El regalo inesperado de Ceballos a Cuba

El regalo inesperado de Ceballos a Cuba

Hace unas semanas, el excomisionado de Paz, Miguel Ceballos, renunció a su cargo para lanzarse a la Presidencia. Lo hizo de manera ruidosa, escogiendo el sorprendente camino, para una persona que ha hecho su carrera pública en la derecha, de irse lanza en ristre contra Álvaro Uribe.

Su excusa fue que Uribe había hecho acercamientos con el ELN sin que él estuviera enterado (aunque el expresidente dice que lo hizo con autorización de Iván Duque).

Como Ceballos aprovechó su renuncia para dar a conocer su candidatura independiente por el movimiento TU, concedió varias entrevistas. En ellas, contó que el Gobierno Duque ha autorizado e incentivado múltiples reuniones del Nuncio Apostólico y de la Onu en la Habana con los mismos negociadores del ELN que Duque solicitó a Cuba en extradición en 2019.

“Se produjeron seis reuniones entre el representante del Vaticano, el representante de Naciones Unidas, el presidente Duque y yo. Luego se complementaron con otras 22 reuniones en las cuales se reflexionó y avanzó en la idea y necesidad de que autores con la prestancia y autoridad moral nos ayudaran con sus buenos oficios a tener contactos con la delegación del Eln en La Habana”, dijo Ceballos a Fidel Cano, el director de El Espectador.

En total, según Ceballos, se produjeron cuatro reuniones en La Habana en las cuales participaron Carlos Ruiz Massieu, de la ONU, y el padre Darío Echeverri, en representación del Vaticano.

“Tuvieron la oportunidad de reunirse tres veces (en 2020) y la última ocasión en marzo de este año con la delegación del ELN —explicó Ceballos— En esas reuniones, tanto la ONU como el Vaticano trataron siempre de tender puentes, con mi conocimiento y articulación, para poder verificar si el Eln estaría en la voluntad de cumplir con las condiciones de liberar a todos los secuestrados y de cesar las acciones criminales.”

Sus revelaciones fueron sorprendentes pues, de labios para afuera y mientras alentaba esos encuentros, el presidente Duque insistía en la solicitud de extradición de los jefes del ELN, a pesar de que Cuba ya se había negado a hacerlo pues violaba los protocolos de facilitación acordados con el Estado colombiano durante el gobierno Santos.

Tan recientemente como el 13 de febrero de 2021, Duque aseguró públicamente que Colombia no “claudicará” en la solicitud de extradición de los miembros de la guerrilla del Eln, que solicitó después de que esta guerrilla matara a 22 cadetes con un carro explosivo, el 17 de enero de 2019 en la Escuela de Policía General Santander.

“Quienes orquestaron y conocieron esos hechos tienen circular roja de Interpol y, por eso, esperamos que se privilegie la relación con el Estado colombiano antes que la relación con el ELN, que es un grupo narcoterrorista, y es narco porque está vinculado al negocio del narcotráfico”, agregó Duque desde Arauca, donde lideró la jornada ‘Compromiso por Colombia’.

También dijo que su Gobierno marcará un hito histórico, pues “por primera vez, se cumplirá con la extradición de miembros del ELN a Estados Unidos, por solicitudes de jueces federales, por el delito de narcotráfico, para que quede claro lo que son”.

Ahora se sabe que, paralelamente y en secreto, el Gobierno autorizaba no solo a Uribe a establecer contactos con intermediarios del ELN sino a la iglesia y la Onu para encontrarse en la isla con los guerrilleros pedidos en extradición. Y que Cuba facilitó estos encuentros.

Por eso es posible que estas revelaciones del excomisionado de Paz le ayuden ahora a Cuba a salir de la lista de estados que patrocinan el terrorismo en la que Donald Trump los metió con la ayuda del mismo presidente Duque.

Nueve días antes de que Trump abandonara la Casa Blanca, el Departamento de Estado anunció en un comunicado que había designado a Cuba como “Estado patrocinador del terrorismo” con el argumento de que la Isla “proporciona reiteradamente apoyo a actos de terrorismo internacional al garantizar puerto seguro a los terroristas”.

Era una decisión que echaba por la borda todos los esfuerzos realizados por el Gobierno de Obama para terminar el aislamiento histórico de Cuba.

Siete meses antes, en mayo de 2020, Estados Unidos había incluido a Cuba en la lista de países que “no cooperaron plenamente” con los esfuerzos de la Administración estadounidense contra el terrorismo, por negarse a extraditar a los negociadores del ELN.

Esta clasificación ­–para la cual la solicitud de Duque fue fundamental- fue un paso previo a la inclusión de Cuba en la lista de patrocinadores del terrorismo, un paso que aplaudieron los cubano-americanos que apoyaron a Trump en su campaña en Florida. 

Ahora, paradójicamente, las revelaciones de Ceballos se pueden convertir en un regalo inesperado para Cuba.

De Ceballos para Castro

Estados Unidos tiene dos "listas negras": una menor, de los no cooperantes en sus esfuerzos contra el terrorismo, y la otra, que es la importante, es la de los Estados que Patrocinan el Terrorismo.

Hace un par de semanas, el Secretario de Estado de Biden, Anthony Blinken, volvió a certificarle al Congreso que Cuba no está cooperando en los esfuerzos contra el terrorismo, al lado de Irán, Corea, Siria y Venezuela.

Pero, paralelamente, están revisando si mantener a Cuba en la otra lista negra de patrocinadores del terrorismo.

Aunque los hechos y las pruebas tienden a pesar menos que la política doméstica en la Florida (y hoy se lanzó formalmente la candidata demócrata Val Demmings en contra del republicano Marco Rubio por la escaño determinante de Florida en el Senado el año entrante), las declaraciones de Ceballos entran a jugar como un factor en la actual revisión.

“Cuando el gobierno Obama ordenó revisar la inclusión de Cuba en la lista, los organismos de inteligencia adelantaron una revisión interna y le hicieron una recomendación al Presidente. Basados en esa revisión, el presidente Obama ordenó que sacaran a Cuba de la lista. Presumiblemente, este proceso será similar”, dijo a La Silla Geoff Thale, encargado de hacerle seguimiento a las relaciones con Cuba en la ONG Wola.

La vez pasada, uno de los factores que jugaron a favor de Cuba era el rol de facilitador que estaba jugando el régimen castrista en el proceso de paz con las Farc.

“Dado eso, y la información acerca de los contactos que han ocurrido en la Habana con el ELN, con la autorización de la Administración Duque, sería aún más probable que una evaluación seria de inteligencia hoy concluyera que Cuba, más que ser un estado que patrocina el terrorismo, está contribuyendo a resucitar las conversaciones entre el Gobierno Duque y el ELN", dice Thale.

En la misma línea, Steve Hege, quien como director adjunto para América Latina de United States Institute of Peace ha facilitado los esfuerzos de paz en Colombia, cree que “las revelaciones de Ceballos terminan socavando la justificación de la inclusión de Cuba como patrocinadores del terrorismo”.

La última palabra estará en manos de la Casa Blanca. Aunque, al final, —como dice Thale— las decisiones sobre Cuba siempre toman en cuenta la política doméstica en Estados Unidos “el hecho de que el Gobierno Duque haya visto con buenos ojos el rol cubano muy seguramente terminará ayudándole a Cuba cuando la Casa Blanca tome la decisión.”

 

 

 
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