El Gobernador de Norte de Santander tendrá que salir del cargo por un fallo del Consejo de Estado que le decretó la pérdida de investidura.
Knockout al súper poderoso William Villamizar
William Villamizar, gobernador de Norte de Santander.
Ayer el Consejo de Estado decretó la pérdida de investidura del actual gobernador de Norte de Santander, William Villamizar, y con ello le dio un knockout al político más poderoso de esa región y dejó dando tumbos a la estructura política que él representa.
El golpe
Con la ponencia del magistrado Roberto Augusto Serrato Valdez la Sección Primera del Consejo de Estado tomó la determinación de decretar la pérdida de investidura del actual gobernador de Norte de Santander, William Villamizar.
La decisión abrió una caja de pandora en esa región, debido a que más allá de ser el Gobernador de ese departamento, Villamizar en lo local era de lejos el político más poderoso de la región, incluso por encima del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, y ahora deja vacante si no todo por lo menos parte de su poder.
El fallo que lo puso en jaque se remite a que en 2002, cuando Villamizar era concejal de Cúcuta, aprobó un proyecto de acuerdo que habilitó una serie de beneficios salariales, entre esos una prima de servicios para los empleados de la Alcaldía y de los institutos descentralizados, cuando esa función solo es competencia del Congreso.
Por ese motivo, los cuatro consejeros que estudiaron la demanda determinaron que Villamizar incurrió en ‘indebida destinación de dineros públicos’, falta que es causal de pérdida de investidura.
Aunque los hechos por los que el Consejo de Estado sancionó a Villamizar se remiten a cuando era concejal, la ley establece que no podrá ser elegido gobernador quien haya perdido la investidura como concejal, por lo que los efectos del fallo sí recaen directamente sobre su continuidad en la Gobernación de Norte de Santander.
La razón es que le generó una inhabilidad sobreviniente a Villamizar, lo que en términos prácticos significa que por haber aprobado el acuerdo cuando era concejal cometió una falta que al decretarse la pérdida de investidura le impedía inscribirse como candidato a la Gobernación de Norte de Santander.
Si bien el Gobernador podrá tutelar o pedir una aclaración del fallo (los dos demorarán su salida de la Gobernación de Norte de Santander), es poco probable que esas estrategias le sirvan debido a que su caso es idéntico al de los 19 concejales de Floridablanca, Santander, que en marzo del año pasado perdieron su investidura por haberle aprobado una prima técnica en 2008 a funcionarios de su municipio y ese fallo sirvió de sustento jurídico en la decisión contra Villamizar.
Lo que no es claro es cuánto tiempo se demorará el Consejo de Estado en resolver las solicitudes (si es que Villamizar las interpone). Por ejemplo en el caso de Floridablanca aún - un año y cuatros meses después- no han respondido el recurso de aclaración y hay concejales que se eligieron en 2015 y que están ejerciendo actualmente. Sin embargo, en el caso de la exgobernadora de La Guajira, Oneida Pinto, le respondieron el recurso y la sacaron del cargo en dos semanas.
Si los recursos no le funcionan a Villamizar, una vez ratifiquen el fallo, a diferencia de Oneida Pinto, tendrá hasta tres meses para dejar el cargo porque la inhabilidad se generó por hechos ajenos a su ejercicio como Gobernador.
El cacique
William Villamizar inició en la política con el Partido Conservador, colectividad con la que se dio a conocer y por la que fue concejal de Cúcuta en tres ocasiones.
No obstante, su salto a las grandes ligas electorales en Norte de Santander se dio de la mano del condenado exalcalde de Cúcuta, Ramiro Suárez Corzo, a quien se hizo cercano cuando era concejal.
Tres fuentes que se mueven dentro de los círculos políticos de Norte de Santander le dijeron a La Silla, que sin Ramiro Suárez el ahora gobernador no hubiera despegado como lo hizo: Villamizar pasó de ser un concejal de Cúcuta, a aglutinar en 2007 -cuando también por los azules se lanzó a la Gobernación- a toda la clase política de Norte de Santander y a quedarse con 303 mil de los 399 mil votos que ese año fueron depositados en la urnas.
En ese entonces no solo contó con el respaldo de Suárez, sino también del representante azul Jorge García Herreros, los representantes de La U Eduardo Benítez y Carlos Augusto Celis, y el senador liberal Juan Fernando Cristo, además de los excongresistas Ramiro Luna y Albino García.
Sin Ramiro Suárez el ahora gobernador no hubiera despegado como lo hizo: Villamizar pasó de ser un concejal de Cúcuta, a aglutinar a toda la clase política de Norte de Santander
La fuerza con la que se montó en el primer cargo de su departamento le dio voz propia entre los políticos regionales, por lo que para las elecciones locales de 2011 empezó a mover sus propias fichas.
Para esos comicios se distanció de los conservadores, liderados por el senador Juan Manuel Corzo en Norte de Santander, por diferencias en el aval con Édgar Díaz (su ahijado político) , quien terminó lanzándose por firmas. Con su consolidada fortaleza y el impulso que le brindó desde la cárcel Ramiro Suárez, Villamizar logró que Díaz fuera su reemplazo en la Gobernación.
Como contó La Silla, en los cuatro años de Díaz, Suárez y Villamizar se distanciaron debido a que en la Gobernación empezó a mandar más el segundo; sin embargo, fue esa separación lo terminó de consolidar como un superpoderoso cacique regional.
En las elecciones al Congreso de 2014, Villamizar apoyó a candidatos santistas de tres partidos distintos: en el Senado, acompañó al liberal Andrés Cristo (hermano del ministro de Interior Juan Fernando Cristo) y a Manuel Guillermo Mora de La U; en la Cámara se dividió entre el conservador Ciro Rodríguez, los liberales Neftalí Santos y Alejandro Carlos Chacón, y fue el motor detrás de la elección de Wilmer Carrillo, su exsecretario de Infraestructura, por La U. Con todos ganó.
Villamizar ha tenido problemas con entes de control. A finales de 2012 fue suspendido por la Contraloría mientras le adelantaban una investigación por presuntas irregularidades en dos proyectos financiados por el Fondo de Calamidades y terminó su primer mandato fuera de la Gobernación; en abril de 2015 la Procuraduría General formuló de pliego de cargos en su contra por presuntas irregularidades en un convenio de asociación para la administración del Ecoparque San Rafael que, siendo una inversión pública, está en la actualidad en manos de la caja de compensación familiar Comfanorte.
Aún así su carrera siguió como si nada y su capacidad de mimetizarse en todos los partidos lo catapultó en las elecciones de 2015.
Su candidatura a la Gobernación terminó avalada por La U y contó también con el respaldo de los liberales. Ese poder que había logrado amasar lo puso por segunda vez en el palacio de la ‘cúpula chata’ al obtener 234 mil votos (92 mil votos más que el conservador Juan Carlos García Herreros, quien terminó de segundo) en las urnas .
Es decir, cuando se conocieron los resultados de las elecciones del año pasado se confirmó que Villamizar había logrado montarse (o montar a alguien de su cuerda) en la Gobernación durante tres periodos consecutivos y que además tenía congresista propio (Wilmer Carrillo).
Ahora, con el fallo del Consejo de Estado el poder de William Villamizar en Norte de Santander queda restringido, porque además de que deberá salir de la Gobernación, perdió la posibilidad de volver a lanzarse a un cargo de elección popular, con excepción del Congreso. Por lo que la decisión deja una gran cantidad de poder vacante y abre las puertas para que inicie la competencia por él.
La sacudida
El fallo del Consejo de Estado sacudió anoche al Norte de Santander político y desató una serie de especulaciones sobre que detrás de él habrían móviles políticos.
Tres congresistas de la bancada de ese departamento que están alineados con Villamizar le dijeron a La Silla que se declaraban sorprendidos porque el fallo era por hechos de 2002 y que la única explicación que encontraban es que le buscaron la caída a Villamizar.
Esos congresistas y otros dos políticos regionales que hablaron con La Silla a cambio de la reserva de su nombre, aseguraron que el único enemigo político de William Villamizar es el senador conservador Juan Manuel Corzo.
“El plus de William Villamizar es que tenía muy buenas relaciones con todos y que todos los congresistas sentían que de alguna manera tenían representación. El único enemigo político que tenía era Juan Manuel Corzo, si hay alguien que debe estar feliz es él”, le dijo a La Silla un político de Norte de Santander.
En La U nacional también recibieron el fallo con desconfianza.
“El fallo hay que acatarlo. Pues yo no creo que el Consejo de Estado haga sus fallos con base en fines políticos, pero en las calles de Cúcuta están diciendo otra cosa, que alguno de los enemigos políticos de antaño de William Villamizar tuvo que ver, repito son chismes, pero dicen que estuvo detrás un senador de allá, enemigo político de antaño”, le dijo a La Silla Armando Benedetti, presidente de La U.
Cuando le insistimos por un nombre aseguró: “De antaño, yo creo que con eso ya todo el mundo lo sabe”.
En las calles de Cúcuta están diciendo otra cosa, que alguno de los enemigos políticos de antaño de William Villamizar tuvo que ver
Ahora el primer reto en Norte de Santander estará en definir la terna que le enviarán al Presidente Santos . La Silla supo que tal y como quedaron los acuerdos entre La U y el Partido Liberal, si algo así pasaba, el primer partido ponía dos candidatos y el segundo el restante.
“El problema es que William Villamizar no es de La U ni es Liberal, entonces puede ocurrir que cada partido presente sus candidatos y que ninguno sea de la línea de Villamizar”, le dijo a La Silla un congresista de Norte de Santander.
Si ese escenario se presenta, en la movida también podría entrar a jugar el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, para terciar a favor de los liberales y fortalecer su línea en su departamento natal . Eso, según le dijo un congresista de La U a La Silla, "es factible" y no descartan una puja por el nombre de quien el Presidente nombrará como reemplazo temporal de William Villamizar.
Además del sacudón interno en La U y de la oportunidad de los liberales, los demás partidos de ese departamento ya empezaron a barajar sus posibilidades y las caras que podrían presentar para irse a unas elecciones atípicas. De hecho, directivos de Cambio y del Centro Demicrático nos contaron que desde anoche se empezaron a llamar reuniones para tomar decisiones.
Por ahora habrá que esperar a ver si Villamizar presenta los recursos y posteriormente a que se los respondan; después (en caso de que le salga mal la jugada) que se conozca la terna y luego, que arranquen por segunda vez en menos de un año las nuevas campañas.