acecharán al mundo (ver por ej este artículo en el NY_Times).
En Colombia, el Banco de la República ha bajado agresivamente la tasa de interés: 4 puntos en menos de 6 meses. A pesar de esto, la tasa de intervención del Banco está en 6%, lo que le deja un colchón mullido para reducciones mayores en caso de que la economía lo requiera. Adicionalmente, la inflación interanual también está por encima del 5%, lejos del terreno negativo. Contrario a lo que algunos analistas y políticos (ej. el senador Sánchez en nota publicada en El Tiempo el viernes 1 de mayo) han afirmado recientemente, no hay ningún peligro de deflación en Colombia.