El centro ya no es verde ni rojo, sino café

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El acuerdo que anunciaron ayer Humberto De La Calle y Sergio Fajardo muestra que la elección se está convirtiendo en una pelea por el electorado de centro.

El café de Sergio Fajardo y Humberto de La Calle, ayer en un día en que el país está medio de vacaciones por la Semana Santa, terminó con el anuncio de que van a buscar cómo se alían, una posibilidad que hasta ahora Fajardo había desechado. En la práctica, se deja el mensaje de que la alianza es un hecho, que buscará evitar que otros candidatos se queden con los votantes de centro, y que la candidatura presidencial de De La Calle, que en su partido ya dan por inviable, está de salida.

Lo primero queda claro con la reacción de la candidata vicepresidencial de Fajardo, Claudia López, que ya da la unión como un hecho.

Y lo segundo porque fue De La Calle quien propuso el café públicamente en Twitter.

Lo hizo, según una fuente de la campaña, por sus malos resultados en las encuestas recientes, que indican que antes de llegar a primera vuelta y sacar un resultado lánguido como el de Rafael Pardo en 2010, buscará meterse a la Coalición Colombia de Fajardo, López y Jorge Robledo.

Por eso, para el analista y estratega político Carlos Suárez, “es un claro guiño político de De La Calle a Fajardo, al que le entrega sus banderas”.

Aunque el candidato liberal había propuesto esa unión desde que en enero publicó una columna en El Tiempo, solo ahora Fajardo le acepta la propuesta.

Lo hace tras una semana con cuatro encuestas en las que el uribista Iván Duque se escapó del lote con entre 35,4 y 45,9 por ciento de intención de voto; el ex alcalde Gustavo Petro se mantuvo en el segundo lugar con entre 22 y 26,7 por ciento; y él quedó en un tercero más distante, con entre 9 y 13 por ciento. De La Calle, entre tanto, está más abajo, con de 2 a 5,7 por ciento.

Por eso, como dice el analista Francisco Miranda, el anuncio de hoy “luce obligado por las encuestas”.

Con ese trasfondo, después de tomarse el tinto los candidatos dijeron en una rueda de prensa que luego de conversar, revisar sus programas y encontrar profundas coincidencias tienen la intención de unirse.

Pero antes dos interrogantes se tienen que resolver. De La Calle debe asegurarse con el Consejo Nacional Electoral que está habilitado para hacer coaliciones ya que hay un debate jurídico sobre si puede o no hacerlo teniendo cuenta que ya participó en la consulta del Partido Liberal a finales del año pasado.

También tiene que sentarse a discutir la unión con el expresidente César Gaviria, jefe del partido, para saber si finalmente se va él solo o lo apoya oficialmente el partido. Mientras se evacúan eso dos temas, no hay una alianza formal pero sí un hecho político.
 

Lo que viene

Con la consulta que presentará hoy De La Calle ante el Consejo Nacional Electoral empieza un camino difícil para concretar la alianza porque el haber hecho una consulta en octubre le obliga a él y a su partido, el Liberal, a acatar sus resultados.

Es decir, De La Calle debe ser el candidato de ese partido o del que éste defina en “una consulta interpartidista”, so pena de tener que devolver al Estado los 40 mil millones de pesos que costó esa votación.

Por ahora no es claro exactamente qué le va a preguntar. En la rueda de prensa tras el café, el candidato liberal dijo que indagará si está inhabilitado para hacer una consulta interpartidista en este punto de la campaña, pero podría preguntar por la opción de que se haga a través de una consulta virtual o una serie de debates o encuestas, y no una votación con urnas y jurados.

De hecho, una fuente de su campaña le contó a La Silla que unos días después de las elecciones legislativas el candidato le mandó una carta a Fajardo proponiéndole armar la coalición con una serie de debates entre los dos, seguidos de una encuesta por la que se definiera cuál sería el candidato.

Fajardo no contestó, pero es una muestra del tipo de opciones que se ventilan, por lo menos del lado que tiene el problema legal.

En todo caso, a partir de la consulta de hoy empezará una discusión legal que le va a dar a los dos candidatos la visibilidad que no tuvieron este año, cuando los aspirantes a consultas el 11 de marzo ocuparon la atención.

“La decisión oxigena a un Fajardo que está comunicacionalmente desaparecido desde que anunció su fórmula con Claudia López”, dice el analista Suárez “Ahora produce una nueva noticia que le da impulso, hay que ver hasta cuándo”.

Ese impulso se podrá dar por el anuncio, si con los siete días que faltan para el regreso de Semana Santa ésta sigue siendo la noticia política del momento, por la probable discusión jurídica con el CNE, y porque falta que De La Calle defina con el expresidente César Gaviria, que está de vacaciones, cuál será la posición oficial del Partido Liberal.

Ese último punto no es sencillo porque para Gaviria, como explicó La Silla, puede ser conveniente mantener al partido unificado, pero con su anuncio de hoy De La Calle definitivamente rompe cobijas con los congresistas, que en su mayoría están pensando en cómo migrar a una campaña en la que queden mejor posicionados para el próximo gobierno, y que puede ser la de Duque o la del ex vicepresidente Germán Vargas Lleras, y definitivamente no llegarán a donde Fajardo.

Por eso, como le dijo a La Silla una fuente cercana al candidato de la Coalición Colombia, la idea es que el moméntum que crea el anuncio se mantenga varias semanas, posiblemente hasta dentro de un mes, cuando vence el plazo para que los partidos revoquen los avales por motivos que están en la Constitución o la ley y se modifique el tarjetón.

Semanas en las que habrá recolección de datos de nuevas encuestas que pueden cambiar el panorama y dar otra señal a los políticos de para dónde corre el viento.

La pregunta, dice Miranda, es si esto impactará estas encuestas o es demasiado poco y demasiado tarde.

La pelea por el centro

“Sabemos que la polarización no le conviene a Colombia”, dijo Fajardo en la rueda de prensa de ayer, con lo que reiteró su discurso de que esa alianza representa una alternativa a Petro y a Duque, la estrategia Macrón que ha trazado desde el año pasado.

Al final, aunque De La Calle no llegue con la maquinaria liberal a su campaña, sí puede darle un empujón para sumar el centro y pelear el paso a la segunda vuelta: el 11 de marzo hubo casi 18 millones de votos al Senado, poco más de 6 millones por la consulta de la derecha y 3,5 por la de la izquierda.

Eso significa que más de 7 millones de votantes no participaron en las consultas, que probablemente no son petristas ni uribistas (algunos probablemente  sean anti los dos) y podrían terminar donde Fajardo, si los conquista.

Es allí donde una retirada de De La Calle le abre un espacio a Fajardo porque hay un competidor menos por ese electorado.

El problema es que nada garantiza que necesariamente sea él quien lo conquiste.

Duque, de hecho, ha venido enfatizando en su discurso que su propuesta es de centro.

Mientras el expresidente Álvaro Uribe, su padrino político, mantiene una línea de derecha más dura.

Eso muestra que Duque busca conquistar votantes en la misma franja que Fajardo.

Y Vargas Lleras, quien hace unas semanas se movió a la derecha para disputarle votos a Duque, ahora busca ocupar el centro con la bandera de no ser ni Uribe ni Petro, justo lo mismo que ha venido esgrimiendo Fajardo.

Así se lo dijo a María Alejandra Villamizar y Juan Roberto Vargas, de Noticias Caracol, en la entrevista en horario triple A del domingo pasado:

“Esta fórmula abre la posibilidad a que millones de colombianos que no se expresaron el anterior domingo y a los que sí lo hicieron, pero no votaron las listas de este partido, le abramos una oportunidad. Que como decía Juan Carlos no será ni la reelección de Uribe, ni el triunfo de Petro.”

Incluso Gustavo Petro parece buscar espacios en la misma franja, no solo con sus permanente llamado a buscar una convergencia con Fajardo y De La Calle sino también por cuando le dijo a los mismos entrevistadores, apenas un día antes que Vargas, que para él la política “no es poner un muro entre derecha e izquierda” porque puede tener puntos en común con líderes de todas las orillas.

Con todos los candidatos viables buscando votos en el centro, o por lo menos buscando un discurso que permita hacerlo, la alianza De La Calle - Fajardo puede haber llegado tarde, cuando en lugar de tener consolidado ese espacio se los disputan los rivales. Pero también puede ser la señal que esperaba ese electorado para decantarse hacia el que quede, que seguramente será Fajardo.

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