Oneida Pinto Pérez

Conocida como “la princesa negra de La Guajira” por ser baronesa en Albania, pueblo vecino a la mina de carbón del Cerrejón, Oneida Rayeth Pinto es una trabajadora social de 45 años wayuu de la casta Ipuana.

Su aspiración se hizo nacionalmente famosa cuando se supo que la apoyaba el mismo grupo que llevó al cuestionado exgobernador guajiro Juan Francisco ‘Kiko’ Gómez (procesado por homicidio y presunta relación con bandas criminales) al poder. Y mucho más cuando el partido del vicepresidente Germán Vargas Lleras, Cambio Radical, le entregó el aval a pesar de ese ruido.

Ese respaldo vargasllerista a la postre generó la salida del senador Carlos Fernando Galán de la dirección de esa colectividad.

En 1997, “la princesa negra” fue concejal del vecino Maicao y luego mandataria de Albania durante dos periodos en los que logró convertirse en una de las figuras políticas más importantes del pueblo.

Antes de finalizar su primer periodo en la Alcaldía, se casó con quien fungía como su escolta, Pablo Parra, una unión que aparentemente ya no existe pero que le ha generado ruidos adicionales a Pinto. Dicen en La Guajira que Parra ocupaba el puesto de su pareja en los consejos de seguridad y tenía acceso a información privilegiada.

Hace cuatro años, como candidatos de Cambio Radical que eran ambos, Oneida y Kiko Gómez hicieron campaña juntos en La Guajira y hay varios videos en los que se les ve juntos en tarima y hasta bailando. Esa sociedad política se dio cuando “todo el mundo en La Guajira sabía quién era Kiko Gómez”, como se lo dijo en una ocasión una fuente conocedora a La Silla.

Para su proyecto a la Gobernación ahora, a Oneida, como lo contó La Silla desde principios de año, la respalda la misma estructura que acompañó a Kiko a la silla de Gobernador.

Se trata del grupo de los Ballesteros (el exsenador Jorge y su hijo, el actual gobernador José María ‘Chemitas’ Ballesteros), el representante a la Cámara Antenor Durán y el excongresista Miguel Pinedo. Los Ballesteros son una de las dos orillas que se han disputado el poder en los últimos años en La Guajira, el segundo departamento más pobre del país.

Con grupo político propio, Oneida niega que sea heredera de ‘Kiko’ y no ha tenido problema en responder a esos cuestionamientos en los medios capitalinos.

En los últimos dos meses de campaña ha logrado uniones claves que la fortalecen frente a su principal contrincante, el candidato de Nueva Guajira, Ovidio Mejía.

Logró el apoyo de la cacica de Uribia Cielo Redondo, cuyo respaldo es uno de los más apetecidos en la península porque puede inclinar la balanza en la pelea por la Gobernación como lo contó La Silla. Con esa alianza, Oneida tiene de su lado a las tres plazas con mayor censo electoral de La Guajira, porque quienes están hoy en el poder de Riohacha, Maicao y Uribia votarán por ella.

Además, cuenta con el apoyo de los rojos, Opción Ciudadana y recientemente el de Centro Democrático. Está en conversaciones con los sectores de Mais, AICO y Alianza Verde. Este último partido ha sido su principal crítico desde Bogotá, desde donde la senadora Claudia López ha tachado a ‘Kiko’ Gómez de “mafioso”.

En 2015 enfrentada a Oscar Mejía Marulanda ganó la gobernación de la Guajira, pero en junio de 2016 fue destituida de su cargo por el Consejo de Estado luego de evidenciar que se presentaron irregularidades en la postulación. A pesar de que por ley los candidatos no pueden tener cargos públicos 12 meses antes de postularse a una elección popular, Oneida renunció a la alcaldía de Albania 11 meses antes de esta nueva aspiración.