Así despachó Uribe a Óscar Iván

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El excandidato quedó por fuera de la contienda y con un futuro político incierto. Su base se inclina en apoyar a María del Rosario Guerra en la contienda uribista.

El exministro y excandidato Óscar Iván Zuluaga está sorprendido -según le dijeron dos fuentes cercanas a él a La Silla- por la decisión que tomó su jefe, Álvaro Uribe, de negarle la posibilidad de lanzar su nombre a la candidatura presidencial del Centro Democrático, que hoy arranca a definir por encuestas a su aspirante. Aún así decidió no hablar a medios de comunicación y solo hasta ayer, a través de un trino, dijo a sus simpatizantes que hay que tener “serenidad, prudencia y reflexión”.

La despachada

Según nos dijeron otras dos personas que conocieron la situación de cerca, Zuluaga estaba convencido de que podía ser candidato, a pesar de que Uribe no tanto porque no quedó solucionada la duda de la prueba de que la plata de Odebrecht entró a la campaña de Zuluaga, que el CNE dijo no encontrar, pero la Fiscalía dice que sí tiene.

Dudas que el expresidente dejó planteadas oficialmente la semana pasada en la que puso como condición para que Zuluaga fuera candidato de que debía “absolver la inquietud pendiente”, según reza en el acta oficial que definió el proceso de selección.

 

El viernes en la tarde, el ex ministro de Hacienda le envió una carta pidiéndole permiso a Uribe para inscribirse como candidato. Uribe en ese momento, estaba en un evento con sus cinco precandidatos en Bogotá y según contó El Tiempo ayer estaba “molesto” por esa movida de su ex candidato presidencial.

“Creo que hubo un problema de comunicación. Uribe nunca hizo explícito que no quería que Zuluaga se lanzara”, nos dijo una de las fuentes zuluaguistas.

Igual, Uribe nunca lo hace. Así ocurrió con la convención uribista que sacó a Pacho Santos de la baraja presidencial cuando se inclinó por Zuluaga y con el aval que le negó el Centro Democrático a la exsenadora Liliana Rendón para la Gobernación de Antioquia en 2014.

Uribe convocó a una reunión extraordinaria el viernes en la noche en la sede del uribismo en Bogotá con sus cinco precandidatos, Zuluaga y la directora del partido, Nubia Stella Martínez, para definir si entraba o no y allí les preguntó la conveniencia de que hubiera un sexto aspirante.

Esas mismas dos fuentes que no estuvieron en la reunión pero lo supieron de primera mano nos dijeron que la que más hizo fuerza para que Zuluaga entrara a la contienda era la senadora y precandidata María del Rosario Guerra (su amiga personal y quien organizó la convención de 2014 en la que fue ungido como candidato) y Carlos Holmes Trujillo (su exfórmula vicepresidencial).

“Paloma (Valencia) estuvo callada”, nos dijo una fuente, mientras que las posturas que generaron más polémica fueron las de Rafael Nieto e Iván Duque.

En chats internos de militantes y políticos del Centro Democrático se dijo el fin de semana que Rafael Nieto se opuso a que Zuluaga entrara. Pero hoy en el programa uribista de Fernando Londoño lo negó.  

La de Iván habría sido la de negarse rotundamente a que Zuluaga entrara. Como contamos hace dos semanas su campaña planteó la posibilidad de aplazar el proceso de selección hasta marzo si el exministro hacía parte del mismo.

La última palabra quedó, como siempre, en boca de Uribe, quien tal vez aprovechando que entre sus candidatos no había las suficientes ganas de que el exministro entrara, emitió un comunicado sobre las 9 de la noche del viernes en el que dijo que si bien Zuluaga y Luis Alfredo Ramos eran “víctimas de trampas criminales” el proceso de selección debía arrancar ya y por eso en las encuestas solo participarán Duque, Nieto, Valencia, Guerra y Trujillo.

Plan B: María del Rosario

Aunque al final todos acatan lo que diga Uribe, su decisión generó molestias entre el Partido, como ocurrió en 2014 con la despachada de Pacho.

En redes, los zuluaguistas lamentaron la decisión y dijeron tener “dolor de Patria por las decisiones de tu mismo partido”, como dijo la twittera y precandidata al Congreso Natalia Bedoya, una de las personas más cercanas a Zuluaga y quien nunca dejó de hacer campaña por él.

En el mismo sentido hablaron en redes las senadoras Susana Correa del Valle y Nohora Tovar del Meta, quienes habían esperado hasta que Zuluaga fuera absuelto por el CNE para impulsar la candidatura.

Incluso Correa fue más allá y criticó a Rafael Nieto, a tal punto que hoy dejó claro que no apoyará su candidatura.

Un zuluaguista nos dijo que el excandidato mandó a decir con una de sus asistentes más cercanas, que no ha tomado partido por ningún candidato porque no quiere que se repita la crisis interna que hubo en 2014 cuando Uribe lo prefirió a él sobre Pacho Santos. Otro uribista, quien está con el candidato Duque nos dijo que el propio Zuluaga estaba llamando a las bases para que apoyaran a Charo Guerra. Independientemente de cuál sea la versión, lo cierto es que su gente arrancó a impulsar la precandidatura de la Senadora y este fin de semana posicionaron como tendencia en twitter la etiqueta #MaríadelRosariofirmeyleal.

Guerra es una uribista pura sangre que estuvo al lado de Uribe primero como su ministra de Comunicaciones y después desde la fundación del Centro Democrático. Además, es hermana de Joselito, uno de los amigos más cercanos de Uribe.

El expresidente le ha mostrado que es una de sus consentidas en más de una ocasión: la puso como su segunda en la lista cerrada al Senado de 2014, le pidió que ella misma la armara y este año fue la primera en llegar a reemplazar a Zuluaga en la aspiración presidencial, por petición de Uribe.

Aunque es querida dentro del uribismo y ha estado ligada siempre a la política electoral en la casa Guerra de Sucre, Charo no logra evocar lo que Zuluaga sí representa: la víctima del sistema judicial, a la que según los uribistas le han robado las elecciones, que se ha contado en las urnas (así sea con votos de Uribe) y tiene conocimiento de temas del Estado.

Por eso, el apoyo del zuluaguismo a Charo puede no darle mucho impulso con el sistema de elección del candidato porque el 80 por ciento de los que serán encuestados (serán en total 1700 personas) no son militantes y ella casi no marca en las encuestas generales.

Óscar Iván es la persona que más votos ha sacado en Colombia sin llegar a ser Presidente.  Hace un año era el director del Centro Democrático, preparaba su candidatura para el 2018 y era uno de los líderes de la renegociación del Acuerdo con el Gobierno; hoy quedó por orden de Uribe alejado de la contienda electoral y con un futuro político incierto.

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