En Chocó, el covid deja sin aire a los medios

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Foto: Fundación para la Libertad de Prensa - Flip

Aunque la crisis de los medios locales en Chocó no es nueva, la pandemia sí la ha recrudecido: dos de los semanarios dejaron de circular y algunas emisoras funcionan a media marcha.

El 20 de marzo fue el último viernes en el que Chocó 7 días llegó de forma impresa a sus espectadores. Sin saberlo, el semanario más antiguo de ese departamento publicaba su última portada en físico: “Chocó en alerta ante la llegada del coronavirus”.

La pandemia no sólo afectó al semanario, sino que ahondó la crisis de los medios locales que ya tenían pérdidas financieras, rebuscaban las pautas publicitarias para tener ingresos, pocas veces podían vincular por contrato a los periodistas y, a la mayoría no le podían pagar más de un mínimo.   

Si bien a nivel nacional los medios no han sido ajenos a la crisis generada por la pandemia (hasta El Espectador estudió volverse semanario), en los departamentos donde el periodismo local escasea, el coronavirus ha golpeado aún más fuerte las finanzas con la caída de la pauta.

El caso del Chocó es particular porque antes de la llegada del virus más de la mitad de sus municipios no tenían ningún medio de comunicación. Según la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) en el especial Cartografías de la Información, ya era un departamento en silencio. Con la desaparición impresa de Chocó 7 días y Siglo XXI se acabaron dos de los siete periódicos que funcionaban en el departamento y que tenían mayor alcance.

La prensa agoniza

Durante 25 años y como un reloj suizo, Chocó 7 días se dedicó a informar los sucesos del departamento. En los últimos dos años, los más de 3 mil ejemplares que sacaba a la semana empezaron a imprimirse en Medellín por una avería de la vieja rotativa de la que ya no vendían repuestos.

Esa fue una de las razones por las que la versión impresa desapareció cuando llegó el covid. Apenas se declaró la cuarentena, no hubo medio de transporte que llevara y trajera las impresiones. Al semanario que no lo detuvieron tormentas, derrumbes ni inundaciones, lo frenó un virus.

Revivió en junio en plataforma digital. Aunque Jorge Salgado, coordinador de Chocó 7 días, asegura que llega a más personas ahora que están en la web y cuenta con un promedio de 6 mil visitas al día y 150 mil al mes, hay municipios del Chocó que no tienen acceso a internet. 

Según el secretario de educación departamental, Harold Ramírez, en entrevista con El Espectador en junio del año pasado, sólo el 13 por ciento del Chocó tiene cobertura a internet. 

En parte porque hay algunos que ni siquiera tienen energía de forma continua que les permita la conexión, como el municipio de Sipí a 79 kilómetros de Quibdó, la capital del departamento, que sólo contaba con un promedio diario de cinco horas de energía, apenas en noviembre fue incorporado a la red eléctrica nacional.

En ese municipio, cuenta Salgado, corría la historia de una enfermera que todos los días viajaba en lancha de Istmina a Sipí con un ejemplar de Chocó 7 días. “Dicen que durante la semana el periódico daba vuelta por el municipio, la gente se enteraba de lo que pasaba en el departamento, llenaba el crucigrama, lo borraba y luego lo llevaba a algún vecino. Al final estaba deshojado, las letras casi ni se leían, pero había cumplido con su labor de informar”.

Si la historia fue cierta, la semana del 20 de marzo fue la última vez en la que la población de Sipí compartió el periódico.

A diferencia de Chocó 7 días, el periódico semanal Siglo XXI que rotaba los jueves en un promedio de 18 de los 30 municipios del departamento, no ha corrido con la misma suerte. Con el transporte limitado y las casas impresoras de Manizales cerradas, el semanario pasó a publicar sólo en redes sociales mientras intenta fortalecer su paso a lo digital.

“En Colombia hay comunidades donde la alfabetización digital es incipiente, esto hace que los medios tengan que vencer esa barrera y seguramente en esta transición hay un sector de la audiencia que deje de consultar”, le dijo a La Silla Jonathan Bock, director de la Fundación para la Libertad de Prensa, (Flip).

Como es común en los medios tradicionales los ingresos dependen de la pauta; pero, según José Lorenzo Bejarano, director del semanario Siglo XXI, en el Chocó “hay establecimientos de comercio, pero pocas empresas grandes y son muy pocos los que ven importancia en las pautas publicitarias”.

A esto se suma que en 2019 fue el quinto departamento con el índice de pobreza más alto del país, según el Dane, lo que dificulta que sea la comunidad la que aporte al sostenimiento de un medio. 

Aunque los ciudadanos apoyan comprando espacios en la sección de sociales para publicar cumpleaños, velorios o grados, los ingresos son muy variables y en un momento como el actual, en el que el comercio no está funcionando y el aumento del desempleo alcanza cifras históricas, la crisis le pega un coletazo a los medios.

Pero no es un problema exclusivo de los impresos. La radio en el Chocó también está sufriendo. 

La radio a media marcha

En un año normal, la radio funcionaba a pérdidas en el Chocó según nos confirmaron tres directores de medios radiales en el departamento. Esto porque no había ni hay grandes empresas que pauten o lo hagan de forma constante, lo que hace que las finanzas sean más inestables y con la crisis económica actual, es peor.

La emisora Platino Estereo, ubicada en los municipios de Istmina y Quibdó, es una de las siete frecuencias comerciales del departamento. Según su director Jair Mosquera necesita entre ocho y nueve millones de pesos mensuales para funcionar, pero hay meses en los que sólo logra recaudar cinco o seis.

“Ahora que la comunidad necesita pedagogía e información veraz, la Alcaldía y la Gobernación llaman a pedir el favor de publicar datos o hacer pedagogía, que igual estamos realizando, pero no invierten. Tampoco hay empresas grandes que garanticen la estabilidad en cuanto a la pauta, y cuando los comerciantes compran una cuña que vale entre 200 o 300 mil pesos, creen que están haciendo un favor”, dijo Mosquera.

Este año tuvieron más pérdidas. En diciembre acostumbraban a tener ingresos porque las Alcaldías, a veces hasta seis, pagaban para realizar la rendición de cuentas en ese espacio radial porque tenía más alcance, pero ahora lo están haciendo por las redes sociales para, por ejemplo, economizar en gastos. 

Y con la crisis económica perdieron parte de la pauta comercial que, según la Flip, antes de la pandemia representaba 84 por ciento de la financiación de las radios comerciales en el departamento. 

La situación que ya venía mal ha llevado a que algunos políticos del Chocó se aprovechen. Así lo contó Jaime Mosquera en este video que se hizo viral. Según el locutor de Platino Estéreo, un exgobernador del departamento le había mandado cinco millones de pesos para hablar bien de su gobierno. Una práctica que, en todo caso, es común en todo el país aún sin crisis.

Antonio Calidad, director y fundador del periódico El Afrobogotano, le dijo a La Silla que la dificultad económica de los medios y periodistas independientes del Chocó pasa por la falta de pauta oficial, ya que ésta “va circunscrita al grado de amistad y al proselitismo que el comunicador haya hecho en tiempo de campaña con el mandatario que gana”. En esto coinciden cinco de las siete personas con las que hablamos para esta historia.

A esto se suma que cuando los medios dependen de la pauta de alcaldías o gobernaciones, su libertad se puede ver coartada o su financiación empieza a tambalear cuando tienen información que no beneficia a las administraciones.

Desde el equipo de comunicaciones y protocolo de la Gobernación del Chocó le dijeron a La Silla que este año no pautaron en ningún medio debido a que el dinero de la administración se concentró en atender la pandemia. Además, aclararon que al momento de pautar tienen en cuenta el alcance del medio, no el apoyo o la crítica que pueden tener con la Gobernación actual. 

Mario Luis Benítez, fundador de la emisora digital y el portal web ‘Mario en tu radio’, sabe lo difícil que es sostener un medio. En 2009 cuando inició, tenía un ingreso de 11 millones al mes, ahora no supera los 2 millones, lo que le ha impedido contratar otros periodistas para que el medio crezca. Por ahora sigue trabajando en el portal mientras asesora a la Gobernación del Chocó en el área de comunicaciones.

Como el medio no es rentable, Mario decidió vender todos los equipos de la emisora en diciembre y conservar sólo la marca, pero la situación es tan difícil que aún no encuentra compradores. Si ‘Mario en tu radio’ termina, se apagaría uno de los 45 medios que funcionaban en el Chocó antes de la pandemia según el reporte de la Flip.

“Un medio de comunicación que cierra, es una voz que se apaga. Pero cuando eso sucede en lugares limitados de información es como acabar con la única voz en muchos territorios”, le dijo a La Silla Jonathan Bock de la Flip.

De los 30 municipios del Chocó, 16 no cuentan con ningún medio de información local.

Pero a veces, tener un medio no significa que funcione de forma constante. Así nos los hizo saber Yuber Moreno, fundador y encargado de la emisora comunitaria Lloró Stereo, ubicada en el municipio que lleva su mismo nombre y que sólo cuenta con dos medios de comunicación para informar a los casi 10 mil habitantes.

Después de perder la pauta publicitaria de comercios de licores y almacenes de ropa, las tormentas eléctricas impidieron que siguiera transmitiendo por varias meses tras la quema de los equipos que, ahora, consiguió prestados de una emisora paisa.

A pesar de la importancia del medio, la opción de cerrar la emisora también ha rondado la cabeza de Yuber Moreno. La situación es cada vez más difícil porque ahora sólo cuenta con ingresos promedios de tres millones de pesos para pagar arriendo, servicios, mantenimiento de equipos y su propio salario. 

“En Colombia hay más de 600 municipios en donde no hay medios de comunicación, que ya es un problema grande, pero lo que sucede en el Chocó es la situación más grave de todo el país. (...) No solo hay pocos medios, sino que están en una situación que dificulta la cobertura del departamento. Además, las condiciones no permiten contar con independencia frente a los actores y poderes locales” comentó Bock.

Por el momento, los medios de comunicación de la región viven en una zozobra mayor desde que inició la pandemia: no saben si a final de mes contarán con el dinero para sostenerse, si podrán tener pérdidas y recuperarlas el mes siguiente, si valdrá la pena endeudarse, se preguntan si la pandemia será otro de los retos superados para seguir informando en el Chocó, pese a las adversidades. 

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