Mañana habrá una marcha para defender la cadena perpetua contra violadores. Hablamos con Marcela Gutiérrez, profesora del Externado, y Norberto Hernández, de la Javeriana, sobre la inconveniencia de esa medida.
“Aumentar penas o imponer cadena perpetua es un placebo político”.
Este sábado, el senador Álvaro Uribe, entre otros, está liderando una marcha en defensa de los niños con el #EsteSábadoPorLosNiños , que forma parte de la campaña para sacar adelante el proyecto de reforma constitucional para permitir cadena perpetua contra violadores de niños.
Varios expertos han dicho que esa medida no es viable, sobre todo, por razones jurídicas, pues contraría el Pacto de Derechos Civiles y Políticos que hace parte de la Constitución del 91.
La Silla Académica revisó el trabajo investigativo de Marcela Gutiérrez y Norberto Hernández, profesores de la Universidad Externado y de la Universidad Javeriana, respectivamente, sobre la cárcel como institución.
En el caso de Gutiérrez, su investigación ha incluido trabajo de campo en la Picota y en la Modelo, por lo que conoce de cerca la realidad, algunas de sus publicaciones son “Política Criminal y Prevención” y “Política Criminal y Libertad”. Hernández, es el autor de “El discurso protector de las víctimas menores de edad. Populismo punitivo en España y Colombia”, de “El fracaso de la resocialización en Colombia” y del "Derecho Penal de La Cárcel", y está a punto de publicar un artículo académico en coautoría con Alexa Rodríguez, psicóloga de la universidad del Bosque, sobre delitos sexuales y política criminal.
Estas son diez razones por las cuales, de acuerdo con el trabajo de estos dos académicos, y más allá de la constitucionalidad o no de la cadena perpetua, la idea de creer que aumentar el castigo es la solución -también entendido como populismo punitivo- no es sólo retórica, sino que representa un verdadero problema social.
1 La cárcel no satisface ni a las víctimas, ni al victimario ni a la sociedad
2 La cadena perpetua no va a persuadir a otros de no cometer delitos
“El aumento de penas o la cadena perpetua quizá son útiles para personas que normalmente no cometen delitos porque les refuerza la decisión de no hacerlo dado todo lo que tienen en juego, un trabajo, un ingreso económico importante, una posición social, etc. Para las personas que adoptan la delincuencia como su modo de vida, no les importa. El aumento de la pena no implica el aumento del riesgo de ser capturados. Lo que realmente importa ahí es la efectividad del sistema judicial.
La gravedad de la pena no es un criterio útil para efectos de desincentivar el delito. Tanto la idea de la cadena perpetua como la castración química lo que muestran es una alta influencia del sistema estadounidense.
Lo que muestran las cifras es que con el aumento de penas desde 2009, el número de personas presas también ha ido en aumento:
3 “La cadena perpetua sólo agravaría el problema”.
“En las condiciones actuales, las personas privadas de la libertad no tienen posibilidad de resocializarse. Entran y salen y eso significa un fracaso del sistema.”
Los reincidentes se conocen en las cárceles como “seres copados". Son personas a las que no les importa seguir cometiendo delitos. En el caso de la cadena perpetua eso sería todavía más grave. Hay una cifra oscura -porque no se conoce- de la criminalidad intramural. Los condenados a cadena perpetua serían esas personas que van a seguir delinquiendo en la cárcel lo cual va a hacer aún más difícil la resocialización de las demás personas recluidas. El Estado lo que va a hacer es cerrar la cortina ante la incapacidad de ir al fondo de los problemas.”
4 La cadena perpetua es una forma de ganar votos aprovechando la desinformación
Un estudio que se hizo en la universidad de Girona, replicado después en la universidad Eafit probó con encuestas aplicadas a estudiantes, que después de una actividad de pedagogía sobre penas alternativas a la cárcel y su efectividad en materia de no reincidencia, el 90 por ciento o más de los encuestados modificó su idea de que la ausencia de cárcel es igual a impunidad. Las actitudes punitivas que tienen los ciudadanos son por falta de información.”.
5 El delito sexual no es un problema individual, es un problema social
Esto está relacionado también con la pobreza. En algunos hogares, padres e hijos tienen que compartir la misma cama o espacio para dormir, y los padres terminan teniendo relaciones sexuales con sus hijos o teniendo relaciones sexuales en presencia de sus hijos. Asimismo, las condiciones de pobreza facilitan que haya este tipo de delitos pues en los barrios pobres hay muchos lotes vacíos, por donde a los niños les toca muchas veces caminar solos de camino al colegio, por ejemplo, y el riesgo de que sean interceptados es mayor. Esa probabilidad es menor para quienes viven en un conjunto cerrado.
Los delincuentes sexuales, generalmente, hacen parte del núcleo familiar de la víctima. La mayoría de adultos mayores que están en las cárceles lo están por delitos sexuales, y eso lo explica la curva del delito, porque en esa etapa de la vida ya no tienen mucho que perder.
Las carencias afectivas también explican este fenómeno. El Estado no protege la familia realmente, por lo que en Colombia fallan los “controles primarios” consistentes en los valores inculcados en la familia y en la escuela ”.
En lo que respecta a la cadena perpetua hay que ver cuáles son los factores. La violación de niños ¿Es un problema del individuo, de la familia o de la sociedad? Porque eso señala dónde hay que trabajar. Hay un problema de desarmonización social. La delincuencia sexual no es un problema eminentemente individual sino social. El trabajo empírico muestra que el control social punitivo se ejerce sobre personas con capacidades sociales débiles y en estado de vulnerabilidad, principalmente.“Ante este panorama de desigualdad, el Estado, a través del poder punitivo, selecciona a ciertos grupos vulnerados, sin tener en cuenta las situaciones sociales inequitativas o las capacidades ciudadanas” (Nussbaum, 2012a)”.
6 La incapacidad de resocialización de los delincuentes sexuales es un mito
Si se trata de un problema psicológico o psiquiátrico que le impide a la persona autodeterminarse, la cárcel no tiene nada que hacer ahí y la medida debe ser.”.
7 El riesgo de que el sistema judicial falle es alto
Cuando hay estigmas para ciertos delitos como los sexuales, que recaen en los hombres, las pruebas reinas resultan muy problemáticas. Los medios de comunicación, el legislador, los jueces, a veces, no escuchan, no ven la realidad de las personas y menos cuando hay estereotipos.
Si esto es así, sería muy peligroso establecer medidas más severas como la cadena perpetua. Hay expedientes muy pequeños, que claramente demuestran que no hubo defensa, y no son necesariamente casos de capturas en flagrancia.
Hoy la moda es allanarse a cargos, la práctica de pruebas está privatizada y depende de los recursos con que cuente el acusado”.
8 La construcción de sociedad no puede hacerse a punta de crear delitos
Los aumentos punitivos lo que hacen es aumentar el problema social de violencia. Pues los legisladores crean delitos y crean delincuentes. En otros países donde la construcción social no es delictiva, hay menos delincuentes. Por ejemplo, la eutanasia puede ser un delito o un acto de amor: ‘Te quiero tanto que te voy a ayudar a morir’.
Colombia no puede ser un Estado Social de Derecho y al mismo tiempo argumentar que para manejar las violencias hay que ser violentos. No podemos seguir reaccionando a hechos lamentables con más hechos lamentables como lo es la situación en que se encuentran las personas privadas de la libertad. Eso es la ley del talión. Un Estado debe satisfacer los derechos de las victimas y de la sociedad”.
9 Los recursos públicos deberían destinarse a políticas para mejorar la calidad de vida de los niños y niñas
10 Si el Estado no puede lo menos, no puede lo más
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