Crónica de una reelección anunciada

Al municipio de Sucre, en el departamento del mismo nombre, se llega por chapula desde Magangué y tras surcar los ríos Magdalena y San Jorge.

En Sucre, el mismo municipio mojanero que inspiró a Gabriel García Márquez a escribir ‘Crónica de una muerte anunciada’ y ‘Los funerales de la Mama Grande’, una campaña ofrece vacas y toros a cambio de votos para asegurar la Alcaldía este 25 de octubre. Nadie duda de que con esa oferta el mismo grupo político que lleva gobernando 15 años la obtendrá por quinta vez consecutiva.  

Con el apoyo del exrepresentante Yahir Acuña y el aval de Opción Ciudadana, el exalcalde Milton Maury se perfila como el seguro ganador de este pueblo del departamento de Sucre, en el que ha mandado desde el 2000. Ese año salió victorioso en medio del ruido de haberse beneficiado de supuestas presiones paramilitares en contra de sus contrincantes.

En esa ocasión lo hizo de la mano del exsenador Álvaro el ‘Gordo’ García y el exgobernador Salvador Arana, ambos condenados por la Corte Suprema de Justicia (el primero por la masacre de Macayepo y el segundo por nexos con paramilitares y el asesinato de Eudaldo Díaz Salgado, alcalde del Roble, Sucre).

Desde entonces, Maury ha mantenido su cacicazgo poniendo cada cuatro años como alcaldes a cartas de su cuerda política, incluida su esposa.

Hoy difícilmente alguna decisión administrativa en ese pueblo se toma sin su aprobación: es el jefe político del actual mandatario Miguel Martínez Pérez, quien llegó avalado por el extinto movimiento de Yahir Acuña Afrovides, y maneja el hospital Santa Catalina de Sena a través de su concuñada Loly Luz Sierra Díaz y la oficina de Familias en Acción, vía su sobrina Victoria Martínez Maury. Además siete de los 13 concejales y la Personería, cuyo titular es su sobrino Hugo Maury, son de su bolsillo.

El exalcalde Milton Maury es el candidato a la Alcaldía del municipio de Sucre que Opción Ciudadana avaló. De llegar a ganar, el pueblo completaría 19 años bajo su mando. 

En el pueblo pueden faltar los servicios públicos, pero no la publicidad política en sus paredes.

En su afán por retener la silla municipal cuatro años más, Maury comenzó a ofrecer dádivas, desde el semestre pasado, a través de su grupo político.

Sentado a pocos metros de la iglesia de la Santa Cruz, a un lado la casa blanca donde se produjo en 1951 el asesinato que inspiró a García Márquez a escribir su crónica policíaca, un habitante que asistió en marzo pasado a una de las reuniones convocadas por Elver Mercado Acevedo, cuñado de Maury, le contó a La Silla detalles de la oferta que él y 25 personas más recibieron aquella noche.

El sucreño dijo que pasadas las 7:00 p.m. llegó a la casa de Mercado Acevedo y durante 45 minutos escuchó lo productivo que sería para él y su familia votar por Maury a la Alcaldía y los candidatos de su grupo político al Concejo porque recibirían un lote de cinco vacas y un toro. A cambio, cada núcleo debería aportar entre siete y 10 votos, que es el promedio de votantes que tienen las numerosas familias de este municipio tanto en su casco urbano como en sus 32 corregimientos y veredas.

La familia de Maury reconoció públicamente estar detrás de los ofrecimientos en la emisora local, cuando otro de sus cuñados, Gabriel Mercado Acevedo, le reclamó a un veedor haber denunciado el posible trueque de vacas por votos. “Usted por qué se mete en mis cosas”, le preguntó Mercado Acevedo al veedor durante la emisión radial.

La oferta es muy atractiva pero en Sucre pocos creen que quienes asistieron a esas reuniones o recibieron la propuesta en las veredas tendrán el ganado prometido, por mucho que le hayan asegurado a Maury los votos.

Aunque él es ganadero, algunos lugareños dicen que no sacrificará los 10 millones de pesos que puede costar cada lote de cinco vacas y un toro, mucho menos cuando su grupo no está acostumbrado a pagar más de 300 mil pesos por voto, le dijo a La Silla una persona que ha sido testigo en el pasado de esas transacciones electorales.

La oferta de ganado la ven como una estrategia más de Maury para no soltar el poder en este Macondo, ubicado a orillas del Caño Mojana y al que se llega tras surcar en una chalupa los ríos Magdalena y San Jorge desde Magangué.

El municipio mojanero de Sucre sirvió de inspiración al Nobel Gabriel García Márquez. Debería ser una Venecia tropical, pero luce como un pueblo descuidado y sin muchas perspectivas de progreso.

Sucre es un municipio pequeño, de 23 mil habitantes. Tiene una plaza vistosa, a la que los toldos de las ventas improvisadas de comida y cachivaches le quitan brillo. Sin embargo, las casonas que rodean la iglesia de la Santa Cruz dan testimonio de lo boyante que llegó a ser este puerto en el siglo XX, cuando recibió a los inmigrantes europeos que huían para ponerse a salvo de los horrores de la guerra. 

Estaba llamada a ser una Venecia tropical, pero es hoy una población calurosa, descuidada y en la que los mosquitos no dan tregua pasadas las cinco de la tarde. Es la misma población en la que Gabriel García Márquez vivió por temporadas, cuando tenía entre 12 y 21 años, porque su padre abrió allí varios negocios, entre ellos una farmacia.

Sucre es además la tierra en la que los hermanos de Margarita Chica Sales acuchillaron a Cayetano Gentile Chimento, por haberla deshonrado, asesinato que inspiró al Nobel para darle vida a Santiago Nasar.

El paso de Gabo por allí es lo más importante que le ha pasado a este municipio, aunque uno escasamente lo sabría porque la casa donde vivió está en ruinas. 

Sin embargo, este pueblo es atractivo porque tiene un presupuesto anual de 20 mil millones de pesos y continuas inyecciones del Gobierno Nacional tras las inundaciones de los caños y ríos que lo rodean. Ese atractivo era aún mayor hasta antes de 2011 con el anterior modelo de regalías. Solo en 2008, Sucre recibió 12 mil millones de pesos.

Toda esa plata contrasta con la falta de acueducto, los frecuentes cortes en la prestación del servicio de agua potable, la dilatada ampliación de dos escuelas, un hospital a cuyas camas y camillas se las come el óxido, las quejas de los beneficiarios de unas viviendas de interés social que recibieron a medio hacer y las investigaciones de la Contraloría por la entrega de subsidios a falsos damnificados por las inundaciones de 2010.

Sucre es el décimo municipio más poblado de los 26 que tiene el departamento del mismo nombre y pone 13 mil de los 300 mil votantes que eligen gobernador. Además, según los habitantes con los que hablamos, su Registraduría funciona como una caja de votos a la que los políticos de la región recurren cuando las cuentas no les cuadran para lograr una curul en la Asamblea o un escaño en el Congreso.

En esta oportunidad, a Maury la Alcaldía se la pelean cinco candidatos más: Justo Manuel Cabrera, del Mais; Cayetano Jiménez, de la ASI; Karina Ospino, de La U; Asis Elías Cure, de la Alianza Verde, y Eber Martínez, de Cambio Radical. Este último es el hermano de Roder Martínez, un exaliado político de Maury, que lo sucedió en la Alcaldía en 2004 y que hoy juega en una orilla contraria a la de él por diferencias en la repartición de cuotas burocráticas.

Hasta ahora las apuestas van a favor de Maury.

En esta casa vivió la familia de Gabriel García Márquez. Lo que debería ser un museo o una biblioteca en honor al legado del Nobel es hoy una vivienda en ruinas.

“¡Atención pobladores de Sucre! Milton Maury los invita a que lo acompañen mañana viernes a inscribirse como candidato a la Alcaldía: porque lo bueno se repite. Estarán en el municipio el señor Yahir Acuña y su esposa, la candidata a la Gobernación Milene Jarava. Los esperamos en la caseta Espiga de Oro a las 10 de la mañana”.

El anuncio, amplificado con megáfono, lo hace hacia el final de la tarde del jueves 23 de julio un motorizado, que se estaciona a pocos metros del caño Mojana.

El pasado viernes 24 de julio, una caravana de color verde se tomó las calles del municipio de Sucre: eran los simpatizantes del candidato Milton Maury acompañándolo a su inscripción. 

En esta caseta se reunieron los seguidores de Milton Maury el viernes 24 de julio. De allí partieron hacia la Registraduría.

En el pueblo se comenta esa noche que la de Milton será la inscripción más multitudinaria porque al casco urbano llegarán habitantes de las veredas y corregimientos cercanos, atraídos muchos de ellos por la posibilidad de que Yahir les reparta billetes como lo ha hecho en el pasado.

Horas antes, la esposa de Milton, la exalcadesa Julia Mercado, había recorrido barrios como Roma y La Mojana acompañada por simpatizantes e inclusive de algunos funcionarios de la Alcaldía, invitando a la inscripción de su esposo.  La Silla vio al inspector de policía, a un funcionario de la Secretaría de Planeación y a un trabajador de la oficina municipal de recaudo.

Mercado ganó las elecciones en 2007, avalada por el cuestionado movimiento Apertura Liberal y en medio de señalamientos de fraude por parte de los seguidores del candidato Melec Cure, de Cambio Radical, a quien le sacó 516 votos de diferencia.

Aunque ni Acuña ni su esposa Milene estuvieron allí acompañándolo, la de Maury fue una convocatoria masiva. Cerca de dos mil personas recorrieron con él y su familia las calles del municipio sucreño hasta llegar a la Registraduría.

Maury y Yahir son aliados desde 2007, cuando este último se convirtió en diputado de Sucre por el Movimiento Apertura Liberal. Desde entonces, Milton le ha puesto votos a Yahir en sus diferentes campañas: en 2010, cuando se lanzó por primera vez a la Cámara de Representantes, en 2011 siendo Milene Jarava candidata a la Asamblea y el año pasado, cuando Yahir retuvo por segundo periodo consecutivo su curul en el Congreso. Este año también van juntos en el proyecto de la Gobernación.

Sin embargo, hace 15 años la pareja política de Maury era otra. Él dio sus primeros pasos con el respaldo del exsenador parapolítico Álvaro el ‘Gordo’ García, hoy enemigo acérrimo de Acuña. Ambos se disputan el dominio de Sucre, mucho más desde que el excongresista comenzó a perder poder tras ser capturado en 2006 y condenado en 2010 a 40 años de prisión.

Gracias a García, Amaury llegó a la Alcaldía en el 2000 como sucesor de otro alcalde de la cuerda del exsenador, el también condenado por parapolítica Ángel Villarreal.

Para la misma época Salvador Arana, aliado del ‘Gordo’ García, fue elegido Gobernador de Sucre. Arana, condenado por parapolítica, ya era cercano a Maury, nos dijeron fuentes en Sucre, porque ambos habían coincidido en ese municipio mojanero durante los años 80, cuando el primero llegó allí como médico a hacer su año rural. Después se lanzó a la Alcaldía en 1990, con el apoyo de García, pero no le alcanzó.

Según la Corte Suprema de Justicia, Villarreal, García, Arana y el ganadero Joaquín García crearon una organización armada para dominar la región de La Mojana y enfrentar así a la guerrilla con la colaboración de los jefes ‘paras’ Rodrigo Mercado Pelufo, alias 'Cadena', y Edward Cobos Téllez, alias 'Diego Vecino'.

Cinco de las fuentes consultadas por La Silla en el municipio de Sucre aseguraron que Milton Maury se benefició de esa estructura parapolítica, liderada por el ‘Gordo’ García, porque para las elecciones del 2000 no tenía posibilidades de ganar la Alcaldía.

A quien todos en el municipio daban como próximo alcalde y sucesor de Villarreal era a José Luis Fierro, un profesor de escuela que había vivido la mayor parte de su juventud en Cundinamarca, pero que recién había regresado para aquella época a su tierra a hacer política.

A Fierro muchos lo recuerdan como el candidato carismático que hizo campaña sin maquinaria, especialmente querido por los habitantes de las veredas y corregimientos porque personificaba el sueño del político honesto, que podía transformar el pueblo y espantar la sombra de la violencia.

Por aquellos años los hostigamientos paramilitares y subversivos eran parte de la cotidianidad de La Mojana. El municipio de Sucre había perdido a dos de sus alcaldes: en 1995 murió a tiros en Sincelejo Alfredo Munives Vanegas y un año después su reemplazo, Jairo Mendoza Martínez, fue ejecutado por el Frente 35 de las Farc.

A una semana de las elecciones, el equipo de Fierro realizó el cierre de campaña en la plaza. Para muchos aquel evento fue el peor error que ese grupo político pudo cometer porque demostraron que su candidato era el próximo alcalde.

“Después de eso comenzaron las amenazas a los habitantes en las veredas para que no votaran por el profesor y a él mismo le tocó irse bien temprano el domingo de elecciones porque lo iban a matar”, le contó a La Silla un poblador que fue testigo de aquellos hechos hace 15 años.

El profesor Fierro tuvo que abandonar Sucre en una chalupa para poner a salvo su vida y la de sus aliados políticos, tras recibir amenazas de muerte.

La plaza es el principal atractivo de este pueblo mojanero. 

La plaza y la iglesia no pueden apreciarse bien porque los vendedores con sus toldos tapan su belleza arquitectónica.

Un grupo de pobladores recordó que ese día las irregularidades continuaron pasadas las seis de la tarde, cuando una explosión hizo que los jurados de votación y veedores salieran despavoridos de las urnas temiendo un atentado guerrillero. Cuando regresaron, le narró uno de ellos a La Silla, encontraron a Maury como alcalde.

Meses después entre los sucreños corrió el rumor de que aquella explosión fue un falso bombazo de los paramilitares, atribuida a las Farc, nos dice uno de ellos. Sin embargo, La Silla no pudo comprobar la veracidad de esa versión, repetida con fuerza en el municipio.

La Silla llamó a Milton Maury para conocer su versión sobre todos estos señalamientos, pero no contestó los mensajes ni devolvió las llamadas perdidas. Mientras, las apuestas lo dan como el ganador seguro este 25 de octubre.

Los lugareños con los que hablamos dicen que la suerte está echada y que este cacique va camino a completar dos décadas de mando. La de Maury es la crónica de una reelección anunciada. Solo faltaría Gabo para contarla.