Mateo Trujillo se convirtió en el principal detractor del Alcalde que ayudó a elegir. Y eso que son del mismo partido.
El concejal que dejó de ser la fórmula de Lara
Mateo Trujillo dijo en 2015 que Rodrigo Lara Sánchez era el único político con el que quería trabajar en el Huila.
El concejal de Neiva por Alianza Verde, Mateo Trujillo, se hizo elegir con el mismo discurso de renovación del alcalde Rodrigo Lara Sánchez y como presidente del Concejo se perfilaba como la punta de lanza del mandatario. Pero en el primer año le marcó distancia a punta de debates que han afectado la imagen de Lara y el partido. Tan alejado está de los Verdes que ya estructura una campaña propia a la Alcaldía desde otra orilla política.
De aliado a piedra en el zapato
Trujillo llegó al Concejo apenas se estrenó en la política.
Venía de trabajar en el sector privado tras haber hecho dos maestrías, una de ellas en Alemania. Siempre becado.
Buscó a la Alianza Verde en 2015 y en particular a Lara Sánchez porque vio en él, según dijo en ese momento, al único político del Huila con el que le gustaría trabajar. En él, decía, vio una figura capaz de implementar en Neiva un modelo similar al de Antanas Mockus o Sergio Fajardo.
Eran tan cercanos que en las publicidades compartidas se presentaban como la fórmula para ver de verdad a Neiva. En un periódico que el mismo Trujillo ayudó a repartir el titular de portada fue ‘El mejor equipo para Neiva’.
Para ser concejal de Neiva necesitó 1.750 votos.
La Alianza Verde fue la lista más apoyada al Concejo (21.489 votos), se quedó con cuatro curules, también con la Alcaldía, y por eso se ganó el derecho de poner al Presidente del Concejo. Mateo se mostró como el elegido por el Alcalde y con eso convenció a sus compañeros de bancada para que lo apoyaran.
Asumió el mando de la Corporación con un discurso que invitó al trabajo en equipo por el bien de la ciudad, citando al final, a Luke Skywalker, protagonista de la saga de ciencia ficción Star Wars: “¡Que la Fuerza nos acompañe!”.
Pero hasta ahí llegó la luna de miel entre los dos.
Siendo ya concejal, en mayo del año pasado estalló el escándalo del hospital local, una denuncia que Trujillo había hecho en campaña por supuesta participación en política a favor de un candidato de los Verdes por parte del gerente David Cangrejo.
La denuncia terminó en la captura de Cangrejo, de nueve funcionarios, y de un concejal, también de la Alianza Verde. Pero semanas después los liberaron porque las pruebas de la Fiscalía carecían de sustento para mantener la medida de aseguramiento. Pero el juicio sigue.
Esa captura le pegaba a Lara porque como presidente de la Junta Directiva del Hospital, había reelegido a Cangrejo a pesar de los cuestionamientos. El Alcalde justificó esa designación por la evaluación técnica que había hecho la Junta.
Después, en julio, Mateo denunció en un debate de control político supuestas irregularidades en la selección del contratista que provee los químicos con los que se trata el agua de los neivanos.
Eso, frente al Alcalde, y el gabinete en pleno. La Gerente de las empresas públicas lo confrontó. Dos meses después, la empresa canceló el contrato porque el proveedor elegido no dio la talla.
Es decir, los hechos le dieron la razón a Trujillo y el contratista volvió a ser el mismo que había manejado el suministro durante los últimos años.
Por eso es que el concejal dijo a La Silla Sur que Lara puede estar bravo. El alcalde sí hace comentarios entre sus cercanos diciendo que “no hay cuña que más apriete que la del mismo palo”.
Y este año ese “mismo palo” no ha dejado de apretarlo.
Hace unas semanas cuando Lara iba dar inicio a las obras de un intercambiador vial que hace parte del proyecto del Sistema Estratégico de Transporte Público (al que se le van a invertir más de 200 mil millones de pesos) Trujillo cuestionó que se tuvieran que cortar árboles. “Cortar árboles para sembrar cemento no es desarrollo”, dijo en el Concejo.
El cambio
Trujillo dice que se distanció porque Lara le pidió apoyo para que el gerente del hospital pudiera ejercer su trabajo tranquilo.
“Desafortunadamente una de las primeras peticiones que me hizo fue que apoyara al gerente, al que yo había denunciado por intervención en política. Él tenía potestad de reelegirlo. Creo que eso marcó distanciamiento, yo tenía el deber de seguir mi línea”, dijo a La Silla Sur.
La distancia la notan hasta otros integrantes de la Alianza Verde que dicen que no entienden por qué siendo del mismo partido del Alcalde se convirtió en uno de sus principales cuestionadores.
“En campaña era uno de los candidatos al Concejo que Lara más presentaba en los barrios. Era uno de los consentidos”, dice otro concejal Verde.
Pero no ha dejado de votarle los proyectos clave, como los de inversiones, adiciones, o políticas públicas como el que promovió para darle soluciones a los problemas de los asentamientos de la ciudad en los que habitan cerca de 90 mil personas.
En todo caso, Trujillo dice que legisla en función de sus electores y no de la administración, algo que estratégicamente le sirve porque quiere ser alcalde y para eso necesita una estructura y un discurso propio.
La Alcaldía en su mira
Aunque no lo admite abiertamente, el concejal independiente está tratando de consolidar una campaña a la alcaldía.
En las sesiones descentralizadas que hace el Concejo desde este año, los ciudadanos les comentan a los demás concejales que él ya ha pasado por esos barrios contando su trabajo sin mostrarse cercano a Lara.
Porque está pensando, en un eventual caso, en hacer campaña lejos de los Verdes, posiblemente con un movimiento cívico que aglutine a otros representantes del Centro Democrático, el Polo y empresarios y gente del sector académico.
“Todo dependerá del contexto político que se de en ese momento, y de poder consolidar una propuesta seria para la ciudad, que la piense y la proyecte a unos 20 años. Pero no hay afán, no se trata de llegar por llegar sino de llegar a generar transformaciones”, comenta.
En todo caso si quiere ser alcalde tendrá que enfrentar diez quejas disciplinarias que tiene abiertas en la Procuraduría desde que llegó a la presidencia del Concejo, por supuestas irregularidades que van desde la compra de seguros para los concejales hasta la compra de unos equipos para transmitir las sesiones.
Y no solo eso. Se arriesga también a quedarse sin el apoyo y la estructura de Lara (que se eligió con 60 mil votos), su antiguo amigo.