Los empresarios de Bogotá ya tienen su plan de gobierno

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Hasta ahora ningún candidato ha presentado en forma detallada sus propuestas para Bogotá. Pero ya lo hicieron los cacaos de la ciudad. Por primera vez en muchos años, los empresarios de la ciudad quieren tener una voz pública e incidencia en el rumbo político de la capital.

Hasta ahora ningún candidato ha presentado en forma detallada sus propuestas para Bogotá. Pero ya lo hicieron los cacaos de la ciudad. Por primera vez en muchos años, los empresarios de la ciudad quieren tener una voz pública e incidencia en el rumbo político de la capital.

Ayer, en un evento realizado en el hotel Sheraton de la 26, Probogotá presentó su programa de gobierno para los cuatro próximos años con la ilusión de que los candidatos retomen sus propuestas y las apliquen en beneficio de la ciudad.

Es un documento elaborado con la participación de 135 personas, entre expertos, académicos, empresarios y ciudadanos, que se reunieron durante tres meses para hacer propuestas concretas en cinco ejes: movilidad, seguridad, educación, desarrollo económico y planeamiento urbano.

En todos ellos hace algunas propuestas concretas, como que el nuevo POT no se construya con la filosofía del de Petro de homogeneizar la ciudad, que se concentren los rascacielos en el Centro internacional, que construyan la troncal de Transmilenio de la Avenida Boyacá y la ALO, crear un programa de becas para que los mejores bachilleres sean docentes distritales o que se cree un centro de comando y control para monitorear de forma permanente la situación de seguridad.

Son propuestas macro sobre las que existe un relativo consenso entre los técnicos en la ciudad y que no plantean serias polémicas y cuya verdadera utilidad podría verse más cuando gane el próximo alcalde que para alimentar el debate electoral.

La idea de Probogotá nació hace siete años cuando el empresario y filántropo José Alejandro Cortés, fundador del Grupo Bolívar, propuso que los dueños de las empresas de Bogotá se unieran para pasar de la quejadera a la acción en la ciudad.

La propuesta, sin embargo, solo logró concretarse el año pasado, cuando Cortés convocó a treinta grandes empresarios a unirse alrededor de Probogotá.

Entre los 30 fundadores están grandes empresas nacionales, desde la Organización Ardila Lulle hasta Avianca, Bancolombia y Home Center. La mitad de las empresas tienen que ver con el sector de la construcción, un gremio que se ha visto particularmente golpeado y marginado por la administración de Gustavo Petro.

Cada uno de los miembros aporta más de 200 millones de pesos cada año a la Fundación y tiene un compromiso de hacerlo durante por lo menos tres años.

En el consejo directivo de Probogotá están representantes de los principales grupos económicos del país: Cortés; Alejandro Santo Domingo, hijo y heredero de Julio Mario Santo Domingo; Eduardo Pacheco, uno de los hermanos dueños del Grupo Colpatria; Mauricio Cárdenas Müller, que es uno de los asesores de mayor confianza de Luis Carlos Sarmiento Angulo; y el presidente de Organización Corona, Carlos Enrique Moreno.

También hay otros cacaos de empresas grandes o muy reputadas: el director de la revista Semana, Alejandro Santos; Daniel Haime, heredero de la gran empresa de grasas Grasco;; la presidenta de Terpel, Sylvia Escobar; y el director de la consultora McKinsey en Colombia, Andrés Cadena.

El objetivo central de Probogotá es contribuir activamente, desde el sector privado, al desarrollo de Bogotá, abriendo espacios de construcción de conocimiento, de debate y de influencia en las políticas de la ciudad. Y surge en un momento en el que la Cámara de Comercio de Bogotá ha ido perdiendo protagonismo y capacidad de influencia.

Hace dos años, cuando La Silla reporteó los Super Poderosos de Bogotá, clasificó en el noveno lugar y dijimos que incidía en la ciudad por su participación en Bogotá Cómo Vamos y por su encuesta de percepción ciudadana y victimización, que usaba la Policía.

Ese poder, aunque subsiste, es menos fuerte de lo que era hace algunos años. La administración Petro toma poco en cuenta sus diagnósticos en seguridad o movilidad, Bogotá Cómo Vamos tiene vuelo propio y las luchas dentro de su junta directiva (que incluyen la derrota de Juan Manuel Santos cuando el presidente de fenalco, Guillermo Botero, regresó a esa junta después de qué Santos lo sacó y además será su presidente en 2016) le han quitado capacidad de mostrarse como el gremio de los empresarios en Bogotá.

Además, mientras Probogotá es una fundación privada, la Cámara es semi pública y tiene unas funciones establecidas por la ley, lo que le quita flexibilidad.

Aunque Probogotá ya ha sacado otros documentos interesantes como uno de 150 propuestas para facilitar la movilidad en la ciudad, esta campaña es su prueba de fuego para demostrar que sí va a lograr su cometido

La propuesta

En los últimos meses, Probogotá ha convocado a los candidatos a unos desayunos para hablar con los empresarios sobre su visión de ciudad y espera que ahora que sacaron su “programa de gobierno”, pueden aportarles insumos sobre propuestas específicas para los de ellos.

El primer paso para eso era el evento que organizaron ayer, y al que asistieron todos los candidatos menos María Mercedes Maldonado, Rafael Pardo y Carlos Vicente de Roux. Sin embargo, La Silla habló con tres campañas y en las tres coincidieron en que esta propuesta por ahora no afectará sustancialmente sus propuestas de gobierno.

El estratega de una de estas campañas le dijo a La Silla que está seguro de que si ganan los insumos de Probogotá serán claves para el plan de desarrollo que elaboren, pero que en esta época preelectoral es un poco irrelevante.

“No todos los candidatos tienen fortaleza en todo. Cada uno tiene una credibilidad temática. Tiene su nicho”, explicó. “El que quiera ser referente en todo termina no siendo referente en nada”.

En esa medida, el candidato se apega a su nicho temático y en eso el programa que cada uno tiene está más detallado que lo que le propone Probogotá.

En las otras dos campañas consideraron que dado que Probogotá para posicionarse ha buscado estar en temas de consenso, su influencia será limitada en la campaña. “Tendría más influencia si se mete en definir posición sobre temas polémicos”, dijo uno de los candidatos.

El jefe de campaña de otro coincidió. “En Bogotá hay peleas que toca dar y que si los candidatos las dan, pierden, porque son políticamente costosas. Probogotá las podría dar pero no quiere tomar partido y por eso terminan diciendo obviedades”.

Luis Guillermo Plata, el director de Probogotá, explicó a La Silla que por ahora su fundación buscar aportar insumos no solo de los técnicos en la ciudad sino también de los ciudadanos sobre los cinco ejes claves del desarrollo de la ciudad y que quieren trabajar con todas las campañas sin importar su tinte ideológico.

Parte de su propósito, más que entrar en confrontaciones, es poder tender los puentes que se necesiten para que suceda en Bogotá lo que más le convenga a los ciudadanos. Por ejemplo, jugaron un rol importante como intermediarios del acuerdo al que llegaron la administración de Petro y el gobierno nacional respecto del Metro.

Probogotá también ha tratado de acercar al comandante de la Policía de Bogotá con el Alcalde y tiene una buena interlocución con la secretaría de Movilidad.

Los retos

Ahora que habrá un cambio de alcalde, y que posiblemente el próximo o la próxima tendrá una relación menos conflictiva con los empresarios, podrían tener el espacio para incidir más.

Pero a diferencia de Proantioquia, en cuyo ejemplo se inspiran, Probogotá tiene unos retos grandes.

El primero es que mientras Proantioquia tiene un enfoque más cívico, de promover la rendición de cuentas de los alcaldes y estimular espacios de reflexión sobre la ciudad sin meterse a proponer programas concretos, Probogotá le está apostando a incidir con una visión propia , así no sea polémica.

Y lo segundo, es que los empresarios que conforman Probogotá -por ser nacionales- no tienen el arraigo y la influencia natural que tienen los de Antioquia o los de Probarranquilla o incluso los de Funcicar en Cartagena.

Es una credibilidad y una voz en los asuntos de la ciudad que se tendrán que ganar a punta del trabajo que haga Probogotá. Pero tienen el músculo para lograrlo.

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