Maurice Armitage Cadavid

Maurice Armitage Cadavid

Exalcalde de Cali

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Norman Maurice Armitage Cadavid, exalcalde de Cali, es un empresario vallecaucano conocido como el ‘cacao de la reconciliación’.

Armitage, nacido en Cali, ha hecho casi toda su carrera en el sector privado, pasando de hacerse a pulso a convertirse en uno de los empresarios más reconocidos de la ciudad.

Tras estudiar economía en la Universidad del Valle y derecho en la San Buenaventura pero no terminar ninguna de las dos, se dedicó a montar negocios varios y trabajó en la siderúrgica. En 1978 compró una siderúrgica quebrada llamada Fundente y la convirtió en la Siderúrgica de Occidente (Sidoc), de la que ha sido presidente por casi tres décadas.

Allí se ha dado a conocer por el trabajo social de su fundación hermana en el barrio de Siloé y por ofrecerla para chatarrizar las armas entregadas por el M-19 tras el exitoso proceso de paz con esa guerrilla en los años noventa.

Pero, sobre todo, por repartir las utilidades de la empresa con sus empleados cada tres meses. Como dijo Armitage en una entrevista en 2014, “repartir utilidades es una forma de ser eficiente. Desde el portero hasta el gerente están involucrados en ver el éxito de la compañía, que no es del dueño sino de la gente que trabaja allí, y en la medida en que compartas las noticias buenas y las malas comprometes a la gente. Cada mes nos reunimos con todos, analizamos cómo nos fue en el mes anterior y nos ponemos metas de producción. Durante los últimos 10 años hemos repartido utilidades. El año pasado tuvimos que cancelar dos meses el reparto y todo el mundo lo entendió y asumió que estábamos en una situación difícil”.

Además es dueño del Ingenio del Occidente, socio de Cementos San Marcos y miembro de la junta directiva de la Cámara de Comercio de Cali y de Fenalco Valle.

Armitage ha sido secuestrado dos veces. La primera en 2002 cuando se lo llevó el frente 57 de las Farc y lo retuvo durante casi dos meses.

La segunda ocurrió en 2008, cuando delincuentes comunes se lo llevaron de su finca en Jamundí y estuvo retenido durante cuatro días. Tras descubrir que había sido su mayordomo de cinco años el que ayudó a sus secuestradores, a cambio de 100 millones de pesos, Armitage le costeó su defensa y le pagó el arriendo a su familia mientras él conseguía trabajo, por lo que su historia se ha convertido en un caso de perdón citado con frecuencia en los medios. Como cuenta él en una entrevista, “le dije: ‘Mire, todo el mundo tiene derecho a una segunda oportunidad’”.

Esas experiencias llevaron a que Armitage estuviera en el último grupo de víctimas que viajó a La Habana a hablar con los negociadores del Gobierno y de las Farc, junto con la ex senadora Piedad Córdoba, el líder sindical Domingo Tovar o Magda, la hermana del sociólogo Alfredo Correa de Andreis.

El propio presidente Juan Manuel Santos ha sido elogioso de Armitage y del rol que víctimas como él cumplen en el proceso de paz. “Además de ser un ejemplo de infinita bondad, él representa el verdadero sentir de las víctimas: ellas –más que nadie– están dispuestas a perdonar y buscan que nadie más sufra lo que padecieron. (…) Están poniendo la primera piedra para que nos reconciliemos como país, para que nos perdonemos unos a otros”, dijo Santos en septiembre de 2014 cuando el empresario caleño fue uno de los 30 líderes premiados por Semana y la Fundación Liderazgo y Democracia.

En febrero de 2015 de Armitage lanzó su candidatura por firmas a la Alcaldía de Cali, persuadido por el grupo cercano al alcalde Rodrigo Guerrero, el senador verde y ex alcalde Jorge Iván Ospina y los círculos empresariales.

Arrancó con poco reconocimiento, pero visto como un candidato con perfil gerencial, buenas relaciones con la izquierda y muchos sectores sociales por su trabajo filantrópico y -en un año en que el proceso de paz volverá a ser tema electoral- que encaja en el rol de 'modelo' para el posconflicto.

Poco a poco se fueron acercando algunos sectores políticos, como casi todo Cambio Radical (sus congresistas José Luis Pérez y Carlos Abraham Jiménez), el sector conservador del ex senador Germán Villegas y la candidata independiente Luz Elena Azcárate (que iba por firmas). En cambio, perdió el apoyo de Jorge Iván Ospina, que se fue con Angelino.

Comenzó como uno de los menos opcionados, pero a lo largo de la campaña fue ganando impulso: su intención de voto pasó del 7 por ciento en junio al 14 en septiembre y de ahí al 21 el 5 de octubre según los datos de la encuesta de Cifras y Conceptos. Tres semanas antes de las elecciones estaba en empate técnico con Angelino Garzón en el segundo lugar.

Fue durante la recta final en la que también recibió el apoyo del senador Álvaro Uribe y de un sector del grupo de la gobernadora electa Dilian Francisca Toro. Aunque oficialmente ella iba en fórmula con el entonces candidato Angelino Garzón, las bases de Clara Luz Roldán, mano derecha de la ex senadora, se movilizó a favor de Armitage en las últimas semanas de la contienda.

Armitage ganó el pulso por Cali con el 38 por ciento de los votos y así se convirtió en el fenómeno de esas elecciones, demostrando que la combinación entre la 'anti política' y la maquinaria son una receta poderosa. Además, pese a que el proceso de paz no fue un tema de la campaña electoral como se anticipaba a comienzos de año, su triunfo lo coloca en una posición privilegiada para ser un ‘modelo a seguir’ tras la firma de los acuerdos. 

En 2016, la relación con la gobernadora Dilián se tensionó cuando, como contamos en La Silla, Armitage incumplió el acuerdo de dar representatividad al grupo de Toro en la Alcaldía de Cali. Sin embargo, Tania Fernández, cercana a la gobernadora y pocos años de experiencia, fue nombrada presidenta del Consejo como parte de los acuerdos que se hacen cada cuatro años. Esto implicaba que la gobernadora pudiera intervenir en las deciciones de Cali. La incomodidad de Armitage se debía también a que esperaba una persona con más experiencia en el cargo. 

En junio de 2017, Alejandro Ocampo lideró un grupo de cerca de mil personas que pretendía la revocatoria del mandato del alcalde. Con este fin inscribieron en la registraduría el comité "Chao Armitage" que, para lograr su cometido, debía recoger mínimo 90 mil firmas. El comité esperaba contar con 200 mil y extender la recolección hasta enero de 2018. 

Armitage, sin embargo, terminó su período con normalidad. Salió del cargo con 34,2% de favorabilidad. Entre sus aciertos se destaca la reducción del 19% de la tasa de homicidios en cali, la inversión del 60% del presupuesto en programas de educación y cultura, su buen manejo de las finanzas, así como su buena gestión en materia de deportes y cultura. 

Sin embargo, durante su administración aumentaron los hurtos, se quedó corto en programas sociales y oportunidades para salir de la pobreza y su manejo del sistema Masivo integrado de Occidente (MIO), fue bastante criticada.  

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CONEXIONES

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