El ‘factor Vargas Lleras’ regresa para presionar a Duque

Silla Paisa

Foto: Twitter Germán Vargas

El excandidato presidencial tiene las llaves de las objeciones a la JEP, su partido rechaza el tambaleante Plan de Desarrollo y se reunió justo ayer con el expresidente César Gaviria. Todo eso es muestra del poder de sus decisiones.

Corre el rumor de que hoy, en la reunión de Cambio Radical en Valledupar, el exvicepresidente y excandidato presidencial Germán Vargas Lleras y sus congresistas decidirán si apoyan las objeciones del presidente Iván Duque a la ley estatutaria de la JEP.

Ayer, Cambio dijo públicamente que votará contra el Plan Nacional de Desarrollo, lo que ayudó a ponerlo en la cuerda floja, y Vargas almorzó con el expresidente y jefe liberal César Gaviria, para explorar una alianza para las elecciones regionales de octubre.

Todo eso muestra que el ‘factor Vargas Lleras’ vuelve al centro de las escena política, después de su derrota en las presidenciales de hace un año.

Llega con poder porque Cambio es el fiel de la balanza de las muy sonadas objeciones a la JEP y del Plan, porque define las mayorías en lo primero y porque sin sus congresistas el Gobierno tiene difícil lograr hoy o mañana el quórum que ayer no pudo completar, y que necesita para discutir y votar el Plan antes de mañana a media noche.

Y aunque en su partido en el que su liderazgo no es tan claro como antes, producto de su derrota en mayo, y sus dilemas no encajan exactamente con los de sus congresistas, tiene como hacerse imponer.

Eso se notó en una reunión en el Ministerio de Hacienda el martes.

El factor Vargas, literalmente en puja

Aunque se rumoró que Vargas salió de pelea con el ministro Alberto Carrasquilla tras una cita con él, dos fuentes que estuvieron en la reunión coinciden en que sí hubo un roce, pero entre Vargas y sus copartidarios.

La reunión fue entre tres miembros de Cambio (con Vargas, el senador Richard Aguilar y el representante Carlos Cuenca) y el ministerio (Carrasquilla y sus dos viceministros, Juan Alberto Londoño y Luis Alberto Rodríguez), para discutir el proyecto de ley de cielos abiertos que presentó Cambio para que haya más aerolíneas en el país.

Al avanzar la reunión, según las dos fuentes, tocaron el tema del Plan.

Vargas preguntó que si habían quedado incluidas las proposiciones que él quería en la ponencia favorable que se presentó oficialmente ayer y Cuenca le contestó que no, como consecuencia del debate entre ponentes de diferentes partidos, que además necesitaban el aval del Gobierno para las modificaciones porque en el Plan ese es un requisito.

Cuenca aclaró que los ponentes habían acordado que esas y las demás proposiciones de otros partidos que no fueron incluidas quedarían como constancia, lo que permite que se debatan luego en las plenarias.

Según las dos fuentes, Vargas se molestó. Respondió que eso era un asunto del partido, anunció de nuevo que demandará la reforma tributaria de Duque, y preguntó si se podía quedar en una sala del Ministerio. Carrasquilla aceptó.

Una de las fuentes que estuvo ahí dijo que Vargas regaña a Cuenca, al frente de todos al responderle. “Fue bochornoso”, resumió.  

Después Vargas se quedó en la sala, habló con los congresistas de su partido que tienen que ver directamente con el Plan, y decidieron votar en contra.

Ese impasse muestra que una cosa es el interés y las órdenes de Vargas, y otra el actuar de los congresistas de Cambio, pero también el tamaño de su poder: ayer el mismo Cuenca anunció, en la sesión de las comisiones económicas de Senado y Cámara en las que se iba discutir el Plan, que su bancada votaría en contra.

Con ese anuncio, quedó claro que el factor Vargas no necesariamente juega a favor del Gobierno, algo que probablemente se refrende hoy, cuando se sepa si el Gobierno logra el quórum que le fue esquivo ayer.

Eso porque si bien puede lograrlo sin los congresistas de Cambio, en la medida en que ellos se ausenten le queda más difícil hacerlo. Y hoy tienen una cita con Vargas, a cientos de kilómetros del Capitolio.

 

Si decide, el factor ya pesa...

Hoy en Valledupar habrá una reunión de las cabezas de Cambio con unas 500 personas de las bases del partido para socializar las críticas de Vargas al Plan y para tantear el terreno electoral.

Es el tercero de los cinco destinos de su gira nacional que contó La Silla, y el que pone más duro el quórum para el debate del Plan.

Pero la reunión ha sonado por otro proyecto, también clave para Duque: desde el lunes se viene rumorando que allí la bancada decidirá a voto limpio si apoya las objeciones a la JEP.

Sin embargo, no es seguro que sea así porque no es seguro que vaya toda la bancada, y el acuerdo interno es que la decisión será conjunta y obligará a todos a votar como decida la mayoría.

“Es puro chisme que vamos a hablar de eso, ni siquiera está en el orden del día del evento y Vargas tampoco nos citó allá para tratar el tema”, le explicó a La Silla un congresista de Cambio que pidió no ser citado. Otros congresistas de cambio coinciden en que es improbable, pero algunos de ellos igual piensan ir.

Si en todo caso deciden rechazar las objeciones, significaría una derrota política y legislativa de Duque; si las apoyan, las mayorías del Gobierno serían apenas justas (exactamente la mayoría de 54 en Senado y solo uno por encima de la de 86 en la Cámara).

Eso quiere decir que para asegurar su victoria necesitaría que todos los uribistas, cristianos, conservadores y vargaslleristas fueran el día clave y que no les acepten impedimentos inesperados, o que voten a su favor algunos liberales o de La U.

Pero incluso ese escenario favorable para Duque es inseguro. Según ocho congresistas de Cambio con los que hablamos, la balanza sigue incierta y pocos han sentado su posición.

Sin embargo, pudimos averiguar que 10 de los 46 congresistas estarían en contra de las objeciones: Rodrigo Lara, Temístocles Ortega, José Daniel López, Eloy ‘Chichi’ Quintero, Jorge Benedetti, Jaime Rodríguez, Edgar Díaz, David Pulido, Julio César Triana y Richard Aguilar.

Tampoco es tan claro quienes estarían a favor, pero los senadores Claudia Rodríguez de Castellanos y Carlos Fernando Motoa, y la representante Ángela Sánchez tendrían esa visión. Germán Varón, escudero de Vargas, apoyaría solo algunas.

Si bien se ha dicho que la bancada caribe lo está, Quintero y Benedetti son caribeños.

Queda la opción de apoyar algunas objeciones, como Varón. Cuatro congresistas de Cambio dicen es probable - y podría reflejar las dos objeciones de Duque que reflejan críticas del Fiscal General, Néstor Humberto Martínez, quien viene de Cambio.

De ser así, quedaría refrendado que Duque solo podría reformar el Acuerdo cuando lo apoyen Vargas, y por lo tanto a su medida.

 

...pero si no, puede crecer más

En todo caso, hay incentivos para que hoy no tomen ninguna decisión.

Una es que de cara a elecciones quieren mostrarse unidos, y tomar una decisión sin todos los congresistas iría en contra de eso.

La segunda, y más fuerte, es que una demora cotizaría aún más sus votos pues aumentaría la presión para que el Gobierno y la oposición definan quién gana el pulso y qué pasa con la JEP.

Como definió el miércoles la Corte Constitucional, el Congreso solo tiene hasta el 20 de junio para decidir si acepta las objeciones, y luego definir cómo modifica los artículos objetados. Si no lo hace, el proyecto de estatutaria volverá a la Corte, y ella, y no los congresistas, tendrá la decisión final.

Por eso, y porque en la corte hay una clara mayoría preacuerdo, para el uribismo es importante asegurar los votos de Cambio, y entre antes mejor (y, si de una vez se suman para el Plan, mejor todavía).

“Yo creo que Vargas dilatando esto lo que hace es ganar tiempo y poder”, le explicó a La Silla un congresista de Cambio que pidió no ser citado.

Eso es muy posible, pues no ha convocado a la bancada a una reunión para decidir. De hecho, por lo general se reúnen el martes o miércoles de cada semana y esta no convocó. Eso dilató la cosa hasta hoy.

Mientras tanto, las comisiones accidentales de Cámara y Senado deben emitir sus recomendaciones y luego votarán las plenarias. Todo al mismo tiempo que se tramite el Plan de Desarrollo, si es que no se hunde si no lo aprueban las comisiones económicas mañana sábado.

El Gobierno se está moviendo para evitar ser el primero en la historia que ve su plan hundido en comisiones, como mostraron la dura intervención de Carrasquilla en el capitolio al notar que se iba a suspender la sesión ayer (“El Gobierno Nacional no va, eso no va a suceder no va a ceder a chantajes, como los que están tratando de poner”, dijo) y el video de anoche de la directora de Planeación Nacional, Gloria Alonso, invitando a los congresistas a ir hoy al debate y apoyar el Plan

“Estamos en crisis”,  nos dijo una fuente del Gobierno que pidió no ser citada.

Una crisis debida a que seis senadores de la Comisión Tercera rompieron el quórum y no contestaban el celular al Gobierno. La mitad de ellos son de Cambio -Richard Aguilar, Edgar Díaz y Luis Eduardo Díaz-Granados- dos de La U -Andrés García Zuccardi y José Alfredo Gnecco- y el liberal Mauricio Gómez Amín.

Eso mostró la fragilidad del Gobierno en el Congreso, que se reduciría si Vargas apoya a Duque. Y eso da otro motivo para que su demora en decidir cotice sus acciones y aumente su poder.

Más con la revelación de Darcy Quinn en Caracol de que Vargas almorzó con el expresidente César Gaviria, presidente del Partido Liberal y quien a raíz de las objeciones se fue lanza en ristre contra el Gobierno, para hablar de una posible alianza electoral.

La Silla Vacía pudo confirmar que esa reunión se dio y que se habló de una alianza electoral, que aterrizaría en un candidato de Cambio en la encuesta entre liberales y uribistas en Bogotá y otras decisiones similares.

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