Así arranca la Farc en Santander

Silla Santandereana

Miguel Cifuentes, dirigente de la Asociación de Campesinos del Valle del Río Cimitarra y Jairo Quintero, excomandante de las Farc, los dos primeros de la lista a la Cámara de Farc por Santander.

Teniendo una curul fija en la Cámara, construyen su campaña de forma discreta apuntándole a las locales de 2019.

Ondeando las banderas de la defensa del Páramo de Santurbán, la modernización de la refinería de Barrancabermeja y el rescate de la empresa de Fertilizantes de Colombia, Ferticol, Farc hará su debut electoral en Santander.

Aunque por los Acuerdos de La Habana, en este departamento tendrá una de las cinco curules directas que recibirá para el próximo periodo legislativo, desde ya se están moviendo con miras a pavimentar el camino para las locales de 2019, cuando se medirán en igualdad de condiciones con el resto de partidos su fortaleza electoral.

La estrategia con miras a 2019

Mientras la mayoría de cartas que jugarán los caciques y sus partidos en Santander para el 11 de marzo están sobre la mesa desde hace meses, la campaña de Farc en la región apenas está calentando motores.

Hasta hace unas semanas Farc no había definido si cada candidato por separado podía darle declaraciones a la prensa sobre el proceso de su partido. Incluso, hasta la semana pasada estaban ultimando los detalles para abrir su sede política (mientras tanto se han reunido en la sede de la Central Unitaria de Trabajadores en Bucaramanga).

La razón es que, más allá del trajín de esta campaña, sus militantes tienen la mira puesta en las locales del próximo año.

Esa apuesta se debe a que, por un lado, son conscientes de que tienen todo por aprender de la mecánica de una contienda electoral, y por otro, a que su potencial electorado en la región traspasa los límites de Santander.

Y es que durante los más de 50 años en los que las Farc fue una guerrilla concentró su accionar militar en la subregión del Magdalena Medio y esta a su vez se compone de municipios de 5 departamentos (Santander, Antioquia, Boyacá, Cesar y Bolívar), por lo que sus bases sociales (entre organizaciones campesinas afines a ellos y líderes locales) realmente están concentradas allí.

Eso ha hecho que, por ejemplo, las reuniones más concurridas que han organizado hasta ahora no hayan sido en la jurisdicción de Santander sino en el nordeste antioqueño.

“En el mediano plazo cada quien debe estructurarse en su departamento pero mientras eso sucede la región del Magdalena Medio sigue articulada. En la medida en que vayamos estructurando el partido los de Yondó terminarán en Antioquia y los de Cantagallo en Bolívar. Pero hay que dar pasos para que madure esa circunstancia”, dijo a La silla Miguel Cifuentes, dirigente de la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra, Acvc, y Marcha Patriótica, quien ocupa el segundo renglón de la lista.

Según Cifuentes, la idea es aprovechar está contienda para identificar y potenciar liderazgos que puedan competir por concejos, alcaldías, asambleas o gobernaciones y a través de ellos promover la llegada de nuevos simpatizantes.

“Este partido es un partido nacional y la organización en su momento fue nacional. Nosotros no tenemos linderos. Lo que nos interesa es hacer el trabajo político y organizativo. Llevar el mensaje a la gente independientemente de su intención de voto”, nos dijo Jairo Quintero, el único excombatiente de la lista de Santander.

Quintero, quien fue excomandante del bloque Magdalena Medio de las Farc, es la cabeza de lista y por lo tanto tendrá el cupo asegurado en el Congreso.

Es la primera vez que hace política y desde hace tres meses empezó a recorrer el departamento, además del Magdalena Medio, con el fin de conformar consejos políticos, algo así como los directorios del partido Farc.

Según nos dijo un militante del partido que prefirió no ser citado porque no estaba seguro de si estaba autorizado para hablar, en Santander Farc ya tiene una estructura de cerca de 100 comunas, que en la guerra llamaban células y que hoy conforman desde cinco y hasta once personas, entre excombatientes, exmilitantes del partido comunista clandestino y simpatizantes.

Esas comunas están focalizadas en Barrancabermeja, el Área Metropolitana de Bucaramanga y la provincia de Vélez.

Es allí en donde apuntan a sacar votos, así como en algunos municipios de la provincia de García Rovira y la Comunera en los que están empezando a trabajar.

“Estamos visitando amigos. Uno los llama, agenda cita, los invita un tinto y les cuenta de esta oportunidad de renovar la política”, nos dijo el cuarto en la lista, Edgar Gordillo, exalcalde de Chipatá y él único que se ha medido en las urnas (su más reciente participación en elecciones fue en 2007, cuando se lanzó a la Asamblea por el Partido Liberal).

El trabajo de base

Además de una rueda de prensa en Barrancabermeja  a finales de noviembre con la que hicieron el lanzamiento del partido en el Magdalena Medio y la caminata que hicieron por el centro de Bucaramanga el día que inscribieron la lista a la Cámara, la Farc no ha sido visible.

Su participación en eventos públicos hasta ahora ha sido de la mano de organizaciones sociales y derechos humanos con las que tradicionalmente han tenido afinidad ideológica y con las que comparten el objetivo de sacar adelante los acuerdos de La Habana.

Así, aunque ninguna está matriculada directamente con el partido, sí han contado con la asesoría, acompañamiento y promoción en redes sociales de algunas como la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra, Acvc, Marcha Patriótica, Juventud Rebelde, Credhos o la Cut.

A través de ellas quieren abrirse espacios.

“Estamos aprovechando espacios que se abren para temas específicos para ir haciendo acercamientos con gente del común. Por ejemplo: víctimas. Se hico un foro de víctimas en una universidad y aprovechamos la cercanía con alguien del partido para invitar a Jairo (Quintero) y que hable sobre el tema. Así, va dando a conocer la visión que tienen (los del partido Farc)”, le dijo a La Silla un miembro de Marcha Patriótica en Barrancabermeja.

Además La Silla supo, aunque sin detalles, que algunos miembros de Marcha Patriótica que a su vez hacen parte de Farc están haciendo trabajo social en el Norte de Bucaramanga o, como nos dijo una fuente, “trabajo de base”.

Precisamente, tres de sus candidatos llegaron a la lista por su trabajo con población vulnerable.

María Angélica Rangel Contreras, además de integrar el Consejo Político Regional del partido junto a Miguel Cifuentes (quien es su cuñado), es la representante legal de la Fundación Trabajo Social en Barrancabermeja, que trabaja con niños discapacitados y la promoción artística y cultural con población vulnerable.

También están dos jóvenes que vienen de Marcha Patriótica.

Jesika Olivera, quien trabaja con organizaciones sociales de mujeres, y José Luis Triana, quien es secretario político de la Federación Estudiantil Universitaria en Santander, y hace trabajo comunitario con jóvenes barristas de Bucaramanga y en su barrio en la comuna 4 de Floridablanca, en donde es presidente de junta de acción comunal.

Y aunque de la otra candidata, Claudia Martínez Triana, se sabe poco más allá de que ha sido contratista del Instituto de Salud de Bucaramanga durante los últimos cuatro años, Cifuentes nos dijo que llegó porque tiene buenas relaciones con promotores culturales de Bucaramanga, lo que les podría servir para atraer simpatizantes.

Sin embargo, esa reserva en plena campaña no convence a todos sus simpatizantes o potenciales aliados.

Una fuente de adentro del partido le dijo La Silla que tanta discreción podría enviar un mensaje equivocado tanto a la gente que quisiera participar en la construcción del partido como para la ciudadanía a la hora de votar.

“Desde Bogotá (en el congreso nacional del partido Farc) se planteó algo más abierto, más participativo (a la hora de hacer política)...no tiene sentido seguir trabajando los que ya nos conocemos”, dijo esa fuente.

Sobre el trabajo del partido Farc con comunidad universitaria, un líder estudiantil de la UIS que prefirió no ser citado nos dijo algo similar: “en medio de tanta polarización, por razones de seguridad y de derechos humanos pues es difícil que conozcamos los detalles de la organización de estudiantes afines a la Farc, pero entonces es como si siguieran en la clandestinidad”.

Por eso, aunque los votos no son su prioridad para marzo, dado que este es el estrene electoral de Farc y por primera vez medirá su capacidad, tener una votación muy baja no sería una buena carta de presentación. 

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