David Barguil, el defensor de los usuarios bancarios

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El miércoles, el superintendente financiero Gerardo Hernández y el Ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas, entre otros altos funcionarios del gobierno, enfrentaron un debate de control político en la Cámara. Su citante fue el representante conservador David Barguil, quien tiene la bandera de la lucha contra los abusos del sector financiero y se ha convertido en la voz de los usuarios para que los bancos aceptaran reducir las tasas de interés hipotecarias, como anunció el gobierno hace dos semanas.

El debate fue alrededor de los altos cobros del sistema financiero: dijo que una persona de estrato 3 en Bogotá paga más por el costo de una cuenta de ahorros que por impuesto predial. Además, criticó las altas tasas y señaló a Hernández de no tener actualizada la información de los cobros que hacen los bancos en la página web de la Superintendencia.

Barguil empezó su trabajo legislativo pensando en los cobros del sector financiero porque, a su juicio, es un problema que afecta a la mayoría de los colombianos y que no tiene un doliente. En septiembre de 2010, cuando apenas llevaba dos meses como congresista, presentó un proyecto de ley para ponerle techo a los cobros de los bancos. Aunque no era la primera vez que se presentaba esa iniciativa (en 2007 lo había intentado un grupo de representantes y en 2008 lo había hecho el senador conservador Alirio Villamizar), esta vez tuvo el respaldo del gobierno.

En enero de 2011 Juan Carlos Echeverry, entonces ministro de Hacienda y copartidario de Barguil, declaró que los bancos estaban cobrando en exceso pues una transacción financiera costaba en promedio unos siete dólares. Aunque la presidente de la Asobancaria, María Mercedes Cuéllar, lo desmintió y dijo que el costo estaba en tres dólares, las declaraciones de Echeverry ayudaron a que el tema entrara a la agenda pública.

Echeverry y el gobierno impulsaron la propuesta de Barguil, que terminó convertida en unas facultades para que el gobierno impusiera topes dentro de la mini reforma tributaria de Echeverry. Eso a pesar de la oposición de Asobancaria, que criticó los topes porque a su juicio obligarían a cobrar más por otros servicios y limitarían la competencia.

El ministro, además, hizo uso casi inmediato de esa posibilidad e impuso topes a varios servicios. Por ejemplo, definió que el cobro por sacar plata en cajeros automáticos de otras redes no podía valer más de 3.965 pesos, además de obligar a los bancos a enviar reportes anuales de todos los cobros que le hicieron a cada cliente. Aunque no se le mencionó mucho, El Universal tituló "David Barguil fue el que puso en cintura los bancos". 

David Barguil ha enfocado su trabajo en las crítias a los cobros de los bancos, una bandera popular con la que ya ha ganado varias grandes batallas.

Foto: tomada de camara.gov.co

Barguil busca posicionarse como el representante de los consumidores financieros frente a las entidades financieras, y especialmente como su defensor ante los altos cobros.

Foto: tomada de www.fna.gov.co

Ese, sin embargo, fue solo el primer round. Barguil siguió adelante y propuso, impulsó y logró que se aprobara la ley que permite que se paguen por anticipado los créditos financieros por hasta 880 salarios mínimos (unos 400 millones de pesos). Hasta ese momento los bancos incluían en la gran mayoría de contratos unas sanciones si el deudor decidía pagar por anticipado. Es decir, Barguil ya lleva dos leyes que le ponen límites a los bancos.

Hace unas semanas abrió un portal en internet, www.defensordetubolsillo.com que presenta los costos de diferentes servicios financieros para que los usuarios puedan compararlos. Ese información, que en principio debía ofrecer la Superintendencia Financiera, sirve para que los usuarios puedan revisar si su banco les está cobrando más que la competencia.

Con esta página, Barguil refuerza su estrategia de posicionarse como el representante de los usuarios del sector financiero, que se complementa con debates como el de esta semana y pequeñas victorias como el compromiso del gobierno de revisar las tarifas del Banco Agrario tras una solicitud suya al gobierno de reducir esos cobros. Eso ayudaría tanto a los usuarios de pequeñas poblaciones donde el Banco Agrario tiene presencia, como a presionar hacia abajo los precios de la competencia.

Curiosamente, Barguil es primo, aunque lejano, de Vivi Barguil, la esposa de Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, presidente del grupo Aval e hijo mayor de Luis Carlos Sarmiento Angulo, el hombre más poderoso del sistema financiero y más rico del país.

Las conexiones en Bogotá

La carrera política de Barguil empezó en Bogotá y no en Córdoba. Trabajó en el programa de fortalecimiento de Acción Comunal del Ministerio del Interior y de Justicia. Allí estaba otro cordobés, Marcos Daniel Pineda, y juntos conocieron de primera mano cómo la labor desde Bogotá sirve para hacer trabajo político en las regiones, conociendo líderes comunales y estableciendo buenas relaciones.

También conoció el funcionamiento de la política bogotana: fue asesor de David Luna en el Concejo de Bogotá cuando éste era concejal de Por la Bogotá que Soñamos y fue coordinador de la campaña de Luna al Congreso en 2006, por la lista peñalosista de Por el País que Soñamos. Esa amistad con Luna lo llevó incluso a pedirle a su partido apoyar al liberal Luna a la alcaldía de Bogotá en 2011.

Además de esa relación con Luna, Barguil es cercano a Simón Gaviria. Aparte de que es novio de María Paz Gaviria, la hermana de Simón, los dos representantes son contemporáneos y compañeros en la Comisión Tercera. Esa cercanía ha llevado a que se apoyen mutuamente en los proyectos de cada uno (por ejemplo, Gaviria ayudó a que no se hundiera el proyecto de Barguil de ponerle tope a los cobros de los bancos) y a que Barguil tenga relaciones de alto nivel en Bogotá, una ventaja política que tienen muy pocos representantes primíparos.

En todo caso, su futuro político sigue estando ligado a Córdoba.

Los votos en Córdoba

Barguil llegó a la Cámara con los votos de los conservadores de Córdoba, que en 2010 cambiaron de caras en el Congreso. El senador anterior, Julio Manzur, y su cámara, José de los Santos Negrete, perdieron el control del partido en manos del llamado burguismo, que lidera la senadora Nora García Burgos.

Ese cambio de poder dentro del conservatismo de Córdoba fue clave para Barguil. En 2007 el conservador Marcos Daniel Pineda, hijo de la senadora García y con quien Barguil ya había trabajado en el Ministerio de Interior y de Justicia, logró romper la hegemonía liberal en la alcaldía de Montería, mientras que el manzurismo perdió la de Cereté. Eso cambió el equilibrio de poder, sumado a que Negrete fue detenido por parapolítica y Manzur renunció a su curul  ante una investigación por ese mismo motivo. Además, Pineda se convirtió en un alcalde muy popular, como contó La Silla.

La senadora Nora García Burgos es la jefe política de Barguil, aunque probablemente él ahora tenga más notoriedad nacional.
La extracción de níquel en Cerromatoso ha sido otro de los caballitos de batalla de Barguil, y es una de las banderas de Nora García.

Tras esos golpes, Nora García logró consolidar a casi todo el conservatismo cordobés, incluyendo a Manzur y con excepción de los Pretelt Chaljub.

Para la Cámara, García distribuyó su apoyo entre Barguil, que  hizo toda su campaña con ella,y José Luis Abdala, un político con más recorrido, primo de Manzur y que tenía el apoyo de políticos del PIN y se acercó a otros senadores conservadores.

El apoyo a Abdala era un compromiso que García había asumido con Manzur a cambio del apoyo de éste a su candidatura al senado, mientras que Barguil era de su casa.

El hoy representante, que había estudiado en Bogotá, venía de ser jefe de debate y luego asesor del alcalde Marcos Pineda, y eso fue fundamental en su aspiración. Como en la campaña de Pineda en 2007 y la de Luna en 2006, Barguil combinó acuerdos políticos y el uso de estructuras, con un trabajo persona a persona (por ejemplo, subi{endose a los buses y recorriendo los barrios).

En medio de una dura pelea con Abdala, pues solo había votos para un cupo en la Cámara, finalmente le ganó con 48 mil votos contra 36 mil. Más de la mitad de esa diferencia estuvo en Montería, donde Barguil tenía el terreno abonado porque la gente ya lo conocía desde la campaña de Pineda.

En el Congreso, su principal trabajo con Nora García ha sido su posición crítica frente a la explotación de Cerromatoso y las regalías que ha pagado la empresa, una pelea que García heredó de su padre Amaury García Burgos.

En 2011, el burguismo volvió a poner alcalde en Montería, con Carlos Correa, quien le sacó una gran ventaja a los demás candidatos. Aunque aún falta un año y las alianzas políticas no están selladas, los buenos resultados tienen al grupo de Barguil pensando en que pueden lograr más.

García y Barguil no solo están  pensando en la reelección sino que, con los demás conservadores cordobeses, tienen como meta sumar otra curul en la Cámara. Según El Meridiano, el periódico más importante de Córdoba, el ex representante José de los Santos Negrete (que llegó al Congreso como conservador en 2006 y se quemó como liberal en 2010) volvió al conservatismo para ocupar esa otra casilla, lo que muestra que la fuerza del burguismo resulta atractiva para otros grupos políticos.

Esa fuerza electoral de Barguil se suma a que sus logros con los bancos también han tenido despliegue en su región. Por ejemplo, El Universal de Cartagena, que circula en Montería, le dio el crédito por la reducción de las tasas hipotecarias. “David Barguil gana primer round a la banca“, tituló la semana pasada.

Por ahora, Barguil seguirá en la Cámara. Pero es de los pocos representantes que, como Simón Gaviria, Iván Cepeda, Guillermo Rivera, Angela María Robledo o Augusto Posada, ha podido captar la atención de medios nacionales, además de que ha logrado la suficiente visibilidad en su bancada para que ésta lo nombrara su vocero cuando apenas llevaba un año en el Congreso. Si, además, sigue ganándole batallas a los bancos a favor de los usuarios, tendrá garantizada su curul por largo rato.

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