La gobernadora Rosa Cotes acaba de crear la figura de la "gerencia general" del departamento y algunos creen que, en realidad, a los magdalenenses les pusieron al mandatario que estaba en la banca.
El Gobernador suplente del Magdalena (y del Mello)
Antonio Matera y Rosa Cotes.
Rosa Cotes Vives, la gobernadora del Magdalena, acaba de crear la figura de una “gerencia general” para el departamento. El “gerente” que escogió es el político que sonó antes que ella para ser el candidato a la Gobernación en el grupo de su sobrino, el exgobernador Luis Miguel ‘el Mello’ Cotes. Como la movida se da en medio de ruidos que atribuyen a la inexperiencia de Rosa la supuesta lentitud de algunos procesos en la Administración, en los corrillos empiezan a decir que a los magdalenenses les pusieron un gobernador suplente.
Se trata del abogado Antonio Matera Ramos, quien venía desempeñándose como secretario de Educación y recientemente fue cambiado al cargo de jefe de la oficina de Planeación. Cuando Rosa anunció ese cambio, en un consejo de Gobierno hace dos semanas, también le dijo a su gabinete que Matera además ejercerá la “gerencia general del Gobierno” bajo su directriz.
“Antonio Matera Ramos será el encargado de asegurar que la entidad territorial sea operativa y eficiente. Asimismo, articulará las diferentes secretarías y jefaturas, definiendo los procesos y responsabilidades de cada quien”, reza un comunicado que emitió al rato la Gobernación.
Eso significa que, así sea bajo la batuta de la mandataria, el funcionario fungirá como jefe de sus colegas secretarios. De hecho, ya comenzó a reunirse a solas con ellos para hacerles requerimientos que le permitan estructurar un diagnóstico de cómo está la Gobernación.
“A los integrantes del Consejo de Gobierno se les pidió trabajar de manera articulada con el nuevo Jefe de Planeación, atendiendo sus llamados y teniendo claro que sus propósitos interpretan la voluntad de la Ejecutiva Departamental”, agrega la comunicación oficial de la Administración.
Lo que dicen la Gobernadora y sus asesores es que quieren impulsar un modelo de “gerencia moderna” con un jefe de gabinete, como existe en otros países.
Sin embargo, políticamente la estrategia tiene otra interpretación, dada la cercanía de Matera con quien -como ha quedado en evidencia en varias ocasiones- maneja los hilos en el Magdalena: el exgobernador y sobrino de Rosa, el Mello Cotes.
El Plan B
Antonio Matera y Luis Miguel Cotes se hicieron amigos cuando, en 2007, ambos coincidieron en la Asamblea: el primero fue diputado de La U y el segundo por el liberalismo. Para los dos, era el comienzo de sus respectivas carreras políticas.
Matera era amigo político del entonces gobernador Ómar Díazgranados (heredero del parapolítico Trino Luna y quien no pudo terminar su mandato al ser suspendido por la Contraloría que lo investigaba por sobrecostos en un contrato, proceso dentro del cual luego fue hallado responsable). Eran tan cercanos que Díazgranados lo ayudó a elegirse presidente de la duma, momento en el que también compartió con el Mello, quien fue escogido su vicepresidente en la mesa directiva.
En las legislativas de 2010, Matera se lanzó a la Cámara de Representantes como fórmula en el Magdalena del senador atlanticense de La U José David Name.
Aunque se ahogó, alcanzó a sacar casi 16 mil votos, lo que se convirtió en su mejor carta de presentación para entrar a la campaña -el siguiente año- del Mello a la Gobernación.
A esa orilla llegó de la mano de Jorge Luis ‘el Negro’ López (quien compitió este octubre por la Gobernación con el aval del uribismo y estuvo en el primer círculo del Mello en 2011) y del asesinado exdiputado liberal Armando ‘el Chiri’ Castillo.
Antonio Matera se ganó la confianza del Mello y la de sus mayores impulsores: su padre Álvaro y su tío Luis Miguel Cotes Vives, conocidos como ‘Los Conejos’, y fue nombrado gerente de la campaña.
Dos personas que lo vieron de cerca en ese momento, nos dijeron por aparte, que el hoy gerente general del Magdalena fue clave en la recolección exprés de las firmas ciudadanas con las que el Mello presentó su candidatura. Esas firmas fueron una tabla de salvación porque el exgobernador inicialmente tuvo el aval liberal, pero terminó renunciando a él cuando el entonces jefe rojo Rafael Pardo le pidió explicaciones por los cuestionamientos a su familia.
(Como ya hemos dicho, los Conejos aparecen mencionados en el computador del paramilitar Jorge 40 como presuntos autores de una extorsión en el periodo que tuvo en la Alcaldía de Santa Marta el esposo de Rosa Cotes, José Francisco ‘Chico’ Zúñiga, condenado por parapolítica).
Durante la Gobernación del Mello, Matera fue uno de sus hombres de confianza, primero como asesor y luego como secretario de despacho.
En octubre de 2014, poco antes de que arrancaran las inhabilidades de algunos servidores públicos para las regionales del año pasado, renunció a la Gobernación, lo que fue interpretado como una señal de que iba a ser la carta de los Cotes para reemplazar al Mello.
Además, poco antes de irse de la Administración, Matera había aumentado sus apariciones públicas junto al Gobernador en inauguraciones y anuncios de proyectos, una de las estrategias típicas de los mandatarios cuando quieren visibilizar a su heredero.
Sin embargo, la precandidatura nunca cuajó. Una persona importante del grupo de los Cotes nos dijo que, aunque es preparado y tiene cancha política, Matera no cuenta con el carisma de Rosa Cotes (cuya aspiración ocasionalmente aparecía en medios como un rumor que ella siempre desmentía).
Como lo hemos contado en varias ocasiones, el carisma de Rosa está relacionado con toda la labor social que hizo durante dos periodos como primera dama (primero de su esposo Chico Zúñiga, en la Alcaldía, y luego de su sobrino soltero el Mello en la Gobernación).
Esa simpatía que despierta, sumada a la aplanadora vargasllerista que en el Magdalena maneja el Mello, le dieron los casi 300 mil votos (el respaldo más alto en la historia del departamento) el pasado octubre.
Rosa fue la elegida del grupo que dirige el exgobernador para ir a las elecciones, pero Antonio Matera no quedó para nada relegado y repitió como gerente de campaña.
La relación del hoy súper secretario con los Cotes es vista como tan cercana, que muchos creen que por eso terminó mudándose al exclusivo edificio en Santa Marta en el que residen la Gobernadora y sus hermanos los llamados Conejos. (Aunque la mandataria nos negó tajantemente que hagan reuniones de trabajo en los apartamentos).
De hecho, el poder de Matera en la Gobernación de Rosa no comenzó con lo de la “gerencia general”, sino desde antes. Como lo contó La Silla Caribe, dos diputados nos aseguraron de manera separada, y pidiendo que se omitieran sus nombres para evitarse líos con la Administración, que todos los acuerdos burocráticos se hacen con el Mello. Pero, cuando él no está disponible, hablan con el hermano gemelo de éste: Álvaro Cotes o con Antonio Matera, quien inicialmente fue nombrado secretario de Educación.
Matera cuenta con línea directa con el exgobernador, que es el que tiene el control total y es mandamás. Al menos, eso se deduce de lo que nos dijeron los diputados y de lo que hace un mes y medio nos aseguró un empresario, según quien hay la idea de que el que aspira a tener proyectos con la Gobernación “tiene que hablar primero con el Mello”.
Al Mello lo buscan también congresistas y alcaldes o funcionarios de pueblos y ciudades, incluso por fuera del Magdalena, para plantearle ideas o buscar un acercamiento con la Gobernadora.
El exmandatario siempre ha dicho que, aunque es cierto que lo buscan, él no toma decisiones en la Administración de su tía, sólo le da consejos y es ella la que manda.
En el mismo sentido, la Gobernadora y el Secretario Matera -quienes nos hablaron para esta historia de manera separada- coincidieron en que las órdenes en la Gobernación las da Rosa.
“Trabajé con Toño tres años en la Gobernación del Mello, fue mi gerente de campaña y es de mi entera confianza, pero la que decido soy yo. Él no tiene ningún poder. Yo quiero descentralizar para irme a los municipios porque a mí me ven así, con la gente, con mi trabajo social. Yo les he dicho a los alcaldes que tienen que proponer proyectos y que para eso está Toño, él me va a ayudar a coordinar todos los proyectos estratégicos del departamento, pero bajo mi directriz”, nos dijo la mandataria.
“Hay comentarios malintencionados de quienes no están con nosotros… no se podía pretender que la Gobernadora le diera este cargo a un desconocido”, agregó por su lado Matera.
La fuente conocedora del grupo Cotes con la que hablamos tiene una versión distinta. Dice que la razón de la movida es que “la Administración no estaba funcionando bien, muchos temas estaban lentos y, cinco meses después del arranque, hubo que tomar una decisión. Eso fue un consenso entre Rosa y el Mello… Rosa es muy carismática, pero la administración pública es mucho más que lo social”.
En cualquiera de los dos casos, la nueva gerencia ya está teniendo consecuencias políticas. Según nuestra fuente de adentro, hay malestar entre algunos secretarios porque les pusieron de jefe a un colega. Ese dato, sin embargo, no lo pudimos confirmar con una segunda fuente.
Eso es defraudar al pueblo porque la responsabilidad se la dieron fue a ella
Por fuera de la Gobernación, ya empiezan a opinar sobre la estrategia. “No estoy seguro de que constitucionalmente eso de delegar las funciones se pueda hacer. Eso es defraudar al pueblo porque la responsabilidad se la dieron fue a ella (a Rosa Cotes) y además es una muestra de incapacidad”, nos dijo el dirigente Negro López, que estuvo con el Mello en 2011 y cuatro años después se enfrentó a los Cotes.
“Mi percepción es que a lo mejor era necesario, la Gobernadora está mucho por fuera haciendo gestiones y trabajando y Matera conoce bien todo el andamiaje de la Administración”, señaló por su lado la diputada de Cambio Radical Claudia Aaron.
Habrá que esperar a ver si hay polvareda, pero por ahora se agita con fuerza el recién nacido segundo gobierno de los Cotes en el Magdalena.