El polémico Icbf del Atlántico: fortín de los Char

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A raíz del escándalo por irregularidades en los contratos de alimentación del Icbf, la W Radio identificó a los políticos que manejan las diferentes seccionales de esa entidad en el país. No mencionaron a los del Atlántico, donde el jueves un contratista y una funcionaria recibieron casa por cárcel en el caso de un posible desfalco de 600 millones de pesos en contratos de alimentación para menores de cinco años. La Silla averiguó.

A raíz del escándalo por irregularidades en los contratos de alimentación del Icbf, la W Radio identificó a los políticos que manejan las diferentes regionales de esa entidad en el país. No mencionaron a los del Atlántico, donde el jueves un contratista y una funcionaria recibieron casa por cárcel en el caso de un posible desfalco de 600 millones de pesos en contratos de alimentos para menores de cinco años. La Silla averiguó.

El Icbf Atlántico ha sido manejado durante los últimos 25 años por el grupo político de los Char, en cabeza del ex senador Fuad Char, principal aliado de Germán Vargas Lleras.

Aunque los contratos que la Fiscalía investiga los firmó Yolanda Ruiz en 2014, una funcionaria de carrera (a quien en Barranquilla no relacionan con los Char), en los últimos días han salido a flote los viejos cuestionamientos que hay alrededor del manejo del Icbf como fortín político de la familia del actual alcalde de Barranquilla.

Desde los años 90

Los orígenes de la hegemonía de los Char en el Icbf se remontan a la década del 90 cuando César Gaviria Trujillo llegó a la presidencia del país. Como parte de la repartición burocrática, por el apoyo que el movimiento charista Voluntad Popular le dio en su elección, el entonces senador Fuad recibió la dirección seccional de ese instituto.

Para aquella época, el padre del hoy alcalde de Barranquilla Alejandro y del actual senador Arturo ya era un reconocido empresario y político en la Costa porque sus supermercados Olímpica comenzaban a expandirse, y había sido gobernador del Atlántico y Ministro de Desarrollo del gobierno de Virgilio Barco.

Además era dueño de una curul en el Senado y con su apoyo, y el de otros movimientos de izquierda, Bernardo Hoyos y Gustavo Bell Lemus ganaron la Alcaldía de Barranquilla y la Gobernación del Atlántico, respectivamente.

Con Fuad como padrino, por la dirección y distintos puestos clave del Icbf comenzaron a pasar miembros de su extinto Voluntad Popular y, más recientemente, de Cambio Radical: el partido del vicepresidente Germán Vargas Lleras en el que los Char militan desde 2004, financian y tienen voz de mando, como quedó demostrado en las pasadas regionales cuando fueron ellos quienes avalaron a los candidatos del Caribe.

De ese grupo de directores hicieron parte el exalcalde de Soledad y actual concejal de Cambio Radical en ese municipio, Rodrigo Martínez; Ismael Marín, posterior cuota de los Char en la Gerencia Financiera de la CRA del Atlántico, y Emilia Fontalvo, quien en 2014 fue candidata a la Cámara de Representantes como fórmula del senador Arturo.

Ahora, después de tres años de directores encargados, al frente del Icbf está el exconcejal de Baranoa Héctor Manuel Silvera Goenaga. El nuevo timonel viene de trabajar en la Alcaldía de Barranquilla (manejada por los Char desde 2008). Allí fue delegado de la Primera Infancia ante el Ministerio de Educación.

Además, es cercano al senador Arturo Char, aunque en diálogo con La Silla el congresista aclaró que Silvera llegaba a ese puesto por méritos propios, porque “es un muchacho hecho a pulso”.

Silvera Goenaga se posesionó el 11 de diciembre pasado, después de cuatro meses de pugna judicial con la dirección nacional del Icbf. La directora Cristina Plazas no expidió la resolución de nombramiento, tan pronto el entonces gobernador liberal José Antonio Segebre lo escogió el 16 de julio de la terna. 

La Silla supo que Plazas no quería expedir esa resolución porque quería convocar a un nuevo concurso y tumbar el que encontró casi listo, cuando llegó a la entidad en julio de 2014. Esto, porque todos los participantes tenían padrinos políticos. Sin embargo, Función Pública conceptuó que el proceso debía continuar. 

En la terna también estuvo Roberto Solano, actual jefe de control interno de la Alcaldía de Barranquilla y cuya cercanía política con el representante de Cambio Radical Luis Eduardo Díaz Granados (miembro clave del charismo en el Atlántico) es reconocida en esa capital.

Por todo ese pasado político y burocrático es que cuatro congresistas le dijeron a La Silla que no importa el escándalo que golpee al Icbf, ese fortín no se los quita nadie.

En cambio, manifestaron, que con Germán Vargas en la Vicepresidencia salieron aún más favorecidos porque una de sus aliadas, Karen Abudinem, está desde agosto de 2014 manejando el programa de Primera Infancia desde la dirección nacional del Icbf, a cargo de Plazas, quien fue concejal de Cambio Radical y también es cercana a Vargas.

Abudinem fue la secretaria de Gestión Social de la charista Elsa Noguera y ahora en el segundo mandato de Alejandro Char será la secretaria de Educación, aunque todavía no hay una fecha exacta para su posesión en ese cargo.

Viejos cuestionamientos por la contratación

Con el golpe mediático de la Fiscalía, este inicio de año, volvieron a salir a flote los cuestionamientos que desde 2012 las madres comunitarias y la prensa local le han hecho al Icbf Atlántico por las fundaciones con las que contrata, pero por las que no hay ninguna decisión judicial de fondo.

Una de las administraciones más criticadas ha sido la de Emilia Fontalvo, quien salió de la dirección en 2012, después de nueve años en el cargo, y en medio de cuestionamientos de favorecer a contratistas y proveedores específicos.

También el senador José Name pidió el año pasado que las autoridades aclaran el papel que ella jugó en la adjudicación de los contratos.

Fontalvo siempre ha manifestado que los procesos de contratación fueron transparentes porque ganaban las firmas que tenían las mejores condiciones para desempeñarse como operadores de los hogares infantiles y proveedores de alimentos. 

En la Procuraduría hay una queja radicada desde 2013 en su contra por un contrato de alimentación que adjudicó, pero la queja está en evaluación desde 2014.

Fortín de votos

Tres congresistas, tres periodistas, un funcionario de esa entidad y una especialista en temas de niñez le dijeron a La Silla que los Char multiplican sus votos a través de las cinco mil madres comunitarias y los 49 hogares infantiles que tiene el Icbf en el Atlántico.

“No es cierto que los votos salgan de los hogares comunitarios”.

Arturo Char

A ese personal se suma el de las fundaciones y proveedores con los que el Icbf contrata todos los años, los empleados de su sede principal y unos 700 trabajadores de los centros zonales.

En las pasadas regionales, por ejemplo, circularon entre las madres comunitarias -como en otras dependencias de la Alcaldía- planillas en las que se pedían votos para favorecer al hoy alcalde Alejandro Char, le detallaron a La Silla dos de esas fuentes que lo vieron de primera mano.

Un funcionario del Icbf le explicó a La Silla que para las regionales de 2007, cuando Alejandro Char hacía campaña para convertirse en alcalde por primera vez, también les pidieron votos. Recuerda unos cuadernos con publicidad alusiva al candidato, que les entregaron a las madres comunitarias en diferentes reuniones políticas.

En entrevista con La Silla, el senador Arturo Char negó que su grupo político usara el Icbf como fortín de votos. “No es cierto que los votos salgan de los hogares comunitarios”, dijo.

Sí reconoció que a la dirección del Icbf han llegado militantes del charismo, como Emilia Fontalvo, pero negó que su familia tuviera vínculo alguno con la exdirectora encargada Yolanda Ruiz, una de las investigadas por la Fiscalía.

La Silla indagó con dos funcionarios del Icbf y con un excompañero de Ruiz en una empresa privada, y la describieron como una profesional con buena hoja de vida, que ha hecho su carrera de 30 años en esa entidad sin apoyo político de un grupo particular. A ella un juez la dejó en libertad, la semana pasada, porque por ahora no encontró elementos suficientes para asegurar que cometió un delito. Sin embargo, sigue vinculada a la investigación.

Por lo pronto, la Fiscalía promete que las regionales del país, incluida la del Atlántico, seguirán sacudiéndose con más órdenes de captura porque los contratos de alimentación estarán un tiempo más bajo su lupa.

Nota de la editora (Actualización 3:00 p.m.): Publicado este artículo, La Silla recibió información adicional sobre el proceso de selección de Héctor Silvera Goenaga, como director de la regional Atlántico. Por considerarlos pertinentes, hemos agregado esos datos a esta historia.

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