Con Yahir en el viejo PIN, Santos se arriesga a perder Sucre

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Luego de haber sido rechazado públicamente por los partidos de la Unidad Nacional, el cuestionado excongresista Yahir Acuña encontró escampadero en el viejo PIN (hoy llamado Opción Ciudadana), en donde están a punto de avalarlo oficialmente para la Gobernación de Sucre. Si eso ocurre, la coalición santista pone en riesgo su poder en uno de los pocos departamentos en los que, paradójicamente, se ha puesto de acuerdo fácil para seguir la directriz presidencial de ir con candidatos únicos a las regionales de octubre.

Luego de haber sido rechazado públicamente por los partidos de la Unidad Nacional, el cuestionado excongresista Yahir Acuña encontró escampadero en el viejo PIN (hoy llamado Opción Ciudadana), en donde están a punto de avalarlo oficialmente para la Gobernación de Sucre. Si eso ocurre, la coalición santista pone en riesgo su poder en uno de los pocos departamentos en los que, paradójicamente, se ha puesto de acuerdo fácil para seguir la directriz presidencial de ir con candidatos únicos a las regionales de octubre.

La movida se concretó hace dos días en Bogotá. Fue durante una reunión privada a la que asistieron Acuña y cabezas del viejo PIN como su presidente Ángel Alirio Moreno, su representante legal, el exconcejal Álvaro Caicedo (nacionalmente famoso por haber invadido el carril exclusivo del Transmilenio, lo que le valió una suspensión), y su secretario general, Édison Bioscar Ruiz, otrora socio político del parapolítico Juan Carlos Martínez y hoy de la cuerda de Yahir Acuña.

La versión de Ángel Alirio Moreno sobre lo que ahí se habló es que “en la reunión me enteré del lobby (de Acuña) para pedirnos el aval, pero no se definió nada. Yo le expliqué el tema estatutario, pues el aval es decidido por nuestra presidencia colegiada, y me marché”.

Pero otra cosa dicen Yahir y su aliado, el secretario general del PIN Édison Bioscar. Ese día en la noche, el primero envió un comunicado a sus contactos de whatsapp asegurando que el partido había decidido darle el aval. Y, en el mismo sentido, el segundo le aseguró a La Silla que lo del aval para Yahir “es una decisión irrevocable, eso se lo garantizo, y no veo cuál es el tierrero que quieren armar con eso si el PIN en un partido autónomo”.

En las fotos del encuentro que hoy publica La Silla se ven todos muy sonrientes. Aunque después de conocer lo que le dijo a La Silla el secretario general, Ángel Alirio Moreno nos respondió: “Yo me marché, si (ese día) tomaron una decisión arbitraria, eso tiene consecuencias”.

De cualquier manera, la noticia del aval causó un pequeño revuelo en el viejo PIN (medio millón de votos, cinco senadores) debido a que sus dos senadores en Sucre están en la alianza que hizo la Unidad Nacional en contra de Yahir, su hasta hace poco aliado.

Se trata de Teresita García (hermana y heredera de los votos del parapolítico ‘Alvaro ‘el Gordo’ García) y Julio Miguel Guerra (el hijo del cacique liberal y hoy gobernador Julio César Guerra Tulena, a quien el liberalismo rechazó por la supuesta relación de la administración de su papá con la empresaria alias ‘La Gata’).

Ellos sacaron un comunicado conjunto rechazando el aval para Yahir, que está siendo investigado por parapolítica. Y anunciaron que, de haberse otorgado ya oficialmente, impugnarán la decisión por no haber sido consultados.

Guerra lo hizo porque rompió con Acuña luego de haberle aceptado votos para las legislativas y haberlo metido como socio político de la Gobernación de su papá. Y García, porque ella representa los intereses de su hermano, ‘el Gordo’ García, el más grande rival de Yahir Acuña por el poder en Sucre.

De hecho, fue por una decisión del ‘Gordo’ García que Yahir Acuña no aspiró hace cuatro años al Congreso por el PIN, sino por el movimiento Afrovides. Acuña ya tenía el aval del PIN en su primer intento al Congreso, pero se enteró que el ‘Gordo’ se lo iba a quitar porque esa aspiración podía restarle votos a su carta a la Cámara, que en ese momento era el exrepresentante Eduardo Pérez.

Frente a periodistas locales, en la gallera San José de Sincelejo, Acuña renunció públicamente al aval que ya tenía antes de que el ‘Gordo’ se lo quitara. Lo hizo en medio de lágrimas y asegurando que lo estaban apartando por ser una persona del pueblo. Es una escena que todavía hoy recuerda la ciudad política.

Ese viejo PIN que antes lo sacó del camino (y en el que evidentemente ya no tiene el máximo poder en Sucre el ‘Gordo’ García) hoy le lanza el salvavidas que estaba necesitando el aspirante a Gobernador, paradójicamente.

Lo hace en el momento en que toda la Unidad santista lo había convertido en un paria, bajo el argumento de que no están de acuerdo con sus cuestionadas prácticas políticas que incluyen, como lo contó La Silla, repartir billete y whiskey.

Con un posible aval bajo el brazo y los inéditos 130 mil votos que en las legislativas lo convirtieron en el gran fenómeno electoral del departamento, ese “paria” podría dejar sin Sucre a la coalición de un Gobierno que en su reelección demostró que la Costa es patio suyo.

Hoy Yahir es una amenaza para ellos, pero no lo fue así cuando lo necesitaron para reelegir al Presidente.

El riesgo y el gana-gana con el viejo PIN

Yahir Acuña primero fue tinieblo del presidente Juan Manuel Santos en su campaña a la reelección. Pero en la segunda vuelta, después de haber perdido la primera frente al uribista Óscar Iván Zuluaga, Santos terminó yendo a Sucre a tomarse la foto con el exrepresentante, quien se convirtió en el hombre de la reelección en ese departamento.

Mientras estuvo en el Congreso, Acuña jugó en favor de los intereses de Santos II. Votó por su candidato a la Contraloría y casi logra poner a su entonces aliado Julio Miguel Guerra como segundo vicepresidente del Senado, con el apoyo entre otros del copresidente de La U Roy Barreras.

Pero a fines del mes pasado, algunos de los congresistas de la Unidad santista en Sucre y Córdoba se reunieron con los copresidentes de La U Roy Barreras y José David Name, y sellaron una alianza ‘toconya’: todos contra Yahir.

Acordaron poner un candidato para enfrentar a Acuña y tanto liberales como La U negaron anticipadamente el aval al excongresista.

Ahora si el viejo PIN ratifica su condición de aeropuerto de cuestionados, se pueden terminar las dos fuerzas más votadas en Sucre, pues Opción Ciudadana sacó la mayor votación a Senado allá y la lista de Acuña fue la más respaldada a la Cámara.

Y si bien Teresita García y Julio Miguel Guerra no están hoy con Yahir, por disciplina de partido tendrían que hacerle campaña o al menos no podrían acompañar a ningún otro candidato.

A eso se suma que, como lo contó La Silla, la estructura de Acuña les puso votos en Sucre al menos a dos de los senadores santistas del ‘toconya’: Bernardo ‘Ñoño’ Elías y Musa Besaile. Eso significa que para la Gobernación algunos de los apoyos que fueron para ellos podrían ser del polémico exrepresentante.

Un congresista costeño de la coalición de Gobierno le dijo a La Silla que lo que cree que va a pasar es que, efectivamente, se van a terminar enfrentando Yahir Acuña con el aspirante de la Unidad Nacional (que aún no está definido). Y que en esas circunstancias cualquier mínimo peso electoral podría inclinar la balanza.

Es decir, que el santismo no la va a tener nada fácil.

El que sí gana en ese escenario de entrada es Opción Ciudadana, que asegura entre sus filas a un gran elector para Congreso en momentos en los que la familia Aguilar de Santander (sus únicos grandes electores hoy) podrían llevar su candidato a la Gobernación de ese departamento por firmas y alejarse de la colectividad. Y cuando el poder de su otro cacique, el condenado Juan Carlos Martínez del Valle, está disminuido.

En concreto, gana el parapolítico y fundador del partido, Luis Alberto ‘el Tuerto’ Gil, quien -como lo ha contado La Silla- controla la entrega de avales de la colectividad.

Al Tuerto, alejado de los Aguilar, le cae como anillo al dedo la entrada de Yahir a su partido. Sobre todo teniendo en cuenta que entre las condiciones para entregarle el aval a Acuña, está que éste presente candidatos al próximo Congreso por el viejo PIN y además ahora lleve a todos los aspirantes a alcaldía que pueda también bajo esa sombrilla. Ese dato se lo contó a La Silla una persona que conoce la movida de Acuña, aunque no lo pudimos confirmar con Ángel Alirio Moreno.

Gil y su esposa, la senadora de Opción Doris Vega, estuvieron en las pasadas presidenciales entre el santismo y el uribismo. Como La Silla contó, hay rumores de que jugaron con un pie en ambas orillas. Eso, sumado a la echada de Yahir Acuña de la Unidad Nacional, sugiere que una eventual Gobernación de ese partido en Sucre podría estar igual en un lado o en el otro.

Y ese es el riesgo que corre el santismo.

Por eso, el presidente del viejo PIN le dijo a La Silla que “esta sería la coyuntura ideal para que se defina al fin si somos o no de la Unidad Nacional”.

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