El sobrino poderoso de Sucre

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El abogado Carlos Espinosa Martínez (primero de izquierda a derecha) es el hombre de confianza del gobernador de Sucre Édgar Martínez. Además, de ser quien sella los acuerdos burocráticos a su nombre, es quien revisa la documentación que su tío debe firmar. Esta fotografía fue tomada en una de las correrías de campa?a, el semestre pasado.

Los dos primeros meses de gestión del gobernador de Sucre Édgar Martínez ya dejan clara una cosa: que su sobrino Carlos Espinosa no solo es su hombre de confianza sino un nuevo jugador de la política sucreña, cuyo poder aumentará bajo el amparo de su tío.

Los dos primeros meses de gestión del gobernador de Sucre Édgar Martínez ya dejan clara una cosa: que su sobrino Carlos Espinosa Martínez no solo es su hombre de confianza sino un nuevo jugador de la política sucreña, cuyo poder aumentará bajo el amparo de su tío.

En este arranque de gobierno, el sobrino de Martínez se ha encargado de sellar los acuerdos burocráticos, de buscar los votos en la Asamblea para elegir un contralor amigo y de darle el visto bueno a toda la documentación que el mandatario debe firmar.

Es por eso que, desde ya, en Sucre comienzan a augurar que la Gobernación se terminará convirtiendo en la plataforma para que los Martínez engorden su proyecto político, con una eventual candidatura al Senado de Carlos Espinosa de cara a las legislativas de 2018.

Político y abogado

Hasta antes de las regionales, a Carlos Espinosa lo conocían en Sucre por su trayectoria como profesor universitario y abogado de asuntos laborales y administrativos. Especialmente, era conocido por demandar al Estado.

Pero antes de litigar, el sobrino del Gobernador hizo política, aunque hoy pocos en Sincelejo lo recuerden. Con menos de 30 años de edad, fue concejal de esa ciudad entre 1992 y 1994, cuando su tío debutaba en la administración departamental como el primer mandatario de Sucre elegido por votación popular.

Del Concejo, Espinosa saltó a la Asamblea, donde estuvo entre 1995 y 1997. Allí integró la coalición mayoritaria que le copiaba al entonces senador y todopoderoso de Sucre, Álvaro el ‘Gordo’ García, hoy condenado por su participación en la masacre de Macayepo.  

Espinosa hasta llegó a sonar como posible candidato a la Alcaldía de Sincelejo para las regionales de 1997, pero ese proyecto nunca se materializó y su nombre desapareció del mapa político sucreño. Fue hasta junio del año pasado, cuando Cambio Radical inscribió a su tío como candidato a la Gobernación, que revivió en la arena política.

Dos políticos activos que le pusieron votos a Martínez le contaron a La Silla que, durante la campaña, Espinosa fue un hombre clave para el actual Gobernador porque selló parte de los acuerdos con los diferentes grupos, estuvo con él en casi todas las reuniones y lo ayudó a buscar plata. También lo financió.

Le puso $160 millones de los $428 millones que esa campaña le reportó al portal Cuentas Claras como ingresos totales.

Por todo ese trabajo, el gobernador Martínez le dedicó 37 segundos de su discurso de posesión, el primero de enero, para agradecerle públicamente por haber sacado adelante su candidatura.

“Me excusan por referirme a alguien especial, que se llevó sobre sus espaldas toda la campaña. Un joven abogado, mi sobrino Carlos Eduardo Espinosa”, dijo Martínez, en el auditorio Fortunato Chadid de Sincelejo, con el vicepresidente Germán Vargas Lleras como invitado de honor.

Esas palabras del recién posesionado mandatario causaron cierto malestar entre algunos políticos que le pusieron votos porque se sintieron desconocidos, le contaron a La Silla, por separado, tres de las fuentes consultadas para esta historia.

“Hubo un carraspeo de garganta”, nos dijo una de esas fuentes. Especialmente, porque esas palabras fueron interpretadas como una señal del protagonismo que el sobrino tendría en el gobierno departamental.

Dos meses después, a Espinosa lo califican en Sucre como un poder en ascenso. Desde ya, en los corrillos políticos le anticipan un papel similar al que el senador liberal Mario Fernández jugó hasta diciembre, en la Alcaldía de Sincelejo, cuando su tío Jairo Fernández Quessep era el alcalde. A Mario incluso lo llamaban el alcalde a la sombra.

El hombre de los acuerdos y del visto bueno

Seis políticos activos describieron a Espinosa como el hombre que, en estos dos primeros meses de gobierno, se ha encargado de resolver los asuntos burocráticos.

“Todo el mundo sabe que él es el de la vara alta”, le dijo un diputado a La Silla. Mientras que un abogado que lo conoce aseguró que en Sucre se da por hecho que “quien hoy quiera hablar con el Gobernador debe buscarlo primero a él”.

Mucho más porque el mismo Gobernador dice en reuniones privadas que los temas políticos los maneja su sobrino. “Eso es con Carlitos. Háblate con Carlitos”, suele decir el mandatario, le contó a La Silla uno de los políticos que le escuchó pronunciar esas palabras.

Otro político activo lo describió como el hombre que “maneja todo lo abstracto, todo lo que va por debajo de la mesa”. Y especialmente se refirió al papel protagónico que Espinosa jugó en diciembre, cuando armó la coalición mayoritaria en la Asamblea y buscó los votos para que el contralor elegido fuera el abogado Miguel Arrázola Sáenz, con quien trabajó hasta diciembre.

Para lograrlo, el sobrino del Gobernador se reunió en varias ocasiones con la nueva Asamblea y fue el 28 de diciembre, en el hotel Malibú de Sincelejo, que el nombre de Arrázola quedó definido.

Uno de los diputados que estuvo allí, y vio a Espinosa negociar con tres de los diputados que no votaron por Édgar Martínez sino por la excandidata Milene Jarava, esposa del exrepresentante Yahir Acuña, lo describió como una persona sin rodeos a la hora de decirles a los tres políticos las posibilidades burocráticas que tenían en el arranque de gobierno de su tío.

“Les dijo qué les podían dar en la Gobernación y qué no, porque había compromisos con otros grupos que estuvieron con Édgar desde el comienzo”, le contó el diputado a La Silla.

Hoy los tres diputados que se le voltearon a Yahir Acuña tienen representación en el gabinete de Martínez: Ana Pestana, hermana del condenado por parapolítica Pedro ‘el Indio’ Pestana, recibió la Secretaría Administrativa; Máximo Calderón, socio político del representante de La U Nicolás Guerrero, el Instituto de deportes; y a Carlos Carrascal, cuyo jefe político es el exgerente del chance Jorge Abisambra González, le han mantenido la dirección del Fondo de Cultura.

Además de cocinarle los acuerdos políticos al tío, Espinosa es quien revisa la documentación que debe firmar el Gobernador, le contaron a La Silla un abogado y un político activo.

“En Jurídica no sale ningún documento sin que tenga su visto bueno”, nos contó el abogado.

Es por este poder, hasta ahora demostrado, que en Sucre se escucha con fuerza que Espinosa será candidato al Senado para las legislativas de 2018. Y aunque es muy temprano para hablar de esas elecciones, los políticos consultados aseguran que esa eventual candidatura terminaría generando una disputa por los votos entre los grupos que apoyaron a Édgar Martínez y tienen curul en el Senado, como el del senador liberal Mario Fernández y el del ‘Gordo’ García, a través de su hermana Teresita García.

La Silla intentó hablar con Carlos Espinosa sobre su papel en la administración de su tío, pero no respondió nuestros mensajes.

Por lo pronto, en Sucre ven al sobrino del Gobernador como una revelación política, cuyo protagonismo comienza a inquietar a más de uno en ese departamento.

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