Además del proceso por el que el Expresidente estuvo detenido algunos meses hay otro que también llegó a la Fiscalía y que comparte varios patrones con el que fue la noticia política del 2020.
El otro caso contra Uribe por presuntamente torcer testigos repite el patrón
Álvaro Uribe Vélez.
La noticia política más grande del 2020 fue la detención del expresidente Álvaro Uribe por presuntamente torcer testigos, su renuncia a la curul en el Senado para ser investigado por la Fiscalía en cambio de la Corte Suprema y su posterior regreso a la libertad. Durante 2021, seguramente su caso seguirá siendo noticia pues el fiscal Gabriel Jaimes tiene plazo hasta febrero para decidir si lo acusa o lo precluye.
Sin embargo, las noticias podrían venir también por otro proceso, que cursa en la Fiscalía contra Uribe también por presuntamente torcer testigos, que es como la ‘semilla’ de todo el caso judicial, y cuyo trámite ha pasado desapercibido en los medios.
Es el que inicialmente abrió contra Uribe la Corte Suprema de Justicia una vez se inhibió de investigar al senador del Polo, Iván Cepeda, y que ocasionó una carrera contra el tiempo del abogado Diego Cadena para recoger testimonios con un modus operandi que habría incluido entrega de dádivas a exparas a cambio de sus versiones a favor del Expresidente.
Aunque el proceso 'semilla' no ha avanzado como el más mediático que lleva Jaimes, es relevante por dos razones.
Uno, porque lo lleva un fiscal diferente, el fiscal tercero delegado ante la Corte, Javier Cárdenas, quien recibió ese proceso en etapa de indagación preliminar y quien deberá decidir si imputa al Expresidente, o si decide archivarlo.
Y dos, porque comparte los siguientes patrones con el caso por el que fue detenido el Expresidente:
En ambos casos, Uribe usó abogados en la sombra para recoger testimonios
Uno de los misterios del proceso contra Uribe es por qué el Expresidente terminó usando los servicios del abogado de narcos del Valle Diego Cadena y no a sus dos reconocidos abogados Jaime Lombana y Jaime Granados para buscar testigos a su favor.
Uribe, además, lo quiso mantener en la sombra. Pese a que empezó a prestarle servicios recogiendo testimonios de paramilitares en las cárceles desde febrero de 2017, no le dio poder sino hasta abril de 2018.
Y además, le pidió a Cadena que guardara reserva sobre su rol, e incluso, cuando se supo de su existencia, le solicitó que no hablara con medios, como quedó constancia en interceptaciones que hacen parte del expediente.
En el proceso ‘semilla’, Uribe también usó los servicios de un abogado de paramilitares que en 2015 fue elegido alcalde de Amagá con el aval del Centro Democrático. Se llama Wilser Molina.
Molina consiguió los testimonios de dos paramilitares presos -Ramiro de Jesús Henao Aguilar, alias ‘Simón’, y Gabriel Muñoz Ramírez, alias ‘Castañeda’- a favor de Uribe Vélez y en contra del senador del Polo Iván Cepeda, a quien señalaban de ofrecer beneficios a exparamilitares encarcelados para que declararan que el Expresidente y su hermano Santiago tuvieron relaciones con las AUC en Antioquia.
Para esas actividades, Uribe nunca le otorgó poder al abogado Wilser Molina. Y Molina, como Cadena, asumió personalmente los gastos del proceso.
Así como Cadena dice que sacó de su bolsillo para darles plata a los testigos como una “ayudas humanitarias” que la Fiscalía dice que son sobornos; Molina ha declarado que pagó de su bolsillo para que Odeb Herrera, un exinvestigador del DAS, se reuniera con los dos exparas y recogiera sus testimonios.
En ambos casos, la defensa de Uribe presentó testigos que luego se retractaron
En el proceso por el que Uribe fue detenido uno de los testimonios que más lo perjudica es el del ex paramilitar Carlos Enrique Vélez. Él aseguró que inicialmente declaró en contra de Iván Cepeda porque Diego Cadena y su abogado Juan José Salazar le habían supuestamente ofrecido “de 100 a 200 palos” para que dijera que el senador había comprado su testimonio en contra de los hermanos Uribe Vélez.
Una historia similar aparece en el caso ‘semilla’: en este proceso aparecen los testimonios de dos exparamilitares -John James Granja Lizalda, alias 'Sayayín’, y Ramiro de Jesús Henao Aguilar, alias ‘Simón’- cuyas versiones incriminando a Cepeda fueron presentadas por la defensa de Uribe.
Pero cuando fueron citados a declarar, se retractaron. ‘Simón’, en un interrogatorio que le hicieron por el caso de Luis Alfredo Ramos, negó que Cepeda le hubiera hecho ofrecimientos (las declaraciones de él decían que el Senador no solo quería que declarara contra Uribe sino contra Ramos); y Granja, por su parte, declaró que la persona que redactó su carta señalando que Juan Guillermo Monsalve le había pedido que declarara contra los Uribe “escribió de más”.
Además, está el testimonio del exparamilitar Carlos Areiza, asesinado en 2018, quien fue llamado por la Corte a este proceso porque en otro declaraba sobre ofrecimientos que le habría hecho Cepeda, y dijo que él no había hecho esa acusación y que había firmado hojas en blanco a Jaime Restrepo, conocido como 'El Patriota', un delegado del uribismo que fue a visitarlo, y que luego aparecieron rellenadas con la acusación a Cepeda.
Esa declaración fue tenida en cuenta por la Corte para compulsar copias contra el expresidente Álvaro Uribe; sin embargo, la defensa del Expresidente, tras la publicación de esta historia, envió dos dictámenes grafológicos (consúltelos aquí y aquí) que concluyen que Areiza sí escribió todas las cartas de su puño y letra.
La Fiscalía será la que determine si Areiza mintió. En todo caso, ese patrón de firmar hojas en blanco, no solo existe en ese proceso por presunta manipulación de testigos contra Uribe; sino, como contamos en esta historia, en varios otros en los que el Expresidente ha sido salpicado.
En ambos casos, los testigos aparecieron, por iniciativa propia, cuando el Expresidente más los necesitaba
En el proceso por el que Uribe fue detenido fueron anexados por Diego Cadena varios testimonios de exparamilitares -como Máximo Cuesta, alias ‘Sinaí’; Elmo José Mármol, alias ‘el Poli’; y Giovanni Cadavid Zapata, todos exparas recluidos en la cárcel de Cómbita- que decidieron declarar a favor del Expresidente, justo cuando Uribe estaba sumando pruebas para el proceso por el que la Corte le compulsó copias tras inhibirse de investigar a Cepeda.
La defensa de Uribe dijo que se enteró por terceros que estos presos querían declarar y que entonces Cadena fue a la cárcel a recoger los testimonios.
En el proceso ‘semilla’ hay un patrón similar.
Los testimonios de alias ‘Castañeda’ y alias ‘Simón’ aparecieron dos semanas antes del debate que en 2014 hizo Cepeda contra Álvaro Uribe en el Congreso sobre el paramilitarismo en Antioquia, también porque un tercero le avisó al abogado del Expresidente que los dos presos estaban interesados en hablar.
En ambos casos, además, se repite otro patrón: los testigos del caso 'semilla' como del más mediático dijeron inicialmente a la Corte Suprema que fueron sorpresivamente abordados por Mercedes Arroyave, una abogada de exparamilitares a través de la cual el senador Cepeda visitó a muchos presos, y por el mismo Cepeda para ofrecerles beneficios a cambio de que declararan en contra de Uribe.
Pero luego, en ambos casos, los testimonios se cayeron porque se comprobó que las visitas de Cepeda se hicieron por solicitud de los internos para denunciar la mala situación en la que vivían en las cárceles, lo que dejaba sin piso la afirmación de una emboscada por parte del Senador.
En ambos casos, un amigo personal de Uribe -investigado por paramilitarismo- sirve de enlace con la familia Monsalve
En el proceso por el que fue detenido Uribe, el nombre de Juan Guillermo Villegas es clave porque contacta a la familia del expara Juan Guillermo Monsalve para enviarle el mensaje de que Diego Cadena era un abogado de fiar y que sí iba en representación del Expresidente.
Villegas es un ganadero amigo de Uribe, quien está investigado por la presunta conformación del Bloque Metro de los paras y también por presunta manipulación de testigos.
En el proceso ‘semilla’, Villegas también aparece mencionado porque contacta a tres miembros de la familia de Juan Guillermo Monsalve para supuestamente darles directrices sobre las versiones que debían entregar a la Corte Suprema de Justicia cuando los requiriera.
Como se sabe, la familia de Monsalve no respalda las versiones de Juan Guillermo sobre cómo supuestamente se conformó el Bloque Metro en la finca Guacharacas, que era en la que vivían como administradores los Monsalve.
En ese proceso quedó prueba de que Villegas llamó diez veces al papá de Monsalve el día que tuvo que entregar su versión, y, además, que se comunicó con Laura Monsalve (hermana de Juan Guillermo). También hay una interceptación que muestra que Villegas le dio directrices a otro hermano del exparamilitar para declarar.
Nota de la editora: Después de la publicación de esta historia, el abogado Jaime Granados, apoderado del expresidente Álvaro Uribe, envió una carta a La Silla con 25 reparos sobre varios de sus puntos. Tras revisarla, encontramos que había tres imprecisiones que fueron corregidas inmediatamente y una omisión que fue agregada al texto original.
El abogado Granados pidió que su carta fuera publicada como réplica, así que la adjuntamos a continuación.
Comunicación Jaime Granados a La Silla Vacía by La Silla Vacia on Scribd
También publicamos la respuesta de La Silla a cada punto de la carta.
Respuestas de La Silla a Jaime Granados by Jineth Prieto on Scribd