El sur demostró que es un bastión uribista y que la narrativa del Acuerdo de La Habana no cala, a pesar de ser la región más golpeada por la guerra.
El Sur ratificó su uribismo y a la vez reveló la fuerza de la izquierda
La elección de ayer mostró muchas cosas para el sur del país. Mostró una vez más que es un bastión uribista y que la narrativa del Acuerdo de La Habana no cala, a pesar de ser la región más golpeada por la guerra; pero también mostró que el discurso alternativo de Petro tiene como crecer y que son cada vez más las personas dispuestas a votar y apáticas a que les compren el voto.
Estas son las conclusiones que dejó la primera vuelta en Caquetá, Huila, Putumayo y Amazonas.
El sur ratificó su uribismo (y con creces)
Huila y Caquetá, dos departamentos que llevan demostrando desde hace cuatro años su uribismo (en ambos ganó Óscar Iván Zuluaga, el No, la consulta de la derecha y sus candidatos a Congreso), lo ratificaron este domingo.
Duque sacó 240 mil votos en el Huila, casi el doble de los que sacó en la consulta del 11 de marzo (127 mil) y en Caquetá aún más. Sacó 67 mil votos, cuando en la consulta había sacado 29 mil.
Las explicaciones son varias. Al sentimiento que despierta Uribe de devolver la seguridad en una región que fue por años la retaguardia histórica de las Farc, se sumó la fuerza que ganaron en las legislativas (ganaron una curul en Caquetá y mantuvieron las dos que tenían en el Huila),y la alianza con sectores conservadores como el del senador Hernán Andrade y el representante Jaime Felipe Lozada, lo cual les permitió tener una estructura fresca y plata, cosa que se notó ayer.
La campaña contrató buses, taxis y mototaxis para mover votantes. Unos pagados por los empresarios que le copian a Uribe, y otros por los dirigentes conservadores. Lo mismo que se había visto en la última gira que hizo Duque hace dos semanas.
En Caquetá el uribismo tiene dos alcaldías, la de Florencia y la de San Vicente del Caguán, los dos municipios más grandes del departamento, que en ambos casos estuvieron jugados moviéndole votos a Duque, como lo contamos en La Sur.
Por eso, con los resultados de ayer, el Centro Democrático tiene un fortín asegurado en estos departamentos con miras a las locales de 2019.
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Petro mostró que igual hay un fuerte antiuribismo
Aunque de los cuatro departamentos del Sur solo ganó en Putumayo, Petro logró duplicar y hasta triplicar su votación en comparación con la que sacó en la consulta de marzo.
En Huila pasó de 55 mil a 95 mil votos, la mayoría de ellos (40 mil) en la capital Neiva, un fortín que se suponía Verde porque el alcalde, Rodrigo Lara, es de ese partido. Eso, después de haber demostrado en una gran concentración en plaza pública que su campaña está impulsada por espontáneos, que inclusive sacaron de sus bolsillos para ir a verlo.
En Putumayo sacó 60 mil votos, después de haber sacado 36 mil en marzo. No solo eso. Sacó el 60 por ciento de los votos, lo cual prueba lo que habíamos contado en La Sur y es que allí logró mover las emociones de la ‘Ola Verde’ a su favor porque tiene una base multicolor similar a la que unió a varios movimientos sociales y políticos para poner de a la gobernadora Sorrel Aroca de la Alianza Verde en 2015.
También prueba que a pesar de que el sur es un bastión uribista, también tiene regiones donde el antiuribismo es muy marcado.
Por su parte en Caquetá pasó de 13 mil a 30 mil votos, e inclusive logró ganarle a Duque en dos municipios históricamente farianos: Cartagena del Chairá y Solano.
En Amazonas llegó a los 5.900 votos versus los 2.300 de la consulta. Una votación que aunque minoritaria fue significativa porque ni él ni ningún candidato visitó al departamento en campaña y porque las dos alcaldías (Leticia y Puerto Nariño) están en manos del uribismo.
El reto para él es cautivar a los más de 100 mil votantes que apoyaron a Fajardo y De la Calle, con quienes tiene afinidad en temas como la lucha contra la corrupción y la defensa del Acuerdo de paz.
Vargas sacó los votos de un diputado a pesar de las maquinarias
El Huila fue la principal apuesta de Vargas Lleras en el Sur, y lo demostró con las tres visitas que hizo en la campaña (a los demás departamentos no fue.
Aquí tenía de su lado las maquinarias de los hermanos Cielo y Carlos Julio González Villa con la Gobernación a la cabeza, más el apoyo de tres ex alcaldes de Neiva, aparte de los dirigentes de Cambio Radical.
Aún así, apenas pudo sacar 17 mil votos, casi los mismos que logró el diputado más votado del departamento en 2015 (Armando Acuña de la Alianza Verde con 16 mil votos).
Ni siquiera llegó a los 22 mil votos que sacó al Senado su pupilo Rodrigo Lara Restrepo, que dijo, descachándose, que estaban seguros de que Vargas iba a sacar la misma votación que Duque.
La votación de primera vuelta contrasta con lo que había pasado meses atrás. Por ejemplo, en la recolección de firmas el Huila había puestos 100 mil firmas que se recogieron con contratistas de la Gobernación y con el impulso de las campañas al Congreso.
Y la lista de Cambio Radical a la Cámara había conseguido 59 mil votos que le permitieron ganar por primera vez una curul.
Pero ni las firmas ni los votos a Congreso se vieron.
De la Calle ni siquiera sacó los votos de la consulta liberal
En la región que fue la retaguardia histórica de las Farc, al ex jefe negociador del Gobierno, Humberto De la Calle, le fue peor que en la consulta liberal de noviembre del año pasado.
Sumando los cuatro departamentos sacó 13542 votos versus 16413 que sacó en la consulta.
En Huila, donde fue más evidente la diferencia (sacó 7155 votos ayer contra 11481 en la consulta), a pesar de tener al senador Rodrigo Villalba como su coordinador de campaña. Más allá de un evento con su equipo político y columnas de opinión, Villalba no movió fuertemente a su candidato.
Eso se notó por ejemplo ayer en pleno día electoral pues no hubo ni pregoneros, ni buses, ni publicidad de De la Calle.
Y en Caquetá, a pesar de que la gobernación es liberal, no todos se le movieron. Es más, como lo contamos, varios aliados del gobernador Álvaro Pacheco le hicieron campaña de frente a Vargas.
Sin plazas, Fajardo le pisó los talones a Petro
A pesar de que la Coalición Colombia venía de fracasar regionalmente en las elecciones de Congreso y que no le apostó a llenar plazas, Fajardo pudo sacar una votación aceptable y cercana a la de Petro en Huila y Caquetá.
La remontada estuvo impulsada por la reactivación de la campaña por un discurso de centro, por el apoyo de sectores como el cafetero y por las bases de los verdes que en 2015 habían ganado la Alcaldía de Neiva con Rodrigo Lara Sánchez.
En Huila, donde la lista de la Coalición sacó 28 mil votos a Cámara, Fajardo sacó ayer 77 mil votos, apenas 18 mil menos que Petro. Superó a Vargas Lleras que tenía el respaldo de la Gobernación y de otras maquinarias.
En Caquetá el exgobernador de Antioquia llegó a los 21 mil votos frente a los 30 mil de Petro. Allá la Coalición sólo tenía de base los 4 mil votos que sacó la lista del Polo a la Cámara.
Caso contrario al de Putumayo donde la Gobernación está en manos de los verdes. Allá Fajardo no alcanzó ni los 10 mil votos, en parte porque la base verde se fue con Petro y porque a la gobernadora Sorrel Aroca no le ha ido bien en su gestión. En este departamento la ola verde del 2010 se movió por el exalcalde de Bogotá.
El sur votó mucho más que hace cuatro años
La abstención en todo el país bajó 13 puntos frente a la primera vuelta de 2014. Esa tendencia fue impresionante en el sur.
En Huila votó el 55 por ciento, frente a 41 por ciento hace cuatro años. En Caquetá salió a votar el 46 por ciento, frente a 35 por ciento y en Putumayo votaron el 47 por ciento de ciudadanos habilitados, contra 33 por ciento en 2014.
Una posible explicación es que estas fueron las primeras elecciones en la historia reciente del país sin la incidencia armada de las Farc. Eso hizo que en estas regiones, que fueron especialmente golpeadas por la guerra, la gente pudiera salir a votar sin la amenaza de la exguerrilla, que en unos casos promovía la abstención y en otros ‘orientaba’ por quién votar.
Prueba de eso es que salvo el asesinato de un líder de la campaña de Petro el sábado en el municipio de La Argentina y de un supuesto atentado frustrado al puesto de policía en Algeciras, Huila, no se registró ningún problema de orden público en el sur.
La Farc ya tiene candidato
Con Petro en segunda vuelta, el partido de la Farc, que tenía como candidato a Timochenko pero luego de una accidentada campaña decidió retirarse, se la jugará por el candidato de la ‘Colombia Humana’.
A diferencia de Duque, que quiere hacerle ajustes al Acuerdo de La Habana, Petro defiende su aterrizaje, que para la Farc es como su nueva constitución, y al ser ésta una elección entre la izquierda y la derecha, es evidente que ellos le harán campaña.
El problema para él es que ese apoyo decidido puede ser un lastre porque puede reforzar aún más el estigma de que él representa el castrochavismo.
La pregunta que se resolverá de aquí a segunda vuelta es si la exguerrilla le va a poner plata, porque ya demostraron que tienen pocos votos.
En Amazonas los votantes le cobraron la apatía a los candidatos
Ninguno de los candidatos fue al departamento más grande del país, el que concentra los desafíos más importantes en medio ambiente y el que tiene la triple frontera con Brasil y Perú. Aún así Duque, Petro y Fajardo tuvieron dolientes que les abrieron sedes y les hicieron campaña de diferentes maneras.
Pese a eso esfuerzos, los resultados demostraron que a los amazonenses no les motivó esta primera vuelta. En las elecciones de Congreso hubo una participación del 53 por ciento con 39 mil votos, pero ayer solo votaron 18 mil personas. Una baja del 39 por ciento en la participación.
Un porcentaje similar al de La Guajira que tuvo una participación del 34 por ciento. Lo que explica que para los territorios apartados, las presidenciales poco cuentan.
Unos ganaron y otros perdieron pensando en 2019
Las casas políticas también se jugaron ayer parte de su futuro para las elecciones regionales de 2019. Aunque falta ver si las alianzas aguanten hasta allá.
Por ejemplo en el Huila los conservadores y los uribistas están unidos por Duque y por eso le pusieron 240 mil votos. Pero ambos quieren la Gobernación el próximo año y para eso tienen apuestas diferentes.
El que podría unificar estas dos corrientes es el senador Carlos Ramiro Chávarro, que llegó al bus de Duque sobre el final de la campaña tras renunciar a Finagro. A él le copian bases conservadoras, especialmente del Sur del departamento.
Si se mantiene esa unidad, podrían tener el impulso para enfrentarse a las estructuras que quedaron debilitadas ayer: la Liberal, que tendría de candidato al actual presidente del Banco Agrario, Luis Enrique Dussán; y la de Cambio Radical, con la casa González Villa.
En Caquetá tras la arrollada uribista, las apuestas del Centro Democrático ahora se concentran en la Gobernación. Allá ya tienen las dos alcaldías más grandes (Florencia y San Vicente del Caguán), y en marzo ganaron la primera curul a Cámara con Edwin Valdez.
En Putumayo el panorama favorece a los movimientos alternativos. La base multicolor de Petro podría mover la balanza para que la Gobernación siga siendo esquiva a los partidos tradicionales. En la baraja hasta ahora aparecen la actual representante liberal Argenys Velásquez, que se quemó buscando reelección, y el conservador Jorge Coral Rivas que fue el segundo en 2015.