La elección del nuevo Consejo Electoral evidencia conato de fractura entre el exvicepresidente y su partido, en el que el clan barranquillero tiene las mayorías.
El pacto de Vargas con La U que desobedecieron los Char (y Cambio Radical)
Todo parecía cantado para la elección, ayer miércoles, de los nueve magistrados que integrarán el Consejo Nacional Electoral los próximos cuatro años. Una sorprendente movida de poder dentro de Cambio Radical volteó las cosas e hizo que ese partido y La U no se quedaran, como aspiraban, con el fiel de la balanza dentro del organismo. Más allá de eso, evidenció un conato de fractura entre Germán Vargas y los que hasta ahora han sido sus principales aliados dentro de su partido: los poderosos Char de Barranquilla.
Hablamos con 13 fuentes conocedoras para contar este detrás de cámaras.
La historia arranca con una reunión, a fines del mes pasado, en el club El Nogal de Bogotá, en la que se dieron cita social varios de los congresistas que integran la poderosa bancada propia de los Char con el entonces aspirante a magistrado del CNE, el abogado Virgilio Almanza.
Como lo contamos en La Silla Caribe, Virgilio Almanza (actual procurador delegado ante el Consejo de Estado) tenía como padrino para llegar al CNE a un magistrado saliente de ese organismo: Álex Vega, del Partido de La U.
En esa reunión con los Char se selló el apoyo de esa bancada a Virgilio, con mediación de Vega, quien según personas que lo saben de primera mano es cercano a la casa Char.
La idea del charismo (que tiene como cabeza en el Congreso al senador Arturo Char y como jefes al padre y hermano de éste: el empresario Fuad Char y el alcalde barranquillero Álex Char, respectivamente) era entonces lograr llevar al CNE a dos fichas suyas.
El cálculo tenía su base en que los magistrados de la autoridad electoral llegan en representación de los partidos, pero el número de asientos de un partido en el CNE depende de su número de congresistas.
En ese sentido, Cambio Radical tenía derecho a tener un magistrado en el CNE y le quedaba un residuo que le permitía contar con un segundo magistrado en alianza con otro partido.
El planteamiento en las huestes charistas era que el magistrado por derecho fuera Carlos Gómez, excandidato cordobés al Senado por Cambio Radical, cercano a los Char y a Germán Vargas; y con el residuo postular a Virgilio Almanza en sociedad con La U, que también tenía un residuo para poner otro magistrado.
Incluso, según dos fuentes que lo saben de primera mano, así se conversó en un paseo que hace poco hicieron a Lima (Perú) Germán Vargas, Fuad Char y Arturo Char.
Sin embargo, el martes pasado el partido escogió como su carta principal para ser magistrado al excongresista cundinamarqués que se quemó en las pasadas legislativas, Jorge Enrique Rozo.
El asunto no cayó en gracia en la bancada charista, que consideraba que el cordobés Carlos Gómez tenía más peso en el partido para ser el postulado a magistrado, por haber sacado más votos que Rozo en las elecciones (Rozo se quemó con 27 mil votos tratando de reelegirse por cuarta vez, mientras Gómez lo hizo con 51 mil votos).
La incomodidad de los Char fue aún mayor debido a que la unción de Rozo contó con el apoyo de Germán Vargas, un guiño que ellos esperaban para Carlos Gómez.
En ese momento, sin embargo, todavía seguía abierta la puja por el segundo cupo en alianza con La U. Y los Char seguían jugados por Virgilio Almanza, el ahijado de Álex Vega.
Para esa alianza, Vargas Lleras acordó con el partido de La U que la bancada de Cambio Radical escogiera una terna de aspirantes de la cual La U podía luego elegir a su vez al postulado por las dos colectividades.
La existencia de ese pacto se la confirmó a La Silla Vacía el propio jefe de La U, el exministro Aurelio Iragorri. Y también el senador de ese partido, Roy Barreras, quien hizo parte de la negociación con Vargas.
Tres congresistas de La U, incluido Barreras, nos aseguraron, por aparte, que la candidata de Vargas para ese segundo cupo era Noralba García, quien como contamos la semana pasada, era la ficha de la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro.
García tiene relación con Cambio porque era ficha en el gabinete de Dilian del exsenador vargasllerista Juan Carlos Restrepo (quien heredó su curul al senador valluno Carlos Abraham Jiménez).
Ese apoyo de Vargas a la ficha de Dilian de entrada iba en contravía de los intereses de los Char.
El pasado martes, un día antes de la elección de los nuevos magistrados en plenaria del Congreso, las bancadas de Cámara y Senado de Cambio Radical se reunieron en la sede de esa colectividad en Bogotá para tomar la decisión final sobre su segundo cupo en el CNE.
En la reunión estuvo presente Germán Vargas Lleras.
También, asistieron los aspirantes a ser postulados, entre ellos Virgilio Almanza y los otros dos candidatos que se veían con más fuerza: Noralba García, la carta de Dilian; y el exviceministro Enrique ‘Kike’ Nates (respaldado por su tío, el excongresista de Cambio Radical Antonio ‘Toño’ Guerra).
Allí, el exvicepresidente les dijo a sus congresistas que el acuerdo con La U era que Cambio Radical debía escoger una terna para que, de ahí, La U eligiera el nombre a postular con los residuos de las dos colectividades.
Aunque no les dijo que su favorita era Noralba García.
“Nosotros (Cambio Radical y La U) con tres magistrados tendríamos el control del CNE porque, sin esos tres votos, ellos (la coalición de Gobierno) no tendrían mayorías. Tengamos eso en cuenta, no nos vayamos a equivocar”.
Fue la advertencia puntual que le hizo Vargas a su bancada, según nos detalló un congresista que estuvo presente.
La afirmación del exvicepresidente se explica en que las mayorías en el Consejo Electoral se logran con seis votos, de un total de nueve magistrados. Para ese momento, el cálculo era que la coalición clase A del Gobierno sacara en total cinco magistrados y la oposición uno, por lo que los tres de y La U y Cambio terminarían definiendo siempre las votaciones en ese tribunal.
Dicho esto, Vargas se marchó de la reunión y ahí fue donde se empezó a voltear todo.
Miembros de la bancada mayoritaria de los Char, entre ellos el actual vocero de Cambio Radical, el senador barranquillero Antonio ‘Toño’ Zabaraín, se levantaron a contra proponer a sus colegas no elegir terna, sino en cambio escoger entre todos un sólo nombre e imponérselo a La U.
Detrás de esta movida está que, con la terna, los Char corrían el riesgo de que La U no eligiera a Virgilio Almanza, sino que apoyara más bien a Noralba García, debido a que su madrina Dilian es de La U y cuenta en ese partido con cinco congresistas propios y amigos, que seguro iban a respaldarla.
Otros congresistas de Cambio Radical, que no son de los Char, también estaban en desacuerdo con Vargas y su idea de la terna, justamente por lo mismo: no querían que Dilian Francisca se quedara con esa palomita por el poder que acumularía de cara a las elecciones regionales.
Por eso, al final la bancada vargasllerista decidió desobedecer la recomendación de su jefe natural Vargas y, como nunca se suele hacer en el partido, abrir una urna para que entre todos escogieran a un único postulado.
El ganador, con el apoyo de la aplanadora charista, resultó ser Almanza con 27 votos, frente a Noralba García con 7 y ‘Kike’ Nates, también con 7.
La noche de ese día martes la noticia del postulado único -sin terna- llegó a La U y ahí se terminaron de desatar el resto de movidas que hicieron que, al final, ambos partidos resultaran perdedores y se quedaran sin ese tercer magistrado, que en realidad les hubiera dado el fiel de la balanza para definir votaciones en el CNE.
El martes en la noche, cuando Cambio solo presentó a Almanza, empezó una pelea dentro de La U.
La pelea en La U
En un primer acto, aparecieron dos cartas firmadas por 9 senadores y 14 representantes de La U gran parte de la bancada Caribe) que eran mayoría entre los 39 congresistas de ese partido apoyando a Almanza como su único candidato.
Sin embargo, las cartas no calaron dentro de todo el partido y fue cuando se empezaron a notar las diferencias.
Para el miércoles, el día de la votación, La U se dividió por la decisión.
Por un lado, un grupo liderado por Roy Barreras y el resto de la bancada valluna (los de Dilian) y otros, pidieron a Cambio “respetar los acuerdos” en relación con retomar el pacto inicial y pasar la terna para elegir a Noralba García.
“Nosotros no sabíamos que Vargas Lleras había perdido control del Partido. Nadie lo esperaba”, nos dijo a su turno el representante John Jairo Cárdenas, quien estuvo pendiente de la votación y estaba en el grupo de Roy.
Otro grupo, liderado por el senador barranquillero Eduardo Pulgar, propuso apoyar al candidato de los Char y, como medida salomónica, presentar una plancha conjunta de Hernán Penagos (el de La U), Jorge Rozo (de Cambio) y Virgilio Almanza, lo cual no caló.
Aunque un congresista nos dijo que ese apoyo se dio “porque los de Char le metieron el cuento a Pulgar de la ‘unidad de la bancada costeña’” La Silla no pudo confirmar con Pulgar que hubiese conversaciones entre los dos grupos.
Lo cierto es que en un punto de las tres horas de postulación de candidatos en Congreso en pleno, hubo manoteos y gritos entre Roy y Pulgar.
Además, el senador Carlos Abraham Jiménez y el representante antioqueño José Ignacio Mesa, ambos de Cambio, se salieron del recinto para no votar, en rechazo a la decisión de que García ya estaba perdida, pues ellos habían sido los principales promotores de esa candidatura dentro del vargasllerismo.
Incluso, hubo un momento ayer en que, para solucionar el tema, en Cambio Radical algunos (como la senadora Daira Galvis) propusieron “una tercería” (es decir, un candidato que no fuera ni Almanza ni Noralba), pero eso no se concretó.
Al final, la ruptura hizo que cada Partido pasara su plancha, y Vargas Lleras se quedara sin la posibilidad de ser el fiel de la balanza en el CNE y, en boca de un congresista de Cambio, “iracundo”.
Las consecuencias
Cambio Radical, con el doble de congresistas que tenía hace cuatro años, mantendrá en este cuatrienio la misma única silla en el clave Consejo Electoral que ha tenido hasta ahora, debido a esta puja de poder interna.
En contraste, la gran ganadora de la jornada fue la clase A de la coalición de Gobierno (los partidos Conservador, Liberal, Centro Democrático, junto a Colombia Justa), que ratificó su condición al unirse y lograr seis magistrados en el CNE, a pesar de que, por ejemplo, los conservadores tienen menos congresistas que Cambio Radical.
Al final de este episodio, dos posibles fracturas quedaron claras: la de La U y Cambio Radical, miembros clase B de la coalición del Gobierno, con el matiz de que el primer partido y Germán Vargas se han acercado en las últimas semanas.
La segunda fractura es la de Germán Vargas Lleras y su propio partido, que casi por primera vez no hizo lo que él quería.
Especialmente está el conato de grieta entre el exvicepresidente y la aplanadora que al interior de su colectividad lideran los que hasta ahora han sido sus principales y más poderoso aliados: los Char.