La Silla recopiló los diez principales pulsos que han librado y le sacó el marcador a la pelea.
Así va la pelea de Rodolfo Hernández y la oposición
Rodolfo Hernández, alcalde de Bucaramanga.
Desde que arrancó su administración, el alcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, y los concejales de la oposición -con 12 de las 19 curules y la Contraloría de su lado-, se han trenzado en varias peleas que han incluido desde acusaciones de corrupción, hasta denuncias sobre ocultamiento de información, incapacidad administrativa y falta de gestión.
La Silla recopiló los diez principales pulsos que han librado los dos bandos y le sacó el marcador a la pelea.
Round: Las finanzas en rojo de Bucaramanga
Ganó: Rodolfo Hernández
Uno de las primeras peleas que cazaron los concejales de la oposición y Rodolfo Hernández, fue por el estado financiero de la Alcaldía.
Como lo contó La Silla, para hacer el balance real de la ciudad, Hernández contrató al economista Mauricio Cabrera, quien tras revisar todas las cuentas dijo que el hueco con el que cerró el municipio a diciembre de 2015 ascendió a los $304 mil millones.
Para poder pagar todas las cuentas y evitar embargos, y al mismo tiempo lograr liquidez para empezar a ejecutar su plan de desarrollo, Hernández llevó al Concejo un proyecto de acuerdo que tenía como fin que le dieran autorización para someter al municipio a una ley de reestructuración financiera, que en la práctica lo que le daba era la capacidad de renegociar las deudas y generar liquidez para empezar a cumplir con sus promesas.
Sin embargo, al final la oposición le hundió ese proyecto, y Hernández tuvo que aplazar la inversión de toda su administración para responder por la plata que dejó comprometida -sin tener la disponibilidad- el controvertido xalcalde liberal Lucho Bohórquez.
El 22 de marzo el Departamento Nacional de Planeación dijo que el municipio cumplía con todos los requisitos para acceder a la reestructuración financiera y con eso le dio la razón a Hernández, quien en redes sociales y en medios le pidió a la oposición que respondiera por la negativa a sanear las finanzas de la ciudad.
Round: Donaciones de contratistas a la Alcaldía
Ganó: La oposición
Una de las principales pifiadas de Rodolfo Hernández ha sido la solicitud de donaciones a los contratistas a cambio de que les agilizaran el pago en las deudas que el liberal Lucho Bohórquez adquirió con ellos sin tener plata para respaldar las obligaciones.
Las razones para que se pusiera en tela de juicio esa movida fueron varias. Por un lado, no es tan claro qué tan legal fue debido a que existen denuncias de contratistas que dicen que se sintieron presionados para dejar parte de sus ganancias en las arcas del municipio; y por otro, la Alcaldía nunca contó cuánta plata recibió, ni en qué la invirtió.
Debido a que al final la administración recaudó varios cientos millones por ese concepto, y solo hasta ahora va a empezar a legalizar la entrada de esa plata en el presupuesto de la ciudad, nuevas dudas surgieron sobre el recaudo de los recursos.
Aunque la oposición hizo varias preguntas al respecto, al final, como lo contó La Silla, varias respuestas de la Alcaldía fueron engañosas, o verdades a medias, y eso de entrada le dio màs peso a los cuestionamientos, y dejó en entredicho la actuación de la administración de Hernández.
Round: El pico y placa
Ganó: Aún no ha concluido, pero la oposición va ganando
El enfrentamiento por la ampliación del pico y placa en Bucaramanga se desató arrancando el año cuando el director de Tránsito, Miller Salas, anunció que además del pico y placa general, implementaría una restricción zonal en el sector del centro de la ciudad.
Apenas la medida fue ejecutada, hubo una ola de rechazo en Bucaramanga, especialmente impulsada por los comerciantes de esa zona, quienes empezaron a denunciar que con la restricción sus ventas se verían afectadas.
Esa resistencia fue capitalizada por la oposición, que acompañó marchas y cacerolazos contra Hernández y la implementación de esa medida.
Aunque para tratar de frenar esa medida varios comerciantes demandaron, la que finalmente prosperó fue una interpuesta por los concejales de la oposición Henry Gamboa y Pedro Nilson Amaya, quienes lograron que un juez suspendiera temporalmente la resolución que implementaba el pico y placa zonal.
Debido a que en ese mismo documento también estaba incluido el pico y placa general (el de toda la ciudad), desde que inició abril Bucaramanga se quedó sin ningún tipo de restricción de tránsito de vehículos y ahora los trancones aumentaron.
Esa suspensión (que terminó siendo contraproducente para toda la ciudad y puso en el centro del debate la labor de los concejales de oposición) fue apelada por la Alcaldía. Aún falta que el Tribunal Administrativo de Santander resuelva si la mantiene o la levanta.
Round: Presunta corrupción en la Terminal
Ganó: Lo va ganando Rodolfo Hernández
El escándalo de presunta corrupción en la Terminal de Transportes de Bucaramanga arrancó en noviembre del año pasado, cuando Vanguardia denunció que el concejal liberal Wilson Mora habría utilizado esa entidad para poner a disposición de su campaña 1.500 líneas telefónicas, que luego fueron reportadas como robadas.
Desde que se conocieron esas presuntas irregularidades, Mora y Hernández se trenzaron en una pelea que aunque no ha terminado aún -falta que un juez pruebe si efectivamente el concejal cometió algún delito-, la va ganando el Alcalde.
Primero, logró que Mora, dadas las dudas que pesaban sobre su gestión fuera retirado de la gerencia de la Terminal, que había dirigido durante 11 años; y luego contrató una auditoría externa para que revisara cómo había manejado esa empresa durante todo ese tiempo.
Los resultados de la auditoría mostraron que no solo que existían soportes de que las líneas fueron asignadas a gente del concejal y que la Terminal era la garante, sino que Mora había contratado con plata de esa empresa a 10 personas para que trabajaran en su campaña, que utilizaba las tarjetas de crédito para gastos personales (entre esos alcohol), que existieron presuntas irregularidades en los contratos que se adjudicaron y que los gastos subieron casi a la par de los ingresos sin nada que lo soportara.
El último episodio de ese enfrentamiento fue el de las amenazas de muerte que denunciaron los auditores que destaparon las otras irregularidades.
Round: Presupuesto de la Contraloría
Ganó: Rodolfo Hernández
La pelea por el presupuesto de la Contraloría de Bucaramanga -el único fortín que le queda a la oposición en la ciudad- arrancó a finales de 2017 cuando se iba a definir la proyección de ingresos y gastos de la ciudad. Las dudas sobre la plata de ese ente de control venían desde el año anterior, cuando sin justificación alguna logró que en el Concejo le aumentaran el presupuesto en 51%. Para 2017 la Alcaldía tenía en duda qué hacer con los recursos que le iba a girar a la Contraloría, y aunque la oposición se mantuvo en que debían mantener el monto, un concepto de la Auditoría General zanjó la discusión a favor de Hernández y determinó que esa crecida en el presupuesto había sido irregular.
Round: Telecitas y Teleconsultas
Ganó: Rodolfo Hernández
El fracaso de las teleconsultas y las telecitas dos proyectos que fueron contratados por la administración del liberal Lucho Bohórquez, y que como lo contó La Silla, se convirtieron en elefantes blancos, también enfrentaron a la Alcaldía y al Concejo. Mientras que la administración de Rodolfo Hernández denunció a la Fiscalía y la Procuraduría las irregularidades en la inversión de esos recursos, la bancada de oposición salió a defender el proyecto y le adjudicó el fracaso a “la falta de gestión de la Alcaldía”. En marzo de este año la Universidad Nacional, que fue la interventora, emitió el informe final de la ejecución, cuyo principal resultado fue que el contratista solo había cumplido con el 17 por ciento del objeto del contrato y pidió que se hicieran efectivas las pólizas por el siniestro de la inversión, que ascendió a los $5.800 millones.
Round: Las cámaras de seguridad
Ganó: La oposición
En octubre del año pasado arrancó esa pelea. El detonante fue una carta que le envió el comandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, Wilson Ruíz, a Rodolfo Hernández pidiendo que hiciera gestión ante el Ministerio del Interior para que instalaran en la ciudad 648 cámaras que fueron prometidas por esa cartera a la ciudad en 2015, pero que el año pasado se enredaron porque la Alcaldía no habría cumplido con todos los requerimientos para hacer efectivo el beneficio.
En el cruce de versiones participó desde el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo (liberal), hasta el secretario de Desarrollo de Bucaramanga, Jorge Figueroa Clausen (uribista), quien dijo que si la ciudad había sido excluida de ese programa había sido porque Hernández anunció que no haría campaña a favor del plebiscito de los acuerdos de La Habana, y que su voto sería No a la refrendación.
En medio de la pelea quedó la sensación de que por falta de gestión de Hernández se había perdido la oportunidad de que instalaran las cámaras en Bucaramanga; y eso lo capitalizaron los concejales de la bancada de oposición, quienes fueron hasta Bogotá a reunirse con Cristo para pedirle que no sacara a la ciudad de ese programa. Al final lo lograron, y en enero en un evento al que asistió el Ministro, hicieron el anuncio formal de la inversión y de la instalación de las cámaras. Los concejales liberales se llevaron los réditos.
Round: Finanzas del Acueducto
Ganó: Rodolfo Hernández
Desde que arrancó su administración, Rodolfo Hernández fijó su atención en el Acueducto Metropolitano de Bucaramanga, empresa que recibió ad portas de una crisis financiera aunque fue considerada por varios años como la joya de la corona de la ciudad. De ese tiempo para acá, logró que el exgerente Ludwig Stünkel renunciara; renegoció con los sindicatos los beneficios; y tiene metida a esa empresa en un plan de racionalización de gastos con el fin de recuperarla financieramente en un momento en el que tiene la mayoría de sus ingresos comprometidos con los bancos para pagar la construcción del embalse de Tona, obra que asegurará el agua del área metropolitana en los próximos 30 de años, pero que no está en funcionamiento porque no ha sido concluida en su totalidad y no hay plata para terminarla. Hernández pidió que se investigaran presuntos sobrecostos en el proyecto, que ha costado cerca de $260 mil millones.
El Concejo se ha mantenido en que las alertas sobre la inestabilidad financiera del Acueducto están infundadas; sin embargo, todos los balances le dieron la razón al Alcalde y de hecho mediaron para que el sindicato aceptara reducir parte de los beneficios de sus afiliados.
Round: La salud mental del Alcalde
Ganó: Rodolfo Hernández
En abril, el concejal liberal Wilson Mora, acusó a Rodolfo Hernández de no tener plenas facultades mentales para ejercer como Alcalde y pidió que le hicieran un examen psiquiátrico. Una vez se enteró de la petición, por su iniciativa propia Hernández acudió a un especialista para que lo diagnosticara. Una vez obtuvo la respuesta, la publicó en sus redes sociales y dijo que su salud mental era mejor que la de Messi (el jugador de fútbol argentino). Aunque Mora insistió y dijo que el que debía realizar el examen era Medicina Legal, y Hernández en respuesta hizo la solicitud, esa entidad se negó a hacerlo porque no existía una orden judicial. Al final Hernández ganó la pelea porque además de que certificaron que tiene todas las capacidades mentales, dejó a Mora como si estuviera acudiendo a medidas desesperadas tras la pelea que casó con él por el escándalo de presunta corrupción en la Terminal de Transportes.
Round: La revocatoria
Ganó: Aún nadie ha ganado, pero lleva ventaja Hernández
Desde que arrancó el año un comité llamado ‘Yo firmo por Bucaramanga’, apoyado por debajo de la mesa por los concejales de oposición y liderado por Óscar Iván Díaz, un político que, como contó La Silla, ha pasado por varios partidos y se ha quemado dos veces consecutivas en su intento de llegar al Concejo de Girón, empezó a recoger firmas para revocar a Rodolfo Hernández.
Aunque al principio el comité sonó en varios medios locales, y capitalizó las protestas por la implementación del pico y placa zonal, sus intenciones quedaron en entredicho cuando La Silla reveló que su fundación (Fundanijosan) había presentado un proyecto que la administración de Hernández no le quiso financiar.
El tinte político de la revocatoria, también quedó en evidencia cuando se conoció que los principales integrantes del comité eran líderes barriales del Partido Liberal.
Tres meses después de que la Registraduría le entregara las planillas para empezar a recoger las 24 mil firmas que necesita, ha recogido solo 21 mil. Si bien la cifra es cercana al total, debido a que existe el riesgo de que muchas sean invalidadas, Díaz tendría que recoger al menos 20 mil más para tener un colchón y como su meta es entregarlas el 17 de mayo, aún no es claro si lo pueda lograr.
A esa pelea aún le falta tiempo para concluir, pero por ahora y debido a que Díaz no la ha tenido tan fácil para recoger las firmas para sacar a Hernández, el Alcalde es el que va ganando el round.