La semana pasada hubo una reunión entre la candidata del Polo a la Alcaldía, Clara López y el Alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, en Bogotá que sirvió de antesala para la decisión de la petrista María Mercedes Maldonado de renunciar a su candidatura y adherir a la campaña de López.
El detrás de cámaras de la nueva llave Petro-Clara
La semana pasada hubo una reunión entre la candidata del Polo a la Alcaldía, Clara López y el Alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, en Bogotá que sirvió de antesala para la decisión de la petrista María Mercedes Maldonado de renunciar a su candidatura y adherir a la campaña de López.
Según lo pudo confirmar La Silla con cuatro fuentes independientes, el encuentro fue propiciado por el senador del Polo, Iván Cepeda, y el representante de Bogotá de ese partido, Alirio Uribe, y tenía como objetivo hacer una alianza política entre los dos movimientos de cara a las elecciones de octubre.
Con esta reunión, Petro termina aliado de nuevo con el Polo, de donde se fue dando un portazo en el 2011 tras denunciar el Cartel de la Contratación de Samuel Moreno.
Es también un indicio de que Petro se la jugará de fondo porque la izquierda no pierda Bogotá y el comienzo de una eventual alianza políticas con miras a las elecciones del 2018.
“Ahora lo importante es ganar la Alcaldía”, le dijo a La Silla una fuente de Progresistas que supo de primera mano de la reunión y que pidió no revelar su nombre.
Los acercamientos
Aunque María Mercedes Maldonado y gente cercana a su campaña como su jefe de debate, Ricardo Bonilla, no estuvieron en la reunión entre Petro y Clara, los acercamientos entre ambas campañas habían comenzado antes, siempre que las dos candidatas coincidían en los debates para la Alcaldía y tenían espacios para conversar.
“Fue un cortejo. Cada una fue bajando la guardia y Clara empezó a decir que sí nos iba a necesitar. Ya la cosa estaba cocinándose”, dice una fuente de la campaña petrista.
Sin embargo, tras la reunión entre el Alcalde y Clara López, que La Silla confirmó con cuatro fuentes distintas y que además, ayer contó Noticias Uno en su sección de chismes, el acuerdo se selló.
Cuenta no solo con el sector del Polo que apoya a Clara López sino también con el Moir (que representa el senador Jorge Enrique Robledo) que está acompañando su candidatura, y que es donde más reticencia tenía el alcalde Gustavo Petro después de que renunció al Polo, como ha contado La Silla.
“Clara está cumpliendo su papel de sumar para enfrentar los candidatos del Establecimiento. Esto no borra nuestras diferencias ni nos hace responsables del gobierno de Petro. La ganancia es que nos da juego, se configura un hecho político que junta la opinión para que sectores alternativos como el progresismo voten por Clara”, le dijo a La Silla una fuente de ese sector en la campaña del Polo.
Después de esa reunión el pasado miércoles, Maldonado dejó de asistir a los debates electorales y un equipo de ambas campañas se sentó para redactar el borrador del acuerdo programático.
Éste estaba pensado para anunciarse mañana 22 de septiembre, la fecha en que Gustavo Petro convocó a los ciudadanos a la calle a defender a la Bogotá Humana hace un mes, cuando se conoció la decisión de la Procuraduría de abrir pliego de cargos contra el Alcalde por haber sancionado el Pot por decreto a pesar de que éste ya había sido discutido y votado negativamente por el Concejo.
Sin embargo, la noticia se filtró a los medios. “Se adelantaron, sin esperar el acuerdo programático”, dice la fuente de la campaña de Maldonado.
Mañana, ambas candidatas leerán el decálogo del acuerdo en el monumento de “La Pola” en el centro de Bogotá a las 9 de la mañana.
Allí, López recibirá el apoyo oficial del petrismo a cambio de que defienda muchas de las banderas de esta Administración si llega a ser elegida como alcaldesa.
Los primeros dos puntos tienen que ver con la defensa de la lucha anticorrupción y contra el tráfico de influencias, seguido de un empoderamiento de la mujer (que implica más recursos para la secretaría de la mujer).
Además, López tendrá que comprometerse con el programa Basura Cero, con algunos elementos dell Pot de Petro y la defensa de los bordes de la ciudad, la defensa del Hospital San Juan de Dios y a la construcción de infraestructura para mantener la jornada única en los colegios.
“No se ha terminado de construir el acuerdo, ahora sigue en manos de las candidatas. Se centró en los puntos en los que había desacuerdos”, dice la fuente. Por eso, por ejemplo, no se discutió el tema de la paz donde ambas campañas coinciden.
¿Una alianza a futuro?
Aunque María Mercedes Maldonado no alcanzó a figurar nunca en la contienda, la estrategia de su campaña era allanar el terreno para la candidatura presidencial de Petro en el 2018. Su idea era que para esta fecha, la candidata hubiera alcalzado al menos el 10 por ciento en intención de voto como contó La Silla.
Así, el renacido progresismo buscaba convocar a sus bases que ya estaban desperdigadas en otras campañas, con miras inicialmente a las elecciones al Congreso del 2018, cuando esperaban relanzar el movimiento por firmas y recuperar la personería jurídica para después lanzar a Gustavo Petro como candidato en las presidenciales.
Eso nunca pasó. Desde que arrancaron las encuestas, Maldonado siempre estuvo con una intención de voto menor al dos por ciento y por debajo del margen de error y no logró hacerse conocer entre los electores.
Petro tampoco hizo ningún esfuerzo por darle un empujón a su campaña como lo demuestra el hecho de que ninguno de sus secretarios de gabinete renunciaron para apoyar a Maldonado como sí lo hicieron, por iniciativa de Petro, en las presidenciales del año pasado para respaldar a Juan Manuel Santos en la segunda vuelta.
Por eso sorprendió que haya decidido reunirse con Clara López faltando un mes exacto para las elecciones para hablar de política.
Aunque La Silla no sabe lo que se habló allí sí tiene confirmado que la reunión tenía como propósito discutir la alianza y que el producto de dicho encuentro fue la adhesión de la candidata petrista a Clara López.
El jefe de prensa de la Alcaldía dijo a La Silla no conocer esa reunión.
Lo que suma y lo que resta
“Aquí tocó pragmatismo político y poner a mucha gente a hacer campaña para Clara (López). La izquierda hará todo lo que se deba hacer para no perder Bogotá”, le dijo a La Silla una fuente cercana al Alcalde.
La pregunta es si mover a mucha gente para hacerle campaña a Clara significa también que el Alcalde “moverá” la maquinaria del Distrito a favor de la candidata del Polo, algo que está claramente prohibido por la ley.
El Distrito tiene, mal contados y dependiendo del mes, entre 60 mil y 90 contratistas por orden de servicios, a quienes les renuevan los contratos cada tres o seis meses por lo que una amenaza implícita o explícita de que si gana un candidato que no sea de izquierda podría ser suficiente incentivo para salir a votar por la candidata del Alcalde.
Sin embargo, como contó La Silla, que el voto de los sindicatos ya esté jugado (aunque obviamente en los próximos días podría cambiar) podría indicar que muchos de los funcionarios ya habían tomado partido.
En la campaña de Clara calculan -según supo La Silla- que Petro les pondría unos 80 mil votos de sus seguidores, unos dos o tres puntos en las encuestas. Que no es mucho pero que si se vuelve a apretar la contienda haría la diferencia.
Por eso, aceptaron la alianza a pesar de que el negativo alto de Petro se le sumará ahora a Clara, que en todo caso nunca había combatido la idea de que ella representara la continuidad.
Por el lado de Petro, significa volver a la izquierda tradicional cuando él había intentado en el 2011 desmarcarse totalmente de ella y fundar una izquierda renovada sobre los pilares de las “nuevas ciudadanías” y de lucha contra la corrupción encarnada en el gobierno de Samuel Moreno, integrado por varios de los que ahora están con Clara.
Pero al final, lo que está en juego para él no es solo intentar conservar el programa de la Bogotá Humana sino mantener viva la izquierda para el 2018 y que se traduzca en un apoyo real del Polo para sus aspiraciones presidenciales. Así, entonces, entraría en una eventual consulta interna contra los senadores Jorge Enrique Robledo e Iván Cepeda.
Para el resto de los candidatos, lo que hace este guiño es delinear más claramente las opciones. La carrera ahora será por representar el centro.