Así se cocina la alianza fajardista en Medellín

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Hace cinco días la unión entre las candidaturas de Eugenio Prieto, Alonso Salazar y Federico Gutiérrez a la alcaldía de Medellín se veía muy lejos. Hoy está casi cocinada, pero falta lo que quizás es más complicado: quién sería el candidato que quede.

Hace cinco días la unión entre las candidaturas de Eugenio Prieto, Alonso Salazar y Federico Gutiérrez a la alcaldía de Medellín se veía muy lejos. Hoy está casi cocinada, pero falta lo que quizás es más complicado: quién sería el candidato que quede.

El jueves pasado Semana sacó un confidencial que presentaba y explicaba la propuesta del director del Teatro Pablo Tobón Uribe, Sergio Restrepo, de que se unieran en el #EquipoMedellin. Pero para ese momento parecía improbable: uno de los tres candidatos le dijo a La Silla que no lo veía posible y Salazar le dijo a Minuto 30 que esa puerta no estaba abierta.

Hasta ese día, más allá de los encuentros en los debates, los tres no se habían reunido a hablar de una eventual alianza, que es teóricamente posible porque los tres candidatos son los herederos de la Alianza AMA que hicieron en 2011 el hoy gobernador Sergio Fajardo y el hoy alcalde de Medellín Aníbal Gaviria. Y que tiene sentido porque el uribista Juan Carlos Vélez está disparado en las encuestas y esa unión podría poner el candidato que quede, con una intención de voto más cercana a la del puntero.

El problema más grande era que Salazar y Gutiérrez tenían una distancia muy grande, producto de la historia de esta campaña: Gutiérrez se lanzó primero y como candidato del fajardismo en fórmula con Federico Restrepo (el candidato a la gobernación), pero luego apareció Salazar y se quedó con  esa bandera y esa alianza.

Todo eso motivó una pelea entre los dos. Salazar acusó a Gutiérrez de ser un caballo de Troya del uribismo (Gutiérrez efectivamente es cercano a parte del uribismo y, por ejemplo, ha trabajado con la senadora Paola Holguín y el representante Federico Hoyos, ambos del Centro Democrático), del que él es distante.

Gutiérrez, por su parte, dijo que Salazar se había inscrito con el apoyo de Gustavo Petro y que su demora en decidir rompió al fajardismo.

Por eso, hasta el jueves los dos habían conversado del asunto con Prieto pero no entre sí. Y por eso la fuerte negativa pública de Salazar.

Sin embargo, Salazar cambió de postura entre el jueves y el viernes. Según dos fuentes, porque habló con el gobernador Sergio Fajardo, quien le habría dicho que lo mejor era no cerrar esa puerta.

Sea como fuere, entre jueves y viernes se desenredó el panorama. O, por lo menos, se superó ese primer gran obstáculo, y empezó a avanzar el proceso.

Lo que hay

El viernes, por primera vez, se reunieron Gutiérrez, Salazar y Prieto. En la reunión Salazar y Gutiérrez empezaron a limar asperezas, y los tres se dedicaron a buscar puntos de acuerdo. La cosa avanzó lo suficientemente bien como para que se reunieran otra vez ese mismo día, y una vez más ayer lunes.

Hasta ahora, todos están de acuerdo en que defienden un mismo modelo de ciudad, el que desarrollaron Fajardo y el mismo Salazar en sus alcaldías, y que con algunos matices mantuvo el actual alcalde liberal Aníbal Gaviria.

Otro punto del acuerdo es algo de lo que ya dio pistas Salazar en Twitter

Esa línea de hacer una campaña propositiva y no contra alguien (como fueron las dos pasadas contra Luis Pérez), le permite a Gutiérrez aliarse con Salazar, pues hasta ahora su mayor distancia ha sido la postura frente al uribismo que encarna hoy el senador Vélez.

También acordaron que la alianza será la fórmula del candidato fajardista a la gobernación Federico Restrepo, una posición que inicialmente tuvo Gutiérrez y que ahora tiene Salazar. Ese punto es fundamental pues significa que, de darse, la carrera quedará organizada alrededor de tres polos: el uribismo, la Unidad Nacional y el fajardismo.

A pesar de esos avances, en apenas cuatro días, falta superar un obstáculo de marca mayor: quién sería el candidato. Esa decisión no es sencilla, porque todos tienen ventajas y desventajas, cada uno tiene la aspiración de que la alianza se haga alrededor suyo y las distintas encuestas los ponen con intenciones de voto muy diversas. Y por eso, según cuatro fuentes consultadas de distintas campañas, a pesar de lo ya logrado el acuerdo todavía se puede caer.

Salazar arranca con la ventaja de que ya fue alcalde, es conocido en la ciudad y es la fórmula oficial del fajardismo (de hecho, desde hace tres semanas sacó una publicidad conjunta con Restrepo que dice “Fajardistas”).

Sin embargo, en las encuestas está estancado o con tendencia a baja (en la de Cifras y Conceptos perdió seis puntos de intención de voto en un mes en la de Gallup perdió casi 5 en tres meses, mientras que según Ipsos perdió uno en dos meses) y es el que produce más rechazo entre los tres según esas mismas encuestas (en Cifras y Conceptos casi la mitad lo tiene, y le saca 13 puntos al que le sigue en ese rubro, que es Prieto).

Gutiérrez, en cambio, no cae en todas las encuestas (creció en la Cifras y Conceptos, aunque cayó 3,5 puntos Gallup en tres meses y 8 en la de Ipsos en dos meses), tiene una imagen más fresca y puede morder el voto uribista (por ejemplo, la ex directora de El Colombiano y ex senadora del Centro Democrático Ana Mercedes Gómez escribió este domingo una columnao anunciando que va a votar por él), que en Medellín es muy fuerte a juzgar por los resultados de las elecciones del año pasado.

Sus debilidades son que lo conocen menos personas a pesar de que ya fue concejal fajardista y candidato a la alcaldía por La U, que no ha hecho campaña como fajardista sino como independiente y que en el fajardismo hay quienes lo consideran un infiltrado del uribismo (y lo correspondiente le pasa en el uribismo).

Prieto tiene la ventaja de ser una suerte de tercería pues ha mantenido buenas relaciones con Salazar y Gutiérrez en estos meses de campaña, y de que como ex gobernador y ex senador es conocido.

El problema es que ha sufrido una campaña muy accidentada en la que no ha contado con el apoyo de la mayoría de su propio partido, le va mal en la mayoría de las encuestas recientes (según Cifras y Conceptos su intención de votó bajo 3 puntos y la imagen negativa subió 7 en el último mes) y es difícil que sea el candidato del fajardismo cuando él mismo no es fajardista sino liberal (y no tiene el apoyo de todos los rojos  como sí tenía Gaviria hace cuatro años).

A pesar de esas dudas, el tema se va a definir entre hoy y mañana: hasta el viernes hay plazo para que la Registraduría defina quién va en el tarjetón. Cualquier cambio que se haga después no se verá reflejado en él, algo que no es deseable para las alianzas porque siempre hay votantes que marcan la casilla de los candidatos que se retiraron pero salen en el tarjetón.

Al final el viernes se sabrá definitivamente si el último mes de campaña arranca con un hecho político muy fuerte, que puede cambiar el panorama, o si la campaña sigue como va - con el uribista Vélez disparado para la alcaldía, el santismo con Luis Pérez fuerte para la Gobernación y el fajardismo en problemas.

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