'A mí me fue bien, pero en Bogotá no nos entienden': Elsa Noguera

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La Alcaldesa de Barranquilla entrega su cargo este primero de enero con más logros que lunares. Sobre sus metas alcanzadas, pero también sobre el mal momento de la seguridad en La Arenosa y hasta acerca de cómo usaron su Alcaldía para buscarle votos a Álex Char, habló con La Silla Elsa Noguera, quien sale con altas posibilidades de jugar a nivel nacional desde el alto Gobierno o, de nuevo, como fórmula vicepresidencial en 2018.

La Alcaldesa de Barranquilla entrega su cargo este primero de enero con más logros que lunares. Se convirtió en la mandataria del año en el Caribe, luego de que en mayo Transparencia por Colombia dijera que su Administración registraba el menor riesgo de corrupción entre 41 alcaldías evaluadas en todo el país y de que, recientemente, la fundación Colombia Líder la incluyera entre los tres mejores alcaldes (el premio se lo llevó el paisa Aníbal Gaviria).

Sobre sus metas alcanzadas, pero también sobre el grave momento de la seguridad en La Arenosa y hasta acerca del 'Bogocentrismo' y de cómo usaron su Alcaldía para buscarle votos a Álex Char, respondió a La Silla Elsa Noguera, quien sale con altas posibilidades de jugar a nivel nacional desde el alto Gobierno o, de nuevo, como fórmula vicepresidencial de Germán Vargas Lleras en 2018.

Su gestión estuvo libre de escándalos y mantuvo fama de eficiente. ¿Cómo logró eso, que no es tan común?

Yo creo que por un lado esta región tiene un gran potencial de crecimiento, el país así lo ha reconocido, hoy la coyuntura nacional nos es muy favorable: la recuperación del río Magdalena, la firma de los tratados de libre comercio, la expansión portuaria, la misma alza del dólar que nos obliga a explorar cada vez más oportunidades de exportación. Eso de alguna manera le permite a la región Caribe jugar un papel de liderazgo en la economía nacional. Por lo tanto, desde lo local, como gobernantes tenemos la obligación moral de estar a la altura de esos nuevos desafíos del orden nacional.

Desde que llegué a la Administración pública, hace ocho años cuando fui Secretaria de Hacienda, nos propusimos devolverle la dignidad a la función pública. De hecho, yo confieso: cuando Álex Char me llama en esa oportunidad yo le dije que no había posibilidad de que en mi hoja de vida pusiera que había trabajado en la Alcaldía de Barranquilla. Yo venía de un proceso de tanques de pensamiento, del sector financiero, y no quería ponerlo. Pero en ese momento dijimos ‘bueno, tenemos que cambiar la historia y demostrar que aquí hay gente buena’. Me siento muy honrada de hacer parte de un cambio.

Noguera entró a la público como secretaria de Hacienda de Álex Char. A él le recibió el mandato y a él se lo vuelve a entregar. Foto: tomada de caracol.com.co

Si esto fuera una receta, para hablar del momento de Barranquilla, tocaría mencionar sus buenas administraciones, pero además la relocalización de unas inversiones a causa de los TLC, un Gobierno Nacional consentidor y de su buena relación con los privados...

Implementamos un buen modelo de gerencia pública moderno, eficiente y transparente. Eso genera confianza y cuando hay confianza el Gobierno Nacional le apuesta a hacer inversiones. También, el sector financiero que antes no nos daba ni un sobregiro. Además hay que hablar de los ciudadanos. Ellos han hecho un gran esfuerzo. De hecho, el comienzo de mi Administración fue un poco difícil. Nos metimos en un cobro de valorización iniciando. Cometimos de pronto errores en que salimos a cobrar y no vendimos el sueño adecuadamente. Eso hizo que tuviéramos un gran rechazo. Pero, al final del día, la gente salió a pagar y no se demoraron tres años. Por último, el sector privado. Barranquilla ha sido objeto de inversión por parte de compañías de todo tipo, en una diversificación de la economía muy grande. La construcción está disparada. Entonces, ¿cuál es la clave? generar confianza. ¿Y cómo lo hacemos? Con un modelo de gerencia público moderno, eficiente y transparente.

¿Cuáles son los límites en ese matrimonio entre lo público y lo privado, para salvaguardar lo primero de intereses particulares?

Bueno, ¡no puedes entregarte a los privados! Yo creo que hemos avanzado mucho en que hoy no solamente hay confianza, sino respeto. Esta relación no fue tan fácil hace ocho años. Yo creo que la muestra de que al sector privado se le ha exigido es nada más ver las reformas tributarias y el cobro de valorización. Pero adicional a eso, el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial.

Esas negociaciones fueron espectaculares. ¿Tú sabes lo que es haberle dicho al sector industrial ‘un momento: el río Magdalena no sólo es de la industria, no sólo es del sector portuario, hay seis kilómetros que ustedes le tienen que regalar a la ciudad’. Al principio yo no te quiero decir lo que fueron esas reuniones con el sector industrial. A Camacol, que son los grandes constructores, y a la Lonja, les dijimos además ‘Barranquilla no crece más de manera desordenada’. Vamos a tener altura donde tengamos capacidad de vías y de servicios y en las zonas de expansión no pueden desarrollar si no dan el 25 por ciento de cesión. Casi se arma… ni te  digo. Pero ellos empezaron a comprender que si queríamos construir ciudad teníamos que tener espacios para llevar los servicios de ciudad.

¿Y con los contratistas cómo ha sido?

Con los contratistas uno siempre quisiera que las obras estuvieran antes de lo que es. Porque cuando tú dices que vas a cerrar una vía seis meses, por ejemplo, no anticipas el caos vehicular que podrías armar en un mes, que es lo que se ha armado en Barranquilla, es la pura verdad. Hoy estamos mil veces peor que hace cuatro años, pero vamos a estar mejor cuando las obras se estén ejecutando. Las obras se ven, se están entregando a tiempo, no hay sobrecostos y así lo evidencia el indicador de Transparencia por Colombia que señala que hay pluralidad en oferentes. Falta, pero vamos por buen camino.

¿Lo que falta no tendrá que ver con que se le hayan entregado los grandes contratos de obra a los mismos tres o cuatro grandes contratistas?

Tres o cuatro, no. Son muchos más. Son alrededor de 10, 12, contratistas. Y eso se puede ver. Desafortunadamente las obras grandes son para los grandes, las obras medianas para los medianos y las obras chiquitas para los chiquitos. ¿Tú te imaginas si lo que hacen estos grandes ligas, con quienes me peleo todo el día, que tienen músculo financiero, equipo, personal y construyen en todo el país, e incluso a nivel internacional, estuviera en manos de chiquitos o medianos? Por eso es que se atrasan las obras, que es un poco lo que hemos visto en el resto del país. Cuando colapsan es por temas financieros principalmente.

Vía la relación de los Char con Vargas Lleras, dos de las altas funcionarias de Elsa Noguera aterrizaron en el Gobierno Nacional: Karen Abudinen en la dirección de infancia del ICBF y Natalia Abello en el MinVivienda. Foto: Laura Ardila Arrieta. 

Usted ha dicho que el 30 de diciembre pagará el último peso a los bancos para sacar a Barranquilla de la Ley 550, como fue su promesa, pero eso no será enseguida. ¿Cuándo será?  

Terminamos de pagar a los bancos, vamos a seguir en 550 por unos temas de contingencia, pero de verdad que ayer que me reuní con los bancos ellos no podían creer que les hubiésemos pagado el último peso. Se les deben otros créditos que fueron contratados en estos últimos siete años, pero ya son acreencias nuevas y no esos pagaré de los 90 que ellos decían jocosamente que eran pagaré del siglo pasado y que nos castigaban muy fuerte en los balances. Eso hace parte de lo que generó confianza. Yo creo que la gran lección de Barranquilla es que las finanzas sanas son fundamentales para poder conseguir recursos para hacer inversión.

Uno de los programas que más le celebran a usted los barranquilleros es el modelo de salud de los Pasos y Caminos (los Pasos son puntos de atención y los Caminos son centros de atención médico integral), cuénteme ¿cuál es la lección ahí?

Bueno, es que una de nuestras grandes obsesiones ha sido cerrar brecha social y eso se logra atendiendo las necesidades básicas. Ahí trabajamos en cuatro frentes. Primero, salud. Ese es un modelo de salud que es referente a nivel nacional y que demostró que el problema no era de recursos. En Barranquilla demostramos que cuando los recursos se manejan bien, la plata alcanza. En últimas, este modelo lo financiamos con el SGP (Sistema General de Participaciones) y recursos propios. Es decir, con la misma plata que le mandan a todas las entidades territoriales, aquí financiamos la salud. ¿Por qué ha funcionado? Porque lo gestionamos bien y es oportuno. Si la gente se enferma va al médico y lo tiene cerca con los Pasos y Caminos. Pero además es de calidad porque le pagamos a tiempo a los profesionales.

Pero también está la estampilla prohospital que tiene al sector de la construcción en contra... 

Es legítimo, a nadie le gusta que le cobren impuestos. Pero lo paradójico es que ellos dicen que no es competitivo y resulta que la construcción en Barranquilla está disparada como en ningún lugar de Colombia. El índice de precio de vivienda nueva está creciendo como ningún otro, todo se vende. Esa estampilla ha sido una bendición porque la dotación de los puestos de salud se financia con eso.

Pero, ¿por qué ese sector no la apoya si ha sido tan amplio en otras ‘pelas’ que se ha dado de la Alcaldía en materia de impuestos?

Yo creo que no lo conocen y nos ha faltado de pronto a nosotros montarlos en un bus y llevarlos a que conozcan el centro nutricional, los servicios de cardiología, la uci de neonatos, la uci de niños que no tienen los hospitales porque no son rentables.

¿No será que se abusó del tema tributario y no sólo con los privados: dos valorizaciones, la estampilla…?

Bueno, ¿cuándo has visto tú que una reforma tributaria, no sólo local, sino a nivel nacional, pasa sin pena ni gloria? Nunca. Siempre golpear el bolsillo de los ciudadanos es duro, pero la prueba de que podían hacerlo es cómo la ciudad ha progresado y no hay esa morosidad. La gente está hoy contenta, yo nunca pensé que iba a salir con tanto cariño, y todo se hizo con esos esfuerzos individuales. Pero, para terminar el tema de pobreza, en educación estamos avanzando y lo sabemos con las Pruebas Saber que lo dicen todo. Hoy tenemos más del 80 por ciento de las instituciones educativas por encima de la media. Hace cuatro años era como el 60 y hace ocho años teníamos el 76 por ciento en bajo logro. Además, somos la ciudad de Colombia que más pilos ingresa al programa de becas. Somos el mejor tercer colegio público. Y bueno, también somos campeones en vivienda: 10.400 viviendas y la pavimentación de barrios. Con eso logramos superar pobreza: logramos reducir pobreza en un 27 por ciento y pobreza extrema en un 34 por ciento, según las cifras del DANE.

Elsa en el más reciente partido de la Selección Colombia en Barranquilla con Vargas Lleras y su team Caribe para la Presidencia: mandatarios electos y salientes de Cambio Radical, sus ministros y otros aliados.

También está todo lo de la renovación urbana. Teníamos que atender a la clase media y ellos con los parques están felices. Y no sólo los parques, las plazas, la renovación del Centro, los arroyos, la recuperación del río, todo eso empieza a crear mejores condiciones de vida. 

¿Cómo es posible que esta ciudad que usted describe tenga la cifra de homicidios más alta de los últimos cinco años y la gente se sienta insegura?

La problemática que está viviendo Barranquilla en materia de seguridad es igual a la que están viviendo las principales capitales del país. Desafortunadamente, al negocio de la droga interno en Colombia le pusieron el nombre de microtráfico, minimizando el problema. Yo siempre lo he dicho, a mí no me gusta ocultar, porque por ejemplo si nosotros no nos hubiéramos rebelado cuando la terrible época de las llamadas vacunas hoy todo el mundo estuviera pagando extorsión: hoy sabemos que las bandas criminales que se dedican a la distribución de droga están llegando a la ciudad. Si ellos se dedicaran al negocio de la distribución, eso es de mucho cuidado. Pero es que, además, como tienen formación criminal, atracan. Esto se lo hemos hecho saber al orden nacional porque tenemos informantes por todas partes que nos lo dicen.

¿Estas bandas son ‘Los Úsuga’ o son como ellos?

Eso es importante precisarlo. El otro día el Comandante de la Metropolitana decía que aquí no hay bacrim que se llame “Los Barranquilleros”. Pero resulta que sí están Los Rastrojos, que ya se llaman Caribeños pero vienen de esa misma organización, y hacen presencia en Barranquilla. El clan Úsuga hace presencia en Barranquilla. De pronto no hay una banda conformada de barranquilleros, pero finalmente estas organizaciones están llegando a Barranquilla y empiezan a competir entre ellas y por eso es que observamos esas situaciones de sicariato.

En ese sentido, ¿está de acuerdo con la presencia del Ejército en las calles, como lo propone Char?

Esa no es una iniciativa mía, es una iniciativa del Alcalde Álex. Yo hoy lo entiendo, yo duré un año rogándole al General Palomino que me mandara más hombres, que pudiéramos hacer una mayor presencia policial, pero resulta que nos desatendió, y si hay una institución como el Ejército diciendo que hay soldados disponibles yo sí celebro esa decisión del Alcalde Char.

Pero meterse a las ciudades no es el papel del Ejército...

Por eso eso yo le aposté a la Policía. Y por eso te dije previamente que hay que fortalecer a la Policía. El soldado tiene una formación muy diferente. Ahora, no es decir que el soldado está solo para la guerra porque eso significaría que se van a quedar sin oficio ahora que viene la paz. Los soldados tienen una formación más agresiva, pero ellos también tienen una función, no los forman para estar en las ciudades, pero considero que sí pueden ayudar en materia de inteligencia y vigilancia en ciertos corredores para generar una mayor percepción de seguridad.

Hablemos de lo que pasó en estas regionales. El bienestar que supone el buen momento de una ciudad y sus habitantes tendría que incidir en que la gente mejore sus costumbres políticas y, por ejemplo, venda menos el voto, pero eso no fue lo que vimos ni en Barranquilla ni en el Atlántico...

Yo creo que quizás por eso nunca invirtieron en nuestros barrios, porque la ignorancia del pueblo se requería en época de elecciones. En la medida en que la gente se eduque, se alimente y tenga acceso a la salud sin intermediarios, eso va mejorando el nivel de vida y va desestimulando esa compra y venta, pero eso es un tema de esfuerzo y conciencia.

¿Por qué fue usada su Alcaldía para indebidamente buscarle votos a Char, mucho más teniendo en cuenta que por su nivel de popularidad él no lo necesitaba?

Mira, la instrucción siempre fue que no podíamos usar la Alcaldía ni nuestras posiciones de poder para presionar el voto de nadie, porque los votos se ganan con el respeto, con la autoridad moral, porque la gente quiere la continuidad, pero sin presiones.

Pero, entonces, a pesar de su instrucción agunos funcionarios exigieron planillas con nombres de potenciales votantes para Char y Eduardo Verano, como lo contamos nosotros en una historia...

Yo no la leí, pero me contaron y te puedo decir que después, y desde mucho antes, todo el tiempo dijimos 'aquí nadie está obligado a votar por nadie'. En época electoral, lamentablemente eso se presta para todo, no sólo para la gente nuestra, había intentos de todo tipo y siempre la instrucción fue esa. Aunque igual la historia sí nos sorprendió, me sirvió, yo apreté a todo el mundo e insistí. Además, voy a decir algo súper creído, pero no había necesidad de hacer algo indebido. 

Durante estos cuatro años, usted fue la única mujer mandataria de ciudad capital en el Caribe. ¿Qué tan difícil fue mandar en una región en la que todavía hay quienes se resisten a que las mujeres seamos jefas?

Yo siempre dije que mi elección, como primera mujer elegida aquí por votación popular, había sido un reconocimiento a la mujer barranquillera y del Caribe, y me propuse darles una alta participación en el Gobierno. Esa sensibilidad y ese enfoque de mujer fue determinante en mi Administración. Creo que parte de la resistencia que tuvimos al inicio del Gobierno fue esa, como ‘¿esta mujer sí será capaz?, o ‘¿a esta los contratistas sí le harán caso?’, pero el final del balance fue muy bueno. Por eso ahora que voy a ser conferencista, a partir de enero, va a ser muy bueno hablar de ese liderazgo femenino.

La colonización vargasllerista que se dio en las regionales, y que lideró el partido que la eligió a usted, Cambio Radical, más allá del proyecto presidencialista dejó la sensación de que el Caribe va a ser distinto en términos de ejercicio de poder en los próximos cuatro años. Los mandatarios electos se muestran desde ya unidos como en una suerte de bloque costeño frente al Gobierno Nacional. ¿Cómo cree que va a ser eso?

A mí esa unidad me parece que es fundamental, que estemos pensando no sólo en los problemas locales, porque como región podemos conseguir mucho más. Los resultados se han visto. Por primera vez nos están, por lo menos, atendiendo en el tema de Electricaribe. Hay interés, reuniones, tratan de entender. En el tema del gas fue fundamental. En lo de la recuperación del río y todo el tema portuario de concesiones, hoy nos estamos moviendo más como bloque y eso es clave y fue lo que nos faltó en el pasado. Si uno observa Antioquia se da cuenta de que esa ha sido su fortaleza. Ellos internamente se pueden decir lo que sea, pero hacia afuera se unen y logran unas inversiones que ninguna región del país ha logrado. La coyuntura hoy es distinta y el país ha entendido que tiene que mirar hacia las costas para poder competir.

De hecho, Char, cabeza de esa colonización, viene acuñando desde la campaña el término ‘Bogocentrismo’ por sus redes. Sin embargo, usted fue una mandataria consentida del Gobierno Nacional...

A mí me fue muy bien en ese sentido. Sería injusto decir que siento un rechazo, no fue el caso en estos cuatro años. Yo creo que no hubo una sola semana en este periodo en el que no tuviéramos la visita de algún ministro trayendo inversión o buenas noticias. Pero sí hay una realidad y es que todas las decisiones que han tomado a lo largo de la historia de este país han sido para beneficiar al triángulo de oro que es Bogotá, Cali y Medellín. Ahora, toda la culpa no se la podemos echar al centralismo, también aquí faltaron liderazgos y unidad. Hubo escándalos de corrupción y administraciones nefastas en toda la región.

Pero lo cierto es que en Bogotá no nos entienden, no comprenden la pobreza, no comprenden nuestras necesidades. No saben lo que es que a una familia pobre le llegue un recibo alto de la luz. Entonces, claro, cuando toman decisiones es muy difícil que tengan la sensibilidad. Por eso digamos que nuestra labor como gobernantes es lograr que vengan, llevarlos a los barrios, hacerles el recorrido, para que empiecen por lo menos a entender. A mi juicio la solución es unos administradores que hablen fuerte, como creo que va a ser, y una mayor participación de las regiones en los equipos de Gobierno del Presidente. Y no hablo sólo del Caribe. Porque desde el interior es muy difícil acertar por desconocimiento, ni siquiera porque haya maldad.

A propósito de lo de los recibos de luz. Podemos hablar mucho de competitividad, pero ¿cómo serlo si estamos en una región en la que hay zonas a las que les quitan la energía todas las semanas?

¡Claro! Nosotros aquí matándonos con la expansión portuaria, con las vías, la educación, y resulta que lo básico, que creíamos que estaba resuelto, porque esa fue una pelea que dimos en los 90, a estas alturas del partido no está y volvemos al inicio. Yo creo que esa lucha hay que darla con todo. 

¿Qué debe pasar con Electricaribe en su concepto?

Esa es una decisión que no debo tomar yo. Yo siempre he hablado de resultados. ¿Cómo lo hacen? No sé. No me gusta el argumento que utilizan ellos de que es que la gente aquí no pagan. ¿Entonces por qué sí pagan el gas, el agua, el alcantarillado y el aseo? Creo que les ha faltado conocer y conectarse más con la gente. Mientras esa compañía no logre eso, va a ser muy difícil que salgan del hueco en el que están.

Ahora mencionó que va a ser conferencista el otro año. Eso quiere decir que no se va para el Gobierno Nacional…

No.

Usted también ha dicho que tiene planes de irse a estudiar al exterior, pero muchos creen que podríamos verla en el tarjetón de 2018 de nuevo como fórmula vicepresidencial de Vargas. Sé que aún no puede hablar abiertamente de política, pero ¿le interesaría?

El sector público ha sido yo creo que la experiencia más linda de mi vida. Al principio tenía temor de llegar a una ciudad quebrada, con escándalos pasados de corrupción, hoy me parece que fue la decisión más acertada. Pienso que este espacio de salir a estudiar va a ser fundamental para cargar baterías, coger un enfoque más global, y si a futuro me dan la oportunidad de tener algo en lo público siempre va a ser interesante.

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