A pesar de que el gobierno se comprometió en el paro cívico del Choco a terminar las vías Quibdó-Medellín y Quibdó-Pereira, el Ministerio de Transporte no tiene plata cumplirla.
No hay plata para las vías del Chocó
El derrumbe del pasado 9 de junio mató a 11 personas y 2 quedaron desaparecidas, ese fue el detonante del paro cívico que paralizó el Chocó. Foto tomada de El Colombiano.
La promesa del gobierno de terminar las únicas dos vías que comunican al Chocó con el interior del país y que logró desmontar el paro cívico en el departamento este año se está embolantando. Según el Ministerio de Hacienda, el Ministerio de Transporte no tiene de dónde sacar la plata para terminar los kilómetros que faltan. Una respuesta que tiene molestos a los chocoanos que ya amenazan con revivir el paro si no les cumplen.
La promesa eterna
El proyecto de construir las vías Quibdó-Medellín y Quibdó-Pereira ha estado vigente durante los últimos 15 años. Desde entonces, cada presidente ha prometido terminarlas lo que implica pavimentar la trocha que hoy existe, intervenir las montañas para evitar derrumbes y construir puentes, pero las obras se han ido alargando por retrasos de los contratistas o falta de presupuesto. Esto ha encarecido la vida de los chocoanos que dependen de estas vías para la llegada de alimentos, mercancías y hasta la gasolina.
Por eso, la necesidad de contratar las obras fue casi que la principal demanda de los chocoanos en el paro cívico de agosto de este año, que duró 8 días y paralizó a todo el departamento.
La vía a Medellín, que es la más usada, es una trocha que demora entre 9 y 12 horas de recorrido, porque aún tiene pedazos sin pavimentar y montañas inestables. Si estuviera pavimentada, el viaje duraría entre 5 y 6 horas. Incluso, cuando el paso de vehículos es imposible, tienen que desviarse por la carretera a Pereira, que también está incompleta y que alarga el viaje hasta Medellín en unas 16 horas. En temporada invernal la carretera se puede volver letal. Los constantes derrumbes taponan las carreteras, entonces, los pasajeros de servicio intermunicipal se bajan del bus y atraviesan las avalanchas para hacer un trasbordo al otro lado. Por lo menos 80 personas han muerto en esta vía en los últimos 10 años, según informó RCN durante un deslizamiento en mayo de este año.
En el 2009 un derrumbe en el sector La Mansa-Quibdó se llevó un bus y mató 41 personas. La tragedia causó un paro cívico que paralizó la región para exigirle al gobierno terminar la vía. Además, por este caso este año el Tribunal de Antioquia condenó a Invías a indemnizar a las familias de las víctimas, acabar las obras en el sector del accidente y en un acto público asumir su responsabilidad.
Apenas se estaba haciendo público el fallo, cuando el pasado junio otro derrumbe mató a 11 personas y otras dos quedaron desaparecidas en el sector de El 20, en la misma vía. Eso fue el detonante del paro cívico de este año.
En esta protesta, comandada por el Comité cívico por la salvación y la dignidad del Chocó en cabeza de Jorge Salgado, los chocoanos cerraron el comercio, suspendieron el servicio de transporte, las jornadas escolares, las alcaldías y los bancos.
El epicentro del paro fue Quibdó, donde los representantes del gobierno, los más visibles el ministro de Ambiente, Gilberto Murillo, y el gerente del Plan Pazcífico, Luis Alfonso Escobar, negociaron 10 puntos con los líderes.
El 23 de agosto, los chocoanos lograron que otra vez el gobierno se comprometiera a financiar los 720 mil millones de pesos que hacen falta para terminar estas vías. Incluso, un mes después del paro, y en plena campaña a favor del plebiscito por el acuerdo de paz en septiembre, el presidente Juan Manuel Santos fue dos veces al Chocó y reiteró la promesa.
“Vamos a terminar de pavimentar las vías desde Quibdó a Pereira y a Medellín, como ya les dije que se firmaron los contratos”, reafirmó Santos. Dos meses después dicen que no hay plata.
La respuesta del gobierno
Lo que falta por pavimentar son 49 kilómetros de la vía Quibdó-Medellín que cuestan 541 mil millones de pesos y 24 kilómetros de la vía a Pereira por 179 mil millones. O sea 720 mil millones de pesos, plata que quedó en los acuerdos del paro y que el Ministerio de Transporte se comprometió a financiar.
Antes del paro, el gobierno ya había invertido 1,3 billones en las vías del Chocó, tres veces más que el presidente anterior, afirmó el presidente Santos. Y según cuentas del viceministro de infraestructura y transporte, Dimitri Zaninovich: “este Gobierno es el que más en la historia le ha invertido a la vía Quibdó-Medellín”.
Entre el año pasado y febrero de este se han firmado contratos por 475 mil millones de pesos para terminar 78 kilómetros de los 127 del total de la vía a Medellín. La obra principal, por 25 kilómetros termina en diciembre de este año y otros dos tramos quedarían listos en el 2019.
“El problema, es que la vía a Medellín es una carretera muy grande y costosa” dijo Zaninovich a La Silla Pacífico. Así que el Ministro Jorge Eduardo Rojas, les dijo a los líderes del paro que conseguiría la plata faltante en los presupuestos del 2017 al 2022 o sea, iba a comprometer vigencias futuras.
El 12 de septiembre Rojas le envió la propuesta al Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santamaría, quien tiene la decisión final sobre este tipo de trámites financieros.
Mientras llegaba la respuesta de Cárdenas, los líderes se enfocaron en buscar el apoyo de personajes como el gobernador del Chocó, Carlos Alberto Palacios; el senador del Polo, Jorge Enrique Robledo; el obispo de Quibdó, Juan Carlos Barreto, y el procurador regional del Chocó, Orlando Lancheros, que le escribieron cartas públicas al ministro para pedirle que aprobara la propuesta de Transporte.
La respuesta llegó dos meses después, cuando Hacienda le envió a Transporte en una carta que circuló en el Chocó la semana pasada. En ella Fernando Jiménez, director del presupuesto nacional de Hacienda, le dice al ministro Rojas que esa cartera conocía desde julio de este año que ya había llegado al tope de su cupo para esas vigencias. Es decir, que ya sabía que no le iban a aprobar la plata cuando hizo la promesa a los chocoanos.
Carta de Minhacienda by lasillavacia on Scribd
La carta además menciona que el Estado ha sufrido un golpe económico por la caída de los precios del petróleo y que el Ministerio de Transporte deberá “revisar las cifras de los techos indicativos (...), para determinar la inclusión de nuevos gastos en el sector”, y hacerle una nueva propuesta a Hacienda, en la que también deberá incluir de dónde saldrán esos dineros.
“Con esa respuesta nos dieron una bofetada. Hacienda entonces dice que no existe Chocó, ni hubo un paro ni unos compromisos del Gobierno”, afirmó Jorge Salgado. Para Dilon Martínez, otro líder del Comité: “la tirada de pelota entre ambos ministros es una humillación para el departamento”.
En aras de calmar los ánimos el gerente del Plan Pazcifico, Luis Alfonso Escobar, llamó esta semana a Salgado y le dijo que “esperara un poco”, según Salgado. Escobar le dijo a La Silla que el pasado miércoles se reunió en Presidencia con delegados de ambos ministerios para llegar a un acuerdo. “La solución que le plantea Hacienda a Transporte es que modifique las vigencias que designó para otros proyectos y priorice los de Chocó”.
Este rompecabezas de presupuesto empezaría a armarse la próxima semana en una mesa de trabajo entre ambas carteras, según Escobar. Sin embargo, aclaró que aunque se ha hecho en otras ocasiones, es un ejercicio fiscal que implica quitarle recursos a proyectos en otros departamentos.
Mientras tanto, los líderes del Chocó no piensan quedarse quietos. El próximo dos de diciembre volverán a reunirse con los representantes del gobierno y evaluar los avances. “Estamos planeando que antes de que termine esta legislatura en el Congreso, a mediados de diciembre, vamos a protestar de nuevo, pero esta vez en la Plaza de Bolívar en Bogotá”, anunció el líder del paro Dilon Martínez.
Eso quiere decir que la vía otra vez se convierte en el epicentro de una nueva amenaza de paro. Algo que posiblemente ocurrirá, porque por ahora, no hay plata.