El sapo que se tragarán los uribistas en la Gobernación de Tavera

Aunque el gobernador de Santander, Didier Tavera, está completamente jugado por el Sí al plebiscito y desde hace varias semanas viene impulsándolo, en su propia casa no tiene a todo su equipo jugando para el mismo bando. 

El respaldo que su aspiración recibió de un sector del uribismo en las regionales del año pasado, hoy lo tiene con varias ruedas sueltas para esta campaña.

Como lo contó La Silla, en la repartija burocrática ese sector también recibió su contraprestación, y Tavera les dio cuatro puestos en su administración.

El primero en aterrizar fue Iván Aguilar, quien pasó de ser uno de los alfiles directos de Uribe en Santander y su candidato a la Gobernación (el CNE lo sacó de la carrera por doble militancia), a salir por la puerta de atrás del Centro Democrático, y más adelante a tener rango de asesor en el despacho de Tavera.

La segunda cuota que recibió el uribismo fue la de la Dirección del Riesgo. A ese cargo llegó Ramón Ramírez, quien pasó de ser uno de los fundadores del Centro Democrático en Santander, a escampar bajo la sombrilla de Tavera. 

Además, a la Secretaría de las TIC llegó Herman Ramírez, quien viene de la Misión Carismática Internacional, MCI, iglesia cristiana que es uno de los fortines uribistas en todo el país y que está promoviendo el No; y en el Instituto de Deportes de Santander, Indersantander, fue nombrado Carlos Díaz, hermano del congresista del Centro Democrático, Marcos Díaz.

Si bien esa cercanía con Tavera les ha rendido frutos y los ha dejado moverse en la región sin perder vigencia, la alineada no ha sido la misma para la campaña del plebiscito y La Silla confirmó que de los cuatro solo Díaz irá con el Sí.

Según le dijeron cuatro fuentes de la Gobernación a La Silla, Tavera aún no ha dado una directriz específica sobre la campaña; sin embargo, aseguraron que lo que está claro por ahora es que a los uribistas no les permitirán hacer campaña en contra de los acuerdos entre el Gobierno y las Farc en el ‘Palacio Amarillo’.

“Lo que todos sabemos es que ellos no van a poder hacer campaña para el No. Les toca quedarse callados si no quieren promover el Sí”, explicó una de esas fuentes.

Sin embargo, y debido a que la campaña acabó de empezar, tres de esas fuentes aseguraron que de cómo evolucione el dependerá si a los uribistas solo los mantienen neutralizados o si contra su voluntad les toca alzar la banderita del Sí.

"Hay que esperar, porque si los necesitan los aprietan y los ponen a hacer campaña", le dijo a La Silla otra fuente.

Por ahora, a los tres uribistas de la Gobernación de Tavera les tocó tragarse el sapo y ver cómo promueven el Sí sin chistar. Habrá que ver si en caso de que los necesiten se aguantan que los pongan a hacer campaña.