Caquetá se gasta sus regalías con licitaciones de un solo proponente

El gobernador de Caquetá, el liberal Álvaro Pacheco, empezó a gastar hace unos días la plata de regalías que le aprobó el Presidente Santos en la Ocadtón de agosto pasado con tres contratos que suman 150 mil millones de pesos para construir carreteras en municipios como Solita, Morelia, Milán y Valparaíso. Lo que llama la atención es que en dos de estas tres licitaciones, incluyendo la más grande, solo hubo un proponente. En la tercera apenas dos interesados.

Los que ganan con las regalías

Con la plata asegurada tras el espaldarazo de Santos, el 19 de octubre (a 20 días de comenzar la ley de garantías que prohíbe la contratación de este tipo de obras) la Gobernación de Caquetá abrió las tres licitaciones y las adjudicó entre miércoles y jueves de la semana pasada.

La primera es para pavimentar 29 kilómetros de la carretera Morelia-Valparaíso-Solita por $77.500 millones. En esta licitación el único proponente, y por ende el ganador, es el Consorcio Deus 2018.

Deus 2018 está representado legalmente por Carlos Humberto Polo Almario.

Polo Almario es un ingeniero caqueteño, que según el sistema de contratación pública, se ganó en 2014 la licitación para construir la planta de tratamiento de aguas residuales de Tocancipá Cundinamarca.

Para construir esta planta tenía un plazo de seis meses, pero tres años después la obra no se ha terminado y está suspendida por una serie de imprevistos que han salido en el desarrollo del proyecto.

En el caso de la carretera de Morelia-Valparaíso-Morelia, Deus 2018 tendrá un plazo  de ejecución de 20 meses.

La segunda licitación que adjudicó la semana pasada la Gobernación de Caquetá es para el mejoramiento de la carretera La Y- Paletará-Milán por $38.700 millones. Acá también hubo una sola propuesta y la presentó la Unión Temporal Vías del Caquetá.

En Vías del Caquetá hay tres socios: Meyan S.A (que tiene el 60 por ciento), Camel Ingeniería, y Construcciones Integrales de Casanare.

Meyan S.A es, según un informe de la Auditoría General, una empresas señalada de hacer parte de una malla o conglomerado de empresas que en los últimos tres años se ha quedado, de manera directa o a través de consorcios, con contratos que sobrepasan los $254 mil millones.

La tercera licitación es para pavimentar dos tramos de la carretera El Paujíl - Cartagena Del Chairá por $46.500 millones. Aunque en esta obra hubo dos empresas interesadas, solo una, la Unión Temporal Vial Paucar, cumplió con los requerimientos técnicos y financieros que pidió la Gobernación y por ende fue seleccionada.

El dueño del 70 por ciento de Vial Paucar es el ingeniero Luis Egimio Barón, uno de los megacontratistas del Tolima. En ese departamento en los últimos cinco años se ha quedado con más de 15 contratos que suman más de $20 mil millones, y que van desde la construcción de canchas de fútbol hasta construcción de acueductos.

Barón también es referenciado por la Auditoría como integrante de la red de empresas que a través de uniones temporales o consorcios se ha quedado con buena parte de la torta de contratación en el país.

Una práctica frecuente

Que haya pocas ofertas para obras de miles de millones en Caquetá confirma lo dicho por la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI): siete de cada diez procesos de contratación en los departamentos y municipios sólo tienen un solo proponente.

Según la SCI durante el 2016 la Gobernación de Caquetá de Álvaro Pacheco, hizo 42 procesos de contratación por más de 16 mil millones de pesos, y el número de oferentes, en promedio, fue de 1,2. Es decir no hubo pluralidad ni otras propuestas para estudiar.

Esta práctica ocurre porque las oficinas jurídicas de gobernaciones y alcaldías aún tienen autonomía para definir las reglas de juego (experiencia técnica o específica) que ponen en los pliegos y que limitan la participación de otras empresas, según le dijo a La Silla Sur un ingeniero que tiene contratos públicos.

Para Juan David Duque el director de Colombia Compra Eficiente, la entidad del estado que regula la contratación pública, cuando hay licitaciones de un solo proponente “queda el sinsabor de que los pliegos puedan estar amañados" porque quiere decir que no hubo participación. "Los recursos públicos deben darse para que haya libre competencia, esta será la mejor herramienta para la corrupción, entre más participación menos riesgos de corrupción”, dice Duque.

Precisamente para evitar que las licitaciones públicas se las sigan adjudicando a únicos proponentes el Congreso aprobó hace dos semanas -con el aval de la SCI- un proyecto de ley que modifica la ley de contratación para poder implementar pliegos de condiciones tipo y minutas de contrato estándar que obligatoriamente deberán aplicarse en el sector de infraestructura.

“La SCI defiende la implementación de los pliegos tipo con la firme convicción de establecer el mecanismo para frenar los niveles de corrupción en el país y garantizar la pluralidad de oferentes, lo cual es excepcional, como lo evidencia el informe de contratación pública regional”, explicó la Sociedad de Ingenieros en un comunicado que envió al Congreso.

Aunque el caso de Caquetá resulte particular, el hecho de que en una licitación pública se presente solo un proponente no supone de entrada una irregularidad porque puede ser que en el mercado no haya tantas empresas especializadas en lo que se busca contratar.

O que, como ocurre con las carreteras Solita, Morelia, Milán y Valparaíso, a las empresas no les interese participar porque no hay pago de anticipos.

De todos modos como se trata de plata de regalías que se van a invertir en carreteras maltrechas son muchos los ojos que van a estar encima de los contratistas y por supuesto del gobernador Pacheco que ha dicho que espera poder entregar estas tres carreteras antes de terminar su mandato.