'Calificaría este primer gobierno con B+': María Lorena Gutiérrez

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María Lorena Gutiérrez prácticamente gobernó el país mientras el Presidente Santos estuvo en campaña y varios de los funcionarios del gobierno dicen que si no fuera por esta mujer –que es tan poderosa como desconocida- muchas cosas se quedarían sin hacer. 

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María Lorena Gutiérrez, la Secretaria General de Santos, prácticamente gobernó el país mientras el presidente Santos estuvo de campaña. Foto: tomada de Portafolio.

María Lorena Gutiérrez prácticamente gobernó el país mientras el Presidente Santos estuvo en campaña y varios de los funcionarios del gobierno dicen que si no fuera por esta mujer –que es tan poderosa como desconocida- muchas cosas se quedarían sin hacer. 

“Dado que Santos tiene capacidades muy limitadas para ser administrador, ella hace lo que se necesita”, dice uno de los consultados. “Su poder radica en que ella no administra la información, sino que se la pasa al Presidente como debe ser”, dice otra persona que la conoce. “No tiene una agenda política propia lo que garantiza su lealtad”, dice otro.  “Es muy, muy poderosa, y está gobernando. Cita a la gente a su oficina y ahí se decide”, opina un funcionario.  “Ella le dice a uno que ‘no’ a diez cosas que uno le pide, pero a la que le dice que ‘sí’ uno sabe que cumple”, opina otro congresista.

Gutiérrez es una de las pocas personas que hoy es cercana al Presidente y que no lo ha sido durante los últimos veinte años. Esta ingeniera industrial bogotana con un doctorado en finanzas en la Universidad de Tulane, llegó al Gobierno porque quiso.

Le gustaba que Santos creía en las instituciones, un tema que la había obsesionado como académica de la facultad de Administración de Empresas de la Universidad de los Andes, donde fue una decana reconocida. Entonces, le mandó el mensaje que quería trabajar con él y Fernando Carrillo la vinculó a la Comisión de Empalme.

Santos la conoció ahí y unos meses después, la nombró Alta Consejera de Buen Gobierno y Eficiencia. Desde allí asesoró las modificaciones en la estructura del Estado, implementó medidas de eficiencia como la ley antitrámites y diseñó los indicadores de transparencia y rendición de cuentas en la administración.

También se volvió la dueña de un ‘semáforo’ que ha utilizado Santos para medir el cumplimiento de metas de sus ministros. Varios semáforos en rojo de María Lorena significan que el ministro debe buscar trabajo en otro sitio. Esto le dio un conocimiento íntimo del Gobierno, y también mucho poder a pesar de que los que la conocen dicen que su olfato político es nulo.

De ahí pasó a la Secretaría General, donde actúa como una verdadera Jefe de Gabinete, que le hace seguimiento a las prioridades del Gobierno (salvo a la negociación de paz que es solo resorte de Santos) y coordina el trabajo con los ministerios. Al final, ella es la que tiene en la cabeza toda la rutina del día a día del gobierno puesto que el Presidente delega todo salvo lo más estratégico.

La Silla la entrevistó sobre el gobierno que termina y el que está a punto de arrancar.

La Silla Vacía: Usted que fue Consejera de Buen Gobierno, diría que el gobierno de Santos (I parte) fue un buen gobierno?

Sí, creo que es un gobierno que tiene resultados de mediano plazo, no resultados muy populistas, y que fue malo comunicando para llegarle a la gente. Pero creo que los resultados se verán en este segundo periodo.

¿Qué resultados se van a ver?

Las carreteras, por ejemplo. Lo que se hizo de cambiar las concesiones, la ley de infraestructura, arreglar las concesiones viejas. Eso se va a ver. Lo de Tics se va a ver. Ya tiene muchos resultados, pero lo que viene ahora es de contenidos, ya se montó la infraestructura y se desarrollaron las aplicaciones. Esto es lo que se va a ver.

¿Cómo puede ser buen gobierno un gobierno que no le llegó a la gente y que estuvo a punto de perder la reelección?

Porque un buen gobierno es el que ejecuta y es transparente como éste. Lo que falta es cómo comunicarle a la gente esa cercanía. En empleo, por ejemplo. Las cifras de empleo son impresionantes, bajó a 8,8 por ciento el desempleo. Pero uno le pregunta a una familia y es posible que tenga a alguien desempleado. Falta lo micro, hay cosas micro que toca organizar.

Micro, ¿como qué?

Como planes de generación de empleo en ciertas zonas. No basta con que la economía esté bien, hay que hacer esfuerzos que se están empezando a hacer como los centros de empleo, las empresas tienen que publicar sus vacantes, esto va a acabar la intermediación laboral.

Hay más expectativas de calidad de vida cuando la gente va avanzando. Es como la adolescencia, el cambio duele, uno pide mas. En todo caso, no todos dicen que el gobierno no es cercano, depende del estrato. El más bajo sí ve los cambios. Con la clase media nos toca hacer un esfuerzo y la alta no nos quiere mucho.

¿Es porque Santos sí traicionó su clase?

Si.

¿Cómo? Porque al final no creó el impuesto a los dividendos, ha dicho en todos los tonos que el modelo económico no será discutido en la Habana…

Su obsesión es la pobreza, cada vez que uno discute una política pública dice hay que favorecer a los más pobres, que el país tiene que superar esta barrera de la pobreza extrema. Muy impresionante ese tinte social de él.


“Puede que el Presidente hable de todo, pero su seguimiento es a las prioridades y eso es gobernar.”– MLG

¿Por qué si el diagnóstico interno del gobierno es que su problema ha sido de comunicación, éste no se solucionó en cuatro años?

El esfuerzo tiene que ser en la narrativa para que la gente vea el impacto de las políticas en su propia vida. Si hay dos millones de empleos nuevos, la gente se pregunta ‘a mí qué me tocó’.  Toca traducir eso que es del país a cómo beneficia a cada persona.

¿No cree que es un problema de que no es claro cuáles fueron las prioridades del gobierno?

Es cierto que tuvimos demasiados frentes abiertos: la vivienda, la pobreza, las locomotoras. Como que a la gente no le queda claro qué es.

¿Será un problema más bien de liderazgo?

No. El Presidente es un buen líder porque tiene visión, porque tiene claro lo que quiere lograr y porque él sí le hace seguimiento a las prioridades. Puede que hable de todo, pero su seguimiento es a las prioridades y eso es gobernar. Tiene una capacidad increíble para tener todo en la cabeza, su capacidad de trabajo es impresionante, y también su serenidad. Es ecuánime y transparente. La paz es su proyecto y en los últimos años este ha sido su proyecto y lo que ha definido sus prioridades.

¿Va a ser la paz entonces el hilo conductor de este gobierno?

Va a ser el hilo conductor de este gobierno. Pero lo importante es qué significa la paz. La paz es tener más educación, menos pobreza, seguridad ciudadana.

¿Usted cree que por la forma en que Santos ganó la reelección, la gran sacrificada será la tecnocracia?

Yo creo que no. Él nunca se ha dejado imponer un ministro ni se lo va a dejar imponer. Oye nombres y tal, pero su equipo de gabinete es de él. Y por eso llegó gente como yo.

¿Esto se aplicará también a su segundo gobierno?

También.

¿Será un gabinete del mismo corte, cachaco y uniandino?

Eso es un mito. El gabinete actual, que lleva mas de un año, son 11 hombres, cinco mujeres. 11 son de regiones, cinco bogotanos. Al principio el gabinete fue así, pero ahora, la bogotana de los Andes soy yo.

¿El nuevo gabinete cómo será?

Muy de las regiones.

¿No tan tecnócrata?

El Presidente siempre va a ser tecnócrata.  

¿Cómo va a cambiar su gobierno después de que tantos grupos tan disímiles le ayudaron a ganar?

El Presidente siempre es muy incluyente, no tiene enemigos. Por eso hace cuatro años metió a Vargas Lleras, a Rafael Pardo. Él cree en el fin del conflicto, cree que el país ha avanzado, y que la única forma de sacar esto adelante es con la unidad del país.

¿Cómo interpretará el gobierno los 7 millones de votos en contra?

Hay que hacer un esfuerzo por unir este país. Lo peor es seguir con estos mitos de que el uno es la guerra y el otro la paz; que uno es el modelo económico y el otro, el castrochavismo; que uno es la corrupción y el otro la transparencia. No. Hay que unir el país en torno a un propósito de desarrollo y de fin del conflicto y paz.

 
"El Presidente nunca se ha dejado imponer un ministro ni se lo va a dejar imponer"

Usted que evaluaba a todos los ministros, ¿cómo explica la dificultad de este gobierno para ejecutar?

En general, la administración pública es difícil. Hay muchas leyes, decretos, restricciones, hay muchos abogados. El ‘no se puede’ es muy grande. Aparte de hacer seguimiento, lo único que yo hago es empujar y uno siempre se topa con el ‘esto no es constitucional’ o ‘esto no se puede’. Hay mucho miedo a la Contraloría y a la Procuraduría. Puede que la Contraloría no vaya a hacer nada, pero existe el mito y hay mucho susto a las ías. Y en general, todo está hecho para la mala fe. Cuando se regula la sociedad por los malos, cuando uno cree que todo el mundo es ladrón, se tira a la gente a buena y a la sociedad. Deja de ser eficiente.

Cuando hice la ley antitrámites, fue absurdo lo que me tocó a hacer para quitar el pasado judicial. Yo decía ‘digame ¿cuántos han cogido por sacar ese pasado’? Fue un dolor de cabeza.

Usted que es la que le pone las ‘notas’ a los ministros, ¿cómo calificaría este primer gobierno?

Como los gringos, b+

La percepción es que había mayor capacidad de ejecución en el gobierno anterior...

Yo creo que es mas el show mediático. Si me paro y le digo al ministro delante de todos los colombianos ‘mañana me tiene que hacer esto o lo otro’, o lo vaceo, la gente siente que se está haciendo algo. Pero no es el estilo del presidente Santos.

Cuando La Silla evaluó las locomotoras, lo que se veía es que el gobierno se había dedicado al fortalecimiento institucional pero le había costado trabajo producir resultados. ¿Se les fue la mano en lo institucional?

Es difícil arrancar instituciones. Se demoran en salir adelante. Creo que la Unidad de Victimas si ha hecho bien la tarea, tiene un reto muy grande pero va a cumplir la meta de indemnizaciones. En restitución de tierras dependemos mas de los jueces.

En minería, cuando se empezó este gobierno, había 18 mil títulos mineros. El chiste que había es que uno pasaba por el ministerio con la cédula y le daban un título. Se hizo la fiscalización de todos esos títulos y fue muy importante de verdad saber qué es lo que tenemos.

El Ministerio de Trabajo tiene muchos logros en inspección laboral, en lo sindical, y ese ministerio no existia porque Salud se había comido. Colpensiones, la había acabado Uribe pero nunca la liquidó.  En agosto se cumplen todas las cosas pendientes con el Seguro Social. Había 150 mil colombianos a los que nadie les habia definido la situación pensional. No sabe el esfuerzo que ha significado armar la historia laboral de la gente. Liquidar el Das, la Dirección Nacional de Estupefacientes. Crear el Ministerio de Ambiente.

¿Cuándo se verán los resultados de ese esfuerzo institucional?

Cuando creamos las instituciones, hice un estudio de línea de base y con lo que se espera a diez años. Aparte de todas las instituciones,  creo que Colombia tiene pendiente una discusión sobre el futuro minero de este país. No es por una institución, sino si queremos que haya oro o no.

¿Estamos todavía a tiempo de dar esa discusión?

Sí.

El Presidente ya no parece convencido de la minería.

De una minería responsable y con muy altos estándares sí

¿Anticipa, como auguran muchos, que el nuevo gobierno dara un giro a la izquierda?

No. Aunque va a seguir con su preocupación por lo social, eso no cambia.

¿Cree que el temor que tienen algunos de que en realidad Vargas Lleras sea el que vaya a mandar mientras Santos se dedica a viajar y a las relaciones públicas tiene una base?

No. Pero el gobierno sí necesita una coordinación de ministerios para que los proyectos estratégicos salgan. Ese rol lo va a hacer Vargas Lleras.

¿No es ese su rol como Secretaria General?

Yo lo tenía en la Alta Consejería, pero la coordinación de los Pines, que son las 4g, las viviendas, lo de hidrocarbunos, es un trabajo que va a hacer Vargas.


'El gobierno no va a dar un giro a la izquierda”– MLG

¿Cómo se está preparando el gobierno para la Paz?

Nuestro gran reto es empezar la implementacion de la paz ya. No solamente de los acuerdos de la Habana sino un tema general de posconflicto. El modelo de desarrollo del país tiene que estar basado en el posconflicto.

¿Cómo así?

La participación de las regiones, el tema de vocación regional, los bienes públicos agrarios. La educación rural no puede ser como la hacemos ahora. Toca inventarse un modelo diferente para la educación rural. Y la salud no puede ser con las Ips como en las ciudades. Este país es diferente en Bogotá que en San Vicente del Caguán. El gran reto es entender que es un país de regiones y que necesita políticas diferenciadas.

Cambiando un poco el tema, ¿usted maneja el computador de palacio?

Yo no conozco ningún computador de palacio. Lo puedo jurar.

¿Entonces usted no responde por la mermelada?

Hice un estudio de todo lo que salió sobre la famosa mermelada. Existen 80 mil cargos en el sector público, 8 mil de libre nombramiento y remoción. De esos 8 mil, el presidente Juan Manuel Santos solo cambió 1500. De esos 1500, muchos entraron por procesos meritócraticos, como los directors del Sena, el Igac, que tienen que entrar por terna del gobernador, no es a dedo. Y de esos que quedan, el 51 por ciento venían del gobierno de Uribe.  Yo le ayudé al Presidente a entrevistar gente porque además de la pobreza, su otra obsesión es trabajar con gente buena. Él no puede tener relación con gente mediocre. Le costaría mucho. Por eso él no negocia sus ministros. Me mandaban gente para que yo entrevistara, hacia como de head hunter.

Pero la ‘mermelada’ en el otro sentido, en el de los proyectos de inversión, es claro que no seguía los criterios de ‘buen gobierno’ que usted defiende.

Son proyectos de inversión. Los ciudadanos a veces creen que al senador se le daba el cheque y no es así. Estamos montando una auditoria de esos proyectos en la web. Aparece la obra, el teléfono del interventor, las fotos de esos proyectos. Es bueno que la gente entre y diga, hay un puente en el proyecto y no se hizo. Ya lo montamos en Fonade, en Coldeportes y en Mininterior.

Usted venía de toda una vida dedicada totalmente a la academia. ¿Qué es lo que más le ha sorprendido de este nuevo mundo?

Que hay gente que realmente tiene vocación por el servicio público.  Son personas que no importa quién es el presidente, quién es el ministro, se preocupan por cada peso, porque se cuiden las leyes. Y tienen la vocación de trabajar hasta la media noche. Fue mi mayor sorpresa del sector público. Y es lo que la sociedad algun dia tiene que valorar.

¿Cuál será su próximo cargo en este gobierno?

Lo que diga el señor Presidente.

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