El paro cuestiona el regreso a clases en Bogotá pero no lo para

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Diecinueve colegios públicos de Bogotá lo harán desde esta semana a pesar de la oposición de los sindicatos de maestros

Bogotá inició esta semana la reapertura gradual de sus colegios públicos. Comenzó con un plan piloto en el que 19 lo harán, aunque por ahora sólo uno desde mañana; los demás desde la semana siguiente. 

Si bien estos 19 siguen siendo una parte muy pequeña de los 399 que tiene la capital, es el comienzo para probar cómo será la experiencia de ir al colegio en una realidad donde el covid seguirá rondando por un buen rato. 

Pero la reapertura no tiene contentos a la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación, Fecode, y a la Asociación Distrital de Trabajadores de la Educación, ADE, dos actores clave del paro que han criticado el regreso a la presencialidad en los colegios. Así que las marchas de hoy también tienen dardos para la Alcaldía de López, aunque ella no tenga entre sus planes frenar su apertura. 

La decisión de abrir los públicos

Aunque en Bogotá ya 120 colegios privados habían empezado a reabrir hace un mes con el visto bueno del Distrito (que también habilitó la apertura de cuatro sedes del Servicio Educativo Nacional SENA y 49 instituciones de educación superior), los colegios públicos seguían cerrados.

Eso hasta esta semana, cuando el Distrito anunció que abriría gradualmente algunos públicos basándose en una encuesta que hizo en septiembre la Secretaría de Educación de Bogotá a casi 100 mil madres, padres de familia y estudiantes: los resultados mostraron que sólo el 7 por ciento de los acudientes estaba de acuerdo con retomar clases este año, mientras que el 92 por ciento proponía regresar en 2021.  

En contraste, el 42 por ciento de los niños sí quería volver a estudiar desde este año, lo que muestra una disyuntiva entre lo que quieren unos y otros. 

Fue pensando en la necesidad de estos niños que la Secretaría abrió la puerta a una reapertura gradual, por lo que le consultó a los colegios si querían voluntariamente hacer un piloto. 

“Los gobiernos escolares tomaron de manera autónoma la decisión de participar o no en el año 2020 del proceso de reapertura. Para formalizarlo los colegios necesitan demostrar que tienen protocolos de seguridad y un acta del gobierno escolar que aprueba la reapertura”, nos contestó Deidamia García, subsecretaria de integración interinstitucional de la Secretaría de Educación de Bogotá.

Para la Alcaldía, la reapertura de colegios se justifica porque también a otros sectores, como los restaurantes, se les ha permitido continuar actividades precisamente desde que las condiciones epidemiológicas de la ciudad lo permiten.

En el país, 32 secretarías de educación, de 96, han abierto la puerta para avanzar en una alternancia.   

A pesar de que la mayoría de cuidadores preferiría que sus hijos volvieran hasta el otro año, la Alcaldía de Bogotá defiende que tanto los organismos internacionales como estudios académicos han señalado la importancia de iniciar nuevamente la socialización de los niños y los adolescentes, así que quieren empezar a prepararse. 

Esta necesidad va más allá de la socialización. Por ejemplo, un informe de las Naciones Unidas publicado en agosto de este año, mostró que no volver al colegio abrirá la brecha de desigualdad en todo el mundo, pues estiman que 24 millones de alumnos abandonarán el sistema educativo. En Colombia, esa salida también repercute en el aumento del trabajo infantil y del reclutamiento forzado, como han señalado investigadores.        

“Somos respetuosos de los órganos de gobierno escolar y de la voluntad de padres, madres, niñas, niños y jóvenes. En la consulta está expresada, mayoritariamente, la opinión sobre realizar la reapertura en el 2021, pero por eso nos estamos preparando desde ya”, explicó Edna Bonilla, Secretaria de Educación de la ciudad. 

La idea entonces no es un regreso definitivo y total de los estudiantes, sino que asistan entre 30 y 200 de ellos por colegio, dependiendo de qué tan grande sean sus instalaciones, pero con el límite de que las familias pueden decidir si quieren o no enviar a sus hijos. 

También los profesores pueden abstenerse de ir, pero sólo si demuestran médicamente que tienen comorbilidades o que no es conveniente que asistan. 

Aunque en la práctica ya 19 se inscribieron para abrir, esta semana sólo lo hará el colegio Enrique Olaya Herrera, en la localidad Rafael Uribe Uribe. Los otros lo harán paulatinamente desde la próxima semana.

Esto se debe a que como contó El Tiempo, a pesar de que iban a comenzar el lunes con la reapertura, ésta se ha retrasado unos días por dos factores: el primero es que la Secretaría de Salud solicitó un ajuste a los protocolos, diciendo que se tenían que señalizar las zonas donde se van a ubicar los estudiantes. 

Por eso, por ahora, sólo el colegio Enrique Olaya Herrera tiene luz verde para iniciar clases,  pues ya terminó la demarcación de zonas, los puntos de toma de temperatura y la señalización de rutas de salida y medidas de distanciamiento físico en salones. 

Según dijo la rectora de la institución, Sandra Liliana Garrido, allí solo regresarán de manera voluntaria y durante tres días a la semana los estudiantes de grado 11 y algunos grupos musicales y de deportes. En total son 900 estudiantes que se alternarán para que cada día al colegio no vayan más de 200. 

Pero también está el factor del paro que convocó Fecode, que va por su segundo día, y que ayer hizo plantón frente a la Secretaría de Educación de Bogotá.

"Van a experimentar con los estudiantes"

Entre los temas por los que marchan está exigirle al Gobierno nacional que cumpla los acuerdos que con ellos pactó el Ministerio de Educación en mayo de 2019, que incluían mayores recursos para la educación pública y avanzar en una jornada única -entre otros 36 puntos- y pedir recursos para garantizar lo que queda del año escolar desde la casa.

Fecode y la ADE han defendido, durante todos estos meses de pandemia, que no hay garantías suficientes para volver a la presencialidad en el país, como lo explicaron en este video.

Esta postura también se reflejó cuando el fin de semana pasado se quejaron porque las pruebas Saber 11, el examen de Estado que se hace al terminar el bachillerato, se hicieron de manera presencial; y ahora con su inconformismo frente a la apertura que propuso la Alcaldía.  

William Agudelo, director de ADE, dice que en estos momentos no hay condiciones para volver a clases de manera presencial, porque los colegios no están preparados pero también porque los casos de contagios están aumentando nuevamente. Especialmente, Agudelo no ve la necesidad de abrir la puerta a un regreso cuando los colegios ya casi salen a vacaciones.

“Lo que se ve es que solamente quedan 20 días de actividades de calendario académico, que se acaba el 27 de noviembre, así que no vemos necesario exponer a los estudiantes por tan poco tiempo”, dice. 

Tanto Fecode como la ADE tienen una mesa de negociación andando con la Secretaría de Educación de Bogotá, pero creen que no han avanzado gran cosa y no han llegado a un acuerdo, por lo que se justifica salir a la calle.

Deidamia García, de la Secretaría de Educación de Bogotá, dice que ellos están abiertos a que las agremiaciones sindicales les propongan alternativas, pero que la ciudad no puede dejar de garantizar el derecho a la educación y por eso consultaron con los padres y estudiantes sí lo harían.  

Esto no deja contento a las agremiaciones, pues dicen que la Alcaldía le está dejando la responsabilidad a los padres de familia. Dice Agudelo: 

“Todos se tiran la pelota, el Gobierno le lanza la responsabilidad a las secretarías regionales, las secretarías a los colegios y los colegios a los padres de familia”. 

Por su postura contra la reapertura, a organizaciones como Fecode las han acusado de ser las culpables de que la mayoría de los colegios sigan cerrados, como lo hizo recientemente Paloma Valencia, senadora del Centro Democrático, generando este debate que reflejamos en La Silla Llena. 

Para los sindicatos de maestros, el piloto de regreso a las clases los pone a pelear a dos bandas contra el Gobierno Nacional y la Alcaldía de Bogotá, mientras algunos los culpan de ser quienes retrasan un proceso que eventualmente tendrá que reactivarse.

Sólo en Bogotá son más de 2 millones de niños, niñas y jóvenes que han estado en sus casas por más de 7 meses sin ir a los colegios. Para unos pocos de ellos, esa larga espera terminará pronto y podrán, aunque con muchas restricciones, regresar a las aulas; aunque para la mayoría ese será un deseo que tendrán que pedirle al año nuevo, y ni siquiera eso es seguro.

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