Felipe López Caballero, el propietario de la Revista Semana, es un super poderoso en la opinión pública.
López nació el 10 de noviembre de 1947 en el corazón de la élite política: es hijo del ex presidente Alfonso López Michelsen y nieto del también ex presidente Alfonso López Pumarejo. Estudió administración de negocios en el London School of Economics y obtuvo un MBA en Suiza.
Su trayectoria profesional, que incluye un corto paso por la Federación Nacional de Cafeteros en Londres, donde vivió 10 años y trabajó con Juan Manuel Santos, se definió en 1982, cuando lanzó Semana con la idea de que en Colombia hubiera una revista como Time.
El propietario de la Revista Semana es una persona brillante y extremadamente cínica, que crea opinión tras bambalinas. Salvo en los altos círculos de poder, muy pocos reconocían su cara, hasta hace muy poco cuando, a raíz de la celebración de los 30 años de Semana, salió en la carátula de un libro-entrevista con Juan Carlos Iragorri. Sin embargo, lleva 30 años definiendo (y muchas veces escribiendo) la carátula y los confidenciales de la revista, que es son los más leídos.
Durante estas tres décadas, para bien o para mal, Semana ha sido una fuente decisiva para formar la opinión calificada y es un claro referente de interpretación para las élites sobre lo que sucede en el país. Además de la revista, los foros de Semana se han convertido en un canal muy efectivo de influencia en sectores específicos. Mucha gente interesada en poner sobre la mesa un tema contrata a la revista para mover la agenda a través de un foro.
Durante períodos de la historia de Colombia, Semana ha marcado la agenda informativa a punta de destapar los escándalos más graves de cada gobierno. Por ejemplo, durante el gobierno de Uribe cuando reveló no sólo el escándalo de las chuzadas sino también la de la parapolítica y fue clave en formar la opinión de la gente que se opuso a la reelección. Durante el gobierno de Ernesto Samper también llevó el liderazgo investigativo sobre el proceso 8000.
Desde que Santos asumió la Presidencia, Semana ha perdido la fuerza de denuncia que la caracterizó durante esas épocas, entre otras cosas, por la cercanía personal de López con el Presidente, quien era muy amigo de su papá López Michelsen. Felipe lo heredó.
En todo caso, y más allá de lo que escribe su revista, está en constante comunicación con 'Julito' (Julio Sánchez Cristo), con María Jimena Duzán, con Cecilia Orozco y con otros líderes de opinión sobre los que su lectura de los hechos tiene considerable influencia, lo que aumenta su capacidad para crear "matrices de opinión". Como socio accionario, aunque minoritario, de Caracol TV también es cercano a Gonzálo Córdoba, el presidente del Canal.
López siempre echa el chiste de que para haber nacido en una cuna de oro, le ha ido muy bien. Es cierto.