Aún sin Echavarría, elección de Carrasquilla en Banrep no está cantada

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No es seguro que el Ministro vaya a buscar la gerencia del Emisor; tiene hasta diciembre para decidirse. Tampoco es seguro que tenga los votos o el aval de Duque, que lo necesita para sacar adelante la tributaria.

Con el anuncio del actual gerente, Juan José Echavarría, de que no pondrá su nombre a consideración de la Junta Directiva del Banco de la República para ser reelegido por cuatro años más, varios medios especializados dieron casi por hecho que el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, es el candidato más fuerte para sucederlo.

Pero esto es algo que todavía está por verse. 

Ninguna de las ocho fuentes con las que hablamos para esta historia, entre funcionarios del Gobierno, del Banco de la República y economistas que están bien conectados en este medio, tienen certeza de que Carrasquilla vaya a postular su nombre. El mismo Ministro declinó pronunciarse sobre el tema cuando La Silla le preguntó.

De hecho, directivos del Banco le confirmaron a La Silla que no han recibido ningún mensaje o señal del Ministro ni del Gobierno de que quieran que Carrasquilla sea elegido gerente.

Además hay factores que podrían poner al Ministro a dudar sobre si hacer campaña o no: no tiene los votos asegurados e implicaría dejar el Ministerio de Hacienda en la mitad de una de las principales crisis económicas de la historia del país.

A eso se le suma que, según versiones de otros medios de comunicación -que no han sido verificadas de manera independiente por La Silla- Carrasquilla tiene una propuesta laboral en un alto cargo en el BID, que lo estaría tentando.

Uno entre muchos candidatos fuertes

Ser gerente del Banco de la República es uno de los cargos más anhelados por economistas en el país; como para un abogado ser magistrado de la Corte Constitucional. 

El Banco es la entidad más poderosa en materia macroeconómica, no solo emite la moneda, sino que puede poner la pauta de a qué tasas prestan plata los bancos, y tiene el deber constitucional de controlar la inflación, es decir, el costo de la vida de los colombianos.

Al gerente lo elige la junta directiva, conformada por cinco codirectores, el Ministro de Hacienda y el mismo gerente, por un periodo de cuatro años que se puede renovar dos veces más. Por eso, José Darío Uribe y Miguel Urrutia Montoya, los dos gerentes previos a Echavarría, duraron 12 años en el cargo cada uno.

Por las normas del Banco, todos los miembros de la junta son candidatos a ser gerentes a menos que retiren su nombre de la contienda.

Hasta el momento, solo Echavarría ha dicho que no buscará la reelección y la Revista Semana descartó que la codirectora Ana Fernanda Maiguashca se fuera a lanzar, pero hasta el momento no se ha hecho pública la decisión; fuentes allegadas a la economista dijeron a La Silla que todavía está pensándolo.

Carrasquilla es otro de los codirectores que pinta fuerte por su trayectoria en el banco y en el Ministerio, y porque cuenta con el respeto de sus colegas del Banco. Sin embargo, el hecho de que sea ministro actualmente le juega en contra.

Como contamos en esta historia, entre los codirectores del Banco hay una división entre quienes creen que sería contraproducente que un ministro pase a la gerencia en el mismo periodo del Gobierno al que sirvió, porque podría interpretarse como una pérdida de independencia.

Eso porque esa autonomía es uno de los activos más importantes de una banca central, como lo escribió el mismo Carrasquilla en este paper de 2000 en el que propuso (junto con otro codirector del Banco, Roberto Steiner) que se redujera el tamaño de la junta y que el Ministro no participara en ella. 

Una ventaja que le han atribuido a Carrasquilla desde inversionistas de riesgo hasta columnistas como Salomón Kalmanovitz es que llevaría de entrada las de ganar en la elección porque tendría tres de siete votos asegurados: el suyo (los miembros de junta pueden votar por ellos mismos) y el de los dos codirectores que ha nombrado el presidente Iván Duque, Arturo Galindo y Roberto Steiner.

Según tres de las fuentes consultadas, el voto de Galindo es casi seguro por su admiración y gratitud hacia Carrasquilla, por haber apoyado su nombramiento en la junta.

Pero el voto de Steiner no es tan claro.

“Todo el mundo da por sentado que Steiner votaría por Carrasquilla, porque son amigos muy cercanos, pero Steiner es su propia persona, y uno de sus temas de interés es la independencia del Banco”, nos dijo un colega y amigo de Steiner.

Otra fuente del Banco nos dijo que en varias discusiones internas de la Junta, Steiner ha estado más del lado de Echavarría que de Carrasquilla. 

Incluso, como contamos, fue uno de los codirectores que firmó una carta a la Corte Constitucional en la que pedían que le permitieran al actual gerente renovar su periodo (no podía hacerlo porque su edad lo obligaba a jubilarse antes de terminar el periodo, pero finalmente la Corte quitó esa restricción), lo que implica que estaba a favor de reelegir a Echavarría, o al menos de que tuviera la oportunidad de volverse a postular.

Aún así, tener dos votos de antemano le daría a Carrasquilla una ventaja por el sistema de elección de la Junta, que de una lista de candidatos con los codirectores que no retiren sus nombres y las hojas de vida que ellos postulen, hacen cuatro votaciones en una sesión.

En la primera ronda, votan por todos los candidatos habilitados, y seleccionan los cinco con mayor votación; en la segunda ronda eliminan a dos de esos cinco, también por número de votos; en la tercera sacan a otro, y la lista queda con dos; y en la última votan para escoger el ganador.

Pero hay otros candidatos muy fuertes, que además no generarían dudas sobre la independencia del Banco.

Los miembros de la junta que más suenan son Steiner y Maiguashca.

Steiner hizo carrera como técnico en el Banco de la República desde 1981 hasta 1993, luego pasó a Fedesarrollo, un centro de pensamiento que ha sido cantera de ministros de Hacienda y codirectores del Banco, y también tuvo cargos ejecutivos en el Fondo Monetario Internacional y en el Banco Mundial.

El fuerte de Maiguashca es el sector financiero, clave para el proceso de reactivación económica que viene; también hizo carrera en el Banco como Jefa de desarrollo de Mercados, y Directora de operaciones y desarrollo de mercados, donde manejó deuda pública y mercado cambiario entre 2003 y 2006.

En en el ejecutivo trabajó como Superintendente delegada de riesgos en la Superintendencia Financiera, directora de regulación financiera y luego viceministra técnica del Ministerio de Hacienda.

Los dos tienen buenas relaciones con los miembros de la junta, y son muy buenos comunicadores, una virtud que es importante porque el gerente del Banco es el encargado de presentar el informe de la entidad ante el Congreso y de explicar sus decisiones en las ruedas de prensa que hacen todos los meses, después de la reunión de la junta.

Los codirectores tienen hasta diciembre, cuando se realizará la reunión de junta en la que se elegirá al nuevo gerente, para decidir si retiran su nombre o se someten a votación.

La Silla supo que la codirectora Carolina Soto está inclinada a mantener su nombre en la lista y ha hecho público su deseo de que el banco tenga una gerente mujer.

Pero no son los únicos que arrancan con buena aceptación. 

Hasta mañana los miembros tienen plazo para presentar los nombres de hasta tres candidatos, cuyas hojas de vida luego revisa la secretaría técnica de la junta, que se encarga de revisar que no tengan inhabilidades. Por ejemplo, por ley no puede ser gerente del Banco si es representante legal de una entidad financiera.

Aunque la mayoría de los nombres se mantienen en secreto, La Silla pudo confirmar que en la lista estarán

  • Hernando Vargas, actualmente el gerente técnico del Banco y que entre los miembros de la junta es conocido por haber hecho una buena labor, en particular ayudando a diseñar medidas de apoyo a la economía durante la pandemia; y

  • Leonardo Villar, un economista de amplia trayectoria, que no solo fue codirector del banco por doce años, también fue director de Fedesarrollo y actualmente es miembro del directorio del Fondo Monetario Internacional.

También supimos que postularán a varias mujeres.

Un nombre que nos mencionaron dos fuentes, pero no pudimos verificar de manera independiente, fue el de Natalia Salazar, economista que ha pasado por el Ministerio de Hacienda, Fedesarrollo, el Banco de la República, el DNP, el Fondo  Monetario Internacional y el Banco Mundial

Con esta baraja de candidatos, es claro que Carrasquilla no tiene tan fácil la votación.  Eso, y la responsabilidad que tiene entre sus manos con la reactivación económica, pondrían su postulación en duda.

 

Un hueco para Duque

Los ruidos alrededor del interés de Carrasquilla por ser gerente del Banco y la propuesta que supuestamente tiene para irse a trabajar al Banco Interamericano de Desarrollo, dejan en entredicho que pueda terminar el Gobierno en la cartera.

Según nos contó un ex alto funcionario de Presidencia, desde el principio era claro que Carrasquilla no estaría los cuatro años del Gobierno Duque, pero su salida se ha venido posponiendo.

Su rol principal, dice la fuente, era ayudar a diseñar y sacar adelante dos de las principales reformas que se planteó Duque en materia económica: la tributaria y la pensional. 

 

La pensional sigue embolatada. 

Carrasquilla y su equipo ya tienen una propuesta, pero lo más probable es que no la presenten porque no hay ambiente político y porque el tema salió de la lista de prioridades del Ministerio de Trabajo, el otro encargado de esa reforma, con la salida de Alicia Arango. 

La tributaria pasó una vez, la tumbó la Corte Constitucional, la volvieron a pasar en diciembre del año pasado. Con esto, Carrasquilla había cumplido su misión y alistaba el camino de su sucesor. 

En septiembre del año pasado, el Ministro logró que Juan Pablo Zárate renunciara a ser codirector del Banco para ser su viceministro técnico , una movida que miembros de la junta y por al menos seis de las fuentes consultadas para esta historia, interpretaron como un acto de lealtad de Zárate a Carrasquilla, su amigo personal; pero también como una movida que le permitía a Zárate suceder a Carrasquilla cuando él renunciara.

El tiempo también cuadraba. Los codirectores no pueden ser ministros de Hacienda sino hasta un año después de haber renunciado, y la inhabilidad a Zárate se le venció hace un mes, así que hoy podría reemplazar a Carrasquilla.

Pero la pandemia cambió el panorama.

El Ministerio tendrá que presentar el próximo año otra reforma tributaria que, según las señales que han dado hasta ahora el Ministro, sus viceministros y los documentos técnicos de esta entidad, podrían ir en la línea de eliminar exenciones de IVA a algunos alimentos y ampliar los impuestos verdes para poder recaudar 20 billones de pesos al año (más de tres veces la tributaria anterior) y evitar un hueco fiscal para 2022.

No obstante, el detalle de esa reforma todavía no está definido pues, según lo que ha dicho Carrasquilla, esperarán a que una comisión de expertos creada por este Gobierno les dé unas recomendaciones. 

Que Carrasquilla la lidere puede ser clave por la credibilidad que tiene entre los congresistas de la coalición del Gobierno y algunos independientes.

El hecho de que sea un hombre de confianza de Álvaro Uribe Vélez también le puede ayudar a lograr que congresistas del Centro Democrático apoyen medidas impopulares, como un eventual aumento del IVA, en año previo a elecciones, aunque tres congresistas del Centro Democrático nos dijeron que hacerlo va a estar difícil.

Zárate, aunque también tiene reputación de ser un buen técnico en el Congreso, no tiene esa llegada de Carrasquilla. 

Tampoco tiene la visibilidad y el reconocimiento que tiene el Ministro en el escenario internacional, donde Hacienda sale a buscar plata prestada para financiar el presupuesto de la Nación.

“Los mercados financieros viven enamorados de su trabajo. En momentos de crisis, tener un tipo así es una bendición”, nos dijo una alta fuente de Gobierno sobre Carrasquilla. 

Aunque esos huecos se pueden gestionar sin Carrasquilla -el viceministro general de Hacienda, Juan Alberto Londoño, ha mostrado ser hábil en la relación con el Congreso, y Colombia cuenta con buena reputación en los mercados internacionales- el 2021 será un año clave para que el Gobierno logre la meta de al menos recuperar el crecimiento económico, el empleo y la inversión que traía antes de la pandemia. 

Y un Carrasquilla ministro puede ser más útil para ese fin que un Carrasquilla gerente.

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