La 'pruebita' de la ñoñomanía de Santos

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Imagen de la reciente inauguración del estadio que gestionó con mermelada el ?o?o Elías en Sahagún (Córdoba), en donde Santos volvió a aparecer en plaza pública con los ?o?os. En la foto: la fórmula del ?o?o Elías, Joche Tous; ?o?o Elías, el gobernador Edwin Besaile y el Presidente.

Justo cuando el Gobierno arranca la campaña por el Sí a los acuerdos de paz, el Presidente le da una 'pruebita de amor' al cacique que puede ayudar a que la votación sea contundente: la gerencia de Fonade.

Justo cuando el Gobierno arranca la campaña por el Sí a los acuerdos de paz con las Farc que, según el acto legislativo para la paz aprobado anoche, deberán refrendar los colombianos, el presidente Juan Manuel Santos le da ‘la pruebita de amor’ a un cacique que puede ayudar para alcanzar una votación contundente en ese plebiscito: el cordobés Bernardo ‘el Ñoño’ Elías, uno de los dos senadores más votados de la coalición santista.

 

Se trata de nada menos que la gerencia del Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo, Fonade. Esa silla es clave porque a través de ella se tramitan muchos de los proyectos regionales que se hacen con la plata de la mermelada (cupos indicativos para invertir en región, cuyo destino es decidido por los congresistas). Como se sabe, el Ñoño es uno de los senadores que más mermelada recibió en el primer Gobierno santista.

Ayer a mediodía, Presidencia publicó en su página de aspirantes la hoja de vida del abogado Ariel Alfonso Aduén Ángel para ese cargo. Ese es un paso previo obligatorio que indica la inminencia del nombramiento.

Aduén Ángel es un abogado y licenciado en ciencias sociales, con dos especializaciones y un magíster en educación, oriundo del pueblo sucreño de Corozal, a quien todo el mundo en ese departamento ve como militante de la casa política del exgobernador Eric Morris Taboada, condenado en 2007 por parapolítica y suegro del Ñoño Elías.

Así nos lo aseguraron por aparte un congresista de la región, dos periodistas políticos locales y una persona que trabajó en la Gobernación de Sucre y conoce al nuevo gerente.

Aduén es recordado en el Sucre político por haber sido alcalde de su municipio en el periodo 98-2000. Dos de las fuentes con las que hablamos nos aseguraron, cada una por su lado, que llegó a ese puesto respaldado por el movimiento de Álvaro ‘el Gordo’ García (condenado luego por la masacre de Macayepo) y su entonces candidato a la Gobernación Eric Morris. Esa versión coincide con un informe de la MOE sobre los apoyos electorales de la época.

La cabeza entrante de Fonade también es reconocido localmente por su trayectoria en la academia. Según la hoja de vida que montó Presidencia, comenzó su carrera como docente público en 1988, trabajó en la corporación universitaria del Caribe Cecar y a la fecha es el jefe del departamento de Educación y Ciencias de la Universidad de Sucre.

Aunque ese último dato está errado, pues, según nos confirmó el mismo Aduén, él sí tuvo ese cargo en la UniSucre, pero desde agosto del año pasado trabaja en Fonade como asesor de enlace para las entidades territoriales.

Después de la alcaldía corozalera, estuvo como asesor de la Gobernación en temas de educación durante las administraciones de Salvador Arana (parapolítico), Jorge Anaya (parapolítico) y Jorge Carlos ‘el Tuto’ Barraza (a quien la Procuraduría le formuló pliego de cargos por no haber vigilado la correcta ejecución de un contrato). Todos ellos fueron apoyados por el clan del Gordo García.

Justamente, según una persona que estuvo cerca de ese proceso, durante la Gobernación de Barraza, Aduén se postuló a la rectoría de la UniSucre como la carta del entonces mandatario. Pero al final declinó por falta de apoyos y el elegido fue el actual rector Vicente Periñán.

Consultado por La Silla, el funcionario negó varias de las cosas que nos contaron las fuentes conocedoras.

Nos aseguró que no es cuota del Ñoño Elías ni de Eric Morris (quien hoy lidera la ñoñomanía en Sucre) y que no llegó a la Alcaldía de Corozal con el apoyo del Gordo García sino enfrentándolo a él y a parte de la clase dirigente tradicional.

“Soy un hombre que estuvo en la izquierda, nací en un barrio de interés social… el único senador que me acompañó en esa ocasión fue Antonio Guerra”.

Aduén agregó, no obstante, que si en Sucre lo ven como de la casa Morris es porque efectivamente es muy amigo del exgobernador y habla mucho con él: “No lo voy a negar, somos amigos porque ambos somos nacidos en Ovejas y además coincidimos cuando él era Gobernador y yo Alcalde, pero yo postulé mi hoja de vida en Fonade y tuve que hacer entrevista”.

Sin embargo, aparte de lo que nos contaron localmente, la versión de Aduén la pone en duda el hecho de que al Ñoño Elías ya le habían dado Fonade (en cabeza del actual gerente Alfredo Ramón Bula Dumar) y desde hace rato lo que quería el congresista era cambiar de manos ese timón porque no estaba contento con él, como lo había contado La Silla Caribe en dos historias. El gerente tenía descontento al Senador porque, según una persona que lo sabe de primera mano, le estaba “copiando mucho” al cacique de Bolívar Juan José ‘Juancho’ García.

Sería, por decir lo menos, muy curioso que en esas circunstancias casualmente fuera elegido por su hoja de vida (y no por recomendación) una persona que resulta ser muy amiga del suegro del Ñoño.

Además, la trayectoria de Aduén es básicamente en el sector de la educación, aunque él dice que en estos 10 meses en Fonade se dedicó a “estudiar esa empresa”.

En Fonade se tramitan, gerencian y estructuran proyectos regionales por alrededor de un billón de pesos anuales. La plata no la pone la entidad, sino los ministerios con los que ésta hace convenios.

Esos ministerios son los que deciden a qué alcaldía o gobernación se les aprueban o no las iniciativas que presentan. Fonade en parte recibe instrucciones, pero como hace los estudios previos y otras evaluaciones y estructura los proyectos, ahí éstos pueden ser agilizados o frenados y en ese sentido su papel es clave.

Tener esa entidad le da al grupo del Ñoño Elías el poder obvio de los puestos que maneja (90 contratistas permanentes y 70 empleados de planta en 18 áreas de trabajo y cuatro subdirecciones). Pero, sobre todo, le da el peso de controlar una de las entidades por las que pasa la mermelada que manejan casi todos los congresistas de la coalición del Gobierno.  

De hecho, fue a través de Fonade que el Ñoño gestionó la mermelada que le dio el Gobierno y que hoy se traduce en obras que hace unos días fue a inaugurar el propio Santos, como lo contó La Caribe.

Fue en un evento en el que el Presidente demostró que, como cuando necesitó votos para ganar la segunda vuelta presidencial al uribismo, tiene su corazoncito en la ñoñomanía. Tal y como ahora lo vuelve a demostrar con Fonade.

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