Cambio Radical, el partido del vicepresidente Germán Vargas Lleras que apoyó al actual alcalde Enrique Peñalosa en su elección, tiene opciones -y ganas- de quedarse con la presidencia del Concejo de Bogotá, y al menos, uno de los entes de control (la Personería o la Contraloría).
Cambio Radical se mueve para hacer moñona en Bogotá
Aunque todavía falta como mínimo un mes para que se resuelva la situación en el Concejo sobre la elección de las cabezas de los entes de control y mientras tanto podrían aparecer otros candidatos, por ahora los dos candidatos que pintan más fuertes al menos dentro de la coalición mayoritaria son Juan Carlos Granados y el abogado Gustavo Moreno, ambos con lazos con Cambio.
Cambio Radical, el partido del vicepresidente Germán Vargas Lleras que apoyó al actual alcalde Enrique Peñalosa en su elección, tiene opciones -y ganas- de quedarse con la presidencia del Concejo de Bogotá, y al menos, uno de los entes de control (la Personería o la Contraloría), algo que se debe empezar a definir la próxima semana. Pero todavía falta un trecho para lograrlo: hay una división interna fuerte por el primer puesto y las otras bancadas de la coalición mayoritaria están buscando no quedarse por fuera de la elección de los órganos de control.
La pelea por la presidencia
Cambio tiene prácticamente asegurada la presidencia porque fue el partido más votado en las elecciones de octubre y el que tiene la bancada más grande de la coalición mayoritaria que se formó en el Concejo alrededor de Peñalosa. Pero como es cargo es muy apetecido porque da el poder de definir qué acuerdos se discuten y cuáles no, o decide quién puede hablar en las sesiones, hay más de un concejal detrás del puesto.
Por ahora, de los nueve miembros de la bancada de Cambio Radical, al menos seis han dicho que se jugarán su nombre para la presidencia de la corporación. Se trata de tres concejales que repitieron este año Roberto Hinestroza, César García y Jorge Lozada, y tres nuevos, Juan Felipe Grillo, Jose David Castellanos y Yefer Vega. Al menos en el papel, como casi todos están en la contienda, ha sido imposible armar una mayoría para poner candidato.
En la práctica, sin embargo, la bancada de Cambio está partida en dos.
Un bando lo lidera el concejal Julio César Acosta, uno de los pocos que no está aspirando a la presidencia cuyo nombre no tendría acogida, dicen en Cambio, porque ha estado vinculado a investigaciones por el ‘carrusel de contratos’ de la Alcaldía de Samuel Moreno. Con él, según tres fuentes de Cambio está Hinestroza, que suena con fuerza para quedarse con la presidencia. Y cercanos a ellos estarían García, y un concejal nuevo, Rolando González. Sin embargo, La Silla supo que aún no se han puesto de acuerdo para definir quién de ellos sería finalmente el candidato.
En el segundo bando están tres concejales que por ahora están aspirando a quedarse con la presidencia, cada uno por su lado, y que son más cercanos al Equipo por Bogotá de Peñalosa y el senador de Cambio Carlos Fernando Galán.
Son Yefer Vega, el más votado de Cambio y apadrinado por el ministro de TIC, David Luna; Castellanos, ahijado del senador Galán; y Jorge Lozada, uno de los ‘cacaos’ del Concejo, que tiene una relación de vieja data con el Alcalde Peñalosa y que lo apoyó cuando aún su partido no se había resuelto a hacerlo, como contó La Silla.
Los dos concejales que terminarían moviendo la balanza a favor de uno de los dos primeros para definir cuál de los dos se queda con la presidencia, es el de los dos concejales del Senador Germán Varón Cotrino: Juan Felipe Grillo -que le dijo a La Silla que aspira a pesar de que otros concejales de la bancada dicen que él no lo ha dicho dentro del partido - y Pedro Julián López, que hasta ahora se ha marginado de la discusión.
A pesar de que la bancada aún no ha discutido el tema de la presidencia, una reunión de los nueve concejales el jueves de la semana pasada mostró lo caliente que está el ambiente.
La reunión era solo para definir a los dos compromisarios que representarían a la bancada en una reunión mañana con las otras bancadas de la coalición mayoritaria del concejo, que debería definir qué partidos tendrán qué cargos en la mesa directiva en los próximos cuatro años.
Inicialmente eligieron a Acosta y González (los dos de la misma orilla), pero luego Lozada intentó que presentaran tres y no dos compromisarios, para lo que nominó a Castellanos.
El bando de Acosta no quiso aceptar y ahí se armó una pelea. Al final Lozada no logró su cometido, quedaron solo dos compromisarios del bando de Acosta.
A eso se sumó que durante la reunión, algunos concejales se molestaron porque Rolando González comentó que el subsecretario de Asuntos Locales de Peñalosa, iván Casas, era cuota de Cambio. González le dijo a La Silla que esto nunca ocurrió. La Silla corroboró con cuatro de los que estaban presentes en la reunión que el comentario sí se hizo.
La otra molestia que hay dentro de la bancada es por el "afán de protagonismo" que según dos fuentes de Cambio tiene Yefer Vega para ser el presidente del Concejo.
“Yefer ha tratado de imponerse en un afán por quedarse con la presidencia porque fue el más votado. Eso indispone a la bancada”, le dijo a La Silla un concejal de Cambio.
La molestia con Vega incluye además, un episodio menor que también ha despertado molestias en otras bancadas: fue el primer concejal nuevo que recibió un carro de la Unidad Nacional de Protección el día de la posesión del Concejo después de que, según le contaron a La Silla tres personas, reclamó que le dieran uno porque “él era el presidente del Concejo”. Vega le aseguró a La Silla que eso es falso y que le dieron un carro porque hizo denuncias pidiendo suspender a algunos alcaldes locales.
En cualquier caso, según las fuentes, eso ha hecho que Vega pierda fuerza en su intención de quedarse con la presidencia.
La pelea por la presidencia sigue en el aire y deberá resolverse en los próximos días, pues es la primera decisión que debe tomar el Concejo, que se reúne desde el primero de febrero.
Lo otro que está en juego
La otra elección que está en juego es la de las cabezas de los entes de control del Distrito: la Contraloría y la Personería. Cinco concejales -incluidos dos de Cambio Radical- le dijeron a La Silla que el partido del vicepresidente quiere poner fichas suyas al menos en una de esas dos entidades.
La elección a Contralor está enredada porque a finales del año pasado, el ex alcalde Gustavo Petro objetó el proyecto de acuerdo que aprobó el Concejo anterior para aplicar la reforma de Equilibrio de Poderes y elegir al Personero y al Contralor por una convocatoria pública.
Petro argumentó que mientras el Equilibrio no estuviera reglamentado por una ley, se mantenía el modelo anterior de una terna presentada por los tribunales de Cundinamarca y Bogotá. Ahora es el Concejo quien debe definir si acepta las objeciones de Petro o no, lo que enredaría aún más el tema porque pondría al Tribunal Administrativo de Cundinamarca a definirlo.
La pelea jurídica es tal que hay voces que dicen que eso no solo afecta y demora la elección de Contralor (que fue la que objetó Petro) sino también la de Personero. Aunque a ese enredo todavía le falta tiempo para que se resuelva, ya hay candidatos haciendo campaña que quieren quedarse con esos cargos.
En Cambio está sonando con fuerza el nombre del ex gobernador de Boyacá, Juan Carlos Granados, que es cercano al vicepresidente Germán Vargas Lleras para la Contraloría de Bogotá.
El problema de esa aspiración es que en el Concejo muchos sienten que Cambio “se quiere quedar con todo”, y las demás bancadas, sobre todo los liberales y La U se movieron para no quedarse por fuera. Por eso, hace unos días algunos llegaron a amenazar al partido con sacarlo de la coalición si insistía en querer poner fichas fuertes para ambas entidades, además de la Presidencia del Concejo.
Esa pelea se resolvió porque ahora para la Personería está sonando con fuerza el abogado Gustavo Moreno Rivera, impulsado por los liberales Horacio José Serpa y el ‘cacao’ Jorge Durán Silva, y quien tiene afinidad en el Centro Democrático.
"Nosotros postulamos a Juan Carlos Granados para la Contraloría. No tendría presentación que el Partido aspire a quedarse con los dos organismos de control. Por eso, definimos que por consenso, la bancada mayoritaria postule al Personero y esperamos que Granados tenga el respaldo del resto de la coalición", le dijo a La Silla el senador Germán Varón Cotrino.
Pero Moreno es, además, cercano al senador Varón a quien defendió como abogado en procesos jurídicos en el pasado. Por eso, los liberales que lo están promoviendo argumentan que él es cercano a Cambio. Sin embargo, en Cambio aseguran que si bien Moreno puede ser cercano a Varón, no es el candidato de la bancada.
El nombre de Moreno se ha impuesto incluso sobre el del actual Contralor Diego Ardila, quien aspira a saltar a la Personería y se está moviendo entre los concejales para consolidar su aspiración. Ardila, de origen liberal, fue elegido hace cuatro años con votos rojos, de Cambio Radical y de La U, entre otros, y todavía en tiene buena acogida entre los concejales.
Sin embargo, su aspiración ha perdido fuerza en los últimos días porque los concejales temen que tenga una inhabilidad por saltar directamente de la Contraloría a la Personería, lo que les podría representar una investigación futura por la Procuraduría.
Aunque todavía falta como mínimo un mes para que se resuelva la situación en el Concejo sobre la elección de las cabezas de los entes de control y mientras tanto podrían aparecer otros candidatos, por ahora los dos candidatos que pintan más fuertes al menos dentro de la coalición mayoritaria son Granados y Moreno, ambos con lazos con Cambio.
Si Cambio Radical logra que la coalición respalde esas candidaturas y los eligen, el partido del vicepresidente sumaría aún más poder al que tiene hoy con la bancada más grande de la coalición. Tener al menos una de esas ‘ías’ le daría un músculo propio en burocracia y contratos, una figura con entrada fija en medios durante cuatro años y la posibilidad de ejercer presión sobre la Administración.
Nota de la editora:
Después de publicada esta nota, agregamos información con respecto a los candidatos y sus respaldos a los entes de control después de que recibimos nueva información por parte de nuestras fuentes.