Caldas, la primera prueba de la tercería
La candidatura de Eugenio Marulanda la están apoyando figuras como Antonio Navarro, Claudia López y Antanas Mockus, que formaron parte del grupo Pedimos la Palabra. |
Julián Gutiérrez Boteroes el candidato a la Gobernación de La U. Cuenta con el apoyo de congresistas de ese partido como el presidente de la Cámara Hernán Penagos, además del grupo que lidera el senador conservador Luis Emilio Sierra. |
Augusto León Restrepo es el candidato de la coalición que fundaron Víctor Renán Barco y Omar Yepes Alzate, y que ha dominado la política caldense en las últimas décadas.
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En diez días son las elecciones atípicas en Caldas. En ellas se enfrentan los candidatos de dos grupos político tradicionales y uno, Eugenio Marulanda, que representa la tercería que se está formando en todo el país entre el partido Verde, Progresistas y otros independientes. En Caldas, el grupo liderado por Antonio Navarro, tendrá su primera gran prueba.
Marulanda se inscribió con el aval de la ASI, tiene el apoyo de las directivas del Partido Verde en Bogotá (aunque no en Caldas) y ha estado acompañado de otros líderes del grupo que se formó en Medellín hace un año bajo el nombre de “Pedimos la Palabra” . Marulanda fue uno de los fundadores de este grupo.
Por ejemplo, en su inscripción como candidato Marulanda estuvo acompañado de Antonio Navarro, de Progresistas, y este martes estuvo haciendo campaña en Manizales con Antanas Mockus y Claudia López.
El grupo de Pedimos la Palabra, la pidió y luego se quedó callado. Nunca se volvieron a reunir bajo esa sombrilla aunque de manera un poco más difusa siguieron en contacto y buscando alternativas para darle vida a una tercería política.
Sin embargo, las dificultades han sido evidentes. Algunos ya se pelearon entre sí; varios quieren ser candidatos presidenciales y casi ninguno ir al Congreso, donde tendrían más opción de hacer una diferencia; la ley que supuestamente iba a impulsar Juan Fernando Cristo para salvar los partidos pequeños se abortó ante la falta de apoyo del Polo; y han quedado todos dependiendo del Partido Verde, que ha hecho hasta lo imposible para dilapidar su capital político.
Por eso, los resultados de Marulanda en Caldas son una prueba que podría darle nuevos bríos a la tercería o demostrar una vez más que la Ola Verde fue flor de un día.
La pelea en Caldas
Como ha contado la Silla, uno de los otros dos candidatos en Caldas pertenece a la antigua coalición yepobarquista (que hoy en día algunos llaman “coalición A” y otros coalición “yepofranquista”, por el ex senador conservador Ómar Yepes y la representante liberal Adriana Franco). Fuera del apoyo del jefe del Partido Conservador también lo apoya el jefe del Partido Liberal Simón Gaviria.
Ese grupo político, que en manos de Yepes y Víctor Renán Barco manejó de manera bastante controversial la política caldense por décadas, tiene el gobernador encargado, Juan Martín Hoyos y, como contó La Patria, ha recogido apoyos de algunos miembros de Cambio Radical y de la ASI.
El candidato de esa coalición es Augusto León Restrepo, un político de más de 70 años quien llevaba un tiempo retirado de la vida pública. Sobrino de un representante a la Cámara conservador, José Ramírez Parra, hizo trayectoria en ese partido: fue alcalde de Anserma, secretario de Hacienda y de Gobierno Departamental, contralor de Caldas y representante a la Cámara. También fue subdirector y luego director del diario la Patria a finales de los años setenta.
Por otro lado está Julián Gutiérrez Botero, avalado por La U. Gutiérrez tiene el apoyo de los otros grupos políticos del departamento (toda La U con los senadores Mauricio Lizcano y Jaime Alonso Zuluaga y los representantes Hernán Penagos y Jairo Quintero, el grupo conservador que lidera Luis Emilio Sierra, incluyendo los representantes Juana Carolina Londoño y Carlos Uriel Naranjo y Cambio Radical), agrupados en la “coalición B”. También cuentan con el apoyo de algunos liberales caldenes, debido a su origen liberal.
Gutiérrez viene de una familia liberal con excelentes relaciones empresariales. Su abuelo Alejandro fue gobernador y su papá, Eugenio Gutiérrez Arango, fue una de las cabezas del partido liberal en Caldas, fundador de la Universidad Autónoma, empresario y una reconocida figura de la élite manizalita. También es recordado por haber liderado una de las ganaderías de toros de lidia en una región muy taurina.
Gutiérrez fue alcalde de Manizales por ese partido hace casi 30 años y luego concejal del movimiento cívico que lideraba Luis Alfonso Hoyos, el antiguo director del Sena de Santos y uno de los alfiles de Uribe. Venía sonando desde hace varias semanas como posible candidato de ese grupo. Sin embargo, inicialmente el senador Lizcano rechazó esa posibilidad, pues buscaba que el sacerdote católico Leopoldo Peláez, fundador y presidente de la junta directiva de la Universidad Autónoma, fuera el candidato de esa coalición. Pero Peláez declinó y por eso decidieron apoyar a Gutiérrez. Finalmente tuvo el aval de La U.
Entre Gutiérrez, que tiene el apoyo de siete congresistas, y Restrepo, que tiene de su lado al gobernador encargado, la campaña de Marulanda necesitaría un milagro para ganar, pero sí tiene posibilidades de aterrizar esa tercería con miras a las elecciones del próximo año o las locales del 2015.
Lo que ha mostrado la tercería en Caldas
Mientras que “Pedimos la Palabra” se enredaba para ponerse de acuerdo en un plan de acción concreto con miras a las elecciones, Marulanda decidió lanzarse a la Gobernación de Caldas y llevar la tercería a la práctica. Aunque el presidente de la Cámara, Hernán Penagos, y el destituido gobernador, Guido Echeverri, le ofrecieron el aval de La U, Marulanda buscó el aval de la ASI y lo hizo con el apoyo de varios grupos.
Por un lado, Antonio Navarro, quien es la cabeza de Progresistas, no podía darle un aval porque el movimiento que eligió a Gustavo Petro en la alcaldía de Bogotá no tiene personería jurídica. Por eso, Navarro intervino ante la ASI para que Marulanda consiguiera el aval. También lo hicieron figuras del mundo de las ONG, como Pedro Santana de Viva la Ciudadanía.
Ya con el aval de la ASI, Marulanda empezó a sumar esfuerzos. Los mockusianos de Caldas, liderados por Jorge Jaramillo (quien coordinó la campaña de Mockus y Fajardo en el departamento), han empezado a moverse. El Partido Verde, aunque no lo avaló oficialmente, lo respalda públicamente, igual que Progresistas y Compromiso Ciudadano de los fajardistas. (De hecho, Marulanda estuvo casado con la representante verde Angela María Robledo, también caldense).
Además han llegado refuerzos desde afuera de Caldas. Mockus no había vuelto a aparecer públicamente desde su fallida campaña del 2011, pero decidió acompañar a Marulanda en Manizales.Y su presencia despertó una pequeña ola de entusiasmo entre los jóvenes de la antigua Ola Verde, con algunos de ellos incluso llorando y pidiéndole que se volviera a lanzar.
Para Marulanda sería fundamental capturar parte de esa emoción, que en la primera vuelta dejó a Mockus a menos de dos mil votos de Santos en Manizales (más de 51 mil contra casi 53 mil).
Con Mockus también fue Claudia López, quien es otro de los motores de la tercería. Si bien López (ex columnista de La Silla Vacía ) nunca ha sido candidata a elección popular, su presencia en Manizales es señal de que le sigue metiendo el hombro a esa alternativa política. Su prestigio entre la opinión (tiene más de 120 mil seguidores en twitter) y lo que ella simboliza también le puede sumar a Marulanda.
Otra figura de afuera es el precandidato liberal Eduardo Verano de la Rosa, quien ha ido dos veces a Caldas a acompañar al candidato en sus giras de campaña. Incluso apareció en el noticiero de televisión del diario La Patria, defendiendo su programa .
Esas visitas han sido en compañía de Navarro Wolff. Tanto Verano como Navarro quieren ser candidatos presidenciales por ese grupo
Por último, aunque no ha ido, el exalcalde de Medellín Alonso Salazar también lo apoya. De hecho, hay volantes de la campaña en las que sale Salazar, junto con Navarro.
A pesar de esos apoyos, como candidato Marulanda tiene dos grandes desventajas.
La primera es que desde hace muy poco regresó a Caldas, donde nació y donde su padre militó en el conservatismo y llegó a ser concejal de Manizales. Marulanda estudió en Bogotá, donde hizo toda su carrera.
Marulanda empezó en el sector público, como director del extinto Instituto Nacional del Transporte (Intra), entre 1985 y 1986. Su jefe era el Ministro de Obras Públicas, el conservador Hernán Beltz Peralta. Después saltó a los gremios, primero como presidente de Colfecar, el gremio de transportadores de carga por carretera entre 1983 y 1998, y de ahí pasó al gremio de las Cámaras de Comercio, Colfecámaras, a cuya presidencia renunció a fines de 2010
La segunda es que en las elecciones atípicas la abstención crece y en general el voto de maquinaria tiene aún más peso que en elecciones normales. Eso no le conviene a un candidato que no tiene maquinaria ni es muy conocido, y menos en una campaña tan corta como esta (los candidatos se inscribieron hace un mes).
En votos, y teniendo como referencia las elecciones atípicas del Huila y Cartagena, eso querría decir que la participación podría bajar de 411 mil en 2011 a unos 250 mil, y que los votos para ganar podrían bajar de los 150 mil que obtuvo Guido Echeverri en 2011 a alrededor de 100 mil. Y eso si las elecciones no terminan ocurriendo en pleno paro cafetero, lo que afectaría aún más la votación.
En ese panorama, la campaña de Marulanda ve como un buen resultado llegar a 40 mil votos, la mayor parte en Manizales. Si lo logra o si alcanza un 20 por ciento de los votos, mostraría que la tercería tiene opciones en campañas más largas, con candidatos más conocidos y con más entusiasmo entre la gente, como las del próximo año.