A pesar de que sólo lleva 13 días en el cargo de Alcalde de Bogotá, desde ya se empiezan a ver cuáles serán los flancos de oposición que tendrá Enrique Peñalosa. Es una oposición que tiene raíces en su administración pasada pero que se ha empoderado a lo largo de estos doce años y que se preparan desde ya -de manera preventiva- para defender sus causas si Peñalosa concreta algunos de los planes que ya ha insinuado.
Se comienza a organizar la oposición a Peñalosa
A pesar de que sólo lleva 13 días en el cargo de Alcalde de Bogotá, desde ya se empiezan a ver cuáles serán los flancos de oposición que tendrá Enrique Peñalosa. Es una oposición que tiene raíces en su administración pasada pero que se ha empoderado a lo largo de estos doce años y que se preparan desde ya -de manera preventiva- para defender sus causas si Peñalosa concreta algunos de los planes que ya ha insinuado.
Para el próximo 28 de enero, los principales sindicatos del Distrito afiliados a las grandes centrales obreras como la Cut, la CTC y el Magisterio tienen prevista la primera reunión de la asamblea para definir el plan de acción que adelantarán para prepararse ante las eventuales decisiones que tome Peñalosa.
Además, mañana, algunos directivos de sindicatos locales como Sintrateléfonos y Ade -con 21 mil afiliados en Bogotá-, tendrán una reunión previa para discutir los planteamientos que llevarán a la Asamblea a la que esperan que asistan las juntas directivas de los principales sindicatos.
A pesar de que aún no hay ninguna decisión en firme, los sindicatos de la capital prendieron sus alarmas por la posibilidad de que Peñalosa haga una “privatización total” de las empresas del Distrito.
Así lo hizo entrever el Alcalde en su discurso del primero de enero en la posesión del Concejo cuando dijo “Uno podría tener una privatización total. La inmensa mayoría de las tareas que cumple el Distrito las hace a través de contratos con terceros. En el mundo entero se subcontrata con empresas privadas. (...) “No pensemos que tenemos una empresa de teléfonos, pensemos que tenemos mil millones de dólares, con los que se podrían construir una cantidad de colegios, vías cruciales para desembotellar a la ciudad, hospitales, parques, podemos hacer todo eso o comprar una empresa de teléfonos”.
“Estamos preparándonos para cuando tomen las medidas, lo que no sabemos es cuándo es eso”, le dijo a La Silla Luis Miguel Morantes, presidente de la CTC.
“Vamos a hacer ruido, a sacar a la gente, movilizar las bases. Aquí el que no se alinee a defender lo público se lo llevan con la ropa puesta”, agregó el vicepresidente del Sintratelefonos, William Sánchez.
Las preocupaciones sobre las intenciones privatizadoras de Peñalosa incluye además a los trabajadores del Acueducto y de la empresa Aguas de Bogotá que creó la Administración Petro como parte de su nuevo modelo de aseo. En ese caso, Peñalosa también se ha referido a lo que tiene planeado hacer.
Ha dicho que él prefiere subcontratar toda la recolección de basuras con los operadores privados y aunque reconoció que era muy difícil liquidar a la empresa Aguas de Bogotá, esto generó temores en los sindicatos del Acueducto, Sintraemsdes y Sintraserpucol. Además, ha hablado sobre la ineficiencia de la empresa de acueducto.
“Es un monopolio, no compite con nadie, y aún así es tan ineficiente el manejo de la administración pública, y tan politizado, que está casi a punto de perder plata”, dijo en una entrevista con El Espectador hace tres días.
Los sindicatos también están pendientes de las movidas del Alcalde en educación y salud.
Peñalosa es un convencido del modelo de colegios por concesión que él mismo inauguró en su anterior Alcaldía y además, los sindicalistas temen que se liquiden varios de los hospitales públicos, según le contó a La Silla Francisco Maltés, directivo de la Cut en Bogotá.
Por eso, la estrategia inicial de los sindicatos de Bogotá será unir fuerzas porque creen que cada uno por su cuenta no podrá lograr soluciones completas. Aunque todavía no se ha determinado exactamente cómo, están barajando la posibilidad de activar el Comité de defensa de lo público. Otros proponen crear una coordinadora sindical a nivel Bogotá para que tramite las demandas de los trabajadores.
Una unión que desde ya pinta complicada porque dentro de los sindicatos priman intereses políticos e ideológicos que hasta ahora ha sido difícil conciliar aunque la antipatía que les despierta históricamente Peñalosa es un gran pegante.
A esto se suma que durante los últimos doce años de gobiernos de izquierda en Bogotá, los sindicatos sienten que a pesar de que no les concedieron todas sus peticiones, “no les fue nada mal”, como le dijo a La Silla Sánchez de Sintratelefonos y están “fuera de forma” para convocar grandes movilizaciones.
“(Estamos buscando) reactivar a los líderes sindicales. Durante los últimos 12 años la burocracia sindical nos hizo caer en mucha pasividad. Tenemos que convencer a la gente para que vuelva a salir, a ser quienes éramos antes”, dice Sánchez.
A pesar de que los líderes sindicales con los que habló La Silla reconocen que aún no hay medidas concretas y que es premeditado definir los puntos sobre los que se va a centrar su estrategia, sí sienten que con la Alcaldía de Peñalosa habrá más movilizaciones.
Además de lo que se ha dicho hasta ahora, tienen el referente de su pasada Alcaldía cuando Peñalosa intentó privatizar parte de la ETB y además, sienten que no los tuvo como interlocutores.
“Peñalosa es un tipo que no se caracteriza por dialogar, no estamos esperando mucho de eso”, dice Morantes.
Por eso, ya están buscando organizarse aprovechando además la coyuntura nacional como la venta de Isagen, el salario mínimo y la futura reforma tributaria que está diseñando el Gobierno como una oportunidad para empezar a unir fuerzas.