Las centrales obreras y la Cumbre Agraria, que sale a paro nacional hoy, hacen parte de la lista de súper poderosos.
Los súper poderosos de la movilización social - 2016
Aprovechando que hoy la Cumbre Agraria convocó a un paro nacional porque según uno de sus voceros, Robert Daza, “nos cansamos de dialogar con el gobierno”, La Silla actualiza su especial sobre los súper poderosos de la movilización social.
Tres años después de contarlo por primera vez a raíz del “tal paro que no existe” en 2013, nacieron organizaciones que hoy juegan un papel clave para lograr que la gente salga a marchar.
Para escoger quienes tienen el poder de sacar a la gente a la calle hablamos con tres congresistas, un exministro, un ministro, dos líderes regionales y tres expertos en movilización social. Las respuestas fueron muy parecidas.
No alcanzaron a entrar al listado, personas como Carmen Palencia, una de las la líderes de víctimas más conocidas y que por supuestas amenazas, tuvo que dejar el país el año pasado; e Iván Cepeda, porque desde el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice), ha ganado credibilidad y es un senador con llegada a las víctimas.
Este es nuestro ranking
Las nueve fuentes consultadas coinciden en que Pedraza y Gómez son los más poderosos en las movilizaciones. Su poder radica en que son las cabezas de las dos grandes centrales sindicales del país. En la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), porque según sus propios datos, tienen 550 mil afiliados y solo éste año se han inscrito más de dos mil. Ahí, según una fuente: “si Pedraza dice que salgan, la gente sale.”
Lo mismo opinaron de Gómez en la Confederación General del Trabajo (CGT), la segunda central más grande y que agrupa unos 500 mil afiliados, según sus propias cifras. “El solo hecho de ser la cabeza de esa cantidad de gente le da un poder de interlocución y liderazgo que nadie más tiene”, le dijo a La Silla un analista.
Hasta hace tres meses, cada Central movía gente por su cuenta, sumando a la tercera que es la Confederación de Trabajadores Colombianos (CTC). Pero eso cambió en la marcha del 17 de marzo de este año, porque por primera vez, al menos en estos seis años de gobierno de Santos y como contó La Silla, se unieron para revivir el Comando Unitario Central, que no operaba desde 1999 y logró mostrarle al gobierno el poder de movilización que tienen las centrales obreras unidas.
Desde el famoso “Ese tal paro no existe” de Santos en 2013, cuando salieron más de noventa mil campesinos a exigir mejores condiciones para el campo, la Cumbre Agraria se volvió un movimiento social clave para llamar a los campesinos a la calle.
Reúne a 13 de los grupos que más utilizan ese espacio como forma de protesta: a organizaciones políticas como la Marcha Patriótica y el Congreso de los Pueblos; campesinas como la Coordinadora Nacional Agraria (CNA) y la Mesa de Interlocución y Acuerdos (MIA); étnicas como el Proceso de Comunidades Negras (PCN), a sindicatos agrarios como Fensuagro y a las zonas de reserva campesina reunidas en Anzorc.
La ‘Cumbre Agraria Campesina, Étnica y Popular’ tiene presencia en casi todo el país. Desde Arauca, Casanare, Meta y Boyacá, pasando por Bolívar, Magdalena, Cesar y Guajira, hasta la sabana de Bogotá, el Pacífico, Antioquia y el Eje Cafetero.
Justo este lunes festivo, la Cumbre ya llamó a paro nacional y como contó La Silla, en el Catatumbo ya comenzaron las primeras movilizaciones.
Según Robert Daza, vocero nacional del movimiento, van a salir más campesinos de los que salieron en el paro del 2013, las carreteras panamericanas amanecerán bloqueadas y habrá manifestaciones en más de 70 puntos del país.
Aunque la Cumbre tiene varios líderes, la mayoría de nuestras fuentes aseguran que César Jerez es uno de los mayores conocedores de ese movimiento. Es el vocero de la Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina (Anzorc), que hace parte de la Cumbre. Ayudó a darle forma al medio Agencia de Prensa Rural y desde ahí divulgar las noticias y movilizaciones. Además, es de los voceros más consultados por periodistas y congresistas interesados en conocer sobre la organización.
De las nueve fuentes consultadas, seis nombraron a Andrés Gil entre los cinco más poderosos. Gil es uno de los líderes del movimiento de zonas de reserva campesina y de Marcha Patriótica.
Desde muy joven ha sido vocero de grandes movilizaciones, como la de los campesinos del Magdalena Medio en Barranca en 1995. Y un año después, fundó la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra (Acvc), una de las primeras zonas de reserva campesina en el país y que hoy representa a casi treinta mil campesinos en el Magdalena Medio.
Es un conocedor del movimiento campesino desde sus entrañas. De hecho, fue la Acvc la que convocó la reunión de organizaciones sociales en Barrancabermeja en agosto de 2013, en la que participaron desde movimientos estudiantiles, hasta indígenas y campesinos de todo el país.
Además es una de las figuras más visibles de Marcha Patriótica y desde ahí ha servido de puente entre ese movimiento y Acvc. “Gil es un tipo que entiende los momentos, los ritmos de las movilizaciones y tiene llegada a las comunidades de base, que son las que salen”, nos dijo una fuente.
Arias es un kankuamo y es el consejero mayor de la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic). Desde ese cargo, es el que controla a la Guardia Indígena Nacional y el que evalúa si los acuerdos entre esa comunidad y el Estado se cumplen o no.
Es además la voz de los indígenas en la Mesa de diálogos de La Habana y ha viajado como parte del grupo de víctimas.
Aunque el liderazgo dentro de la Onic es muy horizontal y todas las decisiones se toman de forma colectiva, Arias es la cara desde que al líder nasa Feliciano Valencia lo condenaron a 18 años de cárcel por el supuesto secuestro y tortura de un cabo del Ejército. Caso que en este momento está en manos de la Corte Suprema de Justicia.
El poder de la Onic radica en su nivel de organización. “Nunca están divididos, siempre toman decisiones concertadas y cuando se mueven lo hacen con toda la fuerza”, nos dijo una fuente. “Ellos son capaces de sacar 30 mil personas a las carreteras y lograr que se queden ahí por días”.
Aparte de ser la figura más visible de la oposición en el Polo y el congresista más votado del país, el senador Robledo conoce el agro y la gente en el campo, reconoce también el trabajo político que ha liderado.
“Él acompaña desde el principio a los movimientos para que se movilicen. Y es el que logra que esas voces lleguen hasta el Congreso,” nos dijo un analista.
Robledo tiene credibilidad en gremios como el cafetero, el arrocero o el de pequeños mineros, además de una presencia importante en Tolima y el Eje Cafetero, los dos lugares donde se hizo políticamente.
Eso sin contar que el Moir -el ala del Polo que él lidera-sigue siendo uno de los actores fundamentales porque a partir de sus líderes de base impulsa movilizaciones como la del 1ro de mayo.
Aguilar es el Presidente y fundador de la Asociación Colombiana de Camioneros (ACC). Aunque ese es un gremio que no se moviliza con frecuencia, cuando lo hace tiene una capacidad enorme para paralizar las carreteras del país.
“Un paro de ellos se siente más que el de los estudiantes o el de los maestros, porque tiene un componente rural y hacen que el país, y no solo las ciudades, de verdad se paralice. Los precios de la comida suben, la gente que normalmente viaja deja de hacerlo y aumentan los problemas de orden público. Es un paro porque de verdad para”, nos dijo un congresista.
De hecho, en abril de este año Aguilar lideró la ‘Cruzada Nacional por la Comunidad Camionera’, en la que denunció actos de violencia en Urabá y el Bajo Cauca Antioqueño por bloqueo de vías y supuestos atentados contra su gremio.
También logró que a los camioneros no les doblaran el peaje en seis puntos del país.
La ACC ha tenido choques con el gobierno desde que Angelino Garzón los buscó para que ayudaran en la campaña presidencial de Santos en 2010. Pero ahora sin Angelino como puente, han perdido parte del poder de negociación que tenían.
Esta super dignidad nacional nació, como contamos, en agosto de 2014 cuando el ministro de Agricultura Aurelio Iragorri pidió “despachonizar” al campo, refiriendose a César Pachón, líder de la dignidad papera y uno de los voceros más visibles en las peleas entre el gobierno y las organizaciones campesinas.
La Dignidad reúne desde cafeteros hasta paneleros de todas partes del país y se creó para representar a los sectores campesinos que luchan por temas productivos para tener una sola voz en los pulsos de negociación con el gobierno.
Movieron mucha gente, por ejemplo, en el paro nacional del 17 de marzo y su presidente, Óscar Gutiérrez, además de ser muy cercano al senador del Polo Jorge Enrique Robledo, es el que lidera decisiones como si unirse o no al paro que la Cumbre Agraria ya convocó para este 30 de mayo. Y decidieron no hacerlo.
“Nosotros nos vamos por un referendo al campo que ya radicamos hace unos días ante la Registraduría. Por eso no salimos”, le dijo Gutiérrez a La Silla.
Tienen fuerza en muchas partes del país: desde regiones como Cauca, Caldas, Córdoba, hasta Sucre, Meta, Tolima y Huila.
Solo este año, la Federación Colombiana de Educadores, Fecode, ya va para dos paros. Se unieron con toda su gente para el del 17 de marzo, en el que participaron también los estudiantes y las centrales obreras. Y para este primero de junio convocaron otro que durará 24 horas por el mal servicio de salud a los profesores.
“Fecode es el referente de los paros de maestros, el que los agrupa y el que los une para que salgan” nos dijo Andrés Gil. “Es el dolor de cabeza de Gina Parody porque cuando salen tienen eco”, agregó.
Esto porque cuentan con un enorme poder de convocatoria, en gran parte por sus más de 270 mil afiliados.
De los 15 miembros que conforman su junta directiva, la cabeza del gremio de maestros es Luis Grubert. Bajo su liderazgo, la movilización social se ha vuelto costumbre para llamar la atención del gobierno.
Salieron una vez en 2013, otra en mayo de 2014, y el paro más recordado fue el de hace un año, cuando dejaron de dar clases por quince días y al final lograron un ajuste salarial y que cambiaran los criterios para ascenderlos.
Desde la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (Mane), que nació hace cinco años para protestar por la reforma a la Ley 30 para la educación superior, presentada por la entonces ministra de educación, María Fernanda Campo, los estudiantes han ganado fuerza en la calle.
Desde ahí han logrado ser la figura visible de las protestas que tienen que ver con la educación superior. Ahí juega un papel central la Universidad Nacional. “Si la Nacho no marcha, las marchas de la Mane se sienten pero no tanto. Ellos tienen un poder de convocatoria por su tradición,” nos dijo un experto.
“La Mane es el referente para movilizar todo lo que tenga que ver con la educación superior. Y como son jóvenes y se comunican por redes sociales, su poder de convocatoria es grande”, nos dijo otra fuente. Los estudiantes hicieron parte de la marcha del 17 de marzo de este año, en la que también participaron las centrales obreras.
Más reciéntemente se han movilizado por la venta de la ETB en Bogotá.
En ese tránsito de pasar de ser un movimiento político armado a un movimiento político social, las Farc tiene bases sociales muy fuertes. Como contó La Silla, esa guerrilla tiene presencia en 60 municipios del país, pero donde realmente tienen el poder de mover gente, es en 30.
Además, dada su influencia entre los cultivadores de coca, que son más de 70 mil personas, tiene capacidad de movilizar a esta población. En las últimas marchas por la paz, promovidas por la Marcha Patriótica, participaron unas 60 mil personas, y una porción de ellas provenía de zonas con influencia fariana.
Para este paro del 30 de mayo, como nos dijo una fuente, ni las bases sociales de esa guerrilla ni las dignidades van a salir, y eso puede restarle fuerza.