Las elecciones del domingo dejaron mal parado al poder cristiano en el Congreso. Después de tener cinco senadores, solo fueron elegidos dos con pura votación cristiana y sin mucha fuerza.
El bajonazo cristiano en el Senado
Las elecciones del domingo dejaron mal parado al poder cristiano en el Congreso. Después de tener cinco senadores, solo fueron elegidos dos con pura votación cristiana y sin mucha fuerza.
La debacle empezó con el Mira, que perdió sus tres curules en el Senado. Aunque han dicho que confían en que en los escrutinos las van a recuperar, por primera vez en su historia ese partido no creció en votación (apenas 2 mil votos aumentó su votación en estos cuatro años, quedándose corto por unos 10 mil). Paradójicamente, sacó tres curules en la Cámara y por ese lado salvó la personería jurídica.
El liberal Orlando Velandia, que trató de saltar de la Cámara al Senado, también se quemó, aunque sacó 34 mil votos. Y si bien llegó Viviane Morales, reconocida cristiana, el fuerte de sus votos estuvo en el voto de opinión que la reconoce por su paso por la Fiscalía, y al contrario de los demás candidatos cristianos, no es pastora.
Y en Opción Ciudadana, donde estaba el grueso del voto cristiano a través de pastores/candidatos como Gustavo Páez, Víctor Velásquez o Jorge Antonio Trujillo, todos se quemaron, incluyendo el hoy senador Édgar Espíndola. Además, bajaron su caudal: Velásquez había sacado 21 votos en 2010 y ahora se quedó con 13 mil; Trujillo bajó de 20 mil a 3 mil; Espíndola cayó de 51 mil a 32 mil.
El pastor Jimmy Chamorro, quien llegó por La U y es cabeza de la iglesia Centi, sacó poco más de 60 mil votos. Ese no es un buen resultado, dado que en 2006 había sacado 80 mil y esta vez tenía el número uno de la lista más votada y tuvo mucha exposición en medios y en publicidad que le puso el partido.
El otro senador cristiano viene del Centro Democrático. Es Orlando Castañeda, de la poderosa Misión Carismática Internacional. Estaba en el décimo renglón, como parte del apoyo de los pastores César Castellanos y Claudia Rodríguez de Castellanos, viejos aliados de Álvaro uribe y quienes tienen una senadora en La U, Claudia Wilches.
En últimas, la bancada ahora solo tendrá dos senadores, muy lejos de los siete que alcanzó a tener en 2009. A menos de que otros lleguen en los escrutinios o, luego, por rebote si salen otros senadores, como les ocurrió a varios tras la parapolítica en 2009 .