Alejandro Eder Garcés

Alejandro Eder Garcés

Excandidato a la Alcaldía de Cali

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Eder, nieto de Harold Eder, fundador del ingenio Manuelita y uno de los primeros secuestrados por las Farc en 1965, fue director de la Fundación para el Desarrollo Integral del Pacífico (FDI hoy Propacífico) y fue candidato a la Alcaldía de Cali por el movimiento Compromiso Ciudadano de Sergio Fajardo.

Nacío en Cali en 1975. Desde joven se fue a estudiar a Estados Unidos y se graduó en política mundial y filosofía del Hamilton College en 1998, y resolución de conflictos de la escuela de asuntos Públicos e Internacionales (SIPA) en la Universidad de Columbia en Nueva York en 2006.

En 2006 volvió al país a asesorar el rediseño estratégico de la Política Nacional de Reintegración, y entre 2007 y 2010 fue asesor político y gerente de la Unidad de Cooperación y Relaciones Internacionales de la Alta Consejería para la Paz y la Reintegración bajo el liderazgo de Frank Pearl. Como su vocero internacional, logró que la comunidad internacional avalara la Política Nacional de Reintegración del gobierno de Álvaro Uribe. También fue vocero internacional de las iniciativas de construcción de la paz del gobierno Uribe, que incluyen la Ley de Justicia y Paz, programas de prevención de reclutamiento infantil, y el proceso de desarme, desmovilización y reintegración.

En el 2010, el recién posesionado presidente Juan Manuel Santos lo nombró como alto consejero presidencial para la Reintegración Social y Económica de Personas y Grupos Alzados en Armas que luego, en noviembre del 2011, se convirtió en la Agencia Colombiana para la reintegración. En ese cargo  estuvo todo el primer período de Santos.

Allí fue el vocero de la política de reintegración, asesorando la estructuración y desarrollo de esta política y convocando a la comunidad nacional e internacional en el propósito de reintegración y reconciliación nacional. También trabajó junto con el ICBF en la prevención del reclutamiento de menores y la desmovilización y reinserción de los jóvenes miembros de grupos alzados en armas. Además, desde el 2012, Eder hizo parte del equipo negociador del Gobierno en los diálogos de paz con la guerrilla de las Farc en La Habana que arrancaron formalmente en el 2012. Renunció en 2014, argumentando motivos personales, y desatando rumores de que se lanzaría a la política en el Valle del Cauca. 

Al final no lo hizo. En cambio, regresó a Cali y junto con un grupo de empresarios vallecaucanos revivió la Fundación Industrial del Valle del Cauca que había nacido en 1969 como una organización sin ánimo de lucro para promover el desarrollo de la región y promovió la creación de más de 50 empresas, incluyendo la Sociedad Portuaria de Buenaventura, la Bolsa de Valores de Occidente y Telepacífico. La Fundación se congeló en 1999, cuatro años después de la caída del capo del Cartel de Cali, Gilberto Rodríguez Orejuela, y luego de que los dineros del narcotráfico hubieran permeado la ciudad lo que en últimas, generó una crisis económica y social. A pesar de eso, sus socios deciden no liquidar la Fundación  porque cuando estructuraba los proyectos se quedaba con una participación accionaria pequeña y eso dificultaba el proceso de cierre. 

Eder fue el director ejecutivo de la versión 2016, que cambió su nombre a Fundación para el Desarrollo Integral del Pacífico (FDI hoy Propacífico) e impulsa grandes proyectos en la región. Por ejemplo, desde el 2012 ProPacífico es la operadora encargada de la supervisión del macroproyecto del Fondo Adaptación llamado Plan Jarillón de Cali, que busca fortalecer la estructura del jarillón del río Cauca que bordea el oriente de la ciudad para reducir el riesgo por inundación y mejorar el sistema de drenaje oriental. El proyecto aún no ha logrado implementarse del todo porque la Alcaldía no ha podido reubicar a miles de familias que viven en el jarillón y que se han opuesto a la reubicación porque tienen la experiencia de otros procesos parecidos que han resultado mal planeados y ejecutados.

ProPacífico además, acompaña el proyecto multimillonario de la carretera que busca atravesar el país de oriente a occidente para conectar el puerto de Buenaventura con los Llanos Orientales. Hasta ahora, según el Invías, se han contratado estudios por 20.477 millones de pesos. Eder ha sido uno de sus defensores y ha trabajado con la Gobernación del Valle para empujar el proyecto.

La relación de Eder con la alcaldía de Maurice Armitage se hizo más visible desde la campaña. Su familia, a través de Manuelita de propiedad de su papá y presidente de junta directiva, Henry James Eder, fue uno de los principales aportantes a su campaña con 130 millones de pesos, como contó La Silla. Aunque también donaron a la campaña de la gobernadora, Dilian Francisca Toro, sólo le dieron unos 24 millones.

El empresario vallecuacano también ha trabajado en el sector privado como analista financiero del grupo de finanzas corporativas para Latinoamérica de Deutsche Bank, analista de nuevos negocios de Manuelita S.A. que hoy está en cabeza de su hermano, Harold Eder. Además, ha sido miembro de la junta directiva de JGB y la Fundación Corona, que trabaja en temas relacionados con la educación, salud, generación de empleo y fortalecimiento comunitario. 

En octubre de 2016, el Presidente Juan Manuel Santos lo nombró como parte del equipo negociador del Gobierno en los diálogos con el ELN. 

En septiembre de 2018 renunció a la dirección de Propacífico (lo reemplazó la exviceministra de Minas de Santos, María Ulloa) y como anticipamos en La Silla, se lanzó a la Alcaldía de Cali para reemplazar a Maurice Armitage.

En junio de 2019 presentó 200 mil firmas para inscribir su candidatura a la Alcaldía de Cali con el apoyo del movimiento Compromiso Ciudadano que lidera el excandidato presidencial Sergio Fajardo.

En las elecciones regionales de octubre quedó en tercer lugar obteniendo 133 mil votos, detrás del ganador Jorge Iván Ospina y el empresario del chance, Roberto Ortiz.

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CONEXIONES

Su familia es dueña del Ingenio Manuelita

Fue jefe de la Agencia para la Reintegración en Santos I y participó en los diálogos con las FARC en La Habana.