Laureano ‘el Gato volador’ Acuña, el senador experto en multiplicar votos, se convertirá desde el 1 de enero en el barón conservador con más fuerza en Atlántico, por encima del expresidente del Congreso Efraín Cepeda.
El Gato volador pasa de agache en caso Aída Merlano y tendrá más poder
Por cuenta de una denuncia de supuestas amenazas y unos comunicados, los ojos mediáticos del país volvieron a estar esta semana que pasó encima de la prófuga excongresista compradora de votos Aída Merlano y de su amigo el poderoso empresario Julio Gerlein, llamado a juicio dentro del mismo caso de corrupción electoral que ella.
Mientras eso pasa, el senador conservador Laureano ‘el Gato volador’ Acuña, salpicado en ese escándalo por la Corte Suprema, no sólo pasa de agache mediáticamente, sino que está ganando más poder: desde el 1 de enero será el nuevo barón godo del Atlántico, por encima del expresidente del Congreso Efraín ‘Fincho’ Cepeda.
La “entrega” de Aída: acción y reacción
Luego de varias semanas de conmoción en el país político, la huida de Aída Merlano pasó a segundo plano en términos mediáticos hasta que el martes pasado la hija de la exrepresentante conservadora: llamada Aída Victoria Merlano Manzaneda, publicó en su instagram un mensaje denunciando que el empresario Julio Gerlein y sus dos hijos, según ella, le querían pegar 17 tiros porque “estaba muy bocona”.
Merlano hija ha salido en varios medios recientemente dando detalles de la relación amorosa entre su mamá y Gerlein, refiriéndose a este como “papá”, y de hecho el contexto que da de la supuesta amenaza es que fue en respuesta a una petición de “apoyo económico y protección” que le hizo al cuestionado empresario.
En respuesta a su denuncia -de la que Merlano Manzaneda dio detalles a la periodista Vicky Dávila-, Gerlein emitió una declaración negando la amenaza y diciendo que se trata de una estrategia “de solicitudes de dinero”.
Al día siguiente, Merlano hija volvió a publicar un mensaje en sus redes, esta vez, una carta que le envió su mamá desde la clandestinidad, asegurando que tiene “toda la intención” de entregarse y colaborar para esclarecer los hechos “involucrando a todos los responsables”, y que fue víctima de un montaje.
Así, buena parte del mundo político nacional, y sobre todo de Barranquilla, volvió a mover el tema de la novela en la que se ha convertido el proceso que no sólo involucra a uno de los clanes más poderosos y ricos que ha tenido el Atlántico (los Gerlein), sino que también toca al superpoderoso clan Char, como lo hemos contado, y a otros políticos que pasan de agache, como el Gato Volador.
El gato poderoso
Laureano ‘el Gato volador’ Acuña es un político experto en conseguir votos a punta de favores (como, por ejemplo, regalar materiales de construcción a familias pobres), como lo detallamos en un extenso perfil que le hicimos hace unos años.
Al igual que Aída Merlano, el hoy senador comenzó su carrera política desde abajo, como mochilero de los Gerlein hasta que llegó al Congreso bajo la sombrilla del Partido Conservador.
Su fama de político tradicional de prácticas electorales cuestionables es tal, que en el departamento lo conocen como “el mejor comprador de votos”, un asunto que nos han confirmado mochileros que trabajado con él, pero que él siempre ha negado.
La Corte lo mencionó en el fallo condenatorio de Merlano en una lista de 17 personas que el alto tribunal pide investigar por posiblemente estar relacionadas con una red criminal de compra de votos.
En esa lista también está el senador de la casa Char, Arturo Char, hermano del alcalde de Barranquilla Álex Char.
Arturo Char y el Gato volador son, de hecho, los únicos políticos de la lista (que tiene 10 políticos en total, entre exdiputados y exconcejales de los Gerlein y Aída Merlano), que siguen activos, pues el resto renunció a sus aspiraciones electorales o se quemó en las elecciones locales del 27 de octubre.
En esos comicios que acaban de pasar, Acuña quintuplicó su poder en las alcaldías atlanticenses y se graduará, el próximo 1 de enero que se posesionen los alcaldes de su grupo, en el nuevo barón conservador del departamento, por encima de quien lo había sido hasta ahora: el expresidente del Congreso Fincho Cepeda.
El Gato pasó de ganar en 2015 sólo la Alcaldía de Manatí a poner alcalde en cinco municipios: Malambo, Palmar de Varela, Piojó, Repelón y Manatí, y ser clave en la polémica elección de Rodolfo Ucrós en la Alcaldía de Soledad, la segunda más importante del Atlántico.
Además de eso, su esposa Merly Miranda volvió a salir como la diputada conservadora más votada del Atlántico.
En contraste, el grupo de Fincho se quedó igual que en 2015: con dos alcaldías (Santa Lucía y Polo Nuevo).
En el Concejo de Barranquilla los conservadores, en general, sí recibieron un golpe duro al pasar de siete a cuatro credenciales porque los tres del clan Gerlein no repitieron. Acuña mantuvo una credencial y Fincho Cepeda dos.
Ahora habrá que esperar a ver si el anuncio de entrega de Aída Merlano se materializa y, de ser así, si este poder u otros comienzan a tambalear.