Cambio la tiene cuesta arriba para las locales en Bogotá

Silla Cachaca

Germán Vargas Lleras, líder máximo de Cambio Radical, y Enrique Peñalosa, alcalde avalado por ese partido.

El partido más votado al Concejo hace tres años, que tuvo la ventaja de haber sido el único que avaló a Peñalosa, ahora ve difícil mantener sus nueve curules y ganar la Alcaldía en 2019.

Tres años después de que Cambio Radical se convirtió en el partido más poderoso de Bogotá, al elegir la bancada más numerosa del Concejo y tener la ventaja de haber sido el único en avalar al Alcalde, Enrique Peñalosa, su futuro para las locales de 2019 pinta mucho menos prometedor.

Eso lo explican la debacle de la candidatura de Germán Vargas en las presidenciales, los pobres resultados en las elecciones a Congreso en Bogotá, el lastre en que se les ha convertido Peñalosa por ser el alcalde más impopular del país y que es muy probable que la centroizquierda, con la fuerza que adquirió este año, crezca en la ciudad a costa de los partidos tradicionales.

En Cambio reina el pesimismo, y por eso comienzan a aventurar posibles salidas que hagan el golpe menos duro. Lo que se prevé, en todo caso, es que ya no será el partido que mande la parada.

Sin candidato a la vista y pocas curules fijas

La Silla habló con cinco de los nueve concejales del partido, que coincidieron en que Cambio debe tener, y muy probablemente tendrá, candidato propio a la Alcaldía.

En 2015 se plegaron a Peñalosa cuando éste ya había presentado su candidatura por firmas. La idea ahora es escoger un aspirante que le sirva de carta al partido para ir a pelear una candidatura de la derecha en una consulta con, al menos, el uribismo y el Partido Liberal, y se espera que se unan La U y los conservadores.

La consulta, como ya contamos, es la opción que la derecha ve más viable para contar con un candidato fuerte que le pelee a la centro-izquierda.

Aunque es un escenario que podría cambiar si el Congreso aprueba la segunda vuelta para la Alcaldía de Bogotá, un proyecto que recién pasó al segundo de los ocho debates que requiere.

En ese caso, podría ocurrir que los partidos de derecha usen esa primera vuelta para medirse metiendo cada uno a su candidato, y aliarse en segunda alrededor del que pase.

Pero en uno u otro escenario, en Cambio no parece haber hasta ahora una aspirante que genere un mínimo consenso, además porque deben encontrar a alguien no sólo que dé la pelea por la Alcaldía, sino que a punta de opinión jalone la lista al Concejo.

Adentro hablan de, al menos, tres nombres: el exministro de las TIC David Luna, el exsuperintendente de Industria y Comercio (SIC) Pablo Felipe Robledo y el exvicepresidente Germán Vargas Lleras.

Luna tiene la ventaja de que, a pesar de que militó en el liberalismo, ya trabajó para Vargas Lleras en las presidenciales y es reconocido en Bogotá. Sin embargo, adentro hay sectores, nos dijo un concejal, que lo ven con recelo porque como tuvo candidato a la Cámara, José Daniel López, y a la vez tiene un concejal, Yefer Vega, sienten que está muy casado con una parte de Cambio y no generaría unión.

Lo de Robledo, que estuvo en la SIC a nombre de Cambio Radical, apenas se empezó a escuchar hace pocas semanas, y el problema es que, a pesar de lo mediáticas de sus sanciones a los carteles empresariales y la reciente decisión de investigar empresas del Grupo Aval involucradas en el escándalo de Odebrecht, tocaría darlo a conocer en los sectores populares, arrancando de cero justo en una campaña en la que el partido necesita a alguien que logre mover a las bases para no perder tantos votos.

Y lo de Vargas es más un sentir de un sector que cree que sería la figura que lograría unir al partido en una coyuntura como estas, pero él mismo, de acuerdo con un concejal, ha dicho que no se quiere poner en esas.

Sólo el concejal Jorge Losada nos habló de que le gustaría como candidato el exsenador Carlos Fernando Galán, que renunció al partido por sus desacuerdos con los avales cuestionados que entregó para el Congreso. Sus demás colegas no lo ven como su candidato, precisamente, porque ya se fue, pero Losada cree que es la figura de opinión que requieren para jalonar la lista y pelear con fuerza la Alcaldía.

El problema es que, supo La Silla Cachaca por una fuente cercana a Galán, a pesar de que él probablemente se lance, no quiere nada con partidos tradicionales. Su apuesta es hacerlo por el Nuevo Liberalismo (si es que el Consejo Nacional Electoral acepta la solicitud para que le devuelven la personería jurídica) o lanzarse por firmas y apostarle a una candidatura de centro sin políticos tradicionales detrás.

El gran reto para Cambio, entonces, es hallar a alguien que genere buena opinión y al tiempo se entienda con los políticos que integrarán la lista al Concejo, a la que tampoco le auguran los buenos resultados de la de 2015, cuando fue la más votada con 371 mil votos.

El primer campanazo fueron las legislativas, en las que para Cámara obtuvieron 218 mil y sólo dos de las cuatro curules a las que aspiraban en la ciudad; y para Senado sólo lograron 196 mil votos.

Para el año entrante todo indica que de los nueve concejales, al menos uno no aspirará: José David Castellanos, que por ser del grupo político de Galán también se iría y no aspiraría a reelegirse por Cambio.

El concejal Rolando González nos dijo que aspirarán a mantener las nueve curules, pero los otros colegas que consultamos consideran que eso es difícil, y hablan de un bajonazo que los puede llevar a tener entre tres y cinco, en buena medida porque los verdes y el petrismo pueden crecer a costa de los tradicionales, y porque es probable que a Cambio le pegue duro su respaldo a Peñalosa.

El factor Peñalosa

“Cambio Radical le ayudó a Peñalosa, y ahora Peñalosa está hundiendo a Cambio Radical”, le dijo a La Silla Cachaca un concejal que pidió no ser citado para evitarse problemas con el Alcalde.

Aunque la percepción de que la mala imagen de Peñalosa puede afectar los resultados del partido el año entrante es generalizada, en Cambio hay distintas visiones sobre los caminos que puedan tomar para afrontar esa realidad.

El concejal Acosta, por ejemplo, todavía cree que el año entrante se empezarán a ver las obras que el Alcalde prometió y eso ayudará a generar confianza en su gestión. González, por su parte, admite que es un problema, pero al tiempo cree que el partido debe defender la continuidad de la agenda de infraestructura que dejará andando, o planeada, Peñalosa.

“A ningún candidato le va a quedar fácil hacer eso, pero no podemos volver a entregarle la Alcaldía a la izquierda. Lo que podemos argumentar es que mientras Peñalosa llegó a mejorar obras como el metro, el Coliseo El Campín y el cable a Ciudad Bolívar, cuando la izquierda llegó fue a acabar con Transmilenio”, nos dijo Jorge Losada.

Otro concejal que pidió no ser citado para evitar problemas, sin embargo, nos dijo que a su juicio deben criticar mucho a Peñalosa, sobre todo hacia el final, con la idea de desligarse lo más que sea posible de él. “Ahí habrá sangre, y sobre esa sangre tocará ver qué se puede ganar”, concluyó.

Esa táctica ya la usó Vargas Lleras en las presidenciales y, sin embargo, sólo obtuvo 172 mil votos, la mitad de lo que obtuvo el partido al Concejo.

Por eso no es claro que desligarse de Peñalosa, a última hora, sea efectivo, y es una de las incertidumbres que marcará el difícil año electoral que se le viene al partido del Alcalde.

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