Esta semana fue de lamentaciones en 23 de 51 campañas del Caribe que inscribieron sus candidatos a las regionales por grupos significativos pero no pasaron el examen de las firmas en la Registraduría. La ‘cuchilla’ de la autoridad electoral se siente sobre todo en Cartagena, en donde quedaron por fuera del juego dos de los candidatos más fuertes a la Alcaldía, entre ellos el segundo de las encuestas: Manolo Duque. El golpe a él es también un resbalón de la clase política tradicional que, en su mayoría, lo acompaña. Ahora el tablero del ajedrez quedó sacudido.
El efecto de las firmas en la pelea por Cartagena
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Esta semana fue de lamentaciones en 23 de 51 campañas del Caribe que inscribieron sus candidatos a las regionales por grupos significativos, pero no pasaron el examen de las firmas en la Registraduría. La ‘cuchilla’ de la autoridad electoral se siente sobre todo en Cartagena, en donde quedaron por fuera del juego dos de los candidatos más fuertes a la Alcaldía, entre ellos el segundo de las encuestas: Manolo Duque. El golpe a él es también un resbalón de la clase política tradicional que, en su mayoría, lo acompaña. Ahora el tablero del ajedrez quedó sacudido.
El periodista Manolo Duque presentó 146.617 firmas para revisión, pero apenas le fueron avaladas 35.355 de las 50 mil exigidas. Según la Registraduría, entre otras cosas entregó rúbricas de 10 mil personas que no votan en Cartagena y de 12 mil que ni siquiera están en el Archivo Nacional de Identificación ANI. Con menos detalles, la noche del viernes también se supo que el excongresista William García Tirado tampoco alcanzó la meta de apoyos aprobados.
Ambos aspirantes, por separado, han respondido que la culpa es de “las mafias” que no los quieren dejar participar y que interpondrán los recursos de reposición a los que tienen derecho y llegarán hasta las últimas instancias.
En una campaña popular y populista -muy al estilo de la que hizo el también periodista Campo Elías Terán (exalcalde, fallecido en 2013)- y de gruesa chequera, a Manolo lo respaldan las casas de los exsenadores Juan José García, Javier Cáceres y William Montes (todos condenados: el primero por corrupción y los otros por parapolítica). Su hermano, el llamado “rey de las licitaciones”, José Julián Vásquez. Y también las congresistas Daira Galvis y Martha Curi.
La expectativa hoy en la ciudad política es por saber si estos grupos se mantendrán con él en la lucha que empieza ante la Registraduría o si, frente a la incertidumbre, preferirán buscar otros barcos. La decisión que tomen podría definir la puja por Cartagena.
Aunque la campaña de Manolo ha hecho plantones de apoyo al candidato y tomó la decisión de seguir el ritmo que traía, mientras no se resuelva el recurso de reposición tendrán todos los motivos para estar nerviosos. Mientras, el tiempo corre hacia el día de las elecciones.
Además, el panorama no es muy esperanzador, teniendo en cuenta que no son pocas las firmas que le faltan para completar las 50 mil requeridas. Para que Manolo vuelva a ser candidato, la Registraduría tendría que haberse equivocado en la revisión de al menos 15 mil rúbricas, reconocerlo y aceptar rectificar.
En ascuas no sólo está el periodista y los caciques que lo respaldan y financian, sino también los candidatos a Concejo y JAL que se le unieron y los líderes y cuadros que armó por toda La Heroica. La mayoría de ellos ya recibieron recursos de la campaña para cuadrar la logística y buscar los votos.
La lógica política indica que toda esa estructura hubiese estado destinada a irse con William García, que es precisamente el otro candidato al que se le cayeron las firmas.
Otrora socio político de Javier Cáceres y exmilitante del liberalismo, de Cambio Radical y del conservatismo, el excongresista García Tirado viene haciendo una campaña con arraigo en sectores populares, como la de Manolo, que hoy lo tiene de tercero en las encuestas. Pero además, está jugando solo (se financia con recursos propios), no tiene clanes detrás, lo que probablemente hubiese facilitado el aterrizaje de los escuderos del periodista.
Sin García en la carrera -al menos por ahora- dos sombrillas bajo las que podrían ir a guarecerse los manolistas podrían ser las de los exconcejales Quinto Guerra (candidato conservador) y Andrés Betancout (quien va por firmas). Eso porque son los otros mejor ubicados en las encuestas: Guerra va de primero y Betancout de tercero, empatado con García. Esos son datos de un sondeo de hace dos semanas realizado por la empresa Ipsos Napoleón Franco.
Sin embargo, ninguna de las dos opciones parece viable por el momento. Primero, Quinto no tiene buenas relaciones políticas con Daira Galvis y William Montes, dos políticos clave de la campaña de Manolo. Pero además, el exconcejal azul ya tiene “el barco lleno” y ha hecho muchos compromisos porque comezó su campaña hace más de un año, como se lo explicó a La Silla un político que lo conoce.
Guerra cuenta con 11 de los 19 concejales de la ciudad, ya tiene listas al Concejo y a las JAL y además lo respaldan la casa Blel (que lidera el excongresista condenado por parapolítica Vicente Blel), Pedrito Pereira y al parecer también Hernando Padauí.
“Quinto tiene menor margen de negociación”, nos explicó un excabildante.
Pero además, luego de la caída de las firmas de Manolo, Quinto Guerra ha sido duramente cuestionado por la campaña manolista, en donde algunos lo señalan por redes y en manifestaciones de estar detrás de la decisión de la Registraduría. Esa, sin embargo, es una acusación a la que por el momento no se le ve ningún sustento.
En cuanto a Andrés Betancourt, como permanentemente se ha declarado como un aspirante independiente no es claro si estaría dispuesto a comprometerse con todos los cuestionados que apoyan a Manolo Duque. A Betancourt lo respalda el hermano del alcalde Dionisio Vélez: Dusán Vélez, excandidato al Senado por Cambio Radical y vaso comunicante con el vicepresidente Germán Vargas Lleras.
Intentamos hablar con Quinto y con Andrés para conocer sus opiniones respecto a este tema, pero no fue posible.
Incluso si se queda sin dos de sus competidores fuertes, la pelea por Cartagena no está escasa de candidatos. También se miden, con menos posibilidades según las encuestas, Gina Benedetti (del Centro Democrático), Rosario Romero (de AICO), Reinaldo Manjarrez (de la UP) y Fabio Castellanos (del Verde).
Las próximas semanas serán clave en el desenlace de esta novela. García y Duque tienen cinco días para presentar sus respectivos recursos de reposición ante la Registraduría que deberá pronunciarse antes de elecciones y ahí sí de manera definitiva, como nos explicó el registrador delegado para lo electoral Alfonso Portela.
La solidaridad que están despertando sus casos entre algunos, podría aumentarles su peso incluso si no van a la contienda.
Con tantas posibilidades abiertas, nadie descarta incluso que también pueda jugar un papel importante después de esto el noveno candidato: el voto en blanco, que en algunas encuestas aparece de primero y es impulsado por el Polo.
“Nosotros estamos optimistas, le decimos a nuestra gente que ‘eso va’, pero si Manolo se cae no descarto que muchos de sus simpatizantes del pueblo y de los estratos bajos terminen votando en blanco y que los que aspiran a Concejo o JAL se vayan con el candidato que les garantice recursos para elegirse”, concluyó un cuadro importante del grupo manolista.
Esta semana, según le dijo a La Silla, William García detallará una denuncia según la cual al parecer en la Registraduría lo tumbaron para favorecer otras campañas.
El efecto de las firmas en la pelea por Cartagena apenas empieza.