Las perlas de unas millonarias obras en Cartagena

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Las obras del sector salud son las que más atrasos presentan. Solo cinco de 25 están casi listas. Al resto todavía le falta varias semanas de trabajo. (Fotografía: Tatiana Velásquez)

Los 272 proyectos contratados durante la administración de Dionisio Vélez están lejos de haber marcado un hito en esa ciudad. Hoy simbolizan un millonario desgreño.

Un crédito de $250 mil millones que dejó la saliente administración de Dionisio Vélez en Cartagena -el más grande en la historia de esa ciudad- tiene detrás un rosario de perlas, que incluyen denuncias de pliegos hechos para favorecer a contratistas foráneos, particularmente de Barranquilla, y obras paralizadas.

De las 272 obras en vías, colegios y centros de salud, que Vélez contrató en 2014 y que debieron quedar listas en diciembre pasado, solo hay certeza de 66 finalizadas. La actual administración de Manolo Duque no se atreve a asegurar que otras 80, que según los contratistas ya están terminadas, en efecto lo estén.

 

La Silla viajó a Cartagena para conocer más detalles sobre la ejecución del millonario crédito. Alrededor de él encontró denuncias por los retrasos y la calidad de los trabajos. Especialmente, porque los recién entregados ya lucen deteriorados.

Las primeras perlas

Los orígenes del multimillonario crédito se remontan a enero de 2014, cuando el entonces alcalde Dionisio Vélez citó al Concejo a sesiones extraordinarias para pedir facultades y así poder invertir $100 mil millones en 39 puestos de salud y hospitales, aunque terminaron siendo intervenidos 25; $80 mil millones en 181 vías, y $70 mil millones en 66 escuelas (Descargue el listado completo y detallado aquí).

El 14 de marzo de 2014, el Concejo le dio las facultades. Solo uno de los 19 concejales votó en contra: el entonces concejal del Polo Democrático David Múnera, quien dijo que se oponía porque las vigencias futuras de la ciudad quedaban hipotecadas hasta 2020. Y porque el alcalde no presentó estudios técnicos que respaldaran cada una de las obras.

La aprobación de esas facultades se dio en medio de ruidos de pagos y burocracia de la administración Vélez a los concejales, que nadie comprobó y que salieron a relucir nuevamente cuando hicimos esta reportería. Dos fuentes conocedoras de la política cartagenera nos hablaron de supuestas dádivas.

Otro de los ruidos que acompañó el trámite del crédito en el Concejo fue la supuesta intención que tenía la administración Vélez de seguir favoreciendo con esos recursos a firmas de ingeniería y construcción de Barranquilla.

Esos ruidos se dieron porque durante los primeros meses de gobierno de Vélez comenzaron a ganarse las licitaciones contratistas de esa ciudad. Y también por las relaciones políticas que para entonces tenían el alcalde Vélez y el actual mandatario de Barranquilla Alejandro Char.

Char no solo estuvo en Cartagena apoyando a Vélez para las atípicas de 2013 sino que, como contó La Silla, le explicó el modelo de gobierno que implementó durante su primera alcaldía en la capital del Atlántico. Este se caracterizó por los tres frentes a los que Dionisio le apostó con el crédito: vías, salud y educación.

Esa relación se enfrió, como contó La Silla, a mediados del año pasado, con el arranque de las regionales, cuando Dusán Vélez, hermano del alcalde Dionisio, intentó poner candidato a la Alcaldía de Cartagena sin la mediación de Char, encargado de dar los avales de Cambio Radical en el Caribe.

Por las licitaciones que hasta el primer semestre de 2014 había convocado con recursos distintos al crédito, la Sociedad de Ingenieros y Arquitectos de Bolívar (Siab) cuestionó al alcalde Vélez.

El entonces presidente de esa entidad Alfredo Pinedo le dijo en una carta, en abril de 2014, que un pliego de $10.343 millones para la construcción de 17 vías era similar a los usados para las licitaciones de obras del sistema de transporte masivo de Barranquilla Transmetro. Y lo evidenciaba mencionando que en uno de los apartados no se hablaba de la entidad medioambiental de Cartagena EPA sino del Damab, que es la autoridad ambiental de Barranquilla.

Ese detalle fue interpretado por muchos en Cartagena como una posible injerencia de Barranquilla en la contratación de Vélez.

Después, el 3 de julio de 2014, los arquitectos e ingenieros volvieron a enviarle una segunda carta a Vélez. En ella nuevamente lo cuestionaban por haberle adjudicado 31 obras a una sola unión temporal, de la que hacía parte la empresa barranquillera Donado y Arce. Su dueño es el megacontratista de la era Char en Barranquilla Roberto Carlo Donado Arce.

Los contratistas de los $250 mil millones

Tras estar facultado por el Concejo, Dionisio Vélez firmó contrato con seis bancos (Agrario, Colpatria, Occidente, Avvillas, Bogotá y Popular) para recibir los $250 mil millones, por los que Cartagena pagará $60 mil millones adicionales en intereses.

Los bancos y la Alcaldía pactaron la financiación de toda esa plata a seis años, contados desde 2014. Por eso, al gobierno de Manolo Duque le toca el golpe más fuerte, ya que debe pagar el 90% de la deuda, unos $280 mil millones.

Para ejecutar esos recursos, la administración Vélez colgó los primeros pliegos en julio de 2014. Inicialmente fueron publicados los de salud y un mes después, en agosto, los de malla vial y escuelas.

Esas 272 obras, divididas en tres licitaciones públicas, se las ganaron 25 firmas: 18 de ciudades distintas a Cartagena y solo siete de esa capital. Barranquilla encabezó el listado de las firmas foráneas con seis contratistas.

El contrato de mayor cuantía fue de $64 mil millones para la adecuación de hospitales y centros de salud, y se lo ganó la empresa Coinses, cuyo representante legal es Gary Espitia Camargo. Él, además de ser uno de los megacontratistas de la era Char en Barranquilla, es conocido en esa ciudad por su cercanía desde hace años con el alcalde Alejandro Char.

Publicados los nombres de los contratistas, el gremio de ingenieros y arquitectos de Cartagena y el concejal David Múnera manifestaron que los pliegos se hicieron a la medida de los foráneos, particularmente de los constructores barranquilleros.

“Estilo sastre”, dijo Múnera desde el Concejo.

También se quejó por los contratistas favorecidos en esas tres licitaciones, el capítulo Bolívar de la Asociación Colombiana de Ingenieros. Esta entidad le envió en septiembre pasado una carta al superintendente de Industria y Comercio Pablo Robledo.

Firmada por el ingeniero William Murra Babún, en el documento se afirma que en Cartagena se han dado “malas prácticas de ingeniería” que podrían estar afectando la libre competencia en la contratación de obras públicas.

Y para evidenciar la concentración de obras, Murra anexó un cuadro en Excel en el que detalló los proyectos y consorcios. Lo llamó la telaraña. Entre las firmas que mencionó están Kamana SAS, Convias SAS, Gabriel Esper Cassin y ARodriguez Construcciones S.A.S., las tres primeras de Barranquilla.

Hasta ahora no ha habido pronunciamiento de la SIC al respecto.

Trabajos paralizados

Seis meses después de terminada la administración de Dionisio Vélez, los trabajos en los puestos de salud y vías están paralizados. Mientras que las 66 intervenciones en las escuelas sí fueron entregadas el año pasado.

En diciembre debieron estar listos los 25 puestos de salud y hospitales, porque la administración Vélez firmó esos contratos en septiembre de 2014 para que se ejecutaran durante 14 meses. Sin embargo, hoy solo hay cinco con un 90% de avances.

El reinicio de los trabajos, nos explicó un vocero del Departamento Administrativo Distrital de Salud de Cartagena, Dadis, depende de un acompañamiento que la Procuraduría le está haciendo al Distrito y a los contratistas para conocer las razones de los retrasos.

Las obras solo comenzarán hasta que la Procuraduría determine qué pasó con la plata y qué sumas tiene pendientes por girarles el Distrito a los contratistas.

La Silla visitó una de las obras clave, el Hospital de Canapote, y encontramos los trabajos paralizados y una valla con una fotografía que ilustra cómo quedará la edificación. A juzgar por esa imagen, a la obra todavía le falta bastante.

Los atrasos en los puestos de salud y hospitales ya habían salido a relucir en un debate de control político, celebrado en el Concejo el 2 de julio del año pasado. Para esa fecha, el centro de salud más avanzado llevaba una ejecución del 39% y en 15 no habían comenzado las obras.

En ese debate, la entonces directora del Dadis Martha Rodríguez reconoció que los trabajos estaban demorados por problemas con la titularidad de los predios y la desaprobación de algunos diseños por parte del Ministerio de Salud.

La funcionaria también dijo que había habido resistencia de particulares para desalojar los predios donde iniciarían las construcciones y problemas con la mudanza de las instituciones de salud.

Mientras se desarrollan las obras, unos centros de salud atienden a los pacientes de los que están en remodelación. Y para ello, el Distrito acondicionó, el año pasado, las áreas de urgencia y consulta interna de los centros receptores. Pero, en Cartagena hay más quejas desde entonces por la prestación del servicio de salud. 

Aunque los inconvenientes enumerados por la funcionaria del gobierno de Vélez fueron ciertos, desde el Concejo cuestionaron que esas situaciones no se hubiesen previsto antes del inicio de las obras.

Y en cuanto a las 181 vías, la entrega de éstas estaba programada para noviembre pasado porque, según los contratos que Dionisio Vélez firmó en octubre de 2014, la ejecución comenzaría en enero de 2015 y tomaría 10 meses.

Hoy no se sabe a ciencia cierta cuántas están listas porque la administración de Manolo Duque recibió información del pasado gobierno de 80 finalizadas. Pero, el estado de las placas y los andenes demuestra lo contrario. Por eso, para saber realmente cuántos kilómetros están pavimentados, la Secretaría de Infraestructura les pidió cuentas a los interventores. Los informes deben entregarlos esta semana.

De hecho, el gobierno de Manolo Duque ya sancionó en abril pasado al consorcio Vial Urbano, integrado por la firma cartagenera ARodriguez Construcciones S.A.S. y la sucursal en Colombia del Grupo Empresarial Capitol SL, por problemas en las ejecución de 40 vías.

Obras nuevas y ya deterioradas

Las obras del crédito que sí entregó la administración Vélez fueron las de las escuelas. Hay otras inconclusas, pero fueron contratadas con recursos de Regalías y de Fonade.

Desde diciembre pasado, la fundación por Cartagena Funcicar ha denunciado que ya hay paredes recién construidas con grietas y varios de los abanicos y ventanas nuevos, oxidados. 

La Silla visitó dos colegios para corroborar su estado. En el Liceo Bolívar vimos abanicos y rejas oxidadas, y comprobamos que no todas las ventanas de madera fueron reemplazadas por infraestructura en aluminio como el contratista se los anunció a las directivas escolares. Allí, un funcionario nos aseguró que para los $1.100 millones que el Distrito invirtió esperaban que el colegio quedara en mejores condiciones.

Y en la escuela República de Argentina fueron construidas las cuatro aulas prometidas, pero entregadas sin algunos detalles finales como unas lámparas.

El año pasado, cuando comenzaron los trabajos en las escuelas, rectores y profesores se quejaron en un debate de control político, convocado por el concejal Múnera. Dijeron que el Distrito comenzó las intervenciones sin consultarles cuáles eran sus necesidades.  En algunos casos, los contratistas supuestamente cambiaron pisos que estaban en buen estado por otros que ya se ven deteriorados.

La Silla llamó al exalcalde Vélez para conocer su opinión ante el estado de las obras, pero no pudo localizarlo porque está fuera del país.

También nos comunicamos con la exdirectora del Dadis, quien fue la funcionaria encargada de hacerle seguimiento a la intervención en los puestos de salud durante el gobierno de Vélez y responsable de las obras de mayor inversión, pero tampoco obtuvimos respuesta. Quisimos preguntarle por los retrasos y por qué solo se intervinieron  25 centros de salud y no los 39 inicialmente anunciados.

Además, intentamos averiguar con los cinco contratistas del sector salud la causa de los retrasos, pero fue imposible comunicarnos con ellos. De los cinco números de contacto que encontramos, solo nos respondieron en uno, en la empresa Convías de Barranquilla. Allí la recepcionista nos dijo que ninguna persona estaba disponible para darnos información.

Hasta ahora, las 272 obras de la administración Vélez están lejos de haber marcado un hito en Cartagena. Y en cambio, se están convirtiendo en el símbolo de uno de los desgreños más millonarios de los últimos tiempos en esa ciudad.

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