Alexander López Maya

Alexander López Maya

Senador del Polo Democrático

4 Conexiones

El senador del Polo Democrático lleva 17 años en el Congreso y en las últimas elecciones de marzo de 2018 fue el tercero más votado de su colectividad con más de 84 mil votos. Es, además, un superpoderoso del Pacífico por ser la única voz ante el Congreso de sindicatos, el Comité Cívico de Buenaventura y organizaciones afro e indígenas de la región. 

López nació en un popular sector del nororiente de Cali. Se graduó de Derecho en la Universidad San Buenaventura y tiene una especialización en Gobierno de la Javeriana. 

Desde sus épocas de colegio y universidad fue cercano al movimiento sindical: cuando estaba en bachillerato en el colegio Jorge Isaacs de Cali participó en el movimiento estudiantil; a los 19 años entró a Sintraemcali, poderoso sindicato de Emcali (la empresa de servicios de agua y energía de la capital del Valle). 

A los 22 entró a la junta directiva y un año después ya era el presidente de Sintraemcali y estuvo allí por 12 años hasta 2001. Desde allí lideró la lucha contra la privatización y liquidación de Emcali, debido a su constante crisis financiera.

Ese trabajo le ayudaría a cimentar un apoyo electoral del sector sindical caleño que se ha mantenido durante su carrera política. 

En 2002 llegó a la Cámara de Representantes por el Valle a través del Frente Social y Político, conformado por grupos de izquierda, el Partido Comunista, la Unión Patriótica y sindicatos, movimiento liderado a nivel nacional por el entonces jurista y exmagistrado Carlos Gaviria Díaz, quien fue elegido Senador ese año. 

Ese movimiento en 2005 integró Alternativa Democrática que después pasó a hacer parte del Polo Democrático. En 2006, con el aval de ese Partido, López Maya llegó al Senado y tuvo la quinta votación más alta del partido con 44 mil votos.

En esa década, López se consolidó como aliado de sindicatos y organizaciones sociales no solo en el Valle, sino a nivel nacional. Además, fue uno de los más duros opositores a los dos gobiernos de Álvaro Uribe. Ambas situaciones le trajeron amenazas contra su vida y señalamientos de nexos con las Farc que no fueron comprobados.

Por ejemplo, en 2004 López denunció un plan para asesinarlo a él, a la defensora de derechos humanos del Valle, Berenice Celeyta, y al líder sindical Luis Antonio Hernández Monroy por oponerse a la liquidación y venta de las Empresas Municipales de Cali.

El plan llamado ‘Operación Dragón’ consistió en seguimientos ilegales contra los líderes sindicales para intimidarlos y vincularlos a grupos ilegales. Solo hasta 2019 un juzgado de Cali condenó a cuatro años a tres militares retirados por ese caso. 

Luego, en 2008, en medio del paro de corteros de caña en el Valle que López apoyó, el entonces ministro de Protección, Diego Palacio, denunció que “personas cercanas a Alexander López” se habían reunido con las Farc que, insistía, estaban infiltradas en esa protesta.

Después se comprobó que esa versión de la infiltración era falsa: una persona fue condenada por falso testimonio tras decir que la entonces guerrilla había infiltrado esa protesta, vía López. 

Para 2010, López ya había conseguido su primera reelección como Senador con 42 mil votos y en 2014 llegó con 38 mil. En 2015 fue segundo Vicepresidente del Senado.

Durante los próximos años también serviría como vocero de sindicatos y movimientos cívicos de paros que ocurrieron en varias regiones del país, principalmente en el Pacífico.

En 2016 apoyó a las madres comunitarias que protestaban ante el Bienestar Familiar para tener contratos formales. López citó un debate de control político a la entonces directora del Icbf, Cristina Plazas, quien en su momento dijo que el Senador había incitado ese paro.

En 2017 se convirtió en aliado clave en la mesa de negociación para el levantamiento del paro cívico de Buenaventura que duró 21 días y se convirtió en uno de los movimientos sociales más importantes de la región en esta década. 

Allí medió para evitar confrontaciones entre los manifestantes y el Esmad, y fue garante de la negociación entre el gobierno Santos y el Comité Cívico.

Precisamente, por ese apoyo, cuando López buscó su tercera reelección al Senado en Buenaventura fue apoyado por 13 de los 14 comités que integran el paro cívico.

Ese año López multiplicó sus votos en el puerto: en 2014 había sacado poco más de 500 y en las legislativas de 2018 sacó 19 mil votos y se convirtió en el Senador más votado del principal puerto de la región, que ha estado dominado por polémicas casas electorales.

A nivel nacional, López triplicó su votación y llegó a 84 mil votos, convirtiéndose en el principal elector del Polo en el Pacífico.

En las presidenciales fue uno de los primeros senadores de su partido que apoyó a Gustavo Petro en la primera vuelta, pese a que su colectividad hacía parte de la Coalición Colombia, que hizo coalición alrededor de Sergio Fajardo.

Incluso, por ese mismo apoyo fue que Petro le propuso lanzarse como candidato a la Gobernación del Valle en 2019 para unificar una aspiración de la izquierda que recoja los logros de Petro en el departamento donde ganó en segunda vuelta. 

Aunque López dijo en medios que no descartaba la aspiración, finalmente se quedó en el Senado.

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CONEXIONES

López apoyó el paro de madres comunitarias del Icbf en 2016, por lo que Plazas, directora de la entidad de la época, acusó al Senador de incitar la movilización.

López se lanzó a la Cámara por el Frente Social y Político, movimiento de Carlos Gaviria, que después hizo parte del Polo Democrático.