Con una coalición que está fracturada, el alcalde de Cúcuta, César Rojas llevó al Concejo un controvertido proyecto que le permitiría vender el 19 por ciento del espacio público para financiar su plan de desarrollo. En medio del tierrero que levantó la propuesta mirará hasta dónde llega el respaldo de los concejales.
César Rojas le medirá el aceite a su coalición
César Rojas, alcalde de Cúcuta, durante su primer discurso como Alcalde en el Concejo. Foto: Tomada de La Opinión.
Esta semana el alcalde de Cúcuta, César Rojas, le medirá el aceite a su coalición en el Concejo con el debate de un polémico proyecto de acuerdo que de aprobarse le permitiría vender el 19 por ciento del espacio público de esa ciudad para financiar la mitad de las obras que quedaron consignadas en su plan de desarrollo
Aunque el trámite del proyecto no debería darle dolores de cabeza a Rojas debido a que arrancó con una coalición de 15 de los 19 concejales, en los últimos meses las mayorías que tenía se empezaron a desdibujar.
Si no logra realinearlas en medio del debate del controversial proyecto, se quedará sin cómo cumplir con lo que prometió.
El proyecto
La semana pasada el alcalde de Cúcuta, César Rojas, radicó ante el Concejo un proyecto de acuerdo con el que busca que lo autoricen para recaudar $300 mil millones a partir de la venta de predios del municipio para financiar su plan de desarrollo.
Aunque la iniciativa, que ayer arrancó su primer debate (de dos) en el Concejo, tiene tres elementos: la autorización para vender predios que están siendo ocupados por particulares pese a que son del municipio, la entrega de facultades para comprar unos terrenos para ejecutar obras de salud, educación, infraestructura y turismo, y el cambio de uso de zonas que fueron cedidas por constructores para compensar el espacio público que ocuparon, la última, que es la que más plata le generaría, fue la que desató controversia en Cúcuta.
La principal razón obedece a que por sus alcances, de ser aprobado el proyecto, implicaría disminuir el espacio público de esa ciudad, algo que en Cúcuta ya es muy reducido.
Tal y como está planteada la iniciativa, se venderían 54 lotes ubicados en diferentes zonas de la ciudad que representan el 19 por ciento (310 mil metros cuadrados) del total de las áreas comunes en Cúcuta (1,6 millones de metros cuadrados). Es decir, cada cucuteño perdería en promedio 0,5 metros cuadrados de espacio público para financiar los proyectos de la Alcaldía.
El problema está en que esa ciudad solo tiene 2,6 metros cuadrados por habitante, cifra que está por debajo de la media nacional (3,3 metros cuadrados por persona) y que dista mucho de la meta de la Organización Mundial de la Salud, que establece que el área ideal de espacio público debe estar entre los 10 y 15 metros cuadrados por ciudadano.
Según la Alcaldía la venta se justifica porque algunos de esos predios fueron apropiados por conjuntos residenciales que los cercaron por lo que de si los compran sí habría una real compensación (así fuera en dinero), y porque, según el secretario de planeación de Cúcuta, Orlando Joves, "hay muchos que están abandonados y no cumplen con la función de espacio de público".
"No contamos con los recursos apropiados para cumplir con todos los proyectos, por eso nos toca inventarnos alternativas de financiación, no estamos vendiendo las áreas porque queramos sino porque necesitamos", explicó Joves.
Lo curioso de esa propuesta, es que dentro de las metas de su plan de desarrollo, César Rojas plantea ampliar el espacio público por persona y aumentarlo a 3,3 metros para quedar dentro del promedio nacional.
La pelea
Pese a que tras el tierrero que se levantó en Cúcuta, la Alcaldía ha salido a repetir en todos los medios en Norte de Santander que los predios están abandonados o que se han privatizado para defender la propuesta, La Silla encontró que hay varios que sí están siendo usados en los barrios como parte de espacio público.
Revisamos el proyecto de acuerdo en detalle y encontramos que en varios de los lotes sí hay árboles sembrados, que en algunos hay senderos y que incluso en uno de ellos hay una cancha para juegos (baloncesto y fútbol).
Además, un concejal que está dentro de la comisión que empezó a debatir el proyecto ayer le dijo a La Silla que ya se han identificado cuatro lotes que de venderse dejarían sin zonas de espacio público a barrios de la ciudad.
“El debate está muy complicado, si eso se mantiene yo no estaría de acuerdo con votarlo”, le dijo ese concejal a La Silla.
A la controversia por la venta de esos lotes, se suma la manera en la que la Alcaldía planea hacer la compensación del espacio público que venderá.
Específicamente, la administración de Rojas plantea que los terrenos serían compensados en el Parque Colombia, uno de los proyectos que aspira financiar con la venta de esos lotes y que estaría ubicado en el Cerro de Tasajeros en la zona rural de Cúcuta. Si bien esa sería una opción de compensación, el problema está en que por ley el espacio público debería compensarse en la misma zona en la que se surpimió, en este caso la urbana.
"La pregunta que uno se hace es cómo les van a quitar zonas de recreación que quedan a 15 o 20 metros de las viviendas a los cucuteños para ponerlas a 30 o 50 kilómetros de distancia. Eso no tiene sentido", le dijo a La Silla Jorge Moreno, veedor de Cúcuta.
Adicionalmente, otra parte de la pelea sobre que esa compensación se dé en el Parque Colombia está en que una vez se construya no sería de libre acceso para los cucuteños debido a que con él la Alcaldía espera atraer turismo y recaudar recursos, de modo que la entrada no será gratis y con eso quienes pierdan los espacios que ya tienen tendrían que pagar por disfrutar de los nuevos.
La frágil coalición
Aunque César Rojas arrancó su administración con una coalición de 15 concejales en los últimos dos meses las mayorías se le empezaron a desbaratar y lo dejaron sin tanto poder de maniobra en el Concejo.
El punto de quiebre habría estado en la repartija de poder interna de la Alcaldía, que como contó La Silla está en manos del condenado exalcalde de ese municipio, Ramiro Suárez, quien además de ser el padrino de Rojas, es el poder detrás del poder en esa administración.
“De los 15 de la coalición 10 se distanciaron por un tiempo y aunque César Rojas los calmó, en estos momentos no es claro quiénes están 100 por ciento con él”, le contó a La Silla un concejal de Cúcuta.
Esa misma versión la tuvieron dos concejales más y dos personas que se mueven dentro del Concejo.
”De los 15 de la coalición 10 se distanciaron por un tiempo y aunque César Rojas los calmó, en estos momentos no es claro quiénes están 100 por ciento con él”
El tema está tan agitado en Cúcuta, que ya Oliverio Castellanos, un concejal de la cuerda del Alcalde, le pedirá a sus compañeros que desistan de aprobar el proyecto si se mantiene la venta del espacio público. Esa posición podría tomar fuerza en el Concejo si la controversia continúa.
“Es muy difícil saber quién quiere jugársela a fondo con el Alcalde. En estos días veremos cómo evolucionan las cosas y eso dependerá mucho de la voluntad del Alcalde para vincular a los concejales a sus proyectos; si no lo hace es probable que se le caigan”, le dijo a La Silla una fuente que se mueve dentro del Concejo.
Con esa fisura en la coalición, a Rojas se le pone difícil el camino y más teniendo en cuenta que varios de los proyectos que radicó para arrancar con su plan de desarrollo son controversiales.
Además de la venta de espacio público, están las autorizaciones para concesionar en el municipio el alumbrado público, el aseo y el amoblamiento urbano (consiste en mantener los espacios públicos en buenas condiciones); y esos tres proyectos, según tres concejales y una fuente que se mueve dentro de los círculos políticos de la ciudad, son de mucho interés para el Alcalde, debido a que esos contratos irían en promedio por 20 años y tienen en juego mucha plata.
Con ese telón de fondo César Rojas se empezó a jugar esta semana en el Concejo gran parte de la financiación de su plan de desarrollo. En los próximos días se sabrá qué tan frágil es su coalición y si le cuaja la idea de vender el espacio público de Cúcuta.