El regreso del ‘Negro Martínez’

Silla Pacífico

El ex senador y parapolítico Juan Carlos Martínez quiere reencaucharse con dos candidaturas -por ahora-  para el 2018: una en la curules afro y otra en las circunscripciones especiales de paz

El ex senador Juan Carlos Martínez Sinisterra, mejor conocido como “el Negro Martínez” está preparando su regreso a la política desde su casa de campo de 840 metros cuadrados en Yumbo, donde está terminando de pagar su condena de siete años y seis meses por parapolítica y donde, según aparece en su expediente, lideró en el 2012 un plan de fraude electoral para favorecer a su candidato a la gobernación del Valle, Francined Cano.

Luego de haber sufrido una derrota en las últimas elecciones al Congreso, Martínez quiere reencaucharse con dos candidaturas -por ahora-  para el 2018: una en las curules afro y otra en las circunscripciones especiales de paz en la costa pacífica caucana. Ambos candidatos son sus familiares.

El reencauche

Durante las pasadas elecciones de 2015, muchos dijeron que Martínez Sinisterra estaba muerto políticamente. Lo dijeron no solo porque las movidas de Martínez en el Pacífico pasaron de agache sino porque ya acababa de lanzar varias fichas al Congreso y todas se quemaron.

 

En ese momento, Martínez tenía sus velas puestas en al menos tres campañas: la del ex senador Carlos Arturo Quiñonez que aspiraba a repetir al Senado con el aval de Opción Ciudadana, el viejo PIN; la de Luis Arbey Arias a la Cámara, también por Opción Ciudadana y la de su pupilo Heriberto Arrechea que aspiró a la circunscripción afro en la Cámara con el aval del MIO, el partido de bolsillo de Martínez.

Sin embargo, desde que salió de la Picota en junio de 2016 y fue enviado a su lujosa mansión de Colinas de Arroyohondo en Yumbo a terminar de pagar su condena en prisión domiciliaria, recibió varios golpes de suerte.  

Por un lado, en su natal Timbiquí el alcalde que había sido elegido en octubre de 2015 se cayó porque tenía encima una condena por haber disparado a un hombre y en cuestión de ocho meses, la Registraduría llamó a nuevas elecciones que ganó el candidato de Martínez, Edison Castro Lerma.

La prueba de ese apoyo, como contó La Silla, era que la candidatura de Castro estaba respaldada por dos alfiles de Martínez: su primo hermano y ex alcalde de Timbiquí, Víctor Amú, y el ex representante a la Cámara Heriberto Arrechea, que fue su asistente cuando era diputado del Valle y que fue candidato a la Cámara en 2010 con el apoyo del exenador desde La Picota, según varios medios.

Por otro lado, Martínez tuvo suerte en Tumaco -donde había intentado entrar políticamente varias veces sin éxito- luego de que el Consejo de Estado tumbó la elección de la ex alcaldesa Emilsen Angulo (del grupo político de Neftalí Correa) y también llamó a elecciones atípicas.

Cinco fuentes consultadas por La Silla Pacífico dijeron que el hoy alcalde, Julio Rivera, ganó con el apoyo de una miscelánea política que incluía al parapolítico Martínez. 

Tanto así que cuatro de esas fuentes dijeron que hoy Martínez tiene al menos dos personas cercanas en la administración: la secretaria de Gobierno, Piedad del Carmen Quiñonez, esposa del abogado Rubén Silva, viejo amigo de Martínez; y al ex concejal y ex candidato a la Asamblea por la Asi, Jhon Wilson Guevara. Ambos, según las fuentes, fueron claves para lograr la alianza entre el alcalde Rivera y Martínez.

“El negocio es tener alcaldías para sacar más provecho, [sobre todo en] salud y educación. Esa campaña pudo costar 8 mil millones de pesos, y ahora le toca a Rivera devolvérselo”, le dijo a La Silla una de las fuentes de Tumaco que no acompañó esa campaña. “La hicieron muy derecha y les salió”.

“Fueron cuatro o cinco veces a Cali a rendirle cuentas a Martínez. Iban Julio [Rivera], el ex alcalde Víctor Gallo y el contador de la Alcaldía”, agregó otra fuente. Y una más dijo que también viajó el ex concejal Guevara.  

Las fuentes mencionaron que esa campaña recibió recursos de Martínez, algo que La Silla Pacífico no pudo comprobar y que no aparece en los registros de sus aportes a Cuentas Claras. Esa información, además, se la negó una fuente de esa campaña a La Silla Pacífico que además negó que los funcionarios mencionados fueran cuotas de Martínez. 

"Eso lo dijo por radio Neftalí [Correa] el día de las elecciones pero no es cierto. La campaña de Julio Rivera no llegó ni a los 1.500 millones de pesos, contando los aportes a la campaña", dijo la fuente. 

Aún así, el respaldo lo reconoció el propio primo de Martínez, Amú. “Hubo acompañamiento en Tumaco para sacar adelante a Julio Rivera, haciendo lo humanamente posible”, dijo. “Él nunca ha muerto. Solo ha sido víctima de todo tipo de acciones para cerrarle los espacios”.

Tener dos alcaldías en el Pacífico es el primer paso para reencaucharse. Y es que, según las fuentes, parte de los compromisos para apoyar las campañas es que los ganadores apoyen a los candidatos del grupo de Martínez en las elecciones de 2018.

Detrás de todo está Martínez. “Él está orientando desde su casa, no lo puedo desconocer. Yo lo consulto constantemente. Él es el amigo del equipo, lo escuchan. Nos dice ‘acompañen a fulano de tal, sigan a equis’, eso no es ningún delito”, agregó Amú.

Las apuestas

Por ahora, las apuestas son dos.

Amú aspirará a la Cámara de Representantes en una lista que se presentará a la circunscripción especial de paz en los municipios de la costa caucana Guapi, Timbiquí, López de Micay y la parte rural de Buenaventura, en el Valle del Cauca.

Esta es una de las 16 circunscripciones de paz que acaban de ser aprobadas en primer debate por la comisión primera de Senado para el aterrizaje de los acuerdos de paz de La Habana y que han sido polémicas por dos razones.

Una es que, aunque le darán representación en el Congreso a zonas que no la han tenido porque la guerra ha impedido que la democracia funcione, según los promotores del No en el plebiscito las organizaciones sociales bajo la influencia las Farc podrían acceder a 16 curules adicionales a las 10 que tendrán por derecho propio en el Congreso (5 en cada cámara).

La segunda razón es que aunque el Acuerdo de paz y la ley dicen que los partidos políticos no podrán competir por ellas, ya varios políticos tradicionales les tienen los ojos puestos. 

Lo que prueba la aspiración de Amú es que no sólo los movimientos políticos afines a las Farc competirán por esos escaños. También habrá candidatos de políticos como Martínez, que no es solo un político tradicional: fue condenado por aliarse con los paramilitares al mando de 'HH' para ganar su curul en el Senado y luego usar el poder político para ayudar a los paras y está siendo investigado por aliarse también con narcotraficantes.

“Yo aplico perfectamente. Viví el conflicto; como alcalde de Timbiquí y como simple ciudadano. [Las Farc] me destruyeron la Alcaldía. Los golpes todavía se sienten. [Por eso] colocaré mi nombre a consideración con la ayuda de Dios”, le dijo Amú a La Silla.

Amú llegó a la Alcaldía en 2012 avalado por el MIO, el partido de Juan Carlos Martínez Sinisterra que en el 2014 no logró elegir a ningún candidato y por tanto, hoy no existe.

Según una fuente que conoce de cerca el movimiento, tiene pensado lanzarse por un consejo comunitario de la región, algo que según la fuente no será un problema. “Cualquier consejo comunitario con tierra e inscrito en el Ministerio del Interior puede avalar. Eso se consigue muy fácil”, le dijo la fuente a La Silla Pacífico.

De hecho, dos fuentes de la región le dijeron a La Silla que el mismo Martínez ya había ido a la costa pacífica caucana a reunirse con los consejos comunitarios y decirles que el candidato que tenían que apoyar era Amú. La Silla no pudo verificar esta información con otra fuente.

Aunque el nombre de Amú también sonó en el Pacífico como candidato a la Cámara por circunscripciones afro, el ex alcalde le dijo a La Silla Pacífico que él veía que era “más fácil” llegar por las circunscripciones de paz.

Aún así, Martínez ya tiene un plan para también poner allí a una ficha suya.

Se trata del abogado y administrador de empresas Daniel Garcés Carabalí, que tiene una maestría en derechos humanos interculturales de la Universidad San Pablo de Olivade de Sevilla (España) y es líder del Proceso de Comunidades Negras, PCN, una de las organizaciones más representativas de las comunidades afro en el Pacífico.

Él mismo le confirmó su alianza con Martínez a La Silla Pacífico.  “Estamos trabajando en esa perspectiva. Para recuperar la curul y hacer una buena gestión congresional con enfoque de derechos para nuestra gente, no sólo los afros sino la gente que no tiene voz”, dijo. Y agregó, “hemos estado en orillas políticas distintas pero hoy coincidimos”.

Aunque el candidato es sobrino de Martínez, hijo del primo hermano del ex senador Daniel Garcés Sinisterra, nunca había militado en su grupo. De hecho, según una fuente que lo conoce, en el pasado habló muy mal de él, algo que Garcés niega.

“Yo nunca he hablado mal de él. Los ejercicios de participación suroccidente cuando él estuvo fueron importantes desde lo popular”, dijo. Además, negó saber por qué es la condena de Martínez.

“Yo no me voy a detener en el pasado de mucha gente que hoy queremos que nos apoye y que creen en la capacidad nuestra. Hay falsos positivos judiciales. El poder lo disputan las oligarquías que no permiten que haya emergencia de nueva dirigencias”, agregó.  

Junto con Garcés, la lista de Martínez tendrá a Ana Ximena Polanco, ex tesorera del Valle del Cauca cuando el ex aliado de Martínez, Juan Carlos Abadía, ocupó la Gobernación. Luego, cuando Abadía fue destituido y lo reemplazó Héctor Useche, Polanco fue su asesora.

Polanco, además, tiene un hijo con Heriberto Arrechea, el ex pupilo de Martínez que ya no está con ella ni pertenece al grupo político del ex senador condenado, según cinco fuentes consultadas por La Silla.

La Silla supo que el rompimiento entre los políticos ocurrió a finales de marzo cuando Arrechea supo que el candidato de Martínez iba a ser Garcés y no él, que se había mantenido fiel a él a pesar de su condena por parapolítica y de la larga lista de cuestionamientos en su contra.  

“El ex senador Carlos Arturo Quintero y Arrechea fueron los que se quedaron con Juan Carlos [Martínez] y ahora no se les reconoce. Quiere traer otra gente desconociendo el trabajo de todo el mundo. Él quiere solo darle poder a su familia”, le dijo a La Silla una fuente cercana a Arrechea.

Aunque tres fuentes le dijeron a La Silla que el grupo de Martínez también quiere poner un candidato a la circunscripción especial de paz que comprende 10 municipios en la costa pacífica de Nariño, La Silla no pudo confirmar un solo nombre. Según las fuentes, los que suenan son el amigo de Martínez, Rubén Silva  y el ex secretario de Gobierno de Víctor Gallo en Tumaco y también líder del PCN, Hernán Cortés que, como contó la Silla, ya tiene en su mira esa aspiración y cuenta con el respaldo del alcalde Rivera. Cortés, sin embargo, se lo negó a La Silla. 

Lo que parece innegable, en todo caso, es que el parapolítico Juan Carlos Martínez está de vuelta en el ruedo político del Pacífico aunque siga preso.

Nota de la editora

Después de publicada esta nota corregimos la información que hacía referencia al partido por el que se lanzó Jhon Wilson Guevara a la Asamblea. Además, agregamos la versión de la Alcaldía de Tumaco sobre el poder de Martínez en esa Administración. Ofrecemos excusas por el error. 

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