Gilinski mueve a Semana más hacia la plata que hacia la derecha

Silla Paisa

Las contrataciones de Vicky Dávila, Luis Carlos Vélez y Salud Hernández son solo puntadas de una estrategia para crecer sumando nombres de periodistas famosos, aunque desde afuera críticos lo consideran un giro editorial a la derecha.

La llegada de Vicky Dávila como directora del nuevo canal de televisión digital de Semana, la contratación de Luis Carlos Vélez como entrevistador oficial de la edición impresa, y la llegada de Salud Hernández como columnista son solo tres puntadas de la nueva estrategia de Publicaciones Semana, orientada por el nuevo socio, Gabriel Gilinski.

El centro de esa estrategia es el canal, con la apuesta de que funcione como medios tipo Fox News y CNN, que soportan sus marcas en periodistas visibles y taquilleros que aportan su propia audiencia. Todo eso para crecer en ingresos vía publicidad. 

Según tres fuentes de alta confiabilidad y que tienen cómo saberlo, esa es la estrategia con la que llegó Gilinski a Semana, y tanto María como Felipe López están alineados con ella. 

Pero como significa un cambio estructural e implica una movida grande de poder, ha sido motivo de tensiones internas y también de críticas de afuera de quienes ven los cambios como un giro a la derecha.

El Fox dirigido por Vicky

Cuando le preguntamos a Vicky Dávila y a María López quién tuvo la idea de llevar a la primera a dirigir el Canal Digital, ambas nos dieron la misma respuesta: la periodista llegó a Semana por decisión de la empresa, es decir de los socios.

 

Pero otras dos fuentes que tienen cómo saberlo nos dijeron que la idea fue de Gabriel Gilinski, quien admira el trabajo de la periodista, sus 2,9 millones de seguidores en Twitter (Semana tiene 4,3 millones) y los 620.000 vistas que tenía su programa de mediodía en La W.

“El primer paso fue la llegada de Vicky, después vienen otros; un canal digital es una parrilla de programas. Los cuelgas en la página web y los distribuyes por redes”, nos dijo extraoficialmente un directivo de Publicaciones Semana.

La idea inicial es lanzarlo en enero, nos confirmó María López, presidente de Publicaciones Semana. Su parrilla inicial tendrá entre 5 y 8 horas de programación (todavía no está definido) con Semana en Vivo, el programa de debates que dirige María Jimena Duzán que saldrá de Cablenoticias y se transmitirá solo por el canal, como lo anunciaron aquí; un programa del columnista Daniel Samper Ospina, otro del Director, Alejandro Santos, y uno más de la columnista Salud Hernández.

“Cada periodista que haga su programa lo hará como quiera y bajo la línea editorial que quiera. Yo facilitaré el montaje de los programas, no intervendré en su contenido, ellos lo tienen claro”, nos explicó Dávila cuando le preguntamos cuál sería su rol.

Dávila también dirigirá un noticiero con un equipo de entre 15 y 20 periodistas, y le apostará a contar noticias, reportajes y hacer cubrimientos especiales, similares a lo que hicieron en la página web el 21 de noviembre, primer día del paro.

Este es el segundo medio grande que le apuesta a un canal digital de este tipo. A finales del año pasado Caracol Televisión lanzó Caracol Ahora, dedicado solo a dar noticias.

Además de tener una programación continua (a largo plazo quieren que sea 24 horas), Semana le apunta a tener periodistas taquilleros y reconocidos que traigan su propia audiencia y sean de diferentes orillas ideológicas, para así vender espacios comerciales.

El modelo a seguir es la televisión gringa de Fox News y CNN.

“Fox News ha creado una combinación de información y opinión que es exitosa y a eso le apunta la estrategia. No a que Semana sea de derecha o de izquierda, sino al modelo”, nos dijo una fuente que conoce la movida de primera mano.

De hecho, confirmamos que hubo conversaciones entre Gabriel Gilinski, Vicky Dávila y Jorge Acosta, gerente de Noticias Uno, para llevar ese noticiero al canal digital de Semana, pero Acosta nos confirmó que no se pusieron de acuerdo porque estaban buscando cosas distintas. Noticias Uno buscaba financiación para seguir haciendo su noticiero con independencia, y Semana esperaba conseguir, además del noticiero, otros contenidos para el canal producido por el equipo de Noticias Uno.

Este giro desde lo periodístico es particularmente relevante porque Semana priorizaba su marca sobre las personalidades de los periodistas, y por eso los artículos de la revista impresa no solían llevar firma, a diferencia de lo que ocurre en casi todos los otros medios.

Una muestra de ello es esta portada publicada a finales del año pasado, el artículo central venía firmado por el director de la revista, Alejandro Santos, lo que reafirma el giro en esa dirección.

O la llegada de Luis Carlos Vélez al impreso, que se estrenó en la edición pasada como entrevistador de la revista con esta entrevista al presidente Iván Duque, o los reportajes publicados por Salud Hernández todas muestras de que la revista también se está reorientando a ese enfoque.

De acuerdo con María López, las cifras de audiencia de Vicky los tienen optimistas: va con un promedio de 400.000 vistas por programa, y tuvo un pico de 2 millones el día del paro. 

“Han superado las expectativas y continúan en crecimiento, así que a partir de enero, cuando salgamos con la programación al aire, consideramos que para cualquier anunciante será muy atractiva la opción de vincularse comercialmente al canal”, nos dijo.

Esa es la segunda parte de la apuesta: que los nuevos espacios les ayuden a vender más. Una fuente que conoce bien la parte comercial de Semana nos dijo que recientemente cerraron un negocio con el Éxito para que paute en el espacio de Vicky.

Esa misma fuente nos dijo que la periodista había sostenido reuniones con el equipo comercial para decirles que estaba dispuesta a tener reuniones con potenciales clientes y a ayudar en lo que pudiera para que vendieran más.

Para fortalecer el área de mercadeo también se llevaron al exgerente de audiencias de El País de Cali, Édgar Cuéllar, que en ese diario se encargó de afinar las bases de datos de los lectores y montar el área de suscripciones digitales. También invirtieron en un software de análisis de audiencias y comenzaron a mover toda su plataforma web a Arc, que es un sistema más ágil, propiedad de Amazon, donde alojan la página y lo usa, por ejemplo, el Washinton Post.

Además, están buscando con una firma cazatalentos un gerente digital que se encargará de articular todo. 

En todo esto Gilinski va a invertir cerca de 15.000 millones de pesos, de los que 4.000 millones serán para montar la infraestructura del canal digital. No conseguimos el dato de en cuánto tiempo se van a invertir estos recursos.

Para compensar esa inversión, este año arrancaron otro recorte de gastos que incluyó el cierre del call center, que tenía 150 personas, la fusión a mediados de año de la redacción digital con la de impresos, y de los equipos de logística de nuevos proyectos, de donde salieron otras 50 personas.

También cerraron Fucsia, revista de moda dirigida por la esposa de Felipe López, Lila Ochoa. Los números no daban, y a pesar de esto la mantenían, pero Gilinski dio el empujoncito que faltaba, 

Aunque no tenemos los datos oficiales, una fuente que tiene cómo conocer las cifras dice que 2019 cerraron con ingresos cercanos a los 90.000 millones de pesos, algo similar (aunque un poco menor) a lo que les entró en 2018, y utilidades de un poco más de 12.000 millones, algo que no se veía desde 2014.

Esto a pesar de que los ingresos por pauta en el impreso, que sigue siendo la mayor fuente de dinero, cayeron de enero a octubre más de un 20 por ciento frente al mismo periodo del año pasado. Según nos dijeron dos fuentes conocedoras, ese golpe lo compensó principalmente el recorte, más algo de suscripciones impresas, que a noviembre habían crecido 1 por ciento, y de la pauta digital que estaba estancada y empezó a despegar.

Aunque ese reacomodo pinta bien en lo financiero, ha causado una puja dentro de la revista y descontento en un sector de la redacción.

El sacudón incómodo

A finales del año pasado Alejandro Santos, el director de Semana, invitó a los editores de todos los medios de Publicaciones Semana a una reunión en un salón del hotel Hilton. 

Estaban en la reunión la gerente de la empresa, Sandra Suárez, y Gabriel Gilinski, quien les anunció la apertura del canal digital, y sin dar mayores detalles ambos reiteraron que la nueva estrategia que està enfocada principalmente en lo digital, nos dijeron dos personas que estuvieron en la reunión.

Después de eso, en línea con esa idea, uno a uno los editores pasaron, dijeron cómo veían la empresa e hicieron propuestas de qué hacer para ganar más audiencias, como nuevos formatos y productos. De lo impreso, muy poco.

Eso, que muestra la apuesta a fortalecer lo digital sin mayores cambios en lo impreso, significa una reconfiguración de poderes porque Santos ya no tendrá injerencia en el contenido de todos los productos. 

En particular porque en el canal digital, que es la gran apuesta, tendrá un programa, pero no tirará línea ni tendrá injerencia en nada más porque la coordinación estará a cargo de Vicky Dávila.

“Alejandro Santos no es mi jefe, ni yo soy jefe de Alejandro. Nuestro jefe es Felipe López”, resume Dávila.

A eso se suma que, según cuatro fuentes de la redacción, hay un sector al que le preocupa que la cara de la nueva gran apuesta sea el formato del programa de Vicky, a quien ven como sensacionalista.

Por ejemplo, cuando le preguntamos a una alta fuente qué opinaba del programa, nos respondió: “juzguen ustedes”.

“No entendemos con qué criterio se entrevista a Petro dos veces en menos de dos semanas”, nos dijo extraoficialmente un periodista al que tampoco le gusta que el programa ocupe tanto espacio de redes y de la página, en detrimento del resto de la información.

Otra molestia es que cuando Vicky llegó y no tenía un equipo propio, los periodistas de la redacción debían hacerle notas a sus programas, lo que generó malestar, nos dijeron tres fuentes de adentro.

Una agregó: “Si pueden decir que es una exageración hacer ocho notas de una entrevista que hace otra periodista, sería lindo”.

Eso ha ido cambiando porque Vicky ha ido llevando a su propia gente y ha mermado la molestia, nos confirmó esa misma fuente.

El otro elemento incómodo dentro de la redacción es la llegada de Luis Carlos Vélez y de Salud Hernández, que son periodistas que suelen ponerse del lado del gobierno actual, mientras que la mayoría de periodistas de la redacción tienden a ser críticos al Gobierno.

Desde afuera estos cambios también incomodaron en un sector de izquierda que vio estas nuevas contrataciones como un giro editorial a la derecha. De hecho, el día en que se anunció la llegada de Vélez se popularizó el hashtag #YoBloqueoARevistaSemana, en el que usuarios de Twitter publicaron pantallazos que mostraban que habían bloqueado las cuentas de twitter del medio, argumentando en su mayoría que el medio ahora era de derecha.

El reemplazo de la editora política Lariza Pizano, conocida por sus posiciones públicas a favor del proceso de paz y crítica al uribismo, por el periodista Yesid Lancheros, que venía de trabajar en la administración de Enrique Peñalosa como director de Canal Capital, reforzó este argumento.

Entre los mensajes hay algunos como este que le atribuyen el giro a Gilinski, aunque la idea de llevar más figuras de derecha se venía pensando desde antes, más como una ampliación de voces que como un giro.

“Lo de Vicky fue una apuesta de Gabriel. En cuanto a Salud, hace rato la revista estaba buscando un columnista de derecha, una voz distinta, como José Manuel Acevedo, pero no le fue bien en lecturabilidad”, nos dijo una fuente.

Incluso, una fuente que estuvo en la revista en la época del plebiscito (octubre de 2016) nos contó que ese giro se venía notando desde ese entonces, y desde que ganó el No al acuerdo con las Farc tuvieron columnistas de ese perfil, como Sergio Araújo, Rafael Nieto y el mismo Acevedo.

Otra fuente cercana nos dijo que este trino de Salud Hernández resumía la visión de los socios de la empresa.

Algo similar opina Dávila: “yo aplaudo que Semana no le apueste a la dictadura de una sola opinión. Semana quiere darle el mismo derecho de opinar a todos los que estamos allí. Fíjate que los columnistas que más tiempo llevan siguen allí. Simplemente llegaron otras opiniones para tener un abanico más amplio, no para borrar las de los que ya estaban”.

Hasta ahora, esta nueva apuesta editorial se refleja más en la composición de los columnistas y los opinadores que en la línea editorial de los artículos centrales de la revista impresa, donde no se han notado mayores cambios y las voces de Santos y Felipe López siguen siendo dominantes, como muestra la portada sobre falsos positivos, o las investigaciones publicadas sobre corrupción en la Policía.

Pero ya que el impreso será menos relevante que lo digital, las nuevas contrataciones y espacios que se hagan para ellos determinarán si la Semana de Gilinski dará un giro a la derecha, o si el giro más significativo sea de modelo de negocios.

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