Alfredo Rangel Suárez

Alfredo Rangel Suárez,  exsenador del Centro Democrático, es un experto en seguridad.

Rangel es economista de la Universidad Nacional y luego hizo una maestría en ciencias políticas en la Universidad de los Andes.

Durante la rectoría del ex ministro Rudolf Hommes, se creó en los Andes un grupo de investigadores sobre el conflicto armado que entraron a competir y a la postre, reemplazaron a los ‘violentólogos’ del Iepri de la Nacional como articuladores del marco conceptual del conflicto.

Rangel fue, sin duda, el más exitoso de ellos en términos de poner en la agenda pública su voz y su visión, gracias en parte a que contaba con información de primera mano tras haber sido asesor del consejero de seguridad ciudadana de Ernesto Samper, Armando Borrero, y también de Bernardo Ortiz, el viceministro de Defensa de Andrés Pastrana.

De hecho, muchas de sus teorías sobre la guerrilla siguen siendo objeto de debate. Él fue el que habló por primera vez que las Farc estaban pasando de una guerra de guerrillas a una guerra de movimientos (movilizar muchos hombres y atacar en masa) y luego a una guerra de posiciones.

Cuando durante la época de Pastrana se negoció con Estados Unidos el Plan Colombia, el gobierno y los gringos consideraron que a Colombia le vendría muy bien un centro de pensamiento sobre temas de seguridad y defensa, como lo es Fedesarrollo para los temas económicos. Así nació la Fundación Seguridad y Democracia con una jugosa donación de Estados Unidos y, tras la recomendación del viceministro Ortiz, Rangel se convirtió en su cabeza.

Desde allí fue muy crítico del Plan Patriota, el plan insigne de Álvaro Uribe para recuperar el control del territorio en el sur del país, tras el fracaso de los diálogos con las Farc en el Caguán.

En 2005, por razones que aún la gente que trabajó con él no se explica, Rangel sufrió una metamorfosis. Se lanzó al Senado como candidato de Cambio Radical y se convirtió, sin que hubiera cambiado aparentemente nada, en un defensor a ultranza de Uribe. No solo de su política de seguridad sino de todo.

Perdió las elecciones, con 2.104 votos, y también buena parte de su prestigio. Cuando en el 2008, se volvió columnista en Semana, su rol se convirtió en defender al Gobierno del escándalo de la semana anterior.

Durante la campaña de Juan Manuel Santos coordinó el equipo de empalme en el tema de defensa y era visto como cercano a él pues su fundación realizó proyectos conjuntos con la Fundación Buen Gobierno del presidente.

Alejado del gobierno Santos, se volvió uno de los asesores de confianza de Uribe y el recién creado Centro Democrático, acompañando al ex presidente en sus talleres democráticos y convirtiéndose en su voz en temas de seguridad.

En 2014 fue elegido senador del Centro Democrático, como número seis de una lista cerrada que presidía el propio Uribe.

En 2018 trató de reelegirse, pero con lista abierta, y se quemó con 7 mil votos.