Las denuncias del senador de Cambio Radical Carlos Fernando Galán pueden ayudar a destapar una olla de corrupción que por años se ha rumorado que existe. Pero también pueden tener un coletazo sobre los esfuerzos que está haciendo su aliado Peñalosa para construir una relación armónica con sus vecinos.
Galán alborota el avispero entre Bogotá y Cundinamarca
Las denuncias del senador de Cambio Radical Carlos Fernando Galán este fin de semana sobre las irregularidades que encontró en la expedición de los Planes de Ordenamiento Territorial de los municipios de la sabana de Bogotá en administraciones pasadas pueden ayudar a destapar una olla de corrupción que por años se ha rumorado que existe. Pero, por el momento que escogió para hacerlo, pueden tener un coletazo fuerte sobre los esfuerzos que está haciendo su aliado, el Alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa, para construir una relación armónica con sus vecinos para expedir su propio Pot.
Galán dijo en medios que “los municipios de la sabana [de Bogotá] están expidiendo normas urbanísticas de manera arbitraria”. Y mencionó puntualmente el caso del ex alcalde de Madrid, Cundinamarca, Giovanni Villarraga, que recibió un lote a nombre del municipio y se lo entregó a privados para un proyecto de vivienda. “Eso es ilegal”, agregó.
Además, le dijo a La Silla que en las próximas semanas revelará más datos de lo que ha encontrado en su investigación en otros municipios cercanos a Bogotá como Funza, Mosquera y Facatativá con la “meta de ir soltando poco a poco el mapa de cómo ha sido el fenómeno de crecimiento de la Sabana y cómo algunos aprovechan el poder de su cargo para modificar los planes de ordenamiento territorial”.
Esta no es la primera vez que el senador Galán se mete en temas de Bogotá y Cundinamarca en su trabajo político. Ya lo había hecho antes, por ejemplo, cuando era Concejal y denunció un artículo del plan de desarrollo del ex presidente Álvaro Uribe que permitía modificar usos del suelo sin consultarles a los alcaldes; cuando criticó el Pot del ex alcalde de Bogotá Gustavo Petro (que hoy sigue suspendido); o cuando se pronunció en contra del proyecto del tren de cercanías que propone conectar a Bogotá con la región y que ha salido a flote otra vez durante la alcaldía de Peñalosa.
Además, La Silla pudo confirmar con otras tres fuentes que conocen la política en Cundinamarca que la investigación de Galán tiene sustento en denuncias que por ahora no han tenido efectos, pero que dicen que ex funcionarios de la región se han enriquecido a punta de hacer modificaciones a sus planes de ordenamiento territorial y cambiar los usos de los suelos para permitir construcciones a cambio de cobrar una tajada.
Por eso, cuando Galán termine su investigación, sus denuncias podrían terminar teniendo eco en los entes de control como la Procuraduría, a quien él ya le pidió en medios que investigara al ex alcalde de Madrid.
Pero mientras eso ocurre, sus declaraciones han alborotado el avispero en las relaciones entre Bogotá y Cundinamarca, que son claves para que Peñalosa concrete su visión de ciudad en el largo plazo y logre armonizar el nuevo Pot que debe expedir esta Administración con sus vecinos. Sobre todo ahora, cuando después de un arranque tormentoso, se están empezando a dar acercamientos importantes.
Particularmente, porque Galán ha sido un aliado clave de Peñalosa: desde que anunció que se iba a lanzar por quinta vez a la Alcaldía, Galán conformó con él el Equipo por Bogotá y después se movió para que Cambio Radical le diera oficialmente su aval. Además, cuando Peñalosa ganó, se convirtió en su “supra” asesor político de su Alcaldía y en uno de sus más fieles escuderos para defender sus decisiones, no sólo en los medios sino en las redes sociales.
Los acercamientos entre Bogotá y Cundinamarca
Las relaciones de Bogotá con sus vecinos arrancaron el año visiblemente tensas, luego de que Peñalosa anunciara sus planes de crecimiento para Bogotá sin consultarles a los alcaldes a pesar de que muchos de estos planes se salen de la jurisdicción de la ciudad.
Por ejemplo, su propuesta de Ciudad Paz que incluye construir nuevas viviendas, no solo en la reserva Thomas Van der Hammen, sino en municipios como Soacha, Mosquera y los que están al occidente del río Bogotá como Funza y Cota. También la de financiar nuevas vías con peajes a la entrada de la ciudad o su idea de reemplazar el tren ligero con su metro elevado, que Peñalosa ha propuesto que llegue hasta Mosquera.
Estos anuncios hicieron, como contó La Silla, que los alcaldes de los municipios vecinos se organizaran en un bloque de oposición a Peñalosa, liderados por el Gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey.
Rey es el padrino político de los alcaldes de Mosquera y Funza y aliado de los de Facatativá y Madrid (que además son sus fortines) y ganó la gobernación en alianza con los alcaldes de estos y otros municipios vecinos a Bogotá.
Además, tiene ambiciones políticas propias y una visión distinta a la de Peñalosa de cómo debe ser el ordenamiento territorial de la región. Por eso, desde el primer día de ambos han tenidos choques públicos.
Sin embargo, luego de meses de relaciones tensas, tanto la Gobernación como la Alcaldía de Bogotá ha ido allanando el camino y están buscando puntos de encuentro con los distintos alcaldes de la región para buscar consensos.
Por ejemplo ayer, durante un foro de Planeación Nacional, el Alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa le bajó a su tono confrontacional.
"Estamos hablando con los municipios aledaños, con Cota, Funza, Chía, Mosquera, Soacha. Más que en un mega plan, estamos trabajando en la armonización de los POT y en proyectos específicos con cada municipio vecino", dijo el alcalde.
“Hay un trabajo de las dos secretarías de planeación -la de Cundinamarca y la de Bogotá- para tener una agenda concertada y buscar acuerdos para revisar el Pot de Bogotá y la Sábana de manera conjunta, simultánea y consensuada”, le dijo a La Silla una fuente que está cerca del proceso de integración de la región.
Los avances en las relaciones también se los confirmó a la Silla el alcalde de Chía, Leonardo Donoso, uno de los que había criticado públicamente al Alcalde Peñalosa. “La tensión ha pasado a la historia”, dijo. “No hay agenda puntual todavía pero tenemos la intención de sentarnos”, dijo.
“La cosa va llegando a buenos términos. Estamos buscando puntos de coincidencia con todos los alcaldes”, agregó el secretario de planeación de Bogotá, Andrés Ortiz. “Por donde uno lo mire [los alcaldes vecinos] importan. Mi tarea es buscar un acercamiento permanente con ellos y no hay opción distinta a ser exitosos”.
Además, después del foro, Ortiz y varios alcaldes vecinos a Bogotá se sentaron juntos en el Comité de Integración Regional donde tienen asiento las 11 alcaldías de la sabana que tienen mayores relaciones de tipo urbano con Bogotá.
Allí lograron ponerse de acuerdo, después de dos meses, para elegir al nuevo presidente del Comité que será precisamente el Alcalde de Chía y elegir como secretario técnico a la Cámara de Comercio de Bogotá (según Donoso, los empresarios fueron claves en lograr los acercamientos entre Bogotá y municipios).
Este es el primer paso para poner a andar el Comité y ahora sí sentarse a discutir los temas gruesos en próximas reuniones, empezando por la armonización del Pot del Distrito con los de los municipios vecinos.
Por ahora, según Ortiz, las relaciones avanzan “bastante” con Soacha, La Calera y Chía.
Estos dos últimos, parecen entusiasmados en trabajar en conjunto con la Alcaldía de Bogotá en sus planes como iniciar un plan piloto para el parque lineal que quiere hacer Peñalosa en el río Bogotá o los cables aéreos y el parque San Rafael en los cerros orientales.Y con Soacha han avanzado los diálogos sobre todo para mejorar las condiciones de movilidad entre ese municipio y Bogotá.
El coletazo
En cambio, las relaciones todavía no cuajan con otros dos alcaldes claves, sobre todo para los planes de Ciudad Paz de Peñalosa: el de Mosquera y el de Funza.
Ayer, el alcalde de Mosquera, Emilio Casallas, que ya tuvo un enfrentamiento público con Peñalosa por este tema, no asistió a la reunión del Comité sino que envió a un representante en su reemplazo por segunda vez. Y Funza todavía no ha aceptado hacer parte de ese Comité, aunque según Ortiz, la Gobernación está trabajando en incluirlo.
“Ellos están más precavidos”, le dijo a La Silla una fuente que conoce de cerca las aproximaciones entre Distrito y los vecinos.
Por eso, la investigación de Galán, que ahora los tendrá a esos municipios y a los ex alcaldes como sus protagonistas como sucedió con Madrid, puede terminar de tensar las relaciones y además, generar un coletazo sobre el Gobernador de Cundinamarca con quien hasta ahora la Alcaldía de Bogotá ha trabajado para mejorar las relaciones.
La razón es que esos municipios son de la entraña de Rey. Tanto así, que hoy Rey tiene en su equipo de trabajo al ex alcalde de Madrid (que trabaja en la oficina jurídica de la Gobernación) y al ex alcalde de Mosquera, que es su jefe de gabinete. Además, el mismo Rey es ex alcalde de Funza y es aliado del acalde actual.
Por ahora el Gobernador de Cundinamarca no se ha referido a las denuncias de Galán (que no lo han mencionado) y aunque La Silla lo intentó, no pudo comunicarse con él. Sin embargo, una fuente cercana a Rey le dijo a La Silla que le preocupa que estas declaraciones puedan ser leídas en Cundinamarca como un interés de Bogotá, a través de Galán, de presionar a los alcaldes que se acerquen a Peñalosa.
“Es raro que de la noche a la mañana Galán aparezca haciendo una acusación de ese calibre. No sólo dice que es Madrid sino que vienen otros municipios. Está desacreditando la planeación urbanística de los alcaldes de la Sabana diciéndoles que no pueden solos y que necesitan a Bogotá”, dijo la fuente que pidió no ser citada.
Tanto Galán como una fuente del Distrito negaron que Peñalosa hubiera tenido algo que ver en la investigación del Senador. Más bien, “la tarea se vuelve difícil [con ellas]”, agregó la segunda.
Aunque por ahora se respira una tensa calma entre Bogotá y Cundinamarca, en los próximos días se sabrá qué efectos tendrán sobre Peñalosa las denuncias de su aliado.